₊˚ˑ༄ؘ ┊ CHAPTER ELEVEN °•*⁀➷
❝distraction❞

CORI TARAREABA PARA SÍ MISMA MIENTRAS ESTABA SENTADA ENTRE BELLA Y JACOB EN LA CAMIONETA DE LA PRIMERA, estaba tocando los botones de la radio tratando de encontrar una estación de radio decente para llenar la cabina por lo demás silenciosa. Sonrió cuando Before He Cheats de Carrie Underwood tarareó suavemente desde los altavoces, pero antes de que pudiera alcanzar la perilla del volumen, Bella le dio un golpe en la mano, recibiendo una mirada irritada de la chica más joven.

—¿Por qué odias la música?— preguntó Cori, con las cejas fruncidas, los ojos entrecerrados y los labios ligeramente fruncidos.

—No odio la música.— Bella se encogió de hombros, estirándose para apagar la radio por completo.

—Mentirosa.— Resopló mientras se hundía en el medio del asiento. Jacob se rió entre dientes de las dos, habían estado discutiendo la mayor parte del día y se sorprendió cuando Cori pidió unirse a ellos. Principalmente porque solía tener planes con sus otras amigas o estaba en el trabajo, pero le dijo que quería pasar un tiempo con su hermana ahora que había salido de su depresión.

—Ustedes son entretenidas.— Reflexionó, moviéndose un poco más cerca de la puerta para no aplastar a Cori. —Me alegro de que hayas podido venir, Pedacito, no te he visto mucho últimamente.

—¿Qué quieres decir? Estoy en tu casa todo el tiempo. Tu hermana es una de mis mejores amigas y me quedo a dormir muy a menudo.

—Sí, pero supongo que siempre estás en su habitación, hablando de chicos.

—No es así. Ella suele ayudarme con mi tarea, luego comemos comida chatarra y vemos películas. Apenas hay conversaciones de chicos.

—Claro.— Murmuro, completamente poco convencido.

—¿Ese es Sam Uley?— preguntó Bella, interrumpiéndolos mientras señalaba a través del parabrisas hacia el grupo de chicos sin camisa que estaban parados en el acantilado y Cori sonrió un poco cuando los vio.

—Sí.— Jacob asintió, su tono no estaba impresionado y tal vez incluso un poco amargado. —Él y su secta.

—No son una secta.— Cori resopló, entrecerró los ojos hacia el chico antes de mirarlos nuevamente.

—¿Es ese Paul?— preguntó Bella, con los ojos muy abiertos mientras los miraba a ellos y luego a Cori por un momento, y se dio la vuelta justo a tiempo para ver a Paul y Jared empujando a un chico más pequeño por el borde. —Oh, Dios mío.— Rápidamente se detuvo y saltó. —¿Viste eso?— preguntó, sorprendida y un poco asustada mientras corría por la calle.

Cori se movió por el asiento, inclinándose por la ventanilla del lado del conductor mientras Jacob salía y rodeaba el maletero. —En realidad no están peleando, Bella. Están saltando desde el acantilado.

—Sí, es aterrador, pero algo divertido. De una manera en la que el corazón se me cae al estómago.— Añadió Cori, pero sus ojos estaban puestos en los chicos mientras Jared saltaba.

—Creo que quiere decir que es una emoción total.— Jacob le dirigió una mirada burlona a Cori y ella puso los ojos en blanco.

—¿Una emoción?— preguntó la otra chica, mirando a los chicos de nuevo mientras Paul se acercaba al borde, el chico incluso levantó el brazo en un gesto de saludo, que Cori devolvió mientras una amplia sonrisa se extendía por su rostro.

—Es un tonto.— Murmuró para sí misma mientras lo veía saltar, festejando todo el camino hacia abajo.

—La mayoría de nosotros saltamos desde abajo. Dejamos el alarde a Sam y sus discípulos.— Continuó casi con amargura. Casi siempre sonaba amargado cuando mencionaban a Paul o Jared, o a cualquiera de los chicos en realidad.

—¿Tienes algún problema con ellos o algo así?— preguntó Bella mientras cruzaba la calle nuevamente, acercándose al chico que se apoyaba contra su camioneta.

—No lo sé.— Se encogió de hombros.

—Quiere decir que sí.— Murmuró Cori mientras se movía para sentarse detrás del volante y luego sacó su teléfono. Una sonrisa se dibujó en sus labios cuando vio que Carter había enviado un mensaje de texto y rápidamente lo abrió.

CARTER
Estoy aburrido

CORI
¿Qué se supone que deba
hacer al respecto?

CARTER
Hacer que no me aburra
Podrías venir y podríamos ver películas
Y por ver películas me refiero a besarnos
O realmente podemos ver películas. Simplemente no quiero estar solo con
mis padres

CORI
Puedo pedirle a Bella que me deje en la
playa y podemos encontrarnos allí

CARTER
Estaré allí en quince minutos

Ella se rió mirando su teléfono antes de enviarle una carita feliz y guardarlo en su bolsillo justo cuando las puertas se abrieron, y sonrió mientras miraba a su hermana.

—¿Qué?

—¿Puedes dejarme en la playa?

—Uh, seguro.— Bella asintió mientras subía a la camioneta.

—¿Nos estás dejando plantados?— preguntó Jacob, con un leve puchero en sus labios.

—Lo siento, surgió algo importante.— Ella le dio una palmadita en el hombro y él suspiró, asintiendo un poco con la cabeza. —Pero podemos pasar el rato más tarde. ¿Quizás ir al cine? ¿O otra cosa? No soy exigente.

Él puso los ojos en blanco juguetonamente, pero una sonrisa se dibujó en sus labios. —Sí.— Él asintió con la cabeza y ella tarareó felizmente mientras se inclinaba, apoyando la cabeza en su hombro, obteniendo una risa silenciosa de Bella.

[...]

Carter suspiró un poco cuando vio a Cori sentada en la playa, con el pelo ondeando en la brisa fría mientras se ajustaba el abrigo. Respiró profundamente y comenzó a caminar por la playa hacia ella, con las gafas de sol apoyadas en su rostro a pesar de que no hacía mucho sol. Le temblaban un poco las manos cuando se acercó a ella, no estaba nervioso ni nada, simplemente no había asimilado lo que había sucedido con sus padres ese mismo día.

Y él sabía que ella le preguntaría. Ella siempre se daba cuenta cuando él estaba un poco fuera de sí y le preguntaba, queriendo asegurarse de que estaba bien. Y esta vez, no estaba bien.

Ella se giró un poco, con una sonrisa en los labios mientras lo miraba. —Hola.

—Hola, Peanut.— Él sonrió, pero la de ella vaciló ante su tono.

—¿Qué pasa?— preguntó mientras él se hundía en la arena junto a ella y dejaba escapar un suspiro, con la cabeza colgando hacia adelante y el cabello cayendo sobre su frente. —¿Carter?— ella le dio un codazo y la preocupación en su voz hizo que las lágrimas se acumularan detrás de sus ojos.

—Estoy bien.— Murmuró mientras se inclinaba hacia ella, con la cabeza sobre su hombro. —Estoy bien.— Era más como si estuviera tratando de convencerse a sí mismo.

—Oye, háblame, por favor.— Movió un poco el hombro. —Me estás asustando.

—Mis padres convocaron una reunión familiar.

—Sí, lo sé, me lo dijiste.— Lo rodeó con el brazo y le frotó la espalda. —¿Qué pasó?

—Se van a divorciar.— Murmuró, con la voz tranquila mientras parpadeaba detrás de sus gafas de sol, tratando de detener las lágrimas que se formaban. —Tengo dieciocho años. No debería ser...

—No hagas eso.— Le besó la cabeza. —No importa la edad que tengas, enterarte de que tus padres se van a divorciar es una mierda.— Se dio la vuelta y lo rodeó con ambos brazos lo mejor que pudo, luego lo apretó un poco más fuerte cuando sollozó.

—Debería haberlo visto venir.— Murmuró, levantando la mano para agarrar su antebrazo. —Han estado peleando durante meses, a gritos.— Se quitó las gafas de sol de la cara antes de inclinarse hacia ella, metiendo la nariz en su cuello. —Pensé que solo estaban pasando por algo y que lo superarían.

—Lo siento, Carter.— Murmuró, sin saber cómo ayudarlo. —Desearía que hubiera algo que pudiera hacer.

—Créeme, estás haciendo todo lo posible.— Le besó la mandíbula. —Te tuve para recurrir a ti cuando las cosas se pusieron mal. Me diste algo más en qué pensar. Y sé que eso suena a mierda, como si te hubiera estado usando como una distracción, pero te prometo que no es eso lo que quiero decir.

—Lo sé.— Ella se rió un poco, rascándole ligeramente el cuero cabelludo. —Solo desearía saber cómo hacerte sentir mejor ahora. Esto apesta. Y ni siquiera... Era tan joven cuando mis padres se separaron que no lo recuerdo.

—No necesito que digas o hagas nada.— Él la besó en la mejilla. —Solo necesito...

—¿Una distracción?— preguntó ella, con una suave sonrisa en sus labios y él asintió con la cabeza antes de inclinarse hacia adelante y apoyar su frente contra la de ella. —Muy bien. Entonces, vamos a hacer algo. Cualquier cosa. Yo invito. Cena. Una película. Oh, podríamos ir a ese nuevo salón de juegos en Port Angeles. Y podríamos invitar a todos los demás, a menos que quieras que seamos solo nosotros, lo cual me parece totalmente bien.

Él se rió, sacudiendo la cabeza un poco antes de inclinarse y presionar sus labios contra los de ella. —Eres increíble.

—Sí.— Ella tarareó. —Lo sé.— Se inclinó y le besó los labios de nuevo antes de apartarse de él y levantarse. —Entonces, vámonos.— Ella le tendió la mano y él le sonrió cuando la tomó, mientras ella tiró de él para levantarlo. Una vez que estuvo de pie, la atrajo hacia su pecho, apretándola un poco mientras ella envolvía sus brazos alrededor de su torso.

—Solo nosotros.— Murmuró en su cabello. —Por favor.

—Está bien.— Ella asintió contra su pecho y él le dio un beso en la cabeza antes de que se separaran y comenzaran a caminar hacia su Camaro.

[...]

—¡SÍ!— gritó Cori, con los brazos en el aire mientras saltaba un poco y Carter se rió mientras la miraba. —Vamos a conseguir al gran oso.— Le dijo mientras recogía los boletos que escupía la máquina de ski-ball.

—Eres adorable, ¿lo sabías?— preguntó, acercándose a ella. Envolvió su brazo alrededor de su cintura y la atrajo hacia él, ella puso sus manos sobre su pecho.

—Carter...— echó un vistazo alrededor de la habitación tenuemente iluminada.

—Nadie aquí nos conoce.— Señaló. —Pero si esto te hace sentir incómoda, no... —Comenzó a alejarse, pero ella extendió la mano, su mano en la nuca de él mientras se ponía de puntillas y presionaba sus labios contra los de él.

—Nada de lo que hagas me hará sentir incómoda nunca.— Le dijo antes de presionar sus labios contra los de él, otra vez.

—Te amo, Peanut.

—Yo también te amo.— Murmuró. —Ahora tenemos un oso que ganar.

—Sí, señora.— Asintió mientras se separaban. Su siguiente parada fueron los juegos de carreras, que ganó Carter. Luego jugaron a Guitar Hero, Cori ganó. Se besaron en la mesa de hockey aéreo, solo después de cinco juegos. Y después de jugar casi todos los juegos, caminaron felices hacia el mostrador con una bolsa llena de boletos y la dejaron en el mostrador, haciendo que el tipo detrás del mostrador suspirara. Ambos simplemente le sonrieron al tipo que parecía que preferiría estar en cualquier otro lugar, sacudió la cabeza y tomó la bolsa diciéndoles que tenía que usar el contador de boletos.

Y mientras esperaban, inspeccionaron todos los premios con las manos entrelazadas, pero Carter sabía que incluso si se distraía un poco con las estrellas que brillaban en la oscuridad y la lámpara de lava funky, él le conseguiría ese oso.

—Está bien.— Mark se acercó a ellos, con la bolsa de boletos en la mano. —Tienen 7,198 boletos. Lo que significa que pueden...

—Elegiremos el oso grande.— Carter lo interrumpió, con una sonrisa en sus labios y Cori sonrió mientras miraba al chico que estaba a su lado.

—Buena elección.— Mark sonrió un poco mientras usaba la escalera para alcanzar el gran oso marrón que estaba en el estante, caminó de regreso y Cori agarró alegremente al oso y lo envolvió con sus brazos; era casi tan grande como ella. —Todavía tienen 198 boletos, ¿puedo traerles algo más?

Carter miró a Cori pero ella negó con la cabeza. —No, um, pero ¿podemos dárselos a la niña que está jugando con la máquina de garras?— preguntó, señalando a la niña que había pasado la mayor parte de la noche decidida a obtener tantos boletos como fuera posible.

—¿Quieres regalarlos?

Ella asintió. —Obtuvimos lo que queríamos.

—Está bien.— Mark asintió, una verdadera sonrisa tirando de sus labios. —Ustedes dos tengan una buena noche.

—Tú también.— Carter le dijo, extendiendo su mano y Cori acomodó el oso en su brazo izquierdo mientras tomaba su mano mientras se iban, sin perderse los vítores emocionados de la niña cuando Mark le dio los boletos restantes.

miren lo lindos que se ven cori y carter <33
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