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LXXVIII

𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1880— 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

Frizzy se disculpó por la vulgaridad que casi suelta delante del consejero. El mismo negó de manera divertida, quitándole importancia.

—Bueno, la verdad es que para la hora que es si fue de sorpresa aquello. Y respecto a eso de los huevos y la ropa, no lo sé—contestó el joven Dylan con algo de gracia.—Pero ojalá en serio no salga—susurró haciendo reír a Frizzy.

[•••]

El carruaje siguió avanzando, tomando otro camino para evitar dirigirse a la zona donde había estado el desastre de las salida de las Dhollen, a pesar de que para ese momento ya todo había de estar tranquilo. Era mejor prevenir.

—Para mañana la sentencia estará publicada, y claro como es un caso de la Corte Suprema se lo va a terminar sabiendo todo el reino, o al menos todo Londres— comentó el consejero.

—Eso es cierto, el mismo juez dijo que es algo histórico y es cierto. Ahora porque es el presente no somos conscientes de ello, pero de acá a unas cuantas generaciones aseguró que para cualquier estudiante de leyes este caso será de su estudio.—comentó Rose.

—Ah viste hasta te hiciste famosa entre los abogados—comentó Frizzy con gracia a Lauren.

—Es verdad— continuo el joven Dylan—este caso es más que una jurisprudencia para estudiar en futuras generaciones. Puede ser el inicio de una reforma constitucional, para eliminar o minimizar los privilegios civiles de la burguesía, o quien sabe. Es por eso que es tan importante, por eso que de alguna manera Thomas decidió influir en esto, porque es importante, porque va en defensa de los derechos de todos, porque significa un avance. No es cualquier cosa, Lauren. Tu caso si será famoso, ya lo es de hecho.

Era cierto, lo que había pasado no se había dado antes, no tenía antecedentes de ese calibre. Podía servir de inspiración de motivación para cualquier sirviente que también viva una situación de abuso con sus patrones, que no tenga voz, ni oportunidad, como ella no tenía. El caso de Lauren, y las posibles consecuencias positivas que podía dejar en el mundo jurídico el fallo del tribunal, podía ser el inicio de más justicia, con la clase baja, con los mismos sirvientes, que no eran considerados nada a menos que sean sirvientes reales. La sentencia marcaría un nuevo punto de partida, o al menos un debate en el mundo de las leyes que llevaría a considerar que es lo que verdaderamente estaba pasando para que no se pueda considerar a un sirviente como el ser humano que era, cuando se suponía que la esclavitud se había abolido hace tantas décadas, para cualquiera.

—Mis abuelos eran hijos de esclavos, y ellos todavía lo fueron durante una epoca—dijo Frizzy—era peor en ese entonces por nuestra raza—suspiró, aún era algo pesado hablar de esas cosas, pero era importante. Todos le prestaron atención —y necesariamente la abolición de la esclavitud fue histórico, increíble, maravilloso, pero en se tiempo cuando era el presente en ese entonces, no se sentía como algo histórico. Mis bisabuelos lograron mudarse al campo, con el tiempo mis abuelos hicieron una granja ahí, nació mi papá, se caso con mi madre cuyos ancestros también habían sido esclavos. Y fuimos libres siempre lo pensamos así, agradecíamos cada día por serlo. A pesar de que por mucho aún había gente que no lo quería. Ser libre es lo más preciado que alguna vez se podía desear.—comentaba la morena—y pensar que aquello fue no hace tanto, más bien a inicios de este siglo, es algo triste. Más aún porque a pesar de todo el tiempo que ha pasado y que se vende la libertad de la persona sin importar su raza como un derecho inalienable, hay muchas situaciones en silencio que se siguen dando de maneras terribles e inhumanas, como lo que le pasó a Lauren, y si le pasó a ella, a cuanta gente le puede estar pasando también algo parecido. Ser un sirviente, debe ser un trabajo digno, porque ninguno es esclavo de nadie. Ser sirviente no es perder dignidad por eso en el juicio la pregunta que me hice fue ¿No somos personas nosotros también?

Lauren asintió. —Esa es la parte injusta en realidad. No tanto por la división en clases sociales, porque estas van a existir siempre. Sino que por el hecho de las mismas se considere que algunas merecen más dignidad o tienen más humanidad que otras. Todos somos lo mismo, al fin y al cabo.— comentó—Considero que si es que mi caso sera así de importante en un futuro, y que mi nombre servirá de algo, es algo excelente. Es muy posible que en nuestro presente exacto aún no se pueda hacer nada con el mismo, pero creo que la idea de que todo suceda en un futuro claro que da esperanza. Ganas.

Todos asintieron.

—La mayoría de juicios en la corte suprema o cualquier tribunal dura mínimo 4 días. Pero en este caso se ha dado técnicamente en solo 24 horas, porque no había investigaciones ni interrogatorios que alargar, era claro  lo que pasaba.—volvió a decir el juez.

—Además también fue porque los documentos se presentaron con anticipación. Y porque claro, más que un juicio solo se necesitaba la decisión del juez sobre un caso que no necesitaba ser cuestionado en su verdad— agregó Frizzy. Dylan asintió dándole la razón.

—El juez hizo su trabajo. No se puede ir en contra de las normas. Pero me alegra que haya encontrado una forma de hacer pagar a las señoras, bueno en este caso en el sentido literal de la palabra.

Lauren asintió de acuerdo, el juez no había hecho nada malo. Más bien hizo todo a su alcance.

[•••]

El silencio, fue lo siguiente que se hizo presente

—Hoy ha sido un día muy loco en verdad—suspiró Rose agotada segundos después.

—No hay problema por eso, por lo que tengo entendido, es posible que mañana ustedes tengan un día libre también—comentó el consejero.—O puede que solo la señorita Lauren. En cualquier caso, espero puedan descansar.—dijo amablemente.

Las tres sirvientas agradecieron con una reverencia.

—Seguro Thomas no ha podido dormir ni puede. Pero mañana estará más tranquilo también, las buenas noticias llegan rápido. A pesar de todo, se pondrá muy feliz.

—Me aseguraré de volver a agradecerle lo más pronto posible. Le debo mucho en verdad.—dijo Lauren con sinceridad.

—Se pondrá contento con solo verla bien.—volvió a responder el consejero.

[•••]

Así el viaje fue continuando, no tan silencioso por las conversaciones que tenían de repente. El viaje de vuelta se sentía más corto que el ida, posiblemente porque esta vez no había un peso de por medio, o alguna angustia.

Lauren se veía diferente, no como una diferente persona, pero sí como una versión de ella que parecía nunca haber salido pero si estado presente de alguna manera. Por alguna razón no solo se la veía mejor, sino bien, se la veía bien. Y era hasta algo sorpresivo para ella saber que por primera vez en mucho lo estaba, bien por completo, con todas sus letras.

Miraba a través de la ventana del vehículo las calles vacías, con solo los faroles de las mismas encendidos. El frío presente todo el tiempo, pero nada a que cualquier Inglés no esté acostumbrado por el frío clima de su país.

Tenía tiempo, tenía vida. Sin miedo, era verdaderamente algo tan bello de sentir, que no podía evitar sentirse abrumada con que de verdad todo eso sea posible. Conoció gente maravillosa, amigos irremplazables, apoyo, y se preguntaba si tal vez durante todo el tiempo que se preguntaba si estaba destinada a morir joven o que vivía aterrada, solo necesitaba ser más paciente, más optimista.

Sería Dios tal vez el que le dio esta oportunidad, no lo sabía, el espíritu de sus padres o el espíritu de Vladimir Gees, tal vez.

Su vida cambió definitivamente desde empezó a trabajar en el castillo, más aún en esos momentos, donde un giro total le daba la oportunidad de hacer y tener lo que siempre quisieron ocultar. Su voz.

Podía quedarse a pensar en eso por horas. Se sentía la misma Lauren, con todos sus defectos, sus cosas con la gente y demás, pero también se sentía una persona mejor, una persona liberada, con ganas de vivir, de correr, de disfrutar, de ser joven, de disfrutar tener 21 años.

Los más de treinta minutos de viaje, se sintieron como la mitad. Haciendo que en el momento que el joven Dylan pida que el carruaje pare, que la muchacha salió de su propia cabeza llena de pensamientos, esta vez obviamente no de los que la atacaban oprimiendola en todo sentido.

[•••]

El castillo estaba totalmente oscuro, un par de luces prendidas de algunos ambientes, donde tal vez aún había gente. Pero no más.

Todos bajaron en silencio. Siendo recibidos por los guardias nocturnos, que con las lámparas de mano que tenían abrieron las inmensas rejas del lugar.

Ya era un poco más de media noche.

Cruzaron todo el camino inicial, en la oscuridad solamente iluminada por un par de luces y la luna. Al pasar por las majestuosas puertas de madera otros guardias hicieron lo mismo al abrirles la puerta también.

Entrar al castillo se sintió diferente a esa horas de la noche. Su enorme sala la de bienvenida y la Real, completamente vacías, sin luz. De cierta manera esa oscuridad con la luz más tenue posible podía transmitir algo de miedo. Y Frizzy que alguna vez había comentado que creía en fantasmas y esas cosas, no pudo evitar pegarse un poco a su amiga.

El joven Dylan quiso ofrecerse a escoltar a las sirvientas hasta cierta parte del castillo. Pero amablemente las tres negaron invitándolo a descansar. El consejero accedió, se despidió cordialmente, con más respeto y buenos deseos hacia Lauren y se fue en la oscuridad de la sala real sin mucho miedo. Conociendo el castillo como la palma de su mando.

Con la tenue luz las tres sirvientas caminaron en silencio hacia la torre de sus habitaciones. Frizzy pegada a Lauren algo intimidada por la oscuridad del lugar.

Doblando  por un pasillo que Rose indicó acortaba el camino, siguieron avanzando. Cuando de repente una sombra se asomó de repente acercándose hacia ellas abruptamente, obviamente asustándolas a las tres.

—Soy yo, soy yo—dijo la sombra, una voz conocida. Era Octavia.

—¿Octavia?¿Que haces despierta a esta hora?—susurró Rose recuperándose del leve susto.

—Las estábamos esperando, no solo yo. Los demás también, en silencio claro y en secreto por que se supone que estamos durmiendo. Pero nadie podía, Karoma nos organizo para permanecer a esperar sin que nadie se entere. Todos están en el sótano principal, el que usamos para nuestras reuniones. Lauren y Jocasta no lo conocen, pero tú sabes de cual hablo—dijo octavia dirigiéndose a Rose— ¿Les fue bien?—preguntó ilusionada.

—Ganamos—susurró Frizzy con emoción.

La emoción de Octavia tuvo que ser contenida. Al mismo tiempo que no podía evitar llorar, tratando de no emitir sonido alguno.

—Ah mi niña bonita—susurró acercándose a Lauren con los brazos abiertos, abrazándola sin advertencia alguna.

Frizzy quiso advertir, pero fue tarde. Ya estaban apretando a su amiga sin dejarla escapar.

A pesar de que Lauren no se lo esperó, su cuerpo no reaccionó mal, dejó a la mujer hacerlo. Le tenía cariño, entendía su emoción, ella también estaba emocionada.

—La fiesta no se cancela entonces. Vengan vamos a celebrar—susurró separándose del abrazo.

—¿Fiesta?—dijo Frizzy.

—Karoma lo planeó también, aunque alguien se lo pidió. En caso hayan ganado, celebrariamos en el sótano de reuniones, esta muy alejado, y precisamente es un sótano valga la redundancia. El sonido o lo que sea queda bloqueado, y con el respectivo cuidado nadie sabría que estamos ahí. Y así fue, tuvimos horarios para bajar y todo, nadie esta con uniforme, incluso nos pusimos ropa casual como ustedes debido a la ocasión. Había miedo de que hacer si se perdía el juicio, pero todo ya estaba hecho. Me alegra que también todo este bien. Mañana esto será tremendo, por eso celebremos ahora.—explicó la jefa de cocina.

—¿Es en serio Octavia? ¿Y si nos descubren?—dijo Rose.

—No se escucha nada, ya te lo dije. Y no me digas que no es algo de celebración. Esta es la mejor noticia que ha tenido el castillo. Vamos, vamos— susurró emocianda arreglandoselas de cierta manera para tomarlas de las muñecas a las tres.

Con abrumacion, siguieron a Octavia, Rosw parecía conocer el camino, pero Frizzy y Lauren no lo hacían. Una parte del castillo que parecía precisamente escondida.

[•••]

Pasaron incluso por una especie de bodega subterránea después de unas interminables escaleras abajo, que tenía una puerta falsa y una secreta, cuidaron mucho cerrarla bien detrás de ellas.

El pasillo que le seguía era sumamente estrecho, había que pasar de costado, y la oscuridad lo hacia más difícil porque de tanto en tanto en el camino habían escobas, que podían hacerlas tropezar.

Por fin al final del pasillo había una puerta más, solo que más pequeña, por la que había que pasar bastante agachado.

La puerta daba a tan dichoso sótano. Que si tenía luz en todo el ambiente. Cegando a las 4 sirvientas un buen rato debido a que sus ojos se acostumbraron a la oscuridad del resto de castillo.

Rose que iba al último cerro la puerta detrad por seguridad.

Había música. Los oídos y los ojos de Lauren se adaptaron al lugar poco a poco y vio a una gran cantidad de sirvientes que habían asistido. Y vio que así como había dicho Octavia, todos estaban vestidos casualmente.

Todos al darse cuenta de la presencia de las personas que llegaron quedaron un segundo en silencio mirando a Octavia. Que con un gesto en las manos indicó que había sido una victoria.

Después la cantidad de vítores presentes fue increíble, la música sonó más fuerte, muchachos con violines y acordeones que ambientaban el lugar y una gran cantidad de gente se acercó a Lauren. Con ganas de felicitar y abrazar.

La muchacha sabía que no iba a soportar tanto, así que siendo totalmente sincera confesó su incomodidad mientras casi inconscientemente se escondía detrás de Frizzy. Felizmente todos entendieron sin problema.

[•••]

Lauren seguía medio perdida y abrumada con todo lo que estaba viendo, no sabía de dónde y cómo una fiesta había surgido en la mente de alguien. En la misma Karoma, que era tan seria. Más aun planearlo tan bien, para que estando en el mismo castillo nadie sepa que estén ahí.

Hicieron pasar a las amigas y a la enfermera más al centro. Donde más gente celebraba emocianada felicitando a Lauren tomando su mano sin aviso. Lauren no se molestó, entendía la emoción y de alguna manera también se sentía muy halagada de que hayan hecho eso por ella.

Estaba Louise, Amy, Desire. Gente que conocía, que tenía aprecio.

En un momento entre tanta felicitación, se le acercó Karoma. Aue vestida con un sencillo pero lindo vestido color ladrillo le dedicó una gran sonrisa.

—Sabía que todo estaría bien, Lauren.—le dijo. Lauren hizo una reverencia ante la mujer, agradeciéndole por su gran detalle.

—Señora Karoma, se lo agradezco tanto. Confieso que su detalle es de tan sorpresa, que aún lo estoy procesando—dijo con una mano en el pecho por la emoción tan cálida.

Karoma rio un poco iluminando su rostro—No hay de que, yo accedí ante un pedido con toda mi buena voluntad y aprecio. Pero no fue idea mía—dijo señalando disimuladamente con el mentón a una parte del gran sótano.

Siguiendo con la mirada donde señalaba Karoma. Lauren se dio cuenta, que claro que había alguien que no se quedaría de brazos cruzados ante la incertidumbre del juicio.

Ahí estaba Thomas, y el consejero que había vuelto a aparecer de repente terminando ahí también. Los dos riéndose de quien sabe que. Mientras se peleaban por un pan que les habían invitado.

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