Habían pasado tres días desde lo sucedido en el puente y Wooyoung se negó totalmente a ir a denunciar, no se sentía preparado para nada.

San, sin embargo, tuvo que forzarlo un poco y así es como ahora se encontraban caminando a la casa de Yeosang en donde habían acordado reunirse para que no corran el peligro de que alguien escuche algo que no debían escuchar.

- Tengo miedo.

- Yo voy a cuidarte, ¿está bien?, confía en mí.

Choi, como ya se le había hecho costumbre tomó la mano de Wooyoung al caminar, era una manera de hacer sentir más seguro y menos solo al más pequeño y si él tenía la posibilidad de hacerlo sentir así, lo haría cada día de su vida.

Cuando llegaron a la casa de su hyung, tocaron el timbre y les abrió aquél hombre de mullet rubio que vestía de jeans y camisa.

- Hola chicos, pasen.

Dieron una reverencia como saludo, quitaron sus zapatos en la entrada y se dirigieron a la sala a donde Yeosang los guiaba. Ahí, sentado en el sofá se encontraba un apuesto hombre de cabello castaño. Tenía una mirada dura y seria, un cuerpo bastante ancho e intimidaba un poco.

- Él es Choi Jongho, un amigo, nos ayudará con tu caso, Wooyoung.

- Un gusto.

Ambos jóvenes tragaron saliva al escuchar la dura voz del hombre quien hizo un ademán de reverencia con la cabeza en forma de saludo, ellos volvieron a hacer la reverencia.

- Siéntense, chicos, ¿de qué querían hablar?

- Nosotros, uhm...Woo debe hablar sobre algunas otras cosas con las que necesitamos ayuda.

- Puedes hablar tranquilo, Wooyoung, mi hijo duerme así que no va a escuchar nada que sea inapropiado para un menor.

Wooyoung miró sus manos las cuales temblaban un poco. Y es que mierda, jamás había hablado sobre el bullying que sufría.

- Yo...bueno, yo recibo ciertos tratos de unos chicos de la escuela. Se llaman Jeon Soyeon, Do Hanse, Kim Namjoon y Vervain Willow, la chica la cual abusó de mí y ahora va a nuestra escuela. Ellos...ellos me insultan, agreden psicológica y físicamente de mí. Me han golpeado, humillado, incluso me quemaron y han amenazado de muerte, algo que no dudo de que serían capaces.

- ¿Eres el único que sufre éstos tratos, Wooyoung?

Woo sintió la mano de San tomar la suya y respiró profundo, no quería llorar, no quería hacerlo.

- Yo ví...yo vi algo.

- ¿Qué viste? - Ésta vez habló Jongho quien había estado atento a lo que el joven decía - ¿Algo grave ha pasado? -

- Choi YunJin.

- ¿Uh?

- Fueron ellos. Empujaron a Choi YunJin.

Era hora de pedir ayuda.

•••

• San •

- Salgamos

- ¿Uh?, ¿a dónde?

- Por ahí, podemos llevar a Kyungmin también.

- San lo siento, yo...no me siento del todo bien, ¿podemos solo estar aquí hoy?

Hace días que Wooyoung sólo quería dormir, estar acostado, mirar televisión, escuchar música y solo estar encerrado.
Tanto yo como Kyungmin intentábamos animarlo, incluso Liv entraba de vez en cuando a la habitación a hacernos compañía, aunque ellos no sepan lo que le estaba pasando a su hermano.

Solo asentí al pedido de Woonie, abrazándolo nuevamente para que se acurruque como viene haciendo hace ya tiempo. Me gustaba que se sienta en confianza y seguro para hacerlo.

- Woo, sabes que puedes confiar en mí y que siempre estaré aquí, ¿no?, no debes tener miedo si yo estoy a tu lado. Te ayudaré a salir de ésto y de cada cosa que te haga daño, te lo prometo.

Cuando volví a mirar a Wooyoung, él ya se había dormido en mis brazos.
Me tomé el tiempo de admirarlo, algo que hacía con frecuencia últimamente pero, ¿cómo evitarlo?, si ese cabello que cada vez estaba más largo crecía y caía delicadamente sobre su lindo rostro. Sobre esos ojitos curiosos y esas mejillas suaves. Sobre esos pómulos que eran un suave colchón de sus pestañas y esa mandíbula que quería...

Quería...

Besar.

Esos labios, joder esos labios que son rosita naturalmente y parecen tan suaves, tan dulces, tan malditamente besables.

Dios, ¿en qué mierda estoy pensando?, no puedo pensar eso de mi mejor amigo. De la persona a la que quiero a mi lado, de la persona a la que quiero proteger.

No debería pensar eso mientras solamente me enamoro cada vez más.

•••

• Wooyoung •

Días.
San tardó días en convencerme de que salga de casa y no lo logró, ahora siquiera estaba con él.
Él estaba en el colegio y yo solo me decidí a caminar un poco en soledad, necesitaba pensar y despejarme, me sentía tan agotado mentalmente.

Sonreí al intentar calmarme con el pensamiento de "San" en mi mente. Él me había dicho que cuando sienta que el mundo se me viene encima, cuando sienta que yo mismo me estoy destruyendo, que piense en él.

Hasta ahora había funcionado.

- Pero miren a quién tenemos aquí...

Mierda. Hanse.

•••

• San •

Utilicé mis poderes en medio de esa desesperación.
Wooyoung no contestaba mis mensajes, llamadas, siquiera tenía el teléfono prendido.
Mi cabeza empezó a marearse y las direcciones de mi memoria se entrelazaron entre sí a causa de los nervios y el no saber qué hacer al respecto. Luego de un largo y algo doloroso intento, terminé parado frente a casa de Wooyoung, en donde toqué la puerta rápidamente.

- Oh San, hola, ¿cómo estás?

- Hola Liv, ¿y Woo?

- No lo sé, se fue hace un rato y no regresó, ¿está todo bien?, te noto agitado, ¿quieres pasar a tomar algo?

- ¿Podrías llamar a Woo?, no me responde.

Liv, con una expresión de confusión y a su tiempo (demasiado lento para mi gusto) tomó su celular y llamó a su hermano.

Un tono.
Dos.
Tres.

- Vuelve a llamar.

Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
Cinco.

- Otra vez.

Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.

Lo que supimos de Wooyoung después fue lo siguiente.
Llegó a casa justo después de cortar la llamada, nos acercamos asustados a él cuando notamos que tenía la mirada perdida y él solo corrió a su habitación que cerró con llave y no volvió a salir de ahí.

Una hora, dos, tres, estuve seis horas dando vueltas frente a aquella puerta que me impedía acercarme al pequeño, frágil y bonito cuerpo de mi amigo.
Quería respetar su privacidad, darle tiempo, espacio, pero haber visto esos ojitos tan bellos con una mirada tan dolorosa fue lo más horrible que haya cruzado mi corazón, y no quería que los ojos de mi Woo se convirtieran en eso.

- ¿Woo?

Era de tarde, Liv estaba en casa de su novio y los padres de Wooyoung junto a Kyungmin habían salido a merendar, diciéndome que no pierda mi tiempo intentando sacar a Wooyo de ahí, que nunca lo hacía.

- Woonie...pequeño.

Suspiré y apoyé mi mano en aquella puerta. La estúpida madera que me impedía refugiar en mis brazos a una de las personas que más importante se ha hecho para mí a lo largo del tiempo.

- Wooyoung por favor.

Ni siquiera un sollozo, un ronquido, un suspiro.

Agudicé el oído, entrecerré los ojos y entonces me pregunté, ¿Wooyoung estaba ahí adentro?.

- Respeto tu derecho como ser humano a la privacidad, pero vas a tener que disculparme.

Un esfuerzo mental y ya me encontraba en la habitación.
Miré la cama, Woo no estaba.
Miré el suelo. Woo no estaba.
Miré el armario, Woo no estaba.

¿Saben dónde estaba?

- ¡Woo, no!

Sujeté sus piernas abrazándolas y lo levanté levemente.

Porque Jung Wooyoung había intentado colgarse.

•••

𝙲𝚑𝚘𝚒 𝙹𝚘𝚗𝚐𝚑𝚘
29 𝚊𝚗̃𝚘𝚜
𝚅𝚞𝚎𝚕𝚘