Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capítulo doce.


Bonnie Bunny; ex novio de Freddy Fazbear hace dos años, una relación que habían llevado desde que ambos tenían quince años y terminó por problemas de confianza, algo más también que afectó de gran manera a Freddy y lo dejó una marca en el corazón, en su vida. Bonnie, el primer novio de Freddy estaba ahí frente a Chip, su actual novio. Había una diferencia abismal entre ambos, que marcaba un antes y un después en los estándares de Freddy.

Bonnie era… lindo. Chip no iba a mentir y decir que era la persona más horrenda que había visto, porque no era así. Bonnie si era lindo solo por el exterior. El interior era otra cosa que ni siquiera Chica llegó a entender y por algo se distanció de él.
—¿Chica? —preguntó confundido, acercándose para verla mejor. Se le hacía extraño verla por ahí y sin su mejor amigo. —Mmh. Hace tiempo que no te veía, después de lo que pasó con él. —habló con una sonrisa.

—Sí, él —respondió, —Es bueno volver a verte, Bonnie. Te ves bien. —admitió sonriente. Chip estaba incómodo, había un aire pasando en el pasillo que no se sentía nada bien. Era pesado y oscuro. Él obvio no sabía nada del pasado entre los amigos, mucho menos con Freddy.

Freddy estaba detrás de la puerta, escondido. El corazón palpitaba a mil por el pánico que le había causado. Las lágrimas atoradas en su garganta por la impresión de estar tan cerca de Bonnie después de tanto tiempo. La última vez que lo vio fue después de la escuela y desapareció de su vida sin explicación. Suspirando, acercó su mano hacia el picaporte de la puerta, pensando en si tenía que hacerlo o no.

Lo escuchaba hablar con Chica. —Volviste. —la rubia habló.

—Vine a hablar con él, Chica. —Bonnie respondió sin más, cansado de estar fingiendo y haciéndose el tonto como si fuera una sorpresa. Freddy abrió sus ojos en sorpresa, abriendo de una la puerta principal sin importarle lo que pase después.

Ahí lo tenía. Bonnie miró a Freddy, haciendo contacto visual como siempre. La tensión en el ambiente se sintió aún más horrible y Chip quería irse ya de ahí. No tenía intenciones de presenciar una pelea más, estaba cansado, estresado. El Fazbear mantenía una expresión seria como siempre le mostraba a Bonnie, mirándolo directo a los ojos como diciéndole que se vaya. No tenía intenciones de escucharlo.

—Puedes decir mi nombre sin miedo. —Freddy comentó.

—No estoy para pelear contigo, Freddy. —Bonnie respondió.

—No tengo porque escucharte. Tus acciones fueron suficientes. —contestó, cruzando sus brazos y viendo hacia Chip para que pudiera entrar. No quería que Chip escuche o vea más de la situación. Entrando al departamento, le dió un beso en la mejilla que tomó de sorpresa a Bonnie.

Chip se fue con Hayley y Chica, dejando a ambos hombres solos para que puedan hablar de lo que sea. Incluso si solo era para que Freddy le diga que no, y que deje de buscarlo para solucionar algo que ya no tenía de dónde funcionar.

—¿Y ese beso? —Bonnie preguntó, cruzando sus brazos. Riendo, miró hacía a un lado —No me digas, Fazbear. ¿Nuevo novio? —se burló.

—No es de tu incumbencia.

—¿No? Ver qué ya superaste lo que tuvimos desde que teníamos quince años me importa. —respondió de mala gana. No le agradaba que Freddy ignorara por completo lo que pasaron. —¿Te hace feliz por lo menos?

Freddy se quedó callado. —¿Por qué volviste? No hay nada de qué hablar.

—Solo quería aclarar algunas cosas contigo.

—¿Engañarme cinco veces? ¿Cómo vas a aclarar algo tan obvio? —preguntó molesto. —cinco veces, Bonnie. Cinco. Te perdoné todas, una tras otra mientras me repetías que no volverías a hacerlo. No llegabas a nuestras citas, poco te importaba lo que pasara conmigo y jamás atendiste a las reuniones familiares que te decía que eran importantes. —explicaba.

—Freddy…

—Era el otro. Admítelo, yo no era tu novio, solo era otro con el que te acostabas.

—No entiendes.

