• Wooyoung •

Pasó un mes desde aquel día en el que Willow llegó a la escuela y quisiera decir que estoy bien, pero no es así.

Verla me da algo de escalofríos, mi pecho se aprieta, mi garganta contiene el grito, mis ojos el llanto y siempre me siento muy pequeño cuando la tengo cerca.

San me ha estado ayudado para poder conseguir algunas pruebas sobre el abuso y de hecho hoy iríamos a la comisaría a preguntar cómo podíamos llevar éste caso y si aún tenían registro de la denuncia, tenía miedo, mucho a decir verdad.

Durante éste mes han pasado un par de cosas, por ejemplo, Willow era la nueva princesa de la escuela mientras que Soyeon ahora era la reina.
Hanse era el nuevo rey y San seguía siendo el príncipe, al menos por ahora.

Soojin aún seguía algo resentida por eso y no estaba con un muy buen carácter, Hongjoong por su parte había cambiado abruptamente, ya no era ese chico arrogante que se cree más que los demás, hasta parecía ser amable, no sabría decir cuál de los dos era el real.

En casa cada vez me siento peor, mamá y papá no han mejorado su trato conmigo y Liv cada vez trae más a su novio, KyungMin se ha alejado un poquito de mí porque se la pasa haciendo tarea de su escuela, intento ayudarlo claro, el pobre pequeño no tiene tiempo ni para jugar.

Pensar en todas éstas cosas me hacen sentirme tan...miedoso, pienso en lo que podría pasar, en que si San y yo fallamos todo se arruinaría, no tenemos a ningún aliado que nos apoye, somos nosotros dos contra todo ésto.

— ¿Woo?, ¿me estás escuchando?

— ¿Ah?

— Wooyoung el timbre sonó hace rato, vamos, ¿en qué pensabas?

— San...¿y si fallamos?

San simplemente me miró por largos segundos y suspiró para después acariciar mi cabello con ternura.

— Si fallamos nos iremos de aquí y te protegeré de todo, nos llevamos a Kyung con nosotros, adoptamos un gatito negro que se llame Sirius Black y seremos felices por siempre.

— Me gusta ese plan B.

— Y si no fallamos, ¿aún podemos tener a Sirius?

— Definitivamente.

•••

Junto a San fuimos caminando despacito a la comisaría, si bien podíamos ir en un mísero segundo Sanie sabía lo asustado que me encontraba por lo que decidimos ir despacio, a nuestro tiempo (tiempo humano porque su tiempo literalmente NO existe, puede ir y venir en milisegundos).

Miré a San, se veía relajado con una de sus manos en un bolsillo y la otra sosteniendo su mochila que descansaba en su hombro. ¿Cómo es que podía mostrarse tan tranquilo sabiendo que estábamos planeando cosas en contra de gente que era capaz de matarnos?, no lo sé, pero se veía tan...guapo, sereno.

Yo por mi lado tenía la mochila colgada de ambos hombros y no dejaba de rascar mi manito en un intento de mantener la calma, había estado ya un buen rato así y San me regañó ya unas dos veces por eso.
En un momento, él giró la cabeza para mirarme también y me sonrió, tomando mi mano derecha y entrelazando nuestros dedos.

— Te dije que dejaras de rascarte, Woonie.

Mis mejillas se sintieron algo calientes cuando San me miró y se dió cuenta de que yo ya lo estaba mirando, a veces yo mismo no me daba cuenta de que lo miraba mucho, me gustaba hacerlo, era un chico demasiado lindo y daba gusto verlo.

— No puedo evitarlo, estoy nervioso.

— Mira, si nadie nos hace caso entonces seguiremos nosotros, ¿bien?, te lo prometí y me lo prometí a mí mismo Woo, nadie más va a hacerte daño, además quiero curar ese corazón, no me gusta que estés triste y mucho menos que te lastimes.

— Eres un ángel Choi.

Aquellas palabras salieron inconcientemente de mi boca y cuando me dí cuenta Choi se había acercado a mí y me había abrazado, escondiéndome en su pecho.

— Sin embargo la belleza de un ángel te la dejaste tú.

•••

Nos sentamos a esperar en la comisaría aún tomados de la mano, Sanie hacía lo posible por darme calma y se lo agradecía con todo el corazón.

— Vengan, pasen.

Entramos a otro apartado en el lugar que tenía varios escritorios y había gente trabajando, claramente.
Nos sentamos frente a un oficial y le explicamos la situación y lo que necesitábamos de ellos.

— Mira chico...lo siento mucho por ti pero lo que me estás contando fue hace mucho, según tú en el caso no había pruebas más que la saliva de la chica pero eso no nos asegura nada, nada nos dice que no le diste el consentimiento.

— ¿Disculpe?

Ay no, San, por favor no hagas un escándalo.

— Mire señor, si estamos aquí sentados en una estación de policía tomados de la mano, con el culo temblando de nervios, sin nuestros padres y después de años, es porque claramente mi amigo tenía miedo de ésto, una chica abusó de él, lo tocó e hizo lo que quiso solo porque se le calentó la puta vagina y viene a decirnos "¿está seguro de que no le dió el consentimiento?", ¡pero claro que está seguro, maldita sea!, no sabe lo que costó que él venga y se siente aquí para enfrentarse a ésta puta mierda porque como siempre, nadie le cree, es obvio que no vino antes por lo mismo, pero si la cosa fuera al revés sería diferente, pueden irse todos a la mierda, haremos ésto solos.

Después de decirle todo eso al oficial frente a nosotros, San tomó mi mano e hizo que nos levantaramos los dos, estábamos a punto de irnos cuando otro oficial habló, uno que se encontraba en la esquina del lugar.

— Chicos, vengan, yo puedo ayudarlos.

Nos acercamos a aquel oficial, todos los demás nos miraban atentos y el ambiente estaba algo tenso, San no había hablado muy bajito que digamos.

— Hola, sientense, está bien.

Nos sentamos y me acerqué más a San, me sentía nervioso, abrumado, ansioso.

— Bien, mi nombre es Kang Yeosang, es un gusto.

— Choi San, él es Jung Wooyoung.

— Ya escuché lo que necesitan así que tomaré su caso, ¿está bien?, Wooyoung, si lo que dices es verdad, que no lo dudo, yo te ayudaré a demostrarlo, nadie merece pasar por eso, tengo un hijo que pasó por algo similar y lidiar con eso no debe haber sido nada fácil para ti, lo siento mucho.

Yeosang nos dedicó una bonita sonrisa y me tomó los datos y la declaración escrita y oral para hacer esto lo mejor posible.
Nos contó que su superpoder era "Ciberpatía" (nivel máximo, casi total), y que eso lo había ayudado mucho en su trabajo, ya que era una rama de la telepatía que no solo abarcaba a leer mentes humanas, sino también al mundo de la tecnología, el mundo cibernético y digital, además, gracias a su nivel tenía habilidades increíbles, era un Súper con una excelente fuerza mental.

¿Debilidad?, la gran mayoría de sus habilidades requieren los monitores fuera.

— Yo seré su aliado, lo prometo desde hoy chicos, no estarán solos.

•••

𝙺𝚊𝚗𝚐 𝚈𝚎𝚘𝚜𝚊𝚗𝚐
28 𝚊𝚗̃𝚘𝚜
𝙲𝚢𝚋𝚎𝚛𝚙𝚊𝚝𝚒𝚊