«Mi jefe»
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WRITTEN BY: Sra_Bangtan13613
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Te despiertas por la mañana, buscas tu teléfono con tu mano hasta que lo encuentras en tu mesilla de noche.
Te levantas y miras la hora, abres los ojos muy exageradamente, ya ibas muy tarde al trabajo. Así que te pones de pie muy rápido, vas al baño, te quitas tu pijama y ropa interior, entras a la dueña, te limpias y al terminar después de cinco minutos, sales corriendo a tu armario, buscas y buscas una ropa adecuada para tu trabajo.
Encuentras una blusa blanca y una falda corta negra, te vistes, vas a tu escritorio, coges tu maquillaje y te maquillas natural. Te haces un peinado no muy exagerado, coges unos tacones negros un poco altos y te echas un perfume de olor a rosas.
Después bajas al primer piso, para hacerte tu desayuno, al terminar, coges tu bolso y unos informes importantes para el trabajo.
Sales disparada de tu casa, vas al parking, enciendes tu coche y entras en él. Te sientas en el asiento del piloto, dejas tus cosas en el asiento de al lado, te pones el cinturón y abres la puerta del parking con un mando. Arrancas y aceleras hasta salir, conduces unos diez minutos hasta llegar al trabajo.
Aparcas en el estacionamiento en la empresa que trabajas, bajas y te vas casi corriendo hacia la entrada.
Enseñas tu tarjeta de presentación y lo pasas por una máquina que identifica quien eres y te deja pasar.
Vas corriendo hacia el ascensor y pulsas el botón del piso cinco de tu edificio.
Al llegar a tu piso saludas a tus compañeros, mientras vas a tu oficina que esta al frente de la oficina de tu jefe Jung Hoseok.
Él te traía loca, sus miradas cada vez que coincidían, sus labios cada vez que pasa su lengua por ahí, sus brazos musculosos, que seguro te harían partir por la mitad si estos te cogen como cajón que no cierra.
Pero eso no podría pasar, eso estaría mal, Él era tu jefe y tu su secretaria. Nada más, él ya tendrá a alguien importante en su vida.
Solo llevas trabajando ahí, dos años. Pero estos dos meses, lo pillas siempre mirándote y no sabes porque, será porque has hecho algo mal o porque está enfadado contigo por algo? Eso no lo sabes.
Llegas a tu oficina, te sientas y dejas tus cosas en un lado, empiezas a trabajar, pero sientes unas miradas intensas y profundas.
Elevas tu mirada de los documentos que estás leyendo y ves a tu jefe mirándote, con esa mirada de siempre, intensa y llena de deseos ocultos.
Os miráis durante unos cuantos minutos, hasta que desvías la mirada al ver que uno de tus compañeros, te está hablando.
Por el otro lado, tu jefe, te seguía mirando, desde que llegaste, le pareciste interesante, pasaban los meses y cada vez que te conocía más, más prestaba atención a todos tus movimientos, siempre te miraba. Él quería hacerla suya y de nadie más, él sabía que estaba enamorado, nunca le pasó esto, con ninguna chica, tenía hambre de ella, no podía aguantar más, por eso hoy decidió que la haría suya, en tu oficina, cuando no haya nadie que los interrumpa.
Ya después de eso, no quiere saber que pasará o lo que surgirá entre ellos.
Pero algo tiene seguro él, que hoy la hará suya cuesta lo que cueste, dejará una marca para que sepan que ella ya tiene dueño.
Unas horas después, tu jefe estaba resolviendo unas últimas cosas y tu seguías en la oficina.
Te habías quedado a trabajar hasta tarde en la oficina, revisando unos informes que tenías que entregar al día siguiente. Estabas tan concentrada en tu tarea que no te diste cuenta de que el resto de tus compañeros se habían ido y que solo quedaba el jefe, Jung Hoseok, en su despacho.
De repente, escuchaste un golpe en la puerta y alzaste la vista. Era él, con una sonrisa traviesa y una mirada intensa que te hizo estremecer.
- ¿Qué haces todavía aquí? -te preguntó, entrando sin esperar tu respuesta.
- Estoy terminando unos informes, señor -respondiste, nerviosa.
-¿Informes? -repitió, acercándose a tu escritorio y apoyando una mano sobre él-. ¿No crees que hay cosas más interesantes que hacer a estas horas?
- ¿C-como qué? -balbuceaste, sintiendo su aliento cálido en tu oído.
- Como esto -susurró, antes de besarte con pasión.
No pudiste resistirte a sus labios, que se movían con habilidad sobre los tuyos, ni a su lengua, que exploraba tu boca con avidez. Te abrazó por la cintura y te atrajo hacia él, haciendo que sintieras su erección contra tu vientre.
- Eres tan hermosa -te dijo, separándose un poco para mirarte a los ojos.
- No sé si deberíamos hacer esto, señor -protestaste débilmente, recordando que él era tu jefe y que estaban en la oficina.
- No me llames señor, llámame Hoseok -te pidió, besando tu cuello y bajando por tu espalda.
- Hoseok... -repetiste, sintiendo un escalofrío al pronunciar su nombre.
- Te deseo tanto -te confesó, desarrollando tu blusa y quitándole con cuidado-. Quiero hacerte mía aquí y ahora.
Hoseok desabrochó tu sujetador y lo lanzó al suelo, dejando tus pechos al descubierto. Los tomó con sus manos y los masajeó suavemente, mientras besaba tus pezones y los hacía endurecer con su lengua.
Te gustaba cómo te tocaba, cómo te hacía sentir. Te quitó la falda y las bragas, dejándote desnuda ante su mirada. Admiró tu cuerpo con deseo y se deshizo de su ropa también.
Te acostó sobre el escritorio y se colocó entre tus piernas, abriéndolas con sus rodillas. Bajo su cabeza hacia tu parte baja y sin más, empezó a lamerte allí abajo. Te hacía sentir en el cielo, hacía maravillas con su lengua, después empezó a meter dos dedos en tu entrada, tu cogías con una mano su cabello y lo apretabas con fuerza y la otra mano agarrando con fuerza tu escritorio.
Estabas que te venias, el empezó acelerar sus movimientos, el sentía que te ibas a venir y en un segundo ya estaba el tratando tu esencia.
Te levantaste del escritorio, bajaste hacía su miembro erecto y lleno de venas, decidiste tomar el control y sin más te llevaste su miembro a la boca, lo chupaste como si fuera un chupa chups,
hacías maravillas con el, como si fuera tu juguete.
Hoseok, hace la cabeza para atrás, estaba súper fascinado con tu lengua. Después de unos minutos, no aguantó más y se vino en tu boca, tu lo tragaste mientras lo mirabas directamente a los ojos con una mirada pícara y llena de deseo.
Hoseok al ver esa mirada en tus ojos, esa mirada tan placentera, no aguantó ni un segundo más y te levanto, te puso en el sillón que había en tu oficina, pusiste tus piernas arriba de sus hombros, el te sujetaba por la cintura, cogió su miembro y lo empezó a mover en tu entrada.
- Ah-ah, Hoseok, solo mételo ya, por favor -pedías con desesperación, lo querías ya dentro de ti.
- Dime la palabra mágica, nena -miraba esperando tu respuesta, el también quería entrar en tu entrada mojada, te miraba, tenías la cara llena de sudor, al igual que él, las mejillas sonrojadas del calor que tenían los dos por el placer.
- Daddy, por favor, entra ya en mí -por fin dijiste la palabra mágica y el sin más obedeció a tu orden.
Te penetró de un solo empujón, haciéndote gemir de placer y dolor. Comenzó a moverse dentro de ti, con ritmo y fuerza, golpeando tu punto más sensible.
- Estás tan estrecha y húmeda -te halagó, aumentando la velocidad de sus embestidas.
- Me encanta cómo me llenas -le respondiste, rodeando su cintura con tus piernas y arqueando tu espalda para sentirlo más profundo.
- Eres mía-te dijo, mordiendo tu cuello y dejando una marca.- Solo mía.
- Sí, tuya -asentiste, rascando su espalda con tus uñas.
Al cabo de unos minutos, se vinieron los dos al mismo tiempo, no usaron protección, pero eso no importaba ahora.
Hoseok, se hecho al lado tuyo, te abrazó y te miro dulcemente.
- Me gustas, me encantas, ¿Qué me hiciste? -te miró como un tonto enamorado, tu lo miraste sorprendida, pero colocaste una mano en su mejilla y lo acariciaste dulcemente.
- Tú también me gustas, me encantas, me fascinas. -confesaste sinceramente, lo miras a los ojos.
Se miran unos momentos, se van acercando poco a poco, hasta que se dan un beso lleno de amor y pasión.
- Entonces, si nos gustamos los dos. Te tengo una propuesta, señorita ¿Quieres ser mi novia? -te dijo sinceramente, no lo podías creer, sin embargo dijiste que si con lágrimas en los ojos, lo abrazaste y besaste miles de veces. Estabas muy feliz.
No te creías que tu jefe ahora es tu novio, era el mejor día de tu vida.
Él tampoco creía que su secretaria ahora es su novia, era el mejor día de su vida.
Después de unos años, tú y Hoseok, eran muy felices, vuestros compañeros, ya sabían que estaban juntos, al igual que vuestras familias. Estaban muy enamorados.
Unos meses atrás, Hoseok te pidió matrimonio, estabas en shock, aceptaste. Tu boda fue impresionante, muchos invitados, tu familia y la familia de tu esposo, estaban allí. Sin embargo, dentro de poco, alguien en camino se unirá a la familia.
Ahora en el presente, Hoseok y tú, tienen dos hijos, una niña y un niño, mellizos. Hermosos, tienen cosas de su padre, al igual que tienen cosas de su madre.
- Mamá, te quiero mucho -miraste a tu hijo muy sorprendida, era sus primeras palabras, miras a tu esposo, sorprendida.
El estaba igual que tú, sorprendido, pero apuntó de llorar, el te miró y vió que estabas llorando de felicidad.
Lloraron juntos, dieron varios besitos a vuestro hijo.
Al cabo de un rato, vuestra hija hace una pregunta, que hace que os ponga la cara roja, pero también sorprendidos, son las primeras palabras de vuestra hija. Hoy están llenos de sorpresas.
- Mamá, ¿como conocistes a papá? -os mira con ojos curiosos.
Vosotros os reís, os miráis y dijisteis a vuestra hija.
- Cariño, tu papá y yo, nos conocimos en el trabajo, yo era su secretaria y el era mi jefe. -miras a tu hija con ojos muy dulces, ella estaba impresionada y con una sonrisa en la cara.
- Whao, que bonito, Mamá, quielo un novio lomo papá -vosotros os miráis a los ojos y os reistéis.
- Cariño, eres muy pequeña todavía, cuando seas mayor, encontrarás a un chico y espero que sea el indicado. -Tu esposo respondió a vuestra hija.
Vuestra hija asintió, después de un rato de juegos, fuistéis acostar a los niños y al ver que se quedaron dormidos, les distéis un beso a cada uno, en la cabeza.
Cerráis la puerta del cuarto de los niños y vais a la vuestra.
Os ponéis el pijama y os acostastéis en la cama. Miras a tu esposo y le dices.
- Amor, gracias por hacerme la mujer más feliz, gracias por darme unos hijos y ser un padre maravilloso. Te amo mucho, Hoseok -le miras a los ojos con todo el amor posible y le das un beso.
- Amor, gracias a ti por hacerme el hombre más feliz y aparecer en mi vida. Gracias por darme hijos y ser una madre increíble. Te amo mucho, mi amor -te mira a los ojos con todo el amor que existe en ellos y te da otro beso profundo e intenso.
- Buenas noches, mi amor -te das media vuelta, le das la espalda a tu esposo y cierras poco a poco los ojos, pero sientes unos besos por tu espalda, abres los ojos y te das media vuelta, miras tu esposo con una sonrisa traviesa- Amor, ahora no, están los niños.
- No, nos oirán. Están dormidos -te habla mientras te besa.
- Bueno, pero sé silencioso -lo miras pícara y enrollas tus piernas en su cintura. El te coge de la cintura para que estéis más juntos, notas su erección, te mueves encima de él despacio.
Él te quita tu pijama súper rápido, tu también le quitas su bóxer, nada más llevaba eso encima.
Bajas a su miembro y lo chupas como si una chuche se tratase.
Después de unas cuantas lamidas, Hoseok se corre en tu boca, lo tragas, él te levanta y te ubica encima de su miembro.
Tú coges su miembro y lo metes en tu parte íntima, subes y bajas lentamente, Hoseok te coge de la cintura con fuerza para sostenerse y ayudarte. Tú vas más rápido cada vez.
Después de unos minutos, os corréis los dos al mismo tiempo, cambiáis de posición, él arriba de ti y tú abajo de él en cuatro patas, te penetró por la parte trasera.
Te gustaba mucho, era tu parte favorita de hacer el amor. Era muy placentero.
Después de varias posiciones, ya eran las cuatro de la mañana y los dos todavía estabais haciendo el amor.
Después de unas cuantas embestidas más, os vinisteis, Hoseok se tiró al lado tuyo en la cama y tú lo abrazaste, te quedaste dormida al instante.
Hoseok te miró y vió que te quedaste dormida profundamente, así que te dio un beso en la cama y el también se quedó dormido al instante después de tanta acción.
Después de tanto tiempo, son una familia muy feliz.
El amor viene de muchas formas, de amigos, de conocidos, de compañeros de trabajo, etc...
Siempre el amor también es placer, en todas las formas posibles de dar amor, el placer es el primero.
Esta hermosa familia les esperan más adelante muchas cosas, como aventuras, locuras, viajes, amores, experiencias inolvidables, etc.
Ahora le damos cierre a esta hermosa historia, nos vemos pronto :)
FIN ♡
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