—¿Qué no entiendo? ¿La parte de mi cumpleaños donde supe que me engañaste una quinta vez? —cuestionó a la defensiva. Bonnie suspiró. Siempre era lo mismo con Freddy, pero no había de otra. —Sabía de la situación de tu familia, Bonnie. Te ayudaba financieramente para que pagues la escuela y tus necesidades, incluso las de Bon. Lo único que te pedía era que… salgas conmigo.

—Me sentía obligado, Freddy. No podía dejar de salir contigo porque sabía que me ibas a dejar de ayudar, ¿Qué querías que haga?

—Mostrar algo de interés. Yo te amaba, Bonnie, eso nunca te lo voy a negar —admitió, suspirando después. No podía creer que estaba haciendo eso. —Me mentiste, me decías que me amabas solo cuando te daba dinero o te ayudaba en la escuela, fuera de eso jamás lo dijiste.

Bonnie se quedó en silencio, viendo hacia abajo.
—Yo te escuchaba, Bonnie. Atendía tus problemas, escuchaba cuando me explicabas la situación en tu casa con tu familia, mayormente con tus hermanos. Siempre te entendí, e intenté sacarte de ahí.  —Freddy cerró sus ojos un momento, abriéndose otra vez al calmarse. —Cuando te pedí explicaciones o te preguntaba dónde estabas me gritabas. Las veces en las que te pedí que te lo tomes con calma lo que te decía, hacías todo lo opuesto; gritabas, insultabas, me echabas la culpa diciéndome que era un paranoico

—Freddy…

—Me llamaste a las cuatro de la mañana diciéndome que te ibas a matar, Bonnie. Estabas ebrio, encerrado en tu habitación y pidiéndome que te deje morir… todo porque terminé contigo debido a tu infidelidad. Dime, ¿Qué parte de todo lo que te estoy diciendo es mentira? Hay miles de razones por las que no puedo escucharte.

—¡Freddy! —escuchó una voz tierna al final del pasillo. Mirando a un lado, vio al pequeño Bon que se acercaba corriendo con una gran sonrisa. —¡Volvimos! ¿Dónde está Golden? ¿Qué haces en un lugar como este? ¿A quién buscas? ¿Y Golden? —preguntó varias veces, saltando y riendo, sujetándose del brazo del Fazbear.

El Fazbear suspiró. —¿Por qué lo buscas? Golden no ha regresado de Francia. Tienes que esperarlo un día más. —le acarició el cabello al hermano menor de Bonnie, quien asintió varias veces. Bon era solo un año menor que Bonnie, no era tan pequeño, pero le decían así por su estatura.

Chip abrió la puerta de repente. Bon se asustó, viendo aún más hacia arriba por la estatura de aquel hombre extraño. Bonnie ni se atrevía a mirar al supuesto novio de Freddy. Ya lo odiaba con su vida, y las lágrimas igual que los gritos se atoraron en su garganta.

—Freddy, entra, por favor. Es suficiente. —habló, agarrando la mano de Freddy para ayudarlo a salir de esa situación incómoda. El Fazbear suspiró, dándole una última mirada a Bonnie. Si, tenía razón, no podía desperdiciar su tiempo con él.

—¿Eres novio de Freddy? —Bon preguntó de repente. Chica salió disparada a la puerta principal, sonriendo en grande al ver esos enormes ojos verdes.

—Sí, soy su novio. —Chip respondió, viendo cómo Chica abrazaba a Bon con toda su fuerza. Era el único de esa familia que había extrañado de verdad. Freddy se acercó a su novio, queriendo ya terminar con la reunión sorpresa. No tenía tiempo ni mucho menos paciencia para seguir escuchando a Bonnie y sus intentos de arreglar las cosas.

Chip no confiaba mucho en Bonnie, a pesar de no conocerlo al cien. Saber que fue ex novio de Freddy no le agradaba. Por petición de Chica, no había escuchado nada, le había dicho que era mejor que Freddy se lo explique cuando esté listo. El contacto visual accidental que tuvieron marcó todo. Bonnie se despidió de Chica, agarrando la mano de Bon para poder irse a casa. La rubia despidió a Bon con una sonrisa, viendo después a Freddy.

—Ya está bien grande.

—Es un año menor que tú, Chica. —Freddy respondió.

—¿Es un adulto ese wey? —Chip preguntó asustado y asombrado. —pensé que era un niño, no mames. ¿Cuánto mide? ¿Qué le dan de comer?

