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𝗳𝗶𝗳𝘁𝘆.

→   CAPÍTULO CINCUENTA.

[ 𝚌𝚌  :  @ 𝚑𝚎𝚢𝚛𝚘𝚐𝚎𝚛 ]

⇆ ◁ || ▷ ↺   :  𝚜𝚊𝚏𝚎𝚝𝚢 𝚙𝚒𝚗 - 5 𝚜𝚎𝚌𝚘𝚗𝚍𝚜 𝚘𝚏 𝚜𝚞𝚞𝚖𝚎𝚛.

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LONDRES, INGLATERRA.
ABRIL, 1974. ✧ —

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abril dieciséis, el último día que la particular familia pasaría juntos antes de la partida de algunos de sus miembros; y también el día en el que se celebraría el cumpleaños de faith por adelantado con el fin de poder estar todos.

sin embargo, la deacon no tenía ni la más mínima idea de todo lo que habían planeado sus amigos, hermano y novio; de hecho, pensaba que solo estos últimos la felicitarían discretamente y eso estaba bien para ella pues le bastaba con el amor que recibía a diario.

desconocía por completo los planes y sorpresas que habían preparado con tanta dedicación, cariño y paciencia porque las diferencias de opinión y de organización causaron más de algún chascarrillo caótico.

pero antes de que los panoramas comenzarán y siendo el amanecer, la joven cumpleañera encontraba en un sueño profundo y descansaba entre los brazos de su amado, quien la mantenía contra su pecho y la observaba dormir pues ver la tranquilidad que reflejaba su pálido rostro le daba paz y también algo de curiosidad. había notado que la chica dormía bastante durante el último y no sabía si era por el ajetreo y cansancio de los días o porque porque pequeño cachorro acurrucado a sus pies le contagiaba el hábito.

roger acarició la mejilla de su novia con delicadeza. aún si no habían palabras, ella seguía haciéndolo profundamente feliz y la amaba más de lo que él mismo podía dimensionar.

suspiró ligero y cerró los ojos un momento. no había dormido en toda la noche y eso se debía a que su mente no dejaba de debatirse gracias a que el viaje le significaba un par de cosas. por una parte temía no poder soportar el estar separado de faith y por la otra, pensaba que esa podía ser su oportunidad para superar su dependencia de ella.

taylor tardó un minuto en volver abrir los ojos, más no por preocupación, sino porque escuchó risas y pisadas en la escaleras que lo hicieron saber de inmediato que el festín matutino venía en camino. y ni un golpe se escuchó en la puertas antes de que al cuarto de huéspedes, entrara el grupo de amigos gritando feliz cumpleaños con globos y cotillón.

—¡feliz cumpleaños!— gritaron todos a coro.

faith se despertó de golpe, con el corazón acelerado. saltó en la cama e intentó sentarse como pudo, sintiendo su cabeza dar vueltas al incorporarse tan rápido.

roger la ayudó al instante, sujetándola y ayudándola a acomodarse correctamente. —¿estás bien, nena?—

—no seas tarado, meddows. ¿cómo le preguntas eso cuando casi la matamos del susto?— bromeó paul, ganándose un par de codazos. —¡hey, eso duele!—

deacon rio por lo bajo y giró su rostro para ver a su novio y tranquilizarlo. —estoy bien.—

el rubio soltó su agarre y ella palmeó las almohadas para luego colocarlas tras su espaldas para poder apoyarse mejor en el respaldar y observar ya bien a sus acompañantes.

tenían pompones de colores y gorritos en punta sobre sus cabezas, siendo la excepción dante, brian y tania que llevaban unos en forma de sombrero. al tenor le había gustado el modelo de aquellos y a los otros dos jóvenes les era mas cómodo para sus rizos. por su parte, may también sostenía una charola con un exquisito desayuno y al verlo, roger no pudo evitar no reír discretamente ya que asumió que le habían asignado esa misión por ser el más cuidadoso de todos pues si otro la hubiera llevado por las escaleras, seguramente habrían acabado en un desastre.

a faith se le llenaron los ojos de lagrimas al ver la escena. se sentía tan afortunada de tener esa familia y de que fueran tan especiales con ella que le fue imposible no echarse a llorar de emoción.

—oh no. no llores, por favor.— suplicó sophie corriendo hasta la cama para abrazarla.

los brazos de la menor rodearon a la pelinegra de inmediato y escondió el rostro en el hombro de su amiga mientras soltaba pequeños sollozos. el resto de los presentes sonrieron enternecidos.

—gracias.— musitó la pálida, separándose de su confidente. —gracias a todos.—

—lo hacemos porque te queremos.— dijo chiméne, acercándose también. se sentó en la orilla del colchón y estiró su mano para secar la humedad del rostro de muchacha. —felices dieciocho, linda.—

ella le sonrió ilusionada y las jovencitas se hicieron a un lado para darle paso a los demás de también acercarse a saludar a la cumpleañera.

john fue el siguiente, por supuesto, fundiéndose en un abrazo tan apretado y profundo en el que ambos decon soltaron una que otra lagrima. ninguno de los dos dijo algo, no necesitaban hacerlo para saber cuanto se amaban y lo orgulloso que el mayor se encontraba de su pequeña hermanita.

al bajista, lo siguió freddie, quien llenó la cara de su niña de besitos.

el persa cedió su lugar a tania, quien le deseo lo mejor del mundo a su amiga y dante imitó su actuar a continuación, diciéndole que esperaba que tuviera un nuevo año de vida repleto de suerte y de la alegría que siempre mereció y en cuanto el tenor se apartó, paul saltó sobre la cama, brindándole un abrazo apretado a la festejada.

—muchas felicidades, chiquita.— susurró despacio mientras faith rodeaba el cuello de mccartney con cariño para dejarse mimar por él. el pelinegro tenía una relación hermosa con las cuatro femeninas del grupo. eran sus solecitos, sus chicas de oro.

finalmente, tras él, brian besó la frente de faith y dejó la charola sobre sus piernas, alentándola a comer. —espero que te guste el pastel. no es muy grande, pero lo preparamos entre todos.—

—hicimos nuestro mejor esfuerzo, pero john se durmió cuando lo metimos al horno y se quemó una parte.— dijo sophie con diversión y el castaño rascó su nuca.

sus palabras derritieron el corazón de la chica. ¿habían estado cocinando por la noche para poder darle la sorpresa a la mañana?

—al menos el glaseado quedó bien.— animó freddie.

—¿hay algo que no le salga bien a dante?— rio chiméne y el aludido sacudió el cabello de la morena.

—sí, no tiene puntería.— intervino paul. —intentó arrojarme harina y le dio a sophie.—

la mencionada rodó los ojos al recordarlo y rápidamente comenzaron a culparse de los desastres causados en la cocina. mientras tanto, roger permanecía en silencio, no porque no se sintiera parte del momento, sino porque su rol fue el de un espectador maravillado. ahí, en su silencio, admiró la sonrisa de faith, de sus hermanos y amigos, y aunque él no fuese quien estaba de cumpleaños, deseo que esa felicidad fuera para siempre.

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paul estaba sentado en el borde de la tarima del teatro con su jefe y a maira practicando a sus espaldas algunos tonos y melodías. mccartney balanceaba sus pies como un niño mientras revisaba con concentración un montón de papeles sobre sus muslos y solo levantó la vista de estos cuando escucho la campanilla del cartero.

alzó la cabeza y vio al hombre encargado de la correspondencia en la entrada. fue entonces cuando dejó los documentos a un lado y se bajó del escenario con un pequeño saltito para luego trotar hasta la puerta y recibir lo nuevo.

le dio al sujeto un par de monedas como propina y comenzó a caminar de regreso hacia donde estaba antes a la vez que revisaba los sobres. la mayoría eran de confirmaciones de asistencia al evento de la noche pues habían organizado una gran presentación en la que dante presentaría a la nueva cantante del teatro y a la cual invitaron a trabajadores de radio, periódico y prensa que confirmaban su asistencia sin falta.

aquello puso de buen humor al asistente. su esfuerzo había dado resultados y tendrían buen público.

se sentó en una de las butacas para seguir revisando la correspondencia faltante y se detuvo en una que capturo toda su atención e interés, así que sin esperar, rasgo el cartucho de papel y sacó su contenido para leer atentamente.

❝ estimado señor van de bossche:

junto con saludarlo y esperando que se encuentre en perfectas condiciones, es de mi agrado hacerle llegar novedades respecto al caso que usted presentó en nombre del joven farrokh bulsara. tras esta nota, encontrará una copia del acta final del proceso, con todos los detalles y tecnicismos correspondientes, más quisiera comunicarle personalmente la decisión tomada por el juzgado de londres.

tal como me encomendó y con toda la discreción posible, me encargué de presentar la evidencia médica del hospital central y las declaraciones de brian may, roger taylor, john deacon y de usted mismo como los testigos que presenciaron el estado de la víctima tras los lamentables hechos.

después de tres semanas de proceso y según lo estipulado en los códigos penales, el juzgado ha dictado una sentencia de diez años al imputado bill yene por abuso sexual, además del establecimiento de una orden de alejamiento preventiva que refiere a que tras el cumplimiento de la condena, el acusado no podrá acercarse al afectado ni a los testigos que declararon en su contra a menos de doscientos metros.

he de mencionar que sin su influencia y financiamiento, el proceso habría tardado alrededor de tres meses en lugar de tres semanas.

sé que la situación que su familia padeció era digna de una solución justa, concreta y pronta, pero como servidor de la ley debo admitir que me desconcierta la falta de imparcialidad con la que funciona el sistema jurídico de la ciudad. es por ello que en honor a mis principios, quisiera renunciar a los honorarios correspondientes y únicamente mantener el agrado que ha sido trabajar para usted y contribuir a su causa. 

sin más que decir, me despido agradecido de la confianza que depositaron en mí y deseándoles la mejor de las suertes junto al apropiado consuelo de la justicia.

— c.h,
abogado. ❞

paul saltó de felicidad en el momento que terminó de leer aquello.

el alivio no le caía en el pecho, era una sensación tan sobrecogedora y maravillosa que sentía que le recorría cada centímetro del cuerpo.

—¡dante!— llamó, interrumpiendo el ensayo que dirigía el mencionado y echándose a correr en su dirección. 

van de bossche lo miró extrañado y le extendió su mano para ayudarlo a subir a la tarima. conocía a su asistente muy bien y sabría que no se pondría tan efusivo de la nada.

—¿qué pasa?— preguntó una vez que lo tuvo en frente.

mccartney dio un suspiro e incapaz de decir algo, solo le entregó las hojas. el rubio las tomó con curiosidad y comenzó a leerlas.

sus manos comenzaron a temblar a medida que avanzaba. júbilo, gozo y gloria que hicieron que sus ojos se cristalizaran de inmediato, comenzando a soltar lagrimas de alegría.

dante sintió su mundo dar vueltas ante tantas emociones y sus piernas flaquearon, haciendo que paul y maira lo ayudaran hasta llegar a sentarse en el suelo del escenario.

el músico siempre había sido una persona sensible y más con aquella noticia porque en algún lugar en la profundidad de sus miedos y sus traumas, sintió la satisfacción de que por fin se había hecho justicia.

a él no le importaba si no era su caso el que había triunfado, le importaba que el mal había perdido y recibiría un castigo y si bien ni diez, quince, treinta o cien años bastarían para hacer pagar a una persona que comete algo tan bajo, asqueroso y dañino que marcará a otra por el resto de sus días y borrarle a esta esos recuerdos y traumas, existía algo de alivio.

—lo hicimos.— susurró quebrado, mirando a su amigo. —freddie, él...—

sus palabras quedaron en el aire, como un balbuceo inconcluso de llanto.

paul lo abrazó, consolándolo y entendiendo que después de mercury, nadie más que dante sentía tanto la situación.

—todo estará bien ahora.— prometió el pelinegro.

maira sonrió ligera, aún si no sabía que estaba pasando y aceptando en su interior que había juzgado a mccartney en base  a los sentimientos de su hermano y que en realidad era un buen tipo y que tanto él como los demás, solo merecían lo mejor del mundo.

—los dejaré solos.— musitó, levantándose y dispuesta a darles privacidad.

solo el asistente asintió agradecido, pues dante estaba demasiado consternado para autorizarla, así que sin esperar más, ella emprendió rumbo afuera del teatro. al menos aprovecharía de ir comprar una botella de agua en ese descanso pues su garganta verdaderamente lo necesitaba.

—vamos, amigo.— pidió paul, separándose del rubio. —tienes que dejar de llorar para llamemos a freddie y puedas darle la noticia.—

el rubio palideció. ¿él debía hacerlo? sí, es decir, merecía ser quien diera la buena nueva después de todo lo que había hecho.

—además, tienes otra razón para estar contento.— recordó como si de algo obvio se tratase. —el sujeto ni siquiera va a cobrarte. eso es increíble, prácticamente un premio doble.—

van de bossche comenzó a reír entre sus lagrimas. él siempre sabía hacer comentarios elocuentes para animar.

—calum demostró ser un hombre honrado desde el momento que lo contratamos.— confirmó asintiendo antes de levantarse para ir a la pequeña oficina y llamar a la casa may para informar otra razón más para festejar.

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tiempo más tarde de eso y tras saber las novedades, john esperaba a su hermana en la sala únicamente junto a roger y las chicas, pues brian y freddie se habían ausentado un momento para hacer un par de compras y aunque para el persa la compañía del rizado no era la más sana después de que este le hubiera robado a su interés amoroso, prefería eso que cargar con todas las bolsas el solo.

la menor de los deacon emprendió rumbo hacia la planta inferior cuando termino de alistarse y bajo las escalera dando pequeños saltitos. en poco llegó con los demás y capturó la atención de los presentes, muy especialmente la de su novio, quien quedó embobado con su aspecto reluciente.

—mira nada más lo linda que te ves.— halagó tania con una sonrisa.

las mejillas de la más pálida se calentaron ligeramente mientras las otras jovencitas corroboraban, asintiendo con la cabeza; cosa que roger no fue capaz de hacer. simplemente estaba perdido en admirar lo bella que estaba.

—gracias.— musitó sonrojada y antes de llevar los ojos de sus amigas a su hermano, ignorando la adoración de su pareja.

—estás hermosa, pequeña.— dijo john, levantándose del sofá para estrecharla entre sus brazos. ella aceptó gustosa sus mimos. se amaban demasiado.

dos de las espectadoras sonrieron, pues la tercera se inclinó a cerrar la boca de su rubio amigo.

—se te cae la baba, meddows.— rio chiméne. el ojiazul la miró avergonzado y salió de su trance sacudiendo su cabeza.

—es que es tan bonita.— susurró, tapando su rostro con uno de los cojines. la pelinegra carcajeo y no perdió la oportunidad de comenzar a intentar sonrojarlo. 

mientras tanto, faith solo sonrió ligera. su confianza en sí misma había aumentado mucho gracias a todos ellos y por eso era que se sentía tan a gusto aún si vistiera una falda y un suéter simple.

—¿estás lista, princesa?— preguntó el deacon mayor y la otra asintió efusiva. —entonces vamos.—

la menor se separó un momento para correr a besar los labios de su novio y rescatarlo de las burlas de sus amigas, a quienes besó también, pero en la frente.

posterior a eso, regresó con su hermano y entrelazaron sus manos para dirigirse a la salida.

—¡hey, john!— detuvo sophie y el mencionado giró a verla. —recuerda que recogeremos a faith a las cuatro.—

—ni un minuto más tarde.— sentenció chiméne. —sabes muy bien porque.—

el castaño le enseñó su pulgar de la mano libre y asintió mientras jalaba de su pequeña fuera de a casa antes de que comenzara a hacer preguntas.

los hermanos deacon se dirigían a un almuerzo. el bajista había hecho una reservación en uno de los mejores lugares de londres para poder consentir a su hermana y pasar tiempo de calidad con ella.

además, de que de tal manera la distraerían lo suficiente para que no notara los siguientes planes.

—¡ya llegamos!— dijo freddie cuando entró a la casa y dejó caer las bolsas al piso.

—ya lo notamos, no tienes que gritarlo.— molestó roger y en respuesta se ganó un zape que lo hizo masajearse la nuca.

brian puso sus manos en sus caderas y suspiró, negando con la cabeza aunque en el fondo ya estaba acostumbrado a los escenarios que montaban esos dos.

—¿sería demasiado pedirles que estén tranquilos media tarde?— suplicó.

freddie y roger se miraron entre sí un segundo antes de responder al mismo tiempo: —sí.—

—vamos, chicos.— dijo tania. —tenemos mucho que hacer.—

el ojiazul suspiró y asintió con una sonrisa ligera. eso era cierto, aún quedaban sorpresas que alistar para su nena y no podía perder tiempo en discusiones sin sentido.

—¿vamos?— preguntó, levantándose y tras un asentimiento por parte de los demás y un par de quejas de mercury sobre que no lo dejaban descansar lo suficiente, emprendieron rumbo.

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las chicas dejaron el sótano después de haberles dejado las suficientes indicaciones a tres de los cuatro miembros de queen sobre cómo terminar las cosas en su ausencia. se engancharon de los brazos y caminaron hasta el restaurante a paso algo lento gracias a las mochilas que cargaban en sus espaldas, y así se dirigieron al restaurante donde se encontraban los hermanos deacon.

los vieron por el cristal del local, estaban en una mesa para dos y ambos sonreían y platicaban tan unidos como siempre debieron estar si la vida no hubiera sido tan injusta para separarlos de pequeños.

las muchachas decidieron darle unos últimos minutos de gozo pues aún estaban en el margen de tiempo y esperaron un momento a las afueras del recinto, pero en cuanto el reloj del faro de la calle marco las cuatro, ellas golpearon el vidrio ligeramente para anunciar que debían marcharse. no es que no quisieran darle más tiempo al adorable par, pero si no se dirigían a su próximo destino pronto, el esfuerzo para aquella organización se iría al caño.

john sonrió al verlas y se dirigió a faith, quien miraba con extrañeza la escena. no sabía que tramaban desde la mañana.

—esa es nuestra señal para irnos.— anunció el bajista, levantando su mano para pedir la cuenta.

a los segundos, un mozo se le acercó con la carpeta y él pagó lo necesario sin ningún remordimiento. jamás se había lamentado el gastar dinero cuando era por su hermana.

—no entiendo que está pasando.— confesó faith, poniéndose de pie.

—pasa que chiméne es la siguiente en la lista en darte tu regalo.— informó el castaño mientras caminaban hacia la salida. —espero que lo disfrutes.—

la pálida no mencionó nada al respecto y solo sonrió. era su primer cumpleaños como tal y lo gozaría a concho.al salir, john se despidió de su pequeña con un abrazo y le prometió que más tarde volverían a verse.

el ahora, cuarteto de femeninas se movió entre las calles de londres y en algunos minutos llegaron al gran y lujoso spa. tal cosa sorprendió a faith y miró a la morena a cargo del plan con las cejas alzadas.—¿aquí?— dijo incrédula. —es imposible tener un cupo. ¡además es carísimo!—

—ser la novia del asistente del mejor tenor de la ciudad tiene sus ventajas.— respondió chiméne, encogiéndose de hombros.

—en fin, lujos.— complementó tania, antes de llevar a la cumpleañera dentro del recinto.al pasar por el mesón principal, el encargada le entregó las llaves de la sala que usarían y le señaló uno de los pasillos a sus espaldas.

en poco, las cuatro muchachas se encontraron allí, soltando chillidos de emoción.

—esto debe valer más que toda mi casa.— dijo sophie, contemplando el cuarto.

el espacio era bastante amplio y lujoso. tenía un jacuzzi, cuatro camillas para los masajes post baño y un armario donde guardar sus pertenencias mientras tanto.

pero en medio de la ilusión, la joven deacon no podía evitar sentirse preocupada por el gasto que había hecho su amiga. aún así si el nombre de paul o dante le daba alguna ventaja, sabía que un gran dineral seguía estando de por medio y le angustiaba que hubiera gastado todos sus ahorros o los fondos para su universidad.

—chiméne.— llamó y la aludida volteó a verla. —esto debió salirte un ojo de la cara...—

—oh no, señorita.— reprochó la mayor de inmediato. —no vas a deprimirte pensando en cuanto salió esto.—

—pero...—

—pero nada.— cortó, poniendo sus manos sobre los hombros de su amiga. —hice esto porque te quiero y porque me pareció bien pasar un tiempo de chicas en tu día. además de que así creamos momentos para recordar cuando seamos unas viejas arrugadas.—

su comentario hizo reír a las otras tres presentes y relajó a faith lo suficiente.

—gracias, chiméne.— musitó. la nombrada sonrió y lo siguiente fue olvidarse de todas las preocupaciones y disfrutar de la tarde entre risas y batallas de agua en el jacuzzi y una reconfortante siesta cuando las encargadas les brindaron un masaje increíble.

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—¡ya me voy!— gritó paul, saliendo del camarín.

—¿llevas todo?— alzó la voz, dante de vuelta.

—¡sí!— respondió, tomando la bolsa de vestuario en los asientos. —te veo más tarde, jefe.—

la cabeza del rubio se asomó desde el otro camarín. —conduce con cuidado.—

mccartney sonrió y le guiñó un ojo antes de pasar la bolsa a su espalda y dirigirse fuera del teatro. una vez allí, se subió a su auto y arrancó con rumbo a recoger a las muchachas.

cuando llegó al centro de spa, aún cargando la bolsa, explicó la situación a la encargada y esta le indicó el mismo recorrido que a las muchachas así que paul caminó por el corredor hasta la habitación señalada.

—¿chicas?— llamó, golpeando a la puerta.

a los segundos, sophie abrió y lo dejó pasar. el pelinegro puedo ver que todas vestían las clásicas batas blancas y lo saludaron a coro.

—traigo el regalo de freddie. lo escogió especialmente para hoy y pidió que lo trajera después de esta sesión de embellecimiento femenino.— explicó con diversión mientras dejaba la bolsa en el asiento al costado de faith.

la jovencita miró el lugar con emoción. aún tenía más consideraciones y mimos y eso derretía su corazón.

—tienen diez minutos para estar listas, las esperare afuera para llevarlas al teatro de inmediato. ese lugar va a colapsar hoy.— volvió a hablar el muchacho y miró el reloj en su muñeca. —los chicos deben estar saliendo ya.—

desde que roger había perdido el auto, el único disponible era el del pelinegro así que algunos debían caminar.

mccartney giró en sus talones tras que las cuatro femeninas asintieran y se dirigió afuera para dejarlas alistarse tranquilas.

las muchachas no tardaron mucho en vestirse pues tres de ellas solo sacaron las prendas que habían llevado en sus mochilas y la menor se metió en el maravilloso vestido blanco que claramente, freddie había mandando a hacer a su medida. la prenda era de tela suelta y fresca, largo y de tirantes.

—woah.— silbó sophie mientras acomodaba su falda. —te ves hermosa.—

—gracias.— dijo faith. —también tú. todas, en realidad.—

tania sonrió mientras sacudía su cabello frente al espejo y luego de unos segundos más, estuvieron listas para dejar el centro.

metieron los bolsos en la cajuela del auto de paul y este condujo de inmediato hacia el teatro. la noche comenzaba a llegar y con eso un montón de labores para él. debía atender a los invitados de la prensa, acomodarlos en los asientos y asegurarse de que todo estuviera en orden.

cuando llegaron allí, el mayor dejó a sus chicas en su lugares y desapareció tras el escenario para cambiarse de ropa y ponerse un traje y comenzar a preparar todo.

durante los siguientes minutos, el cuarteto de músicos llegó también al teatro y se unió con las muchachas. roger atrajo a faith entre sus brazos en cuando la vio y en medio de aquel acto, beso su hombro medianamente descubierto.

—estás bellísima.— susurró.

ella solo se acurrucó en su pecho y suspiró feliz, atesorando uno de los últimos momentos que tendrían antes del viaje.

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durante la siguiente hora, el grupo de amigos solo había visto a paul como un destello que iba de un lado a otro a medida que el teatro se iba llenando con público. la hora de la presentación estaba cercana y todo debía salir perfecto porque había demasiado en juego.

hayden hizo su aparición, sorprendiendo a chiméne y sophie con su aspecto. vestía de traje, estaba perfectamente peinado, recogiendo su cabello largo; no tenía ni un solo rastro de barba y llevaba un ramo de flores para su hermana.

las chicas no pudieron evitar sonreír al verlo. ninguna era rencorosa e indudablemente aquel par de hermanos también se amaba demasiado.

—luces bien.— dijo sophie, amablemente y él le sonrió agradecido.

chiméne le regalo una sonrisa también antes de hablar. —yo le compré una caja de chocolates a maira. sabes que nos conocemos desde niñas y no puedo evitar el sentirme orgullosa de que también este logrando sus sueños.—

—gracias.— musitó él, agradecido de las consideraciones para con su hermana a pesar de sus malos actos.

la morena se encogió de hombros, indicándole que todo estaba bien y se volteó hacia el escenario nuevamente.

algunos minutos más tarde, las luces bajaron y paul finalmente pudo ir a tomar un lugar junto a sus amigos para admirar el show que con tanta dedicación había preparado.

dante se dejó ver por uno de los costados de la tarima, tan reluciente como siempre. vestía de traje y saludó amablemente al público antes de comenzar a deslumbrar sin su increíble voz una vez más.

van de bossche se encargó de la primera estofa y coro, antes de que por el otro extremo saliera maira para seguir y ganarse unos aplausos al empezar, además de la constante sonrisa del tenor.

aunque no hubieran tenido demasiados días para practicar, ambos tenían un talento y fluían de buena manera en el escenario, deslumbrando a todos.

de rey a reina del teatro.

la muchacha se encargó de hacer una de las notas altas y la segunda la hizo en compañía de su compañero. era una combinación perfecta entre altos y bajos.

entre los espectadores, hayden sintió sus ojos picar y se vio obligado a pasar sus manos por ellos. estaba tan orgulloso de maira y al mismo tiempo confuso en su interior. sabía que nada de lo que estaba presenciado habría sido posible sin mccartney y que si este mismo se hubiera propuesto un mal plan, habría logrado que dante no la contratara, pero sin embargo, decidió ayudar y seguir siendo lo genial que era.

se sintió culpable y ante tal sentimiento, busco al mayor con la mirada, pero lo encontró abrazado a chiméne mientras comentaban el espectáculo junto a la otra pareja en iguales condiciones: roger y faith.

decidió no molestar aquellos momentos que asumió debían ser tan especiales para el grupo de amigos y se dedicó a admirar a su hermana sobre el escenario hasta que el show terminará.

esto ocurrió solo tras algunas canciones más y luego de que lógicamente, dante presentará formalmente a maira rosewarn como la nueva estrella.

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alrededor de una hora más tarde, cuando los músicos terminaron sus entrevistas con la prensa de radio y periódico, ambos se despidieron con un abrazo agradecido y fueron con las respectivas personas que los esperaban. la chica con su mellizo y el tenor con sus amigos.

el grupo rodeo a dante con emoción, casi quitándole el aire con tanto abrazo y lo felicitaron tanto por su presentación como por la finalización de otro periodo de su vida, algo que le permitiría seguir creciendo en su carrera ahora como un maestro de tiempo completo.

—estamos orgullosos de ti.— dijo john, haciéndolo sonreír grandemente.

van de bossche agradeció y tras algunas palabras más se dispusieron a ir a la salida, más en el camino, cierto muchacho de cabello largo detuvo a paul por el brazo, quien volteó a verlo inexpresivo y con algo de seriedad, pero fue inevitable no quedar sorprendido cuando hayden le ofreció su mano, diciendo: —lo siento.—

paul parpadeo, confundido y asombrado de su repentina reacción, pero tras unos segundos, correspondió al gesto.

—gracias.— dijo despacio.

rosewarn asintió. una parte de él quiso decirle algo más, pero sabiendo que no era apropiado solo soltó su mano y lo dejó marchar en paz.

chiméne le sonrió, agradecida de que volviera a ser quien ella siempre había conocido y tras enlazar sus dedos con los de su novio, se fueron del teatro junto a los demás.

maira palmeo el hombro de su hermano con una sonrisa. —hiciste bien.—

hayden asintió y pasó su brazo por sus hombros, pensando que aunque las cosas no siempre salgan como lo planeado y que aunque la vida siempre esté llena de dolores, también puede encontrarse paz.

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en el sótano taylor deacon, el cachorro paulie esperaba por sus amos en un ambiente estaba repleto de colores gracias a los globos y lienzos que los que el grupo había decorado el lugar en honor a faith.

ver su pequeño hogar así de detallado, fue algo que se grabó a fuego en el corazón de la joven y juró en su interior que algún día, cuando vivieran en la casa, lo mantendría igual por ser el humilde espacio en el que había vivido tanto.

sus ojitos verdosos se llenaron de lágrimas al entrar y roger tuvo que consolarla un buen par de minutos. la chica estaba demasiado sensible y vulnerable con tantas emociones y no podía manejar sus sentimientos. así que algún tiempo más tarde, todos se dispusieron a comer y beber lo que habían dejado preparado antes de salir; o bueno, casi todos, ya que paul volvió a ausentarse, diciendo que debía recoger su regalo personalmente, pero que no tardaría más de diez minutos.

y cumplido el tiempo, el joven mccartney regresó con un enorme oso de peluche con el que apenas si podía bajar por las escaleras.

—¡woah!— carcajeó freddie al ver lo diminuto que el pelinegro se veía al lado del oso. —¿qué demonios?—

paulie no tardó en acercarse al peluche y comenzar a olfatearlo.

—creí que con la ausencia de roger, faith necesitaría algo con que acurrucarse en las noches al dormir.— explicó el muchacho y miro al rubio de reojo. —ya sabes, un reemplazo.—

taylor le enseñó su dedo corazón con una sonrisa cínica, tal como acostumbraban.

—¡esto es adorable!— chilló la deacon antes de saltar sobre su amigo.

para ella, aquel regalo acaba de ganarse un lugar muy importante en su corazón. aún si un oso de peluche sonaba como algo cliché o repetitivo, para faith era algo demasiado lindo. ella jamás había tenido una infancia sana y aquel muñeco era el primero que tenía en toda su vida así que sin importar que estuviera cumpliendo la mayoría de edad, paul acababa de devolverle parte de su niñez perdida.

—si así reacciona con esto, ya quiero ver como reaccionara con mi regalo.— canturreo tania.

—¿qué te traes entre manos, eh?— preguntó brian. —tú y dante fueron los únicos que no dijeron que eran sus obsequios.—

la rizada solo sonrió, encogiéndose de hombros. el misterio de ella y el joven tenor no era más que una coincidencia ya que cada uno había tenido sus motivos para mantener discreción.

pero por su parte y a unos cuantos metros, sophie dio un suspiro ligero. sabía que ellos se llevaban muy bien y no sabía si comenzaba a sacar conclusiones de más o en verdad había un interés por parte de van de bossche también.

sin embargo, la pelinegra salió de su trance casi de inmediato y codeó a may discretamente. —¿seguimos nosotros?—

el guitarrista sonrió y asintió. ambos se inclinaron a tomar una caja perfectamente envuelta del piso y caminaron con ella hacia la cumpleañera.

brain y sophie se habían aliado para comprar sus obsequios, ya que ambos habían tenido la misma idea y si juntaban sus ahorros, el resultado sería mejor.

la deacon les agradeció y puso la caja sobre la mesa para abrirla con cuidado, pudiendo ver así un montón de libros clásicos de poesía y literatura.

—oh, dios...— susurró ella, deslizando las yemas de sus dedos sobre cada ejemplar mientras contemplaba los apellidos de autores con adoración.

roger sonrió. esa era su chica, la poetisa de la que se había enamorado y podía ver en sus ojos brillantes el amor de ella por su pasión.

—brian... soph...— balbuceó.

—tómalo como un recordatorio de que algún día, tu nombre también estará en las listas de clásicos.— dijo él y la más bajita asintió con efusividad, confirmando sus palabras.

—gracias, chicos.— lloriqueo antes de abrazarlos fuertemente.

—propongo un brindis.— dijo dante, levantando su copa. —por madame foi, la poète colorée.—

[ — madame faith, la poetisa colorida. ]

—¿es normal que eso se escuchara tan bien?— rio freddie, mientras llenaba los vasos de los demás, sacándole una risa a estos mismos.

faith acercó la copa a su boca, pero de inmediato notó que mercury se había equivocado y le había servido licor en lugar de refresco. el típico olor del alcohol la hizo sentirse mareada, asqueada y con náuseas.

—oh, mi niña. ¡lo siento!— se apresuró a decir el persa al notar su error y corrió a quitarle el vaso. ayudó a la chica a incorporarse y cambió su bebida.

ante la escena, tania frunció ligeramente el ceño y miró a chiméne y sophie, quienes la observaron de la misma manera. se dice que las amigas tienen el poder de comunicarse con una mirada y sin duda alguna, para el trío de jovencitas aquello fue una total verdad en ese momento.

ninguna dijo nada de inmediato, pero tuvieron una sospecha preocupante que intentaron disimular durante el brindis y el resto de la noche porque sabían que no era la instancia apropiada para esa clase de pláticas de chicas.

—seguiré yo, por cierto.— dijo dante, sacando un sobre de los bolsillos internos de su traje. se acercó a la festejada y besó sus dos mejillas antes de entregárselo con una linda sonrisa.

faith lo observó curiosa, al igual que todos los demás y abrió el papel para sacar su contenido: tres pasajes de avión a paris.

—no es cierto.— jadeo.

los demás parpadearon igual de sorprendidos.

—¿saben? a veces olvido que dante ha recorrido medio mundo, que tiene un montón de dinero y que una compra como esta para él debe ser más natural que nosotros comprando papel higiénico barato.— dijo paul.

el tenor le dio una mala mirada, pero rio por lo bajo antes de hablar. —parís es la ciudad del amor, así que pensé que sería lindo que tras ridge farm pudieras pasar tiempo de calidad con john y roger.—

los mencionados lo miraron fascinados y estrecharon sus manos con él antes de que la chica lo abrazara.

—supongo que solo quedo yo.— dijo tania, cuando sus amigos se separaron.

—sí, así que deja de torturarnos con el misterio y dale tu regalo de una bendita vez.— complementó freddie con gracia.

la rizada tomó su bolso y sacó un sobre también. aquello despertó de inmediato el interés de todos y un chiste por parte de paul.

—¿ahora son pasajes a italia o a grecia?—

—si tuviera el dinero suficiente para un vuelo no viviría aquí, mccartney.— respondió tania mientras caminaba hacia su confidente para entregarle el que sería uno de los mejores regalos de la noche.

la menor lo abrió con delicadeza y duda. los ojos de su compañera brillaban de forma especial y podía jurar que estaba demasiado emocionada porque leyera el contenido del sobre; así que sin esperar mucho más lo hizo.

❝ mediante el siguiente documento se declara el alta de faith deacon wamborlok como paciente del centro de rehabilitación central de londres, testificando así que la joven en cuestión ha superado exitosamente su situación de adicción y se encuentra en perfectas condiciones físicas y psicológicas para reintegrarse por completo a la vida social y desarrollarse en estudios o trabajos. ❞

la castaña ni siquiera siguió leyendo, las lágrimas escapaban de sus ojos en demasía y su corazón latía tan rápido como un tambor. lo había logrado, estaba limpia, estaba sana.

un sollozo escapó de su garganta apenas fue consciente de que tania la rodeo con sus brazos mientras lloraba con ella.

—no tienes idea de lo orgullosa que estoy de ti.— lloriqueo la rizada. —aún recuerdo cuando te vi llegar a sesión por primera vez... tan insegura y rota y ahora... ahora eres libre.—

faith se desató al escucharla y recién entonces los otros presentes reaccionaron. ante tales palabras, john no esperó un ofrecimiento para tomar el papel y leerlo junto a roger mientras las chicas no se separaban. habían aprendido y pasado demasiado juntas.

—oh, dios...— balbuceo el deacon mayor, sintiendo como el gozo entraba en su cuerpo.

taylor ni siquiera parpadeo, pero si sintió sus ojos comenzar a arder en lágrimas antes de que john lo abrazara también.

el documento corrió en manos de los demás rápidamente, permitiendo que todos celebraran con júbilo la gran noticia. no más terapia, no más rehabilitación, no más miedos. lo había superado, lo había vencido, había ganado.

pasó tiempo para que el grupo pudiera calmarse se tantas emociones que habían sentido y para que faith pudiera reaccionar y abrazar a su hermano, novio y mejores amigos.

queen la había impulsado cuando estuvo en lo más bajo. ellos la habían salvado y le dieron un sentido a su vida.

—¿cómo?— le preguntó a tania, después de haberse tranquilizado y sentirse ya más estable.

—hace unos días fui a hablar con gerty.— confesó, refiriéndose a la psicóloga que las atendía. —tenía sesión y mientras platicábamos, ella me dijo que había notado que éramos amigas y bueno...—

la deacon asintió comprendiendo el resto de la historia y suspiró antes de mirarlos a todos y decir algo que jamás olvidarían.

—este fue el mejor primer cumpleaños que alguien podría tener... no saben cuánto los amo.—

—nosotros también te amamos, amor.— dijo freddie, besando su mejilla.

y un poco más de tiempo transcurrió para los presentes comenzaran a dormirse en el suelo entre los cojines, mantas y entre ellos mismos para que entonces roger llevara a faith al jardín discretamente.

—nena.— susurró despacio, una vez que estuvieron allí y a solas. —mi regalo no es demasiado, pero era lo más honesto que podría ofrecerte... y es mi amor.—

ella lo miró con una sonrisa curiosa. —tú no tienes que darme nada que eso, rog. con que me ames me basta y me sobra.—

él negó y suspiró mirando la luna. —hace un año un chico roto conoció a una chica rota y por alguna razón... dos errores hicieron un acierto y todas las piezas de nuestros corazones destrozados formaron un broche que nos unió y lleno todos nuestros agujeros, salvándonos de caer y morir.—

faith volvió a sonreír. él la había curado de sus enfermedades y la había hecho alguien feliz con pequeñas cosas.

—te amo, roger.—

el rubio la miró un segundo. era ahora o nunca, así que en un pestañar puso una de sus manos en sus caderas y atraerla hacia él mientras la otra la metía en su bolsillo para sacar una reluciente sortija a la vez que le decía: —¿me amarías por la eternidad?—

el aire abandonó los pulmones de la deacon en ese preciso momento. ¿en verdad estaba pasando?

—john va a matarme por esto, pero quiero compartir mi vida entera a tu lado, faith.— susurró él.

ella ni siquiera fue consciente de algo más que el sentimiento de pertenencia y adoración que la hizo responder en un jadeo ilusionado: —sí.—

eso bastó para que el baterista sonriera y la besara a la vez que ponía el anillo en su mano, inmortalizando el momento.

si era honesto consigo mismo, no había planeado más que esperar el momento adecuado al momento de comprar la sortija, pero estaba feliz de haberse aventurado a hacerlo así.

sus labios se fundieron en un éxtasis maravilloso que les brindó el calor necesario en medio de la fría noche.

tiempo más tarde, la pareja regresó al sótano y se tumbó en el sofá donde roger entregó su abrigo a su novia para que esta se acurrucara y descansara.

taylor inclinó su cabeza hacia atrás. ni siquiera comprendía realmente lo que acababa de pasar y aquello lo mantuvo despierto, escuchando únicamente las respiraciones y los ronquidos de sus acompañantes durante un momento antes de incorporarse despacio y quedarse inmóvil cuando vio que un par de ojos lo miraba fijamente.

—me dejas ser el padrino o despierto a john ahora mismo.— susurró mccartney con diversión, dejando al rubio sin habla y pensando que el maldito había estado despierto todo el tiempo.

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https://youtu.be/0rvBthRs_fU

https://youtu.be/V3Kwi5frhig

— presentación de dante y maira ; someone you love y strangers por loïc nottet y laura tesoro.

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