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𝗯𝗲𝗵𝗶𝗻𝗱 𝘁𝗵𝗲 𝗿𝗮𝗶𝗻𝗯𝗼𝘄.

→   DETRÁS DEL ARCOÍRIS.

⇆ ◁ || ▷ ↺   :  𝚗𝚘 𝚘𝚗𝚎 𝚋𝚞𝚝 𝚢𝚘𝚞 (𝚘𝚗𝚕𝚢 𝚝𝚑𝚎 𝚐𝚘𝚘𝚍 𝚍𝚒𝚎 𝚢𝚘𝚞𝚗𝚐) - 𝚚𝚞𝚎𝚎𝚗.

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— ✧ LONDRES, INGLATERRA.
ABRIL, 1974. ✧ —

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un par de días había pasado desde la segunda gran tragedia cuando dante descendió del auto de paul con una carpeta de papeles tras estacionarse fuera de la casa may y dar un pesado suspiro. había cumplido una serie de reuniones solo ya que ni su asistente ni los miembros de la banda se encontraban bien y hayden se estaba encargando de todo lo correspondiente a la representación de su hermana.

no era como que él estuviera en una condición muy distinta a sus amigos, de hecho, todos estaban demasiado afectados por la brutalidad con la que había ocurrido todo; pero intentaba mantenerse lo mejor posible por y para ellos.

sin embargo, en cuanto el tenor puso un pie en el jardín, su estrés no disminuyó en lo más mínimo como siempre ocurría cuando llegaba a la propiedad, sino que se incrementó en un cien por ciento.

—¿qué demonios estás haciendo?— dijo con molestia y desconcierto al ver a tania fumando un cigarrillo a unos metros de la entrada.

—¿de qué hablas?— preguntó la chica, extrañada de su tono de voz y falta de saludo habitual.

el rubio avanzó hasta ella a pasos agigantados y veloces para quitarle el tabaco de la mano con la misma rapidez.

—de esto.— reprochó, agitando el cilindro. —¿crees que faith nunca me contó cómo se conocieron? se suponía que lo habías dejado.—

la garganta de la chica se apretó, sintiéndose expuesta con tal reclamo y sensible ante la mención de su amiga.

—estoy estresada, dante.— se excusó vagamente. —venga, dámelo ya.—

—no, tania.— sentenció van de bossche, arrojando el objeto al suelo y pisándolo con su pie.

los ojos de la rizada se abrieron involuntariamente un poco más para luego fruncir el ceño en un gesto de sorpresa y molestia.

—¿que rayos te pasa?— exclamó irritada.

no había pasado desapercibida, pues tras hablar capturó la atención chiméne y su novio desde el interior de la casa, haciendo a la pareja levantar la cabeza en dirección a la puerta de entrada.

—no voy a permitir que te hagas daño de esta manera.— respondió el tenor con firmeza.

—un cigarrillo no va a matarme, joder. john, paul y freddie fuman cajetillas completas y nunca les has dicho nada sobre lo dañino que es o les has impedido hacerlo.— contraatacó la femenina con cólera. —¿acaso es por que soy mujer?—

dante la miró evidentemente ofendido y de la misma forma volvió a sacar la voz. —¿por quién me tomas? ¿te parezco un tipo machista? ¿esa es la impresión que tienes de mí?—

tania apartó la mirada un momento. no había quería herirlo con sus palabras, pero no lo comprendía. sabía que todos estaban pasando tiempos difíciles y que se sentían mal por ello, pero no lograba entrarle en la cabeza el comportamiento del músico. nunca la había hablado con un tono tan enfadado o se había impuesto ante ella de esa manera.

—¿entonces qué rayos te pasa?— dijo confundida. —¿por qué actúas así?—

—porque no quiero ver a la chica que quiero hundida en esa mierda.—

su respuesta escapó de sus finos labios antes de que él mismo pudiera darse cuenta y tanto tania como chiméne y paul en la sala quedaron inmóviles.

el rubio cayó en cuenta de lo que había dicho cuando su corazón comenzó a latir de prisa. su respiración se aceleró y sintió su rostro calentarse, además de la cabeza darle vueltas de nervios y pánico.

—dante...— balbuceo la de rizos, pero antes de que pudiera hilar una oración o decir algo más, el mencionado ya había desaparecido, entrando a la casa.

el rubio apoyó su espalda contra la puerta tras cerrarla y justo cuando quiso tomarse un segundo para intentar procesar lo que acababa de pasar, sintió dos pares de ojos mirándolo fijamente.

llevó su vista a la pareja involucrada y los vio abrir la boca al mismo tiempo para hablar, por lo que levantó la mano libre de la carpeta, cortando las intenciones de ambos mientras decía: —no.—

el tenor dio un suspiró, incorporándose y se encaminó por el pasillo para ir a la habitación de invitados mientras el par se miraba entre sí.

—wow.— dijo chiméne. —¿tú sabías esto?—

—claro que no.— contestó paul sin poder evitar el tono de voz de cansancio y tristeza que ya hace varios días tenía. —no creo que nadie lo supiera.—

la morena lo miró acomplejada por la situación y mccartney asintió, entendiendo de inmediato lo que los ojos de su amada intentaban decirle; así que tras tomar aire profundamente, fue tras dante, sabiendo que su novia se encargaría de tania.

la situación en torno a ellos era bastante dolorosa como para que añadieran más pesares por un malentendido que se había salido ligeramente de control.

cuando el de ojos hazel entró en la habitación, lo primero que vio fue el folio de documentos sobre la cama y la espalda del tenor, ya que este se encontraba contemplando el jardín trasero de pie frente a la ventana y lo primero que tuvo fue un: —no lo intentes, paul. déjame.—

—ah.— dijo, quedándose quieto en la entrada. a veces odiaba que dante hubiera aprendido a conocerlo tan bien y lo leyera más fácil que a un libro abierto.

no obstante, no podía pegar media vuelta como si nada e ignorar la situación. tal vez no le correspondía involucrarse en la vida amorosa de otros, pero tenía un corazón y sentimientos que al tratarse de dos de las personas que más apreciaba en el mundo entero, no le permitían ignorar lo que pasaba a su alrededor.

—no, no te voy a dejar. ¿sabes por qué? porque soy tu amigo y mi deber es aconsejarte.—

el rubio se volteó para poder verlo. —lo sé y lo agradezco, pero está vez no. no tiene sentido.—

—¿por qué?— dijo el de cabellos negros, frunciendo el ceño. —¿crees que tania no te corresponde?—

—no es eso, paul. sé que ella y sophie tienen sentimientos por mí, pero el que yo...—

el rostro del mencionado no pudo evitar reflejar la sorpresa ante sus palabras, haciendo que su boca se abriera un poco antes de interrumpirlo. —¿qué? ¿cómo sabes eso?—

—faith me lo dijo por accidente.— confesó, apoyándose contra la pared de un costado de la ventana con los brazos cruzados sobre el pecho.

—¿y por qué nunca actuaste con tania entonces?—

dante cerró los ojos un segundo. sabía perfectamente lo extraño que todo estaba sonando en la cabeza de su asistente, podía ver en su cara como estaba intentando hallar un hilo conductor entre saber del interés de la chica y sentir lo mismo, pero no hacer nada al respecto. para paul resultaba algo tan obvio y lógico que no comprendía porque no lo había hecho; pero para él era distinto, muchísimo más complejo.

—justamente por lo que estaba tratando de decirte. no importa si le correspondía a ella o a soph; a ninguna puedo hacerla feliz y a ninguna puedo ofrecerle una relación y darles lo que se merecen.—

—¿qué estás diciendo?— dijo el contrario con suma extrañeza. —eres uno de los pocos buenos hombres que tiene nuestro género y eres una persona con un corazón maravilloso que merece ser amado. ¿te estás prohibiendo a ti mismo ser feliz?—

van de bossche se pasó las manos por el rostro. enfrentar sus ataduras nunca sería sencillo, no cuando estas seguían atormentándolo.

—paul, entiéndelo.— pidió abatido. —yo ya viví esto antes y ya sé cómo va a terminar. no quiero lastimar a tania o a sophie y tampoco quiero volver a salir lastimado. estoy maldito, ¡jamás podré ser un hombre normal!—

mccartney supo de donde provenían sus inquietudes e inseguridades entonces y guardó silencio un instante antes de volver a hablar con cautela. —¿a qué te refieres con que ya viviste esto antes? ¿cómo es eso que sabes cómo termina?—

el pálido bajó la cabeza un segundo, solo se lo había contado a faith y no sabía si le dolía más recordar lo que había pasado o a ella. cerró los ojos y mordió la punta de su lengua en un intento de contener las ganas de llorar para luego responder.

—lo intenté.— dijo y su amigo lo miró con confusión. —intenté tener esa vida, una relación, una novia hermosa, pero fue cuestión de tiempo para que todo se fuera a la mierda. no pude ser ser una persona normal para ella. no puedo serlo cuando hay cosas que todavía me duelen y que tal vez... lo hagan siempre.—

dante esperaba la mirada compasiva de paul, sus ojos tristes acompañados de una disculpa o algo similar; pero no lo que realmente le dijo.

—¿y no crees que tania pueda sanarte?—

el rubio lo observó fijamente, pero sin decir absolutamente nada. pensaba que tania era una chica maravillosa capaz de querer incondicionalmente, pero sentía que él era la traba de todo.

mccartney no perdió la oportunidad de llenar su silencio con un par de palabras que salieron de lo profundo de su corazón y que fueron verdaderamente acertadas.

—¿sabes? faith y roger nos enseñaron a todos nosotros que se puede amar sin importar cuántas desgracias nos hayan pasado. cuando pienso en ellos y luego miró a chiméne... deseo con toda mi alma que el tiempo y la vida me alcancen para amarla lo suficiente. no quiero que pase el tiempo y en algún momento piense en lo que pudo ser y no hice... no quiero que te arrepientas por no vivir lo que es el amor, dante.—

la expresión de van de bossche bastó para demostrar lo mucho que aquello había removido su interior, tocando todas esas cosas que tal vez había estado dejando pasar por sumergirse en los miedos del pasado.

sin embargo, habían demasiadas otras cosas que él consideraba más importantes y urgentes que su vida íntima, así que tragándose sus sentimientos, se giró hacia la ventana nuevamente, volviendo a darle la espalda a su compañero.

—llama a todos. tenemos que hablar.— dijo.

paul sonrió discretamente. sabía que había dado en el clavo.

su reacción le permitía caer en cuenta de que ambos podían leerse más que bien.

—sí, jefe.—

y aunque el tono de voz de paul fue suave y amable, no ocultaba un toque de preocupación por lo que venía. suponía que no habría de tratarse de nada demasiado sencillo y le atemorizaba un poco ponerse a pensar en las posibilidades que se presentarían tras las reuniones que su confidente había concretado.

tras salir de la habitación y del corredor, miró hacia la sala, pudiendo ver a su novia entrando con tania desde el jardín con las mejillas teñidas de rosa y aparentemente más tranquila. el trabajo en equipo con la morena le robó una pequeña sonrisa y a continuación, les hizo una seña con la mano para que pasaran al comedor mientras él iba por los demás.

las muchachas asintieron y acataron su petición a la vez que paul comenzaba a subir las escaleras para ir a la habitación de brian. y una vez afuera de esta, golpeó con delicadeza para llamar la atención de quienes estuvieran en el interior.

el rizado abrió la puerta con lentitud y con una evidente cara de frustración y tristeza, permitiéndole ver que dentro del cuarto estaba john tumbado en la cama mientras freddie y sophie intentaban hacerlo entrar en razón de salir de esas cuatro paredes.

mccartney no pudo evitar hacer una línea tensa con sus labios. podía ver como el guitarrista estaba conteniendo sus ganas de mandar todo a la mierda con deacon incluido mientras le gritaba que era un jodido egoísta. definitivamente no estaban siendo días fáciles para nadie, pero todos intentaban comprenderse entre sí, todos menos john, que a pesar de tener motivos para estar dolido e irritado, estaba actuando como un cretino con su entorno.

—dante los necesita.— dijo neutro. —me pidió reunirlos a todos.—

el bajista giró levemente la cabeza para mirarlo ante su claro énfasis en la última palabra y no alcanzó a volver a acomodarse en la almohada cuando el mayor volvió a hablar.

—eso te incluye, richard. así que más te vale bajar también.—

y dicho eso, paul giró sobre sus talones para marcharse de la habitación con rumbo al primer piso, siendo seguido por sophie y brian.

may no había dudado en ir tras él. no estaba nada de bien y por mucho que quisiera a john, también estaba al borde de un verdadero colapso y no solo porque su pareja no estaba considerándolo con el mismo interés y paciencia, sino también porque aún no procesaba el hecho de que había enterrado a faith y roger en una sola semana, que ella había sido abusada por el padre del rubio y que este lo había asesinado con sus propias manos; y por si fuera poco, él mismo había encontrado a taylor en el sótano sin vida.

de tan solo pensar en aquella cruel imagen, la piel se le erizaba y un horrible escalofrío le recorría la espalda. había sido el primero en entrar a aquel lugar que algún día había sido un hogar cálido y feliz y se ahora se había convertido en un hueco de recuerdos fríos y de un pasado al cual jamás podrían regresar; había sido el primero en verlo, en tomar su mano helada y romper a llorar por la pérdida de su amigo, de su hermano.

brian había sido quien lo había tomado entre sus brazos para sacarlo del sótano mientras tania llevaba al pequeño paulie entre lágrimas caóticas.

habían tenido que idear un plan aún en medio de sus corazones heridos para reportar la situación a la policía y así encargarse de todas las cosas del funeral. sophie había aguantado muchísimo para testificar que habían encontrado el cuerpo de roger a unas cuadras de la casa may y que probablemente, intentaba llegar allí cuando había tenido el fallo cardiaco. posteriormente, los demás debieron respaldar la versión.

los poli habían hecho el procedimiento necesario respecto a las declaraciones antes de permitirles enterrar a roger y paulie correctamente. el trámite fue lento y doloroso dadas las condiciones en las que había ocurrido todo. tenían razones de sobras para sentirse en un hoyo de miseria y dolor, pero también la misión de seguir juntos y ayudarse a sanar.

poco después de que todos se encontraran en el comedor, dante apareció cargando su carpeta nuevamente y con un semblante serio y ligeramente avergonzado por lo que había ocurrido entre él y la rizada que intentó no mirar antes de comenzar a hablar, deseando encontrar las palabras correctas para comunicar las novedades.

—atendí citas con la discografía y con el estudio. ambos equipos lamentan la situación y ofrecen un par de días de luto, pero también dicen que no pueden postergar más esto. necesitan una respuesta definitiva sobre la producción del álbum.—

mientras john permaneció en silencio y rígido en su asiento, freddie y brian se encogieron en sus hombros sin sentirse listos para esa conversación aún.

las chicas se miraron entre sí, coordinándose como las buenas amigas que eran. aunque apreciaban ser consideradas como parte de la familia, también pensaban que un poco de privacidad podía venirle bien a los tres para discutir qué harían al respecto; pero antes de que siquiera pudieran moverse un centímetro, van de bossche volvió a hablar, revelando la verdadera razón del porque le interesaba que todos estuvieran en conocimiento de lo que había discutido con el equipo productor y brindaran su opinión.

—el estudio ofrece buscar un baterista suplente.— soltó, poniendo la carpeta abierta sobre la mesa. —steweart copeland* es el mejor candidato: joven, enérgico y con experiencia. ha trabajado con varios grupos de rock desde hace unos años y...—

—¿estás diciendo que reemplacemos a roger?— interrumpió brian abruptamente y sin detenerse a mirar la ficha del músico.

el rubio cerró los ojos un segundo, tomando aire para responder adecuadamente ante su molestia y lo estupefactos que lucían los demás. desde que se lo habían propuesto a él, supo que sería una situación compleja de abordar.

—no, brian. solo estoy diciendo las opciones que la agencia me está dando. nadie podrá tomar el lugar de roger nunca, todos estamos de acuerdo, pero queen necesita un baterista si quiere seguir adelante y sacar un albúm.—

su voz había salido tan firme como amable en una extraña dualidad perfecta. dante podía hablar mil cosas con maestría y profesionalismo, a excepción de sus propios sentimientos.

—no puedo pensar en hacer esto sin roger. no sería lo mismo.— dijo may con evidente sensibilidad. —siempre soñamos hacer esto los cuatro juntos.—

nadie dijo nada ante sus palabras, accediendo a darles un momento para procesar otra de las muchas trabas que la vida se estaba encargando de ponerles. sin duda alguna era un desastre, un caos para ellos y para los que los rodaban y habían creído y alentado sus ilusiones.

queen nunca sería lo mismo sin uno de ellos, queen eran los cuatro y siempre lo serían, pero las partes que quedaban tenían la oportunidad de mantener vivo el legado.

o eso pensaban hasta que las palabras de john salieron a la luz como una triste y dolorosa puñalada que fue a parar directamente a sus corazones.

—yo ya no quiero hacer esto.—

—¿qué?— preguntó paul, sintiéndose completamente descolocado.

la cara de freddie estaba a punto de caer al piso y las molestias y decepción de brian comenzaban a hacerse cada vez más insoportables de contener en su pecho.

—estoy fuera. dejo queen.—

su decisión marcó un silencio en la conversación, un antes y después que nadie parecía estar siendo capaz de entender. casi no parecía real.

—john...— balbuceó chiméne, atreviéndose a hablar aún si sentía que no le correspondía del todo. —¿por qué no... lo piensas mejor?—

todo estaba cayéndose a pedazos y ya nadie tenía las fuerzas necesarias para impedirlo, menos con la constante negación de deacon.

—nada de esto tiene sentido para mí ahora.— confesó, haciendo doler algo en el interior de todos los que lo acompañaban antes de ponerse en pie para mirar a dante. —puedes decirle al estudio que busquen un bajista también.—

acto seguido, desapareció del comedor, dejando al rubio sin palabras y con un profundo desconcierto y tristeza. ni siquiera lo había intentado y eso que podía haberse tomado un par de días o hablarlo con freddie y brian, pero no, no le estaba importando nada ni nadie a su alrededor y si bien tenía motivos para estar afectado en muchos aspectos, no lograba explicarse cómo el muchacho dulce y tierno que había ayudado a crecer, se estaba comportando como un completo desconocido indolente y mezquino.

para ese momento, mercury ya tenía los ojos llenos de lágrimas tanto por el dolor que sentía al perder a sus amigos lentamente como por el montón de sueños que cada vez se alejaban más de sus manos, rompiéndolo por dentro.

—supongo que solo quedamos tú y yo.— musitó a brian.

may bajó la vista a sus dedos largos y jugueteó con ellos. ¿podía hacerlo sin roger? no era como que la participación de john o freddie no le importaran, pero su vínculo con el ojiazul siempre había sido distinto, más unido, más dependiente y pensar en un mundo sin su compañero solo lo deprimía profundamente.

—no puedo hacer esto, freddie.— admitió quebrado y robándole un sollozo al pelinegro. —lo siento.—

lo siguiente que se escuchó fueron los llantos de ambos por varios minutos. les solía desligarse de queen, de su música, de sus oportunidades y metas... les dolía perderse así mismos.

—perdón.— dijo freddie al cabo de un rato, volviendo a incorporarse. —desde que era un niño soñé con ser un brillante compositor y desde que formamos la banda... queen es mi vida, la magia que me hizo sentir que nací para el escenario y no para ser un triste y aburrido diseñador gráfico...—

paul se acercó a él, poniendo su mano en su hombro en señal de apoyo. estaba claro que el persa tardaría mucho en superar queen y en resignarse. mccartney creía en sus palabras, en que su verdadero destino era entregar su voz a multitudes, pero ver esa vida resultaba casi imposible ante la horrible realidad.

casi, porque dante sembró la última esperanza para el legado de queen, aquella que volvería a darle un sentido a la existencia de freddie.

—podemos presentarte como solista.—

mercury no pudo evitar mirarlo con los ojos teñidos de ilusión, haciendo a las chicas sonreír ligeramente. amaba la música por encima de cualquier cosa, era su razón de ser y sus bonitos orbes llenos de brillo lo estaban demostrando a cabalidad, pero como de costumbre, el persa no podía hacer algo sin pensar primero en alguien más que no fuera él.

—¿estoy siendo egoísta?— le preguntó a brian en un sollozo.

el guitarrista se inclinó a tomar sus manos y sonrió con el rostro más humedecido que nunca. —ve por ello, fred.—

nadie lo merecía más que él y nadie lo apoyaría más que brian. las sonrisas que se brindaron en ese momento de intensas emociones, corroboraron que siempre serían amigos y que siempre estarían orgullosos el uno del otro.

lo que siguió a ello fueron un par de días intensos en los que dante y mercury hicieron todo lo necesario para poner en marcha la nueva decisión tomada, cosa que al tenor le vino muy bien para evadir enfrentar sus sentimientos y a tania. pero mientras ellos se mantenían ocupados en un futuro algo prometedor, para otros el escenario seguía complicándose.

por un lado estuvo un corazón partido, específicamente el de sophie ya que en honor a su amistad, paul no había podido quedarse sin decirle nada acerca de la rizada y van de bossche. ella lo había comprendido bien y se alegró por ambos sinceramente, pero eso no impidió que la situación no le doliera y se le escaparan algunas lágrimas al enterarse. su enamoramiento por el rubio también era genuino, más esperaba que todo fuera cuestión de tiempo para superarlo adecuadamente y sin intervenir en el camino de su amiga.

por otra parte mccartney no progresaba demasiado en superar la situación de roger y más aún, la de faith. la culpa lo trastornaba aún si no dijera que la estaba sintiendo y chiméne no encontraba forma de hacerle entender que no había sido su responsabilidad y le dolía, pero lo que más le dolía, era no ver el brillo de sus ojos hazel, dejando estos opacos y tristes.

por último, la relación de brian y john estaba pudriéndose de forma agonizante hasta que un día, simplemente no dio para más.

el momento fue en plena tarde, las cinco en punto y las manecillas del reloj de la sala parecieron no dar segundos, sino que el temporizador de una bomba que explotó con may apareciendo por las escaleras furioso y con el castaño siguiéndole los pasos casi de la misma manera mientras capturaban toda atención a su alrededor.

—¡brian!—

—no, john.— cortó el rizado, girándose a apuntarlo con el dedo. —yo no merezco esto. ninguno de nosotros lo merece.—

freddie y chiméne se miraron entre sí al igual que tania y paul. no era la primera vez que los escuchaban tener un altercado recientemente, pero aquel parecía ser bastante diferente por la actitud rabiosa y dolida del guitarrista.

—¿qué está pasando?— se aventuró a preguntar dante con nervios.

—díselo, deaky. diles lo que estás planeando.— desafió brian al menor. —y lo diles lo miserable que estás siendo.—

los presentes se asombraron ante las palabras del más alto, poco acostumbrados a su comportamiento y lenguaje, más aún tratándose de referirse a john, pero tan pronto como esté habló, todos cayeron en cuenta del porqué.

—me voy.—

justo cuando pensaban que la situación no podía ponerse peor, el bajista tomaba otra decisión radical que volvía a quebrarlos y que sería más que decisiva para todo el grupo.

—¿qué?— dijo tania incrédula.

—me largo de aquí.— soltó deacon con la voz ronca. —usaré unos de los pasajes que dante le regaló a faith para su cumpleaños.... no puedo seguir quedándome aquí.—

paul se quedó quieto, sintiendo algo extraño en su interior mientras la compañía intentaba procesar la noticia lo más rápido posible, aunque el único que respondió a ello fue may y con otro ataque.

—¿crees que faith era la única que te amaba aquí?— cuestionó, comenzando a darle empujones en el pecho. —¿crees que tú eres el único que la amaba a ella? ¿él único al que le afectó lo que le pasó? tu tienes su sangre, pero todos aquí éramos su familia y la de roger, ¡maldito egoísta!—

—¡brian, calmate!— exclamó sophie, interponiéndose entre él y el de apellido deacon antes de que volviera a tocarlo. estaba demasiado irritado y el contrario estaba demasiado indiferente, tanto así que ninguno de los dos parecía haberse dado cuenta de que un empujón más y uno de ellos acabaría tumbado en el piso.

—estás siendo una basura, john.— escupió el rizado, pero en poco su voz se volvió quebrada. —dejar queen te lo perdono, pero dejarnos a nosotros, dejarme a mi... no.—

el castaño no dijo nada, ni siquiera lo miraba. parecía ser otro.

—deaky.— suplicó freddie. —sin importar lo que esté diciendo ahora, brian te adora. te ama tanto que pensar en estar lejos de ti puede volverlo loco, pero estoy seguro de que sabra disculparse... por favor, no le hagas esto.—

que mercury fuera quien lo dijera no solo demostraba una opinión grupal, sino también su enorme corazón.

pero en el momento que john lo miró con sus bonitos ojos más apagados que nunca y todos a su alrededor pudieron ver su semblante, supieron que no habría vuelta atrás. estaba desolado y no podía soportarlo más.

—lo siento, freddie.— fue todo lo que dijo, antes de volver escaleras arriba a pasos lentos.

—¡john, por favor!— pidió chiméne con algo de desesperación, pero siendo completamente ignorada por el mencionado.

el llanto no tardó mucho en invadir a brian, haciendo que mercury, sophie y dante lo llevaran a la habitación de invitados para tranquilizarlo, hablar con él y brindarle todo el apoyo posible.

los cuatro desaparecieron por el pasillo, dejando a paul con su novia y su otra amiga en la sala. el muchacho se sentó en el sofá con aire pensativo y aún en silencio, porque a diferencia de todos los demás, no había sido capaz de mencionar una sola palabra y la razón estaba en que el reciente incidente había removido muchísimo en él.

—tal vez deaky no estaba equivocado.— susurró. —tal vez todos deberíamos largarnos de esta maldita ciudad.—

su comentario sacó de órbita a sus dos acompañantes, haciendo que ambas lo miraran atónitas.

—no hablas enserio.— dijo chiméne.

—¿por qué no?— respondió el de ojos hazel, colapsando. —¿qué nos queda aquí? ¿encerrarnos en esta casa a llorar por ellos? ¿recorrer la ciudad y recordar lo que les pasó?—

para las chicas, su postura era entendible hasta cierto punto. era cierto que todo lo que había pasado los dejaría marcados para siempre, pero abandonarse entre ellos mismos les parecía aún más malo.

—marcharse no cambiará nada.— mencionó una de ellas con neutralidad.

—¿estás segura de eso, tania? ¿podrás vivir en paz en los mismos lugares donde ellos dejaron su huella?— le dijo y seguidamente se refirió tanto a ella como a su amada. —¿acaso podrán volver a ir al teatro o al centro de rehabilitación como si nada? ¿podrán regresar al spa o al sótano?—

ninguna de las dos le respondió. había tocado materia más que sensible, les estaba dando en lo profundo de sus corazones y ya ni siquiera sabían cómo sentirse ante el millón de emociones que día a día tenían que enfrentar y que cada vez se volvía aún más complejo de afrontar.

chiméne abrió la boca para decir algo, pero justo en el momento que fue a hablar, nos golpecitos en la puerta cortaron sus intenciones y transformaron estas en acercarse a la entrada para atender. tras abrir, pudieron visualizar a dos hombres de traje con un par de folios en las manos.

—¿buenas tardes?— saludó la morena con inseguridad sobre quienes podrían ser o querer.

—buenas tardes.— correspondió uno de ellos. —¿familiares de faith deacon?—

paul se levantó del sofá casi de inmediato, temeroso de que se tratara de otra tragedia que soportar.

—sí.— corroboró la chica algo inquieta. —¿qué sucede?—

—somos de la editorial central de londres y quisiéramos presentarles nuestro más sentido pésame por ella. lamentamos mucho lo que sucedió.— habló uno de ellos.

—¿cómo lo saben?— preguntó tania.

—la noticia apareció en el periódico durante días.— contestó él mismo que ya había hablado. —pero ciertamente no hemos venido solo por darles nuestras condolencias.—

su compañero no tardó en extender su mano hacia chiméne, entregando el grueso sobre de color café. ella tomó el folio con algo de confusión, dudas que comenzaron a disiparse al escucharlo hablar.

—este es el borrador original que faith entregó a la editorial. no necesitó correcciones.—

—y estos son los documentos.— complementó el otro, entregándole a la morena el sobre restante. —el certificado de aprobación para publicar el libro y los derechos del autor que en ese caso, pasan a la familia y son quienes deben firmar para hacer efectivo y legal todo el proceso.—

paul, chiméne y tania se sintieron de lo peor. no podían creen que ese momento estuviera pasando justo después de que ella ya no estaba para vivirlo. sus poesías finalmente tenían la oportunidad de conocer el mundo y obtener el reconocimiento que merecían, pero solo después de su muerte, haciendo un feo y extraño paralelismo a la situación de queen.

las jovencitas no pudieron evitar recordar con tristeza y dolor los momentos que habían pasado con ella, ayudándole a seleccionar sus mejores escritos y convenciéndola de que iban a publicarla y sería el inicio de volver realidad su sueño. la habían visto crecer, escribir día y noche por roger y por pasión y no les parecía ni medianamente justo todo lo que ambos habían tenido que vivir en sus últimos días.

y había algo que los estremecía un poco más porque tanto ellas como mccartney sabían que los derechos y la decisión final, estarían en manos de john.