—Te sorprendería saber que todos de su familia son pequeños teniendo casi cuarenta. —Freddy admitió, entrando al departamento de la mano con Chip, abrazandolo para calmarse de todas las emociones que tenía juntas en el estómago. Se sentía mareado. —¿Todavía puedo quedarme contigo? —preguntó.

—Obvio. —Chip respondió sonriendo.

—¿Chica? ¿Te quedas? —preguntó Freddy.

—Oh, no. Tengo que regresar a casa para ayudar a mi hermana con su trabajo. —sonrió, agarrando sus cosas. Freddy negó con eso, separándose de Chip. —¿Por qué? —rió suave.

—No quiero que te vayas sola. Es mejor si voy contigo.

—Estaré bien, Freddy. No te preocupes. —sonrió.

—Bien. Te veré mañana. —avisó, despidiéndose de la rubia con una sonrisa, dándole a saber que todo estaba bien ahora y que estaría con Chip por la noche. Regresaría a casa temprano al día siguiente para no alarmar a su madre. Chica ya sabía del plan, por lo que le seguiría el juego a Freddy en caso de que su madre llame a casa.

La madre de Freddy confiaba al cien en Chica, sabía que eran mejores amigos así que no había nada de qué preocuparse. Chica era una buena influencia para su hijo, aunque al principio pensó que iban a ser algo más que solo amigos, hasta que Freddy la sorprendió con la noticia de que no le gustaban las chicas. Freddy recordaba ese día y el miedo que sentía de lo que su madre pensaría de él; para su sorpresa su madre lejos de molestarse solo le dijo que tenga cuidado, porque algunos hombres eran peligrosos y que no se deje influenciar por hombres mayores.

En la habitación de Chip, Freddy se sentó en el medio de la cama, cansado de todo el día y que además debían de trabajar en el proyecto. Prosiguiendo con lo que estaban haciendo después de todo, Freddy no encontraba la forma de sacarse a Bonnie de la cabeza, no importaba lo mucho que lo intente, miraba a Chip y le daba besos en busca de una distracción.

—Chip.

—Dime, mi amor.

—¿No estás molesto, verdad? —preguntó, acercándose a él para sentarse a su lado en la cama. Mirándolo, se aferró a su brazo, apoyando su mejilla en su hombro. —Chip, no quisiera que pienses mal de mí por lo que pasó hoy. Hablando sobre lo de Bonnie, porque no puedo dejar de pensar en eso.

—¿Piensas en tu ex, wey?

—N-no. No, claro que no. Es solo que me preocupa que tú pienses que sigo sintiendo algo por él. —explicó rápido preocupado de la pregunta. Chip lo miró, suspirando.

—No es necesario que me expliques, mi amor. No quiero que te sientas obligado a decirme lo que pasó en tu relación pasada si no quieres —respondió, acariciándole el cabello con una sonrisa, besándole el costado de su cabeza. —Pensemos en otra cosa, corazón, ¿Tienes hambre? No hemos cenado. —Freddy sonrió, asintiendo.

En la cocina, Freddy se quedaba sentado esperando a Chip quien le cocinaba unas quesadillas y además una leche de chocolate. Era una cena simple, pero funcional que hasta Hayley disfrutaba una vez que entró por curiosidad. Estaba al teléfono con su hermano, por lo que no pudo quedarse a hablar con la pareja como quisiera.

No era algo a lo que Freddy acostumbraba comer, mucho menos cenar. Todo lo que consumía era preparado meticulosamente con los mejores ingredientes y que servía para mantenerlo saludable. Era la primera vez de Freddy comiendo algo así, así que estaba emocionado.

—Oh, ¿leche de chocolate? —Freddy preguntó al ver el vaso, agarrándolo con cuidado. —No he tomado una desde que soy pequeño. Mi madre siempre nos decía que la leche de chocolate es para los niños, dejó de comprarla cuando cumplí seis años.

—¿Seis? Pero seguías siendo un bebé, mi amor.

Freddy rió suave. —Lo sé, e-es solo que mi niñez fue diferente. Solo estudiaba y leía en mis tiempos libres, nos daban diez minutos para jugar aún así. —explicó, tomando del vaso un poco, sintiendo el dulzor de la leche por primera vez en años.

—¿Diez minutos?

—Mmh. Tenía un peluche de osito que amaba, mi madre me lo quitó cuando cumplí doce porque me decía que ya era un niño grande y los niños de mi edad no debían de jugar con peluches.

¿Cómo Freddy explicaba todo eso como si fuera normal? Chip se estaba preocupando ahora y Freddy lo notó. Claro, la gente no estaba acostumbrada a escuchar los traumas de otros de la nada. Freddy sonrió como si nada.
—¿Qué pasa? Sé que no es normal, Chip. Soy un Fazbear, mi crianza fue diferente a la tuya.

—Si… creo que ya lo noté.

—No me mires como si fuera un monstruo, Chip. —regañó con los brazos cruzados.

—No lo hago, wey. —rió. —¿Sabes? Yo tampoco tuve la mejor infancia, crecí con muchísimos hermanos por culpa de mi mamá y su interés en cuidar niños que no eran de ella.

—¿No eran de ella?

—Mi mamá solo tuvo cinco hijos con mi papá, los otros hermanos que tengo salieron de orfanatos o bebés que fueron abandonados—explicó. —Yo fui uno de los cinco que tuvo, soy como el original de mi mamá. —bromeó.

—Que lindo gesto de tu mamá —confesó —¿Ella sabe que te gustan los chicos? No quisiera causarte problemas con ella por nuestra relación.

Chip rió. —No pasa nada, ella lo sabe. Soy bisexual, por cierto, ella sabe que he tenido novias y novios, los conoció a todos.

—Oh, ¿Entonces eras muy coqueto con todos? ¿Eso me quieres decir? —preguntó con una sonrisa, fingiendo cierta molestía con el dato. Chip rió, dándole un beso en la mejilla. —Hayley me contó todo lo que hacías cuando eras adolescente. ¿Por qué escapabas de la escuela? ¿Cuál es el propósito de eso?

—Diversión, chiquito. Peligro y saber que tenía a mis amigos conmigo para ir hasta otra ciudad, hacer nuestras mamadas y regresar a las ocho de la noche a casa. —explicó después de haber comido una de sus quesadillas.

—Tenías quince, Chip.

—Aun así me gradué, mi amor y obtuve una beca para venir aquí a estudiar.

—... ¿Eres becado?

—A huevo. Tuvimos un examen al cual me apunté, estudié durante todos esos meses y fui a hacerlo, incluso le quité el lugar a uno de mis hermanos. —sonrió orgulloso.

—Pero, ¿Eso significa que vas a volver a México después de terminar la universidad? ¿No hay manera de que puedas quedarte a vivir aquí? —preguntó nervioso.

—Si consigo un trabajo estable podría, y no creo que sea así. Tengo que volver al terminar, no puedo dejar a mi madre sola. —explicó, notando como Freddy parecía entender lo que quería decirle. El Fazbear dudaba en su cabeza de la relación en la que se metió, en caso de que Chip tuviera que regresar sin más, no le gustaría el concepto de relación a distancia.

—Está bien… creo. —susurró lo último, no cien por ciento de acuerdo. No quería decirle a Chip lo que de verdad pensaba de eso, porque no iba a meterse en una pelea con él, sabiendo que Chip tiene todo el derecho de regresar a México.

Una parte de él se regresó al pasado, dónde había ocurrido lo mismo con Bonnie, los dos meses que se fue a Francia por problemas de familia referentes a la empresa, dejando a Bonnie en una relación a distancia con él. Todo parecía estar bien las primeras semanas, hasta la última de los dos meses que le llegó un mensaje preguntando si el de la foto era su novio. La tercera vez, si. Una primera vez hubiera sido suficiente para una persona, pero Freddy ya le había personado los otros dos engaños, decidiendo en seguir la relación como si nada, comenzando de nuevo.

¿Lo perdonó? Claro que sí. Bonnie dió la excusa de que tenía necesidades y que él solo no se complacía. La excusa que ahora repitiendola en su cabeza sonaba cada vez más estúpida y sin sentido. ¿Necesidad de tener sexo? No eran animales.

Durante la noche seguían trabajando, Freddy le pasaba algunas ideas que tenía escritas para ver si algo se le ocurría a él con una de ellas. Era divertido trabajar con Chip, no era estresante ni mucho menos molesta como algunos otros trabajos en equipo que le había tocado hacer en el pasado. Tal vez era el hecho de que eran novios, y que Chip le estaba dando besitos o cuando le hablaba le decía apodos bonitos.

—Mi amor, necesito que-

Chip volteó para pedirle algo a Freddy, encontrándo que se había dormido ya. Eran las dos y media de la mañana, Freddy no acostumbraba a quedarse despierto tan tarde, tenía un horario específico y dormía a las ocho de la noche, máximo a las diez. Acostado en la cama de Chip, abrazado a una de sus almohadas con la mejilla sobre esta. Suspirando, se acercó para taparlo con las sábanas y quitar todo de la cama para así acostarse él también.

