capitulo dos.
— ¿Puedo sentarme?
El castaño de ojos azules preguntó mientras miraba a Chip desde arriba. Asintió y dejó que se sentara a su lado debajo de aquel árbol que daba bastante sombra. Freddy se sentó, sabiendo que necesitaban tiempo para conocerse y así tener una mejor comunicación a la hora de trabajar. A Freddy se le hacía extraño que no lo hubiera visto antes, o tal vez ya lo había hecho, pero no recordaba bien de dónde había visto a Chip por primera vez. Lo miró bien mientras que el de orbes verdes estaba tocando algunas entonaciones en su guitarra para la asignación. Freddy al verlo detenidamente se dio cuenta de que se le hacía... Lindo, en una manera extraña. Si, extraña, porque nunca había pensado así de un chico de la universidad, al menos no desde hace mucho tiempo.
Unos ojos así de verdes nunca los olvidaba y eso que el color verde lo detestaba. Había algo en Chip que le hacía preguntarse muchas cosas. ¿De dónde lo conocía? Quería preguntar.
Sacó su libreta donde tenía algunos escritos, revisando cada una de las hojas que tenía allí, buscando una en particular. Luego de unos segundos, la encontró; había escrito de él. Freddy solía escribir sobre personas como forma de ejercicio para una mejor escritura. Eran tantas que se le olvidaba con el tiempo. Lo recordaba bien ahora al leerlo, fue en un evento de música que tuvo la escuela, los de la carrera de música tenían que presentar una canción al público como examen final del primer semestre. Freddy estuvo ahí presente porque su mejor amiga le pidió que la acompañara.
Comenzó a leer lo que escribió, detallaba bien el tono de su voz y la entonación que usaba para cantar. El color de sus ojos y la forma que el viento despeinaba su cabello ondulado. Desde la posición de sus manos en su guitarra hasta como parecía estar nervioso de estar frente a tanta gente espectadora. Mirando a Chip ahora, entendiendo ese sentimiento de familiaridad que tuvo unos momentos. Con razón era conocido, estaba claro.
Un escalofrío pasó por su cuerpo.
—Eres tú —Freddy susurró.
Chip no había escuchado nada, estaba muy concentrado en lo que hacía que se le era imposible hacer caso a cualquier ruido externo. El de orbes azules sonrió suave, mirando a Chip un poco, acercándose un poco para tener una mejor visión de su rostro. Si, Freddy no entendía el concepto de espacio personal cuando venía a analizar el rostro de las personas de cerca, incluso llegaba a tocar sus rostros si tenía el permiso para una descripción más detallada. Le gustaban los detalles, aunque no fueran necesarios al final de su escritura porque los elimina en las versiones finales que servían para sus trabajos.
Chip estaba tan inmerso en su tarea que al alzar el rostro y ver a un lado dio un salto del susto, casi tirando su guitarra. —¡Puta madre! ¡No te acerques así, cabrón, casi me matas del susto! — exclamó asustado, viendo cómo Freddy ladeó la cabeza en confusión.
—Lo siento, quería verte de cerca. — Freddy le dijo con una linda sonrisa, acomodando su cuerpo en el césped y girando su cuerpo para buscar una pluma entre sus pertenencias.
Freddy por accidente dejó su libreta dónde escribía, abierta en la página donde había escrito todo sobre Chip, quien miró hacia abajo, encontrando la hoja, por curiosidad y además mero chisme, lo leyó. Agarró la pequeña libreta para leerlo con más detalle, sonriendo al darse cuenta de que hablaba de él. ¿Cómo lo sabía? Había una parte de la canción que compuso al final.
Estaba tan inmerso en su lectura que no se dio cuenta de que Freddy trataba de decirle algo. Cuando lo hizo fue demasiado tarde, Freddy mantenía una expresión de enfado, aunque leve, pero estaba presente. No le gustaba que leyeran sus cosas sin su permiso. Aunque le preguntaran primero, Freddy jamás dejaba que las personas que no conocía leyeran lo que escribía si no era Chica o un profesor.
—Es lindo. Escribes muy bonito. —Fue lo único que Chip dijo. Freddy no respondió, solo agarró su libreta y la guardó en su mochila, sabía que no debía avergonzarse de eso. Sin embargo, que Chip lo haya leído le provocaba diferentes sensaciones en su cuerpo; en su pecho, su corazón latía con más fuerza.
—Es tarea solamente. —respondió nervioso, jugando con sus manos.
— Si, claro. Tarea —se burló, a lo que Freddy sólo cruzó sus brazos —No me mires así, wey. Creo que es lindo, neta. Solo me pareció curioso cómo sabías que era mexicano.
—Era obvio —respondió —-Tienes un acento muy característico y además tienes una forma de hablar diferente —explicó, dándole una sonrisa pequeña.
— ¿Neta es obvio? —Freddy asintió.
Chip sacó una risa. Nunca pensaba en eso, al parecer era muy obvio de dónde venía. Al cabo de unos minutos, tenían que volver a sus aulas porque iniciaba la siguiente clase. Chip se levantó al guardar todo, viendo a Freddy después y ofreciendo su mano para ayudarlo a qué se levante del césped. Freddy con gusto agarró la mano, dejando que lo levante. Por la misma acción, el más alto usó más fuerza de la necesaria, causando que el Fazbear presione su cuerpo contra el del contrario. Freddy lo apartó de él de inmediato, mirando a otro lado con vergüenza.
— Lo siento. —se disculpó antes de irse rápido por la vergüenza que sentía en todo el cuerpo. Tal vez para algunos no era nada, pero él lo consideraba grave. Esos segundos tan cortos le causaron un escalofrío en el cuerpo. Casi le hacían recordar aquellas escenas de las películas de romance que veía con Chica.
Chip volteó a verlo, sonriendo un poco. Suspirando al salir de sus pensamientos, pasando su mano sobre su cabello para dejar de pensar en eso, no tenía tiempo para andar pensando en alguien, mucho menos en Freddy. Su corazón latía más de lo normal, la pequeña escena de haber chocado sus cuerpos por accidente se repetía en su mente y cada vez era más lenta, cómo torturando a Chip con cada repetición.
"No", se dijo en su mente antes de solo recomponerse e ir a su clase. Al llegar a ella, encontró su asiento que era junto con Hayley. Se sentó, sacando su teléfono para distraerse un poco de su alrededor. Parecía que Hayley estaba hablando con una compañera de la clase por lo que no quiso interrumpir su plática. Entrando a su Instagram, la primera publicación era de Chica; la mejor amiga de Freddy. Había publicado una foto de ellos dos trabajando en una tarea unas horas atrás.
Presionando en la foto, así apareciendo la cuenta del Fazbear. Con algo de duda entró al perfil, así viendo todo lo que publicaba que era más que nada fotos de otras cosas menos de su rostro. Parecía que no le gustaba publicar fotos de él, pero sí de otros.
Fotos de su gato, de sus viajes, trabajos, amigos, flores, regalos.
De su pareja.
Frunciendo el ceño, entró en la foto que parecía ser de su pareja, aunque la primera foto solo era de sus manos juntas, al entrar podías ver qué la segunda era del novio de Freddy.
Así que Freddy tenía novio.
Una sorpresa. Chip se quedó viendo aquella foto, suspirando pesado. Muchas cosas pasaban por su mente en ese momento, cosas que no quería. ¿Cómo podía estar pensando en eso? Freddy no se fijaría en alguien como él ni por casualidad. Un trabajo los juntó, pero si no fuera por eso hubieran pasado desapercibidos durante toda la vida.
¿Fue una casualidad que estuvieran juntos trabajando durante un semestre entero?
—¿Chip? ¿Estás bien? —Hayley le preguntó al despedirse de su compañera para ver a su amigo. Lo veía pensativo, cómo preocupado. Mirando hacia abajo al teléfono de Chip, viendo el perfil de Instagram de Freddy abierto. Una sonrisa pequeña se mostró en su rostro. —¿En qué piensas?
— En algo. —respondió, apagando su teléfono para dejarlo sobre la mesa.
— ¿Querrás decir en alguien? —preguntó con una gran sonrisa, a lo que Chip solo sacó una risa pequeña, negando.
— ¿De qué estás hablando?
Hayley se le quedó mirando a Chip, con ambas manos en sus mejillas y los codos sobre el escritorio, una gran sonrisa en su rostro, esperando que dijera absolutamente todo acerca de esa persona. Chip la miró y la empujó de forma leve con su dedo sobre la frente de la chica para que se tambalee. Ambos rieron por eso, no podía mentirle a su mejor amiga, ella siempre iba a encontrar la forma de sacarle todo para hablar más a fondo.
—Vamos, solo quiero saber quién es para ayudarte, tal vez pueda hacerte útil en eso —Hayley comentó, viendo a su amigo con sus manos sobre el escritorio —dime quien es, no se lo diré a nadie, te lo prometo —habló, alzando su mano a nivel de su pecho para jurarle por su vida.
—¿Me lo prometes, wey? —le preguntó. Hayley asintió otra vez —Va, es un plebe que estudia aquí, eso es todo que diré.
—Mmh, ¿Tu ex? —cuestionó.
—¡No, no mames! —respondió ofendido, sacándole una gran risa a Hayley.
—A ver, déjame adivinar. Si no es tu ex... Entonces podría ser Hippo —Chip negó otra vez con una expresión de disgusto—¿Orville? ¿Pablo? ¿Rafael? —preguntó al final, apuntando a su amigo para ver si había adivinado.
—No, loco, ¿de todos los vatos piensas en el pendejo de Rafael? —cuestionó, cruzando sus brazos y apoyando su espalda en el asiento. A ese punto Hayley solo contaba con un nombre en su cabeza. Lastimosamente ese nombre no era Marcelo.
— Freddy. Es Freddy —contestó, cabizbajo. No quería que lo escucharan. Sabía que era una estupidez estar pensando en Freddy, ¿Qué oportunidades tenía con alguien como él? Era un Fazbear, y él un estudiante común, un ser humano corriente, uno más del montón. No debía, sabía que no existía oportunidad entre ellos.
—¿Freddy Fazbear? Oh —se quedó callada unos segundos, mirando abajo y decidiendo quedarse callada porque hasta ella sabía que era imposible. No quería decirle, pero parecía que Chip lo tenía en mente. Daba algo de pena, muchos entendían ese sentimiento de no poder hacer nada —Mira, ¿conoces a Chica? Ella es la mejor amiga de Freddy, tal vez ella pueda ayudarte en algo.
—¿Chica? —preguntó, mirándola —No mames, si la conozco. Es mi prima, de hecho. Está cagado porque hacemos como si no nos conociéramos —habló, desviándose del tema por un segundo.
— ¿Vas a querer que te ayude o no? —le preguntó, cruzando sus brazos al levantarse de su asiento para ir a buscarla. Chip se quedó pensando, viendo hacia arriba a su amiga. Al final aceptó y Hayley se fue corriendo a buscar a la rubia. Él se quedó en el salón, suspirando y no creyendo que estaba por hacer esto. ¿Qué iba a ganar con esto? ¿Qué Freddy se aleje de él por rarito que se enamora fácil?
Hayley llegó dónde Chica. La rubia estaba hablando con Freddy como siempre, ella siendo la que más platicaba y Freddy el que la miraba, escuchando atento a todo lo que le decía y de vez en cuando preguntaba para aclarar algunas cosas de la plática. Chica amaba hablar con Freddy por eso, porque podía hablarle de cualquier cosa y aun así iba a escuchar cada pequeño detalle de la plática.
—¡Chica, Chica! —la llamó, apareciendo a un lado de ella. Chica se asustó, mirando hacia la de cabellos verdes —te necesito, ahora. Es una emergencia. —pidió con una leve sonrisa.
—¿Emergencia? ¿Qué sucede? —preguntó preocupada, siendo sujetada del brazo por aquella joven.
— ¡Si, vamos!
Hayley se la llevó, dejando a Freddy solo en el aula. El Fazbear frunció levemente el ceño con eso, él también necesitaba hablar con Chica acerca de algo y era igual de importante que esa emergencia que tenía. Suspirando, dejó eso de lado sabiendo que podría hablar con ella en cualquier otro momento. Agarrando su teléfono, notando los mensajes de varias personas, entre ellas las de esa persona. Rodando los ojos, borró los mensajes para evitar verlo ahí entre los demás.
No quería hablar con ese idiota.
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