—gracias.— dijo finalmente chiméne, intentando mantener la voz firme. —¿creen que podamos tener unos días para pensarlo?—

ellos no necesitaban pensarlo demasiado, más no podían adivinar las reacciones de deacon ahora que parecía otra persona.

—claro.— accedió el más alto de los de traje. —podemos regresar en una semana. faith apuntó esta dirección ante cualquier notificación.—

los tres asintieron y tras un último cruce de palabras los dos hombres se marcharon, dejándolos solos y con el corazón en la mano.

—faith merece ser publicada, pero esto es una estrategia.— dijo paul con la voz ronca. —si su muerte cubrió el periódico por días, el libro lo haría aún más. ¿por qué no lo aprobaron antes si ella presentó el borrador hace más de un mes?—

—tienes razón.— comentó tania, dejándose caer en el sofá. —es una sucia estrategia.—

chiméne tragó duro y se encogió en sus hombros ligeramente. le dolía la situación y sentía que le dolería aún más lo que vendría a continuación.

—le daré esto a john.— musitó, empezando a dar pasos hacia la escalera.

a medio camino, su novio la detuvo en un impulso por terminar de hablar lo que antes comentaban. le quitó los sobres y se los tendió a tania con ojos suplicantes, quien tras un pequeño suspiro, se levantó de su asiento y cogió los documentos antes de desaparecer para ir con el bajista. podía adivinar la conversación que paul quería abordar y solo deseaba que las cosas se dieran bien para ambos.

la morena apartó su vista de su pareja, lejos de sentirse lista para debatir el tema cuando sabía perfectamente que él lo plantearía nuevamente.

—chim.— llamó el mayor. —aún si tratamos de entenderlo, ninguno de nosotras está de acuerdo con cómo está actuando john, pero... tiene razón en una cosa y es que quedarse aquí en londres, no nos va a ayudar en lo más mínimo a que todo deje de doler.—

—¿crees que marcharse es la solución?— susurró ella. —el dolor que todos nosotros sentimos no está atado a esta casa o a la ciudad, está atado a nuestros corazones. pase lo que pase o estemos donde estemos, faith y roger siempre serán parte de nosotros y tal vez siempre duela recordarlos.—

—no puedes negarme que es aún más difícil estando todos los días en los lugares donde estuvieron, donde los vimos ser felices y compartimos con ellos.— dijo él con la amenaza de romper a llorar prontamente. —no puedo ir al teatro con dante y maira sin pensar en todo lo que vivimos allí cuando veíamos a queen crecer, ensayar y tocar. maldita sea, hasta dormimos ahí. y no tengo que hablar del sótano o de lo horrible que se sentirá salir de la ciudad en auto y pasar por el puente porque tu lo sabes tan bien como yo.—

para cuando paul terminó, los orbes de su fiel compañera se ya habían cristalizado al igual que los suyos y delataban lo mucho que efectivamente conocía lo que él estaba sintiendo.

el silencio los acompañó durante unos instantes previos a lo que último que dijo mccartney, aquello que finalmente se transformó las decisiones cruciales y determinantes para todo el grupo que john había sembrado minutos atrás.

—no puedo seguir así, chiméne.— dijo . —y quizá estoy siendo egoísta, pero quiero hacer esto contigo.—

──────── ✧ ────────

con el pasar de los siguientes tres días una sola cosa fue cierta: estaban en el final de una era.

freddie y dante se marcharían en menos de una semana a ridge farm para la producción del álbum y el rubio seguía sin cruzar palabra con tania y viceversa.

john tenía su maleta lista y brian ya ni siquiera lo miraba.

paul había dejado oficialmente su puesto de asistente, dejando a van de bossche un poco a la deriva y tenía su relación colgando de un hilo.

sophie sentía que respiraba tensión y sufrimiento al ver las horas pasar sin ninguna novedad y con una cuenta regresiva para separarse en los peores términos. suspiró e hizo una seña para sus dos amigas para que fueran con ella a la habitación de invitados, dejando a mccartney con una ceja alzada de curiosidad y a dante inmóvil en un rincón.

la de cabello negro invitó a sus compañeras a sentarse en la cama y cerró la puerta. agradeció mentalmente que ambas la hubieran seguido sin preguntar nada y deseo que toda la conversación que se aventuraría a tener, saliera bien.

—todas las cosas a nuestro alrededor se complicaron fatal y no es un secreto para nadie, pero ustedes están en el medio de otra tormenta que no tiene que ver directamente con lo que lo que pasó, sino que tiene que ver con sus propios sentimientos.—

silencio. ninguna de las dos jovencitas dijo nada de inmediato porque no tenían nada que argumentar. todo era totalmente cierto.

sophie avanzó hasta ponerse de cuclillas frente a ambas, precisamente en medio y tomó una mano de cada una.

—chiméne.— llamó primero. —entiendo que creas que paul está equivocado y que irse de londres no lo hará superar ni a roger ni a faith. yo tampoco estoy completamente de acuerdo con lo que él y john planean hacer, pero creo que las cosas pasan por algo y sí el destino, la vida, dios o quien sea está preparando esto para todos nosotros, alguna razón habrá. tal vez no podemos comprender ahora y lo haremos en muchos años más, o tal vez solo sea un error del destino del que ellos y nosotras recapacitaremos más adelante, no lo sé. pero lo que sí sé es que lo único que podemos hacer es amarlos y apoyarlos siempre.—

la morena lloró en silencio, apretando la mano de su amiga, dejando salir de su ahogado pecho lo que había estado conteniendo.

—yo siempre voy a amar a paul y a john, aún si es de maneras distintas. los quiero demasiado y daría mi vida por estar al lado de ellos, de ustedes y los demás siempre, pero...—

tania puso su mano sobre su hombro al verla ahogarse en lágrimas y terminó por ella el resto de su frase. —¿pero ya no podrás estar estar con todos a la vez y te duele el solo pensar en tener que elegir?—

chiméne asintió sin dejar de soltar pequeños sollozos tristes. —no quiero dejar a paul, pero tampoco quiero dejarlas a ustedes o a mi familia...—

—nosotras siempre seremos amigas así como tu familia siempre serán parte de ti.— dijo sophie. —y tu a diferencia de paul, sabes que los sentimientos no van a cambiar aunque estés a miles de kilómetros de aquí. y no digo que no tenga razón al pensar que vivir en una ciudad donde perdimos a las personas que más amábamos va a doler un infierno, pero tu no quieres desligarte de esto como él o como john; tu quieres seguir llevándonos en tu corazón a nosotras, a tu familia, a brian, fred y dante e incluso, a faith y roger.—

—tiene razón, chim.— apoyó la de rizos a su lado. —nunca dejarías a nadie atrás.—

—¿sabes?— siguió la más bajita. —los años le han dado a paul muchas inseguridades, pero también le han dado la certeza de saber que tu eres el amor de su vida. ¿acaso tú no tienes la misma sensación? ¿o es que prefieres quedarte aquí con un corazón partido y estudiando algo que no te gusta en lugar de irte lejos con tu hombre a probar fortuna y vivir un sueño? paul nunca ha sido egoísta, porque aún si está sumido en el dolor, para él, siempre han sido los dos, por eso quiere hacer esto contigo.—

chiméne cerró los ojos un momento, procesando todos los consejos y las oportunidades que la vida le estaba dando aún en el peor de los escenarios y sintiéndose más que agradecida de tener a sus amigas a su lado siempre.

—¿entonces este el momento de mi vida en el que escapo de la realidad y vivo un romance de esos de los libros que tania siempre lee?— bromeó lloricosa.

las dos chicas sonrieron. esa era la verdadera chiméne.

—sí, preciosa.— dijo la rizada. —ahora es cuando eres la protagonista que está dispuesta a todo su amado.—

la morena carcajeo. los colores parecían volverle al rostro y el brillo a los ojos mientras se apoyaba en el hombro de su confidente.

cuando las risas cesaron, sophie retomó la conversación, pero dirigiéndose a la otra muchacha esta vez.

—¿y tu, tania? ¿acaso no quieres vivir también un romance de ensueño con dante?—

la mencionada ladeo la cabeza algo apenada. —saben bien que ha estado evitándome.—

—¿y eso qué?— alentó sophie. —ve y enfréntalo tu, dile la verdad y aclaren las cosas de una vez. ve y amalo con honestidad, con cariño y con paciencia. eres una mujer increíble, una que lo ha conquistado y si ya estás en su corazón, tú eres la única que tiene la oportunidad de sanarlo y hacerlo feliz.—

la femenina sintió su rostro comenzar a llenarse de calor y su cuerpo de nervios. nunca había hecho una declaración amorosa y tal vez por eso le encantaba tanto leerlas.

—pierde el miedo.— suplicó su amiga. —porque amar vale la pena.—

tania apretó su mano y asintió. iba hacerlo aún si no se sentía preparada para ello. iba hacerlo porque quería a dante, porque él la quería a ella y porque ambos se merecían.

—somos el legado de faith y roger y la mejor manera de mantenerlos siempre con nosotras es vivir por ellos.— concluyó sophie con una sonrisa esperanzadora.

cuanta razón tenía. sin saberlo, su consejo culminaba de una manera muy similar al que mccartney le había dado a van de bossche porque no solo compartían el sentido del humor, sino también el deseo de apoyar siempre. por algo también, eran mejores amigo y siempre iban a serlo, aún si kilómetros los separaban.

—¿qué hay de ti?— preguntó chiméne a la muchacha que se había encargado de hacerla entrar en razón junto a tania. —si yo me voy me paul... sabes que podrías venir con nosotros.—

—¿y ser la tercera rueda en la moto? no, gracias.— bromeo ligera antes de volver a hablar en serio. —terminaré de estudiar y además... alguien debe quedarse para cuidar a brian.—

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las cosas parecieron mejorar después de la plática de las chicas.

por un lado, chiméne había aceptado la propuesta de paul y tras mucho discutir, acordaron irse a sydney por idioma y oportunidades de trabajo y estudios.

por otro, tania y dante finalmente habían hablado de buena manera acerca de sus sentimientos y la vida les sonrió para permitirles transformarse en una linda y tierna pareja dando pasitos de bebé o tal vez algo más ya que la rizada partiría con él y freddie a ridge darm tras haber tomado el puesto de mccartney como asistente del tenor bajo una propuesta supuestamente laboral por parte de este, aunque en realidad no fue más que una excusa para que no tuvieran que separarse justo cuando habían comenzado con su romance.

la muchachita se había presentado en la boutique en la que trabajaba para presentar su renuncia oficialmente después de días de no asistir a la tienda por todo lo que había ocurrido. no sabía demasiado de representaciones, solo lo que había aprendido ayudando a paul ocasionalmente, pero estaba dispuesta a empaparse de todo el conocimiento necesario porque a pesar de estar en medio de un luto reciente, tanto ella como dante se permitieron sentirse el uno al otro y dejar que sus rostros volvieran a iluminarse y sonrojarse.

—puedo comprarte un pasaje de ida, pero no uno de regreso.— había dicho el rubio.

—¿por qué?—

—porque quiero que te quedes conmigo para siempre.—

su respuesta conmovió el corazón de tania, haciéndola mirarlo un segundo mientras intentaba convencerse así misma todo lo que estaba pasando era real, que verdaderamente estaba sujetándola por las caderas mientras le sonreía y hablaba con amor y que verdaderamente podía besarlo cada vez que lo hacía.

—muy bonitas palabras, señor van de bossche.— sonrió la chica tras haberle dado un pico en los labios. —pero a ridge farm se llega en auto. no necesitamos boletos ni de ida ni de regreso.—

—oh.— dijo dante con una expresión un tanto cómica. estaba tan sumido en el momento y en ella que había olvidado eso.

tania rió alegremente y atrayéndolo por la nuca, volvió a unir sus bocas en un beso que cerró el pacto.

poco a poco comenzaban a crear memorias y sentimientos que se volverían más fuertes, pero lamentablemente, no podían trasmitirle la felicidad que compartían a brian.

may estaba destrozado y motivos tenía se sobra, y aún si apoyaba a sus amigos y se alegraba por todos, no podía sentirse pleno. había perdido varias de las cosas y personas que le daban un sentido a su existencia y cuando miró las maletas en la sala de su casa, supo que perderían aún más.

el mundo pasaba a su alrededor casi en cámara lenta, viendo como el hogar que había estado repleto de amor comenzaba a volverse una simple casa fría y vacía igual que él por dentro.

el padre de chiméne estaba a punto de llegar por ella, paul y john para llevarlos al aeropuerto y las llaves del auto de mccartney estaban sobre la mesa de centro para que dante las tomara en pocos minutos también ya que saldría junto a freddie y tania hacia la granja.

ellos se marchaban y brian sentía su mundo desmoronarse.

en poco, todos aparecieron por las escaleras y el pasillo, listos para decirse adiós por la hora a la que debían emprender viaje, pero no listos emocionalmente.

las primeras en abrazarse fueron las muchachas, apretándose entre sí y soltando algunas lágrimas silenciosas. se dijeron lo mucho que se extrañarían y la falta que se harían, aunque sabían que volverían a verse y que siempre seguirían en contacto siendo así de unidas.

en lo profundo de sus corazones, a chiméne y tania les quedó bastante intranquilidad por brian pues el muchacho no lucía nada de bien y el abrazo que les dio en despedida fue con una necesidad y tristeza imposible de no sentir. sabían que sophie estaría al pendiente de él, pero aún así se preocupaban también.

siguieron paul y dante, abrazándose con una fuerza y hermandad que dejó ver que tampoco se olvidarían el uno del otro. el par tenía un vínculo muy especial que tampoco se deshacería fácilmente.

y freddie fue quien dio las despedidas más emocionales ya que no había podido evitar romperse en sollozos.

por último, estuvo john, quien dijo adiós a sus amigas con cariño y sinceridad, deteniéndose un minuto con ellas.

—tengan. los derechos están firmados.— dijo sacando los sobres cafés de la editorial del bolso que colgaba de su hombro —faith confiaba en ustedes a ojos cerrados y ustedes conocían su pasión por esto mejor que nadie. hagan lo que crean correcto, ya sea publicarlo, guárdalo, llevarlo a otra editorial, lo que sea. creo en su decisión será perfecta y que el legado de mi hermana está en mejores manos que las mías.—

el trío de femeninas no escondió sus sensibles sonrisas ante la consideración. sentían que acababan de confiarles un tesoro de una manera muy bonita y adecuada, ya que nada de lo que había dicho el castaño, era mentira. habían sido testigos del trabajo de faith, sus cómplices y si alguien habría de mantener viva su escritura, eran ellas.

—gracias, deaky.— dijo tania.

el aludido asintió con la cabeza y se apartó para dejarlas cuchichear al respecto y despedirse de los demás, deseando en sus adentros que algún día todos pudieran perdonarlo por alejarse, cosa que incluía especialmente a brian.

—¿me odias?— preguntó con los ojos brillantes de lágrimas cuando estuvo frente a él.

—te amo demasiado para hacerlo.— admitió el de rizos con la voz temblorosa.

john sonrió con debilidad y sin pensarlo, se acercó a besar su mejilla antes de susurrar: —gracias.—

brian amaba a john más de lo que john amaba a brian.

un claxon sonó dos veces desde el exterior, siendo esa la señal para que deacon se pusiera en marcha junto a paul y chiméne y los demás lo imitarán tras que dante tomará el manojo de llaves.

la pareja se metió en el auto del padre de la chica junto al ex bajista, a la vez que los otros tres lo hacían en el otro carro y brian y sophie los miraban emprender camino desde la entrada de la casa con pesar. la de cabellos negros sostenía los sobres contra su pecho con una mano, (ya que había acordado con las otras dos jovenes que los guardaría hasta que pudieran decidir que hacer con más tiempo y calma); y con el brazo libre, rodeaba la espalda del rizado, formando una especie de abrazo.

el escenario triste y algo solitario, también se volvió largo y duradero. los días comenzaron a pasar y ni la muchacha ni el rizado se acostumbran fácilmente a la ausencia de aquellos con los que tanto habían compartido. las tardes de té dejaron de ser lo mismo y ya no había interés por oír chismes.

así mismo, las semanas comenzaron a pasar casi sin que se dieran cuenta. las llamadas remotas de sus amigos les transmitían algo de felicidad aún si eran a más de media noche pues les permitían mantenerse en contacto sobre sus actividades.

freddie pasaba todo el día escribiendo y grabando canciones junto a dante y tania.

chiméne y paul habían encontrado un pequeño piso en sydney donde hospedarse hasta encontrar trabajo y habían adoptado un gato que los ayudaba con el problema de las arañas, jugando a cazarlas y comiéndoselas.

may retomó su antiguo trabajo de tutor de universidad para mantener la mente ocupada y por las tardes ayudaba a la de cabellos negros a estudiar también cuando ni hayden ni maira los visitaban para saber como estaban.

del único que no habían noticias eran de john, no más que había cogido un vuelo a francia y se alojaría unos días en una residencia de turistas. y aunque les sentaba mal su lejanía, finalmente todos decidieron despertar su decisión y privacidad.

inevitablemente, todos se extrañaban y deseaban que todo volviera a ser como antes de perder a faith y roger... porque después de que ellos se marcharon, llevándose los colores con los que teñían sus días de alegrías y vida, se sintieron sumidos en un horrible gris detrás del arcoíris.

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* stewart copeland: músico reconocido por ser el baterista de the police, que antes de pertenecer a la banda, tocó para varios otros grupos de rock de la época. 

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