Apagando todo, se acostó a su lado para así dormir unas horas. Durante la noche, Freddy se iba acercando al cuerpo de Chip, aferrándose a uno de sus brazos entre sueños hasta terminar abrazados, durmiendo tranquilos en aquella silenciosa noche. El Fazbear se frotaba contra su pecho al pensar que era una almohada, seguía durmiendo como nunca antes había dormido.

En la mañana, Freddy fue el primero en despertar debido a su alarma que siempre tenía activa, agarrando su teléfono aún algo dormido, viendo la hora; seis y media de la mañana como siempre. Bostezando, dejó su teléfono a un lado, estirándose y volviendo a su posición inicial. Sus ojos se abrieron en grande al ver a Chip debajo de él durmiendo. Se separó de golpe, agarrando la sábana para cubrirlo al ver que estaba sin camisa.

Su rostro ardiendo, hasta su cuerpo de la vergüenza. ¿Qué había pasado? No recordaba haberse dormido en la cama de Chip la noche pasada. Por lo menos era temprano y podía irse a casa sin ningún problema. Suspirando, se quedó en la cama viendo el techo, sabiendo a la perfección que Chip no hizo nada más con él que dormir. Por alguna razón tenía el temor que Chip lo hubiera tocado de otra forma, pero no, nada de eso fue así.

Viendo los mensajes en su teléfono, respondió primero los de Chica, pidiéndole que se vieran en su casa a las nueve de la mañana. Saliendo de la cama, fue directo al baño en silencio, el cual estaba fuera de la habitación de Chip. Terminando sus asuntos, volvió a la habitación solo para encontrar a Chip sentado en la cama despertándose, frotando sus ojos con su mano por el sueño que todavía tenía.

—Freddy, ¿Qué haces despierto, angelito? Vuelve a la cama. Es temprano. —le pidió con la voz más grave y rasposa debido al efecto de la mañana. No acostumbraba a levantarse tan temprano, pero al no sentir a Freddy a su lado se despertó de inmediato.

—Oh, e-es que creo que ya tengo que irme. Tengo que volver a casa. —habló, acercándose a Chip y besando su frente —Lo siento. No quisiera dejarte, pero es necesario que esté en casa temprano, le prometí a mi madre que llegaría a las siete y ya es tarde.

—Mmh… que mal pedo, quería que te quedes un ratito más. —susurró, abrazándolo.

Freddy rió suave. —Yo también quisiera eso. Fue lindo dormir contigo. Gracias por todo, Chip —le dió un beso en la mejilla, acostando a su novio en la cama y tapando su cuerpo con la sábana —Adiós, Chip. Te quiero. —se despidió de él, yéndose del departamento.

Llegando a casa lo más rápido posible, entró sin hacer mucho ruido, caminando a su habitación donde solo cerró la puerta y se acostó en la cama sin más. Vaya que había una diferencia entre la cama de Chip y la suya que era bastante suave. Estirándose en la cama, abrazó la almohada, quedándose dormido unos segundos después.

Los sueños no tenían ningún significado para Freddy realmente, hasta ese día, dónde despertó agitado y sudando levemente por el sueño húmedo que había tenido. Su pecho moviéndose rápido por el pánico que le había causado el sueño. No, no podía creer que estaba soñando con ese tipo de cosas indecentes con Chip, no ahora. No debía, no podía ni quería.

Pasando sus manos por su rostro, sacando las imágenes de su cabeza.

—Freddy, Chica está aquí para verte, ¿Dejo que pase a tu habitación? —escuchó a su madre en la puerta.

—S-sí, deje que pase, por favor. —pidió, saliendo de la cama para irse a su gigantesco baño a lavarse el rostro al igual que los dientes, haciendo su rutina de todas las mañanas mientras que Chica entraba a su habitación.

—Holaa. —alargó su saludó con una sonrisa, cerrando la puerta y tirándose a la cama de su mejor amigo. —¿Y? ¿Noticias? ¿Qué pasó ayer con Bonnie? ¡Cuéntame ya! —pidió con una risa, agarrando el oso de peluche de Freddy. El Fazbear suspiró, sentándose en su cama mientras cepillaba su cabello.

—Es un completo idiota. —dijo molesto.

—¿Qué te dijo?

—Ugh. Lo de siempre, solo puso excusas de lo que ocurrió hace años, y ahora aparece frente a mí haciéndose la víctima —explicó, cruzando sus piernas y arreglando su cabello. No tenía palabras para explicar lo horrible que se sentía después de la plática. —No se porque volvió, era mejor si se quedaba en Italia.

Freddy no deseaba encontrarse a Bonnie en ningún sitio, realmente no era su plan hablar con él, mucho menos entablar una conversación sobre su antigua relación que ya no tenía ningún tipo de reparación. La huida de Bonnie fue suficiente para él.
—Sabe que Chip es mi novio y no creo que le haya gustado. —habló, mirando a su amiga con una leve preocupación.

—No tiene porqué meterse, Freddy. Si te hace algo puedes decirme y yo iré de inmediato a hablar con él. —habló Chica con firmeza. No iba a soportar que Bonnie se acerque con malas intenciones a Freddy, no otra vez. Habían hecho un pacto ambos, y era que no iba a volver con él no importaba lo mucho que lo ruegue.

—No te pelees con él, por favor.

—Solo si se mete contigo.

—Chica.

—Freddy, hablo en serio. No vayas a regresar con él, por favor. Tienes ahora un novio que te quiere muchísimo desde el día que te vió, te aprecia y te adora con su vida, ¿Por qué cambiarías todo eso por un chico que te mandó a terapia intensiva? —preguntó seria.

—Lo sé, lo entiendo —suspiró al final —, se que no debo volver con él, porque te lo prometí… y porque no pienso quedarme en un hospital por dos semanas otra vez por su culpa. —bromeó con su pasado incidente, acostándose a un lado de su mejor amiga mientras miraban el techo.

—Hablo muy en serio de Chip, Freddy —la rubia habló después de unos segundos —. Tiene lindos sentimientos por tí. Si en algún punto sientes que no puedes con la relación, sé que él va a entenderte.

Freddy aceptó. —Está bien.

—Es hora de que seas feliz, Freddy. No debes castigarte por lo que pasó, mereces ser feliz y amado como todos aquí. —le recordó con una sonrisa al voltear a un lado para verlo. Freddy parecía pensativo de la situación, como si algo estuviera planeado.

—Chica, ¿Tú crees que lo mío con Chip dure? —preguntó de repente —, me dijo que era de intercambio por una beca que se ganó, y que tiene que regresar a México apenas termine la universidad. Tengo miedo de que no funcione por eso.

Se quedó pensando en la pregunta, —bueno… no podría darte una respuesta a eso, sería mejor que lo hables con él algún día. Tienen que sentar bases en su relación y ciertos límites para que funcione todo correctamente.

Freddy asintió, entendiendo a lo que quería llegar con todo eso. Se notaba que Chica quería lo mejor para él y su futura relación. La verdad detrás de todo eso era que la rubia no quería ser el pañuelo de lágrimas de Freddy otra vez, se negaba a ser el hombro para llorar de su mejor amigo aunque le duela a ella también, pero era igual de cansado ver cómo Freddy ignoraba lo que decía y repetía sus errores una y otra vez, como si disfrutara el sufrir.

—Chip es muy lindo, eso no lo puedo negar —Freddy sonrió, riendo suave después —, es tierno y muy atento conmigo. No tuve que explicarle lo de Bonnie, me dijo que lo haga cuando me sienta cómodo y listo, eso me hizo sentir bien de alguna manera. Saber que no está molesto ni sintió celos de mi ex novio es agradable.

—Si, tal vez lindo en ese aspecto, pero ten cuidado también. Chip sigue siendo amigo de su ex novio.

Freddy la miró de inmediato, levantándose de la cama para verla. Eso no le había gustado para nada. —¿Viven en la misma casa?

—Sí. Es el de cabello largo y blanco, se llama Marcelo —Chica respondió, sentándose en la cama algo asustada de la reacción de su mejor amigo —. Es primo de Bonnie, por cierto. Si lo ves de cerca, tienen un cierto parecido.

Freddy ahora estaba algo preocupado, alarmado más que nada. Algo en él se revolvió al escuchar que Chip seguía siendo amigo de su ex novio, eso no le había agradado para nada. La desconfianza creció en él junto con la inseguridad de que su novio viva en la misma casa que su ex pareja. No tendría tanto problema si vivían separados, pero ese no era el caso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro