Lee miraba al menor. igual que siempre, este no hacía ningún movimiento y el solo esperaba eso, que abriera los ojos de nuevo.

Con cuidado se levantó de la silla y camino a la camilla, suspiro antes de acercarse a el menor y besar sus resecos labios, ya no tenían aquella suavidad que tanto le gustaba.

Su mirada fue directo a la mano de Felix y esta como si lo esperara su atención, se movió. Una sonrisa se hizo presente, sabía que su sunshine despertaría, poco a poco comenzaba a reaccionar.

Antes de que él saliera, la puerta fue abierta dejando ver al otro menor de su grupo, Jisung. Intento caminar, más la voz de este le detuvo.

— Hey, ¿podemos hablar? Tengo algo que decirte o bueno...proponerte. — su voz sonaba nerviosa, insegura de decir aquello.

— ¿No puedes decírmelo otro día? Voy de salida. — intentó avanzar, más el otro se interpuso.

— Por favor, hablemos. — rogó, el mayor decidió ceder, entre más rápido terminara, mucho mejor, tenía que ir en busca del doctor.

 Esta bien, pero que sea rápido. — espero —a que el otro hablara, más no lo hacia, estaba muy tenso. Tenía prisa, por lo que volvió a hablar. — ¿No dirás nada? Discúlpame pero tengo prisa, Felix está reac-

Los labios de Jisung sobre los suyos le impidieron seguir hablando.