📍 Barcelona, España

Marzo 2022

Finalmente, el día del cumpleaños del pequeño Adrián ha llegado, tanto Mar y Ronald se encuentran emocionados por la celebración que le prepararon a su pequeño hijo, a la cual, asistirán personas cercanas a ellos, como amigos y familiares de ambos.

En cuanto llegan los proveedores de la fiesta, Mar los recibe y los deja acceder al patio trasero de su hogar, allí se llevaría a cabo la fiesta de cumpleaños, sin más, los deja hacer su trabajo, mientras ella va a la habitación de su hijo, sin embargo, al abrir la puerta se encuentra a su pareja jugando con su pequeño hijo y no hace más que sonreír. Sin lugar a dudas, era afortunada en tener una familia tan hermosa.

- ¿Todo bien, mi vida? - Ronald la mira y ella asiente.

- Sí, los proveedores están terminando los últimos detalles de la decoración. - dice mientras se sienta en el borde de la cama. - Está todo listo para tu fiesta, mi amor. - besa la mejilla de Adrián, que juega con un par de juguetes que están sobre la cama.

- ¿Camila te ha llamado? - cuestiona el futbolista del Barcelona tomando la mano de su amada.

- No, ayer me envió un mensaje diciéndome que, si vendría, supongo que más tarde tomará un vuelo de regreso.

- Sabía que vendría, además, Camila quiere mucho a Adrián.

- Sí, creo que tomamos una buena decisión, ¿no?

- Sí, Èric y Camila son los indicados para ser los padrinos de nuestro hijo.

Sí, Mar y Ronald en los últimos días habían estado hablando sobre esto, y es que Èric es cercano tan ellos que es la persona indicada, además que tiene la confianza de ambos padres, por otro lado, Camila se había vuelto importante para la familia, para Mar y Ronald, Camila es una hermana pequeña. Sin dudas, Èric y Camila cuidaría muy bien de Adrián.

Las horas fueron transcurriendo, Mar se arregló con lo que había comprado para este día, lo mismo hizo Ronald, posteriormente, Mar bañó al pequeño Adrián y le puso la ropa, que, de igual manera, había comprado anteriormente. Este día, es especial para ellos y por supuesto, nada los haría más feliz que sus amigos y familiares compartieran la felicidad del primer cumpleaños de Adrián.

- Amor, ¿puedes abrir? - Mar grita y Ronald no tiene más opción que ir y abrir la puerta.

El futbolista al abrir la puerta principal de su casa se encuentra a Nico, Valentina y Fernanda.

- Fer, pensé que no vendrías.

- Te dije que todos te dirían eso. - se burla Nico.

- Cállate, Nicolás. Obvio que no me perdería el cumpleaños de mi sobrino, además, Finley puede esperar. - Ronald se sorprende.

- También me sorprendió cuando me dijo eso. - Val rie. - Hola, Ronald.

- Pasen, están en su casa.

- ¿Somos los primeros en llegar? - cuestiona Nico mientras, a la par, salida a su compañero.

- Sí, no me sorprende la verdad.

- ¿Y Mar?

- Arriba, se estaba maquillando, creo.

- Iremos con ella y Adrián, por si necesita ayuda. Ustedes dos hablen de lo que sea.

Ambos futbolistas ríen, y las hermanas García suben las escaleras en busca de la habitación de Mar.

- Creo que es esta...

- Chicas... - Mar se sorprende al ver a sus amigas. - llegaron temprano.

- Queríamos ayudarte en lo que te faltaba, además, pensé que tardaríamos en la tienda de juguetes, pero no. - Mar asiente y saluda a sus hermanas con un beso en la mejilla.

- ¿Y Adrián?

- En su cuarto, Ronald le puso una película.

- Iré a verlo, no hay problema, ¿verdad?

- Por supuesto que no, adelante, Val, me puedes ayudar con algo.

- Claro, déjame adivinar, ¿maquillaje?

- Uy, qué comes que adivinas. - ríe.

- Mi intuición me lo dijo.

Fernanda camina hasta la recámara de Adrián, mientras Valentina ayuda a Mar con su maquillaje, y es que ella es la experta tratándose de ese tema y casi siempre Mar le pide que le ayude cuando se trata de eso.

Transcurrieron dos horas, finalmente Mar está lista, al igual que los proveedores habían terminado su trabajo en decorar los últimos detalles del jardín trasero. Sin lugar a dudas, todo había quedado maravilloso, tal como Mar lo imaginó.

Valentina junto a Nicolás juegan con Adrián en el inflable con forma de castillo, mientras Fer mantiene una videollamada con Finley, quien por temas de deportivos no había podido viajar a Barcelona, aunque esta misma madrugada, Fer vuelve a Manchester tras estar un par de días visitando a su familia y amigos.

- Nico, nada más que Mar te vea.

- No lo hará, está con Ronald adentro.

- Tú para cuidar niños, no más no, cariño.

- ¿Qué dices? Si los niños son mi especialidad. - Val ríe y toma en brazos a Adrián. - Ahí viene Mar... -La mirada de Valentina cambia por completo al mirar la entrada al jardín trasero de la enorme casa.

- ¿Qué sucede, amor? - pregunta Nico.

- Nicolás, dime qué estoy viendo bien.

- Ahhh, sí, es tu hermano y.... una chica... - Nicolás rápidamente reconoce a aquella chica y entra en pánico.

- Nico... - Val llama a su novio. - ¡Nico!

- ¿Qué? - dice alarmado.

- Sabes lo que significa, ¿no?

- ¿Crees que...?

- ¡Por dios, Nicolás! Es obvio, si la trajo a la fiesta de cumpleaños dónde estaríamos Fer y yo, es obvio que sí, está saliendo con esa chica.

- Val...

- Ahora no, vienen hacia acá, sé lo que sea, no dejes que esa tipa cargue a Adrián.

- ¿Qué? ¿Por...? - Nicolás no alcanza a terminar la frase.

- Val... - Èric sonríe, sin embargo, se podía notar su nerviosismo.

- ¿Sí?

- Bueno, ahora que están todos, chicos, ella es Ana, mi novia. - menciona y Ana no hace más que mostrar una sonrisa para después presentarse.

- Hola, es un placer.

- Ana, mucho gusto. - El primero en hablar es Ronald.

- Hola, Ana. - le sigue Nico.

Por su parte, Mar y Valentina parecían estar procesando lo que habían escuchado, esperaban todo en este día, pero algo como esto, no.

- Amor, ella es Valentina, mi hermana.

- Val, Èric me ha hablado mucho de ti.

- Valentina. - corrige. - y, es un placer. - sonríe levemente. - No sabía que mi hermano tenía novia... - observa a Èric.

- Llevamos saliendo por unas semanas, creí que sería buena idea traerla para que la conocieran todos. - menciona Èric y carga a Adrián y Ana mantiene la sonrisa al ver al pequeño.

- Tenemos que irnos, están en su casa, cualquier cosa nos dicen. - Mar menciona algo por primera vez desde que Èric les presentó a Ana.

- Muchas gracias, Mar. - responde Ana.

Mar y Ronald se alejan de allí, así que Valentina opta por hacer lo mismo, dejando a Nicolás solo con la pareja y no tiene otra opción que entablar una conversación con ellos.

- ¿Tú sabías de esto? - Mar mira a Valentina.

- Claro que no, no lo sabía... créeme, si lo supiera no habría hecho todo lo que fuera para que ella no viniera.

- Chicas están exagerando.

- Cállate, Ronald. - Exclama ambas al mismo tiempo.

- Oigan, Finley les manda saludos y también mandó un regalo para Adrián... ¿Qué sucede? ¿Todo está bien?

- Fer, ¿tú sabías que Èric tenía novia?

- ¿Qué? ¿Es Camila?

- ¡No! No es Camila, Fer.

- Esperen, ¿Qué? Mi hermano tiene una novia y no es Camila.

- ¡Sí! Y el descarado la trajo aquí... ¿Camila vendrá?

- Sí. - responde Mar al borde del colapso. - Ya debe de estar en camino...

- Ay no puede ser...

- Pero, ¿Quién es la tipa?

- Está fuera con Nico y Èric...

- Deberían calmarse, a ver no es tan malo.

- Amor, sabemos que Camila lleva meses enamorada de Èric y él está aquí con su novia... - Mar lo mira. - ¿Aún sigues pensando que no es tan malo?

- Escuchándolo así, si es algo malo...

- Y justo hoy le diríamos a Camila y Èric que fueran los padrinos de Adrián...

- ¿Qué? - Exclaman Fer y Valentina al unísono.

- Tenemos que pensar en algo ya...

- Que tonto eres, Èric, que tonto...- Valentina se lamenta.

- Necesito conocer a la tipa, ya vuelvo. - Fer sale de la casa y se dirige al jardín trasero.

Por otro lado, Camila, se encuentra llegando al aeropuerto de Barcelona, al final logró volver a tiempo para la fiesta de cumpleaños de Adrián. Al bajar del avión fue por su única maleta para después salir del aeropuerto, se subió a un taxi y le dio la dirección de su departamento. Tuvo que transcurrir cerca de 50 minutos para estar en su edificio, le pagó al taxista y se bajó con todas sus cosas. Como es costumbre en ella saludó al recepcionista y subió por el elevador hasta el piso donde está su departamento, al estar frente a la puerta introduce la llave a la chapa para abrirla, en cuanto esto sucede entra al departamento y se dirige a su cuarto. Sin más, se mete al baño a darse una ducha, tiene el tiempo justo para llegar a la fiesta de Adrián, Mar y Ronald habían citado a todos a las 5, por lo que ella llegaría una hora después.

Camila se pone lo primero que encuentra en su maleta, lo complementa con un saco color rojo, zapatos altos negros y un bolso del mismo color. Con todo el trabajo que, ya tenido en los últimos días, olvidó comprar algo de ropa para este día, posteriormente se maquilló lo más natural y sencillo posible, prácticamente se hizo lo típico.

Guardo sus cosas en el bolso, sacó los regalos que había comprado en Madrid para Adrián para después salir de su departamento, camino unas cuadras hasta llegar a una tienda de regalos donde pidió que envolvieran los juguetes que había comprado para el pequeño Adrián. Finalmente, cuando pagó, agarró las dos bolsas y salió de la tienda, volvió a su edificio, pero esta vez fue al estacionamiento donde su automóvil estaba, se subió a este para después encenderlo, salir del estacionamiento y conducir por las avenidas de la ciudad.

En cuanto estaba ya en la zona residencial donde Mar y Ronald vivían, le dijo su nombre al señor de seguridad, se supone que Ronald había dejado una lista de los nombres de las personas que accederán, cuando pudo entrar el camino ya se lo sabía de memoria, hasta que finalmente estacionó su auto a las afueras de la enorme casa.

Camila camina hasta la puerta principal, estando al frente toca el timbre y no pasa ni un minuto cuando la puerta se abre.

- Camila... - Mar se pone nerviosa. - Estás aquí...

- Hola, no llego tan tarde, ¿verdad?

- No, no, pasa... Casi todos están, aunque faltan algunos amigos de Ronald...

- Iba a llegar más temprano, pero mi vuelo se retrasó, hice lo que pude para llegar lo más pronto posible.

- Lo importante es que estás aquí.

- ¡Camila! - Ronald aparece. - Ya estás aquí...

- Ah, sí, es justo lo que Mar me acaba de decir. - ríe. - Porque siento que están sorprendidos al verme, si les dije ayer que vendría.

- Bueno, pensamos que no vendrías... - contesta Ronald rápidamente.

- No iba a faltar al cumpleaños de Adrián, por cierto, ¿dónde está?

- En el jardín, con los demás, vamos.

- Vamos. - sonríe.

Camila mantiene una sonrisa mientras sigue a Mar y a Ronald que no podían con los nervios que sentían en ese instante. Sin embargo, la suerte no estaba de lado de la pareja, y es que Èric aparece junto a Ana y eso provoca que Camila se detenga en seco.

Ronald se da cuenta de aquello y hace que Mar, también, por su parte, del futbolista español, traga saliva y Ana no hace más que apegarse más a su chico.

Por supuesto, la sonrisa de Camila desaparece y siente un dolor en su estómago.

- Camila... - Èric se nota sorprendido. - No sabía que vendrías. - Ella, por su parte, no dice absolutamente nada.

- ¿Qué hace ella aquí? - Camila mira a Mar en busca de una explicación.

- Cami...

- Yo la traje... - Èric interviene - no quería que te enterarás, pero lo ibas a hacer, Cami, Ana es mi novia.

Camila se paraliza y siente algo dentro de su ser derrumbarse, al poco su vista recae sobre las manos de la pareja que estaban entrelazadas.

¿Acaso había escuchado bien?

- Es una broma, ¿no? - Trata de procesar todo.

- No, Camila, hablo en serio...

Camila mira a Mar, ¿Acaso ella y Ronald lo sabían?

- Camila... - Mar intenta hablar.

- Yo...me tengo que ir... compré esto para Adrián, gracias.

Camila se da vuelta y sale de la casa con pasos apresurados, rápidamente sube a su automóvil y trata de tomar aire, mientras controla la mezcla de sentimientos que la invaden en ese instante. Con los ojos llenos de lágrimas enciende el auto y se aleja de allí, prácticamente comienza conducir sin rumbo alguno.