• 9: Ser fuertes •
• Wooyoung •
Día lunes, San y yo entrábamos juntos a la escuela con look nuevo, sabía que a él lo miraban por guapo, a mí por ser la maldita "mascotita" de la escuela.
Mi cabello (el cual había amarrado en una ligera coleta) tenía ligeras ondas y ahora mi mullet era rubio.
Mientras tanto San tenía su cabello bastante corto ahora y lo había teñido totalmente de negro, se veía realmente guapo si me lo preguntan.
Los dos entramos y fuimos a nuestros casilleros los cuales estaban separados, así que temí un poquito sabiendo que me vendrían a atacar ahora.
— Ay pero qué lindo está nuestro cerdito, ¿crees que un tinte hará que la gente deje de sentir náuseas al verte?
— No me teñí para los demás, fue por mí.
— Y por San, ¿no es así?, todos aquí saben que andas detrás de él.
Simplemente decidí ignorar sus palabras y cerrar mi casillero, dí un leve salto cuando San apareció a mi lado.
— ¿Vamos a comprar un desayuno, Woo?
Comencé a caminar a su lado cuando él se quejó de dolor, alguien lo había empujado desde atrás haciendo que caiga de los pocos tres escalones que había que bajar para dar hacia otro pasillo sin casilleros.
Me gire rápidamente y los dedos calientes de Hanse quemaban la piel de mis brazos al sostenerme, mientras tanto Namjoon me golpeaba y Soyeon intentaba evitar que San se acerque.
Así empezó otra batalla, San intentando defenderme y yo intentando ayudar.
San tomó la mano de Hanse y desaparecieron ambos, haciendo que luego aparezca junto a mí, ésta vez sólo.
Mientras tanto, yo esquivé un golpe de Namjoon y provoqué que tropiece, cayendo por las escaleras y golpeándose con las personas que ahora estaban ahí observando.
Al enfrentarnos a Soyeon, él apareció detrás de ella y la agarró por el cuello. Yo tomé su celular y el mío, encendí las linternas y las acerqué a sus oídos, porque sí, el ruido de cualquier luz la debilitaba, siempre y cuando la tenga cerca claro.
Ella se quejó de dolor y San la soltó, dejando que caiga de rodillas. Yo saqué la botella de agua de mi mochila y la vacié en el piso cuando quiso acercarse, haciéndola caer nuevamente.
Habíamos vencido a Jeon Soyeon y su pandilla, wow.
— Será mejor que nos vayamos.
San tomó mi mano y ambos aparecimos en la cafetería, en la cual mientras él pedía nuestros desayunos, yo lo seguía y miraba en total shock.
— San dime que eso no fue mi imaginación.
— No lo fue, realmente los vencimos, al menos por ahora.
Me dió el vaso con mi café frío (con leche y bastante dulce, por cierto) y mi dona cubierta y rellena con chocolate. Mientras tanto él tenía su vaso con café frío y amargo, sin leche, junto a su sandwich de jamón y queso.
Ya teniendo nuestros desayunos en mano, fuimos a sentarnos al patio o, bien, a una parte algo escondida de él, claro que debíamos escondernos teniendo en cuenta el odio que nos tenían algunos alumnos.
— San...ellos intentarán matarme, ¿verdad?
San me miró rápidamente haciendo el esfuerzo de no ahogarse con su propia saliva, sabía que no le gustaba que hablara sobre esos temas tan sensibles, eran sensibles porque sabíamos que esa gente sí era capaz de hacer aquello.
— Estarás bien.
— Lo intentarán.
— No dejaré que nada malo te pase.
Simplemente hicimos silencio hasta que sonó el timbre y fuimos a clase.
•••
Respira.
Respira, uno, dos, tres, cuatro, cinco, retenlo.
Exhala.
Retenlo. Uno, dos, tres, cuatro, cinco.
Exhala.
Ojos lluviosos, gritos silenciosos, terremoto corporal.
¿Es miedo?, ¿ansiedad?, ¿pánico?, ¿angustia?
Respira.
Retenlo.
Exhala.
Aguanta.
•••
— Woo mírame, está bien, lo estás haciendo genial.
San tiene unos ojos oscuros que sin embargo iluminan mucho, brillan.
Me salvan.
Lo miro y él muestra calma, me sonríe, toma mi mano y todo está bien por un segundo.
He dejado que me vea así, no es la primera vez, no me arrepiento.
San me salva, me calma.
— Dime por favor que no es ella San, dilo.
Willow se cambió de escuela, es nuestra nueva compañera.
— Woonie...
— ¡Dilo!
San me abrazó porque sabía que no podía obligarse a sí mismo a mentirme. Me abrazó porque sabía que yo estaba a punto de colapsar.
— Lo lamento tanto Woonie, lo siento mucho.
Nadie murió y sin embargo suena como si así fuera.
Me siento muerto, ¿será por eso?, me siento herido, muerto, deseo estar bajo tierra.
— Sacala de aquí San por favor.
— Woonie yo no puedo hacer eso, lo lamento, perdoname, yo voy a cuidarte.
— No quiero que esté aquí.
— Yo tampoco Wooyoungie, pero tenemos que ser fuertes, ¿está bien?, vamos a hacerlo, juntos
•••
San y yo habíamos decidido que era hora de comenzar el entrenamiento. Él debía aprender a luchar contra Willow pero debía tapar sus ojos.
¿Qué tan difícil era ésto?
Muy.
¿Saben cuál es la debilidad de las personas que se teletransportan?
— Wooyoung no sé si podré hacer ésto.
— ¿Qué ocurre San?
— Mi debilidad Woo...
La total oscuridad, aquello que no los deje ver ni ubicarse, orientarse.
Los ojos de éstas personas eran muy importantes.
San me contó y confirmé mis investigaciones, estaba en lo cierto en cuanto a su debilidad.
— Podrás, confío en ti San, eres un Súper muy valiente, eres capaz sin duda, eres fuerte, eres increíble Choi.
San me sonrió, no era el mejor dando ánimos pero apreciaba que él me escuche y tome en cuenta aún así.
— Puedo.
— Puedes.
Porque debíamos ser fuertes, porque somos nosotros dos.
A partir de ese día, por más que tenga a la persona que abusó de mí en el colegio y muy cerca, por más que me molesten y amenacen, por más que a veces parecía que todo estaba acabado, por más que mi mente a veces me gritaba que yo mismo termine de una vez conmigo, seguíamos parados, juntos.
San y yo nos ayudamos mutuamente, entrenamos juntos.
Íbamos al gimnasio, corríamos todas las noches, practicabamos boxeo y artes marciales y, por supuesto, estudiábamos debilidades.
También adaptabamos nuestro cuerpo para diferentes circunstancias. Practicamos el como caer sin lastimarnos demasiado, practicamos con ojos y oídos tapados, practicamos y tomamos en cuenta todo.
Porque debíamos ser fuertes.
Éramos San y yo.
•••
— Debemos comenzar a juntar pruebas del abuso, Woo.
— ¿Qué?, espera San, yo no...
— Es parte de todo Woonie, sin eso no llegaremos a mucho, debemos denunciar nuevamente los abusos, no solo el de Willow sino el de éste chico que me dijiste, por el que comenzaron los rumores, es hora de decir basta.
— ¿Estarás ahí conmigo?
— Nos hacemos buena compañía, ¿no es así?
Claro que era así.
— ¿San?
— ¿Uhm?
Debíamos ser fuertes, pero estábamos juntos, y eso estaba bien.
— Te quiero.
•••
Look de San:
Look de Wooyoung:
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