Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

25



📍 Mayo 2022


Un mes ha transcurrido desde entonces y con ello la vida de Camila ha intentado volver a la realidad, ahora ella está a unas cuantas semanas de terminar la universidad y titularse como toda una licenciada. No va a negar que ha sido complicado, pero con ayuda de sus amigos ha logrado salir adelante.

Como forma de distracción, Camila aceptó la invitación de Mar para asistir al Camp Nou y ver el partido del FC Barcelona, así que en estos instantes está junto a su amiga en uno de los palcos.

Por supuesto que la mirada de Camila recae en Èric, ella siente orgullo cada que lo ve jugar y no es para menos, está jugando en el club de su vida. Sin embargo, unos gritos la sacan de sus pensamientos y hacen que su sonrisa se borre de su rostro. Es Ana, para su mala suerte le tocó compartir palco con ella.

— Un grito más y me dejará sorda. — menciona Mar acomodando a Adrián en sus brazos. — Gracias por acompañarme y no dejarme sola.

— No agradezcas, no tenía nada que hacer. — Camila sigue mirando a Èric.

— Deberías alejarte de él.

— ¿Qué?

— Te hace daño, más de lo que ya.

— ¿De qué estás hablando, Mar?

— Hablo de la estúpida promesa que le hiciste a Èric, ¿Convivir con Ana después de todo lo que te hizo?

— ¿Cómo sabes eso?

— Karol y Nico me lo dijeron.

— Los voy a matar. — roda los ojos.

— No, no lo harás. Pero hablo en serio cuando digo que te alejes de él, lo único que hace es lastimarte.

— No es cierto. — defiende.

— ¿Ah no? ¿Qué sientes cada vez que los ves juntos? ¿Se besan frente a ti? Por dios, Camila, ella lo hace a propósito.

Camila no responde nada, al contrario, baja la mirada con tal de recordar las salidas que ha mantenido con ellos las últimas semanas.

Sí, Camila le prometió a Èric convivir más con Ana, llevarse mejor con ella, aunque eso suene imposible. Por ello, estas semanas ha salido con ellos, ya sea a cenar o de compras, ¿el resultado de todo esto? Dolor y más dolor.

Camila no va a negar que muy en el fondo sigue amando a Èric, al final, él ha sido el único chico que se ha robado su corazón. Verlo con Ana la lastima, pero decide soportar todo con tal de no perderlo.

— Mar, por favor no sigas.

— Es la verdad. Te aseguro que después del partido te irás con ellos.

— Mar...

— Camila, si te digo esto es por tu bien. Tienes que dejarlo ir.

— No, no lo haré.

— Tienes que hacerlo. — reafirma.

— Ya perdí a mis padres, no voy a perder al único chico que he amado. — sus ojos se aguadan. — No lo haré Mar...

El resto del juego ninguna de las dos habló más, Camila de forma sutil limpió las lágrimas de sus mejillas y se entretuvo con su teléfono. Al finalizar el partido, espera a Èric.

El tiempo transcurre hasta que el internacional español aparece y, como es de esperarse, se dirige hacia los brazos de su novia.

— Hiciste un buen partido, amor. — Ana lo abraza con amor para después besar sus labios.

Camila evita a toda costa ver la escena. Ya ha soportado mucho.

Èric permanece unos minutos con Ana hasta que se separa de ella y va con Camila, pero Mar se interpone.

— Camila, es momento de irnos.

— Váyanse, me iré con Èric. — afirma haciendo que Mar niegue lentamente.

— Haz lo que quieras. — junto a su hijo y Ronald desaparecen del palco.

— ¿Está todo bien?

— Sí, Èric. Ya sabes cómo es Mar.

— Sí, es algo enojona. — ríen.

— Amor, nos vamos. — Ana aparece entrelazando sus manos.

— Claro, vamos. — mira a Camila.

Y una vez más, Camila tuvo que soportar verlos juntos. Nuevamente, guardó todo el sufrimiento y dolor que esta promesa le provoca.



🌻🌻🌻



AL DÍA SIGUIENTE:


Camila vuelve a su departamento tras un día más de clases en la universidad, ya prácticamente está disfrutando de sus últimas semanas de vida universitaria. Los proyectos de cada una de las materias los ha entregado en tiempo y forma, lo único que le falta es su trabajo de titulación, el cual ya está aprobado, solo lo tiene que exponer, ese es su examen profesional.

Antes de llegar a la cocina, el ruido del timbre hace que vuelva a la puerta para abrirla. De inmediato, sus ojos se iluminan al ver al jugador del Barcelona frente a ella.

— Èric. — lo abraza.

— Cami, hola. — besa su frente. — Mi mamá me mandó a dejarte esto.

— Dile a tu madre que no es necesario, pero gracias.

— Ya sabes como es mi madre. — sonríe. — ¿Puedo pasar?

— Claro, adelante. — Camila sigue su camino a la cocina. — perdón por el desastre, pero voy llegando de la universidad.

— No pasa nada. — el español la sigue.

—¿Quieres comer?

— No, más tarde veré a Ana.

— Oh, entiendo. — sonríe falsamente.

— Ya se llevan mejor, ¿no?

— ¿Ah?

— Ana y tú, estas semanas he visto que se hablan cada vez más.

— Ah, sí, supongo.

— Gracias por hacer esto, Cami. Significa mucho. Por eso quiero perdiere tu consejo.

— ¿Qué cosa?

— Estas serán las primeras vacaciones que pasaremos juntos, por ello quiero llevarla a los sitios que siempre ha querido visitar.

Èric le muestra los destinos de sus próximas vacaciones, con ello les da las fechas que estará fuera del país.

— Espera, ¿la última semana de mayo?

— Sí, nuestro último juego es la próxima semana y quiero aprovechar el mayor tiempo posible.

— ¿Lo olvidaste verdad?

— ¿Qué cosa? — frunce el ceño.

— Èric, esa semana es mi graduación. Dijiste que irías.

— Cami...

— Sí, lo olvidaste.

— Cami, lo siento mucho, pero Ana...

— Ya no importa. — sale de la cocina, pero él va detrás de ella. — Un boleto más, no te preocupes.

— Cami...

— Dile a tu madre que gracias por la despensa. — se dirige a la puerta. — Disfruta tus vacaciones.

— No me iré hasta...

— Èric, por favor vete. Ya no tiene caso.

— ¿De qué hablas?

— De la promesa que te hice, perdón, pero seguiré con ello. Te sigo amando... — confiesa. — Te amo, Èric García. Y esto no se irá si sigo con esto.

— Creí que eso ya estaba aclarado...

— Sí, pero en mi corazón no. Te sigo amando y me duele verte con ella, aunque intente hacerme fuerte. Estas semanas han sido una tortura, y peor con las pesadillas de mis padres. Ya no puedo más, sinceramente ya no puedo más.

Camila abre la puerta y como si del destino se tratara, Ana aparece.

— Amor.

— Vete, váyanse y no vuelvan nunca.

Camila empuja a Èric fuera de su departamento y cierra la puerta bruscamente para terminar en el suelo llorando.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro