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La música estaba demasiado alta, Juan estaba platicando con todos nuestros amigos excepto con Biyin.
—¿Me muestras tu setup?.— preguntó mi amiga y asentí con una sonrisa
Caminamos juntas, subimos y llegamos a mi setup, entramos y ella empezó a ver todo lo que tenía por ahí
—Es bonito, se vé mejor así que en directo.— exclamó tomando un pequeño muñeco que tenía por ahí
—¿Cuántos días se quedarán por aquí?.— pregunté
—Raúl se quiere quedar solo dos días pero si no es mucha molestia para ustedes yo quisiera quedarnos una semana por lo menos, son nuestros amigos y aún falta tiempo para nuestras vacaciones.— respondió sentandose en mi silla
—Sabes que no será ninguna molestia, nuestra casa siempre será su casa también.— dije viendo como sonreía —El tiempo que decidan quedarse son bienvenidos, además si quieren hacer directo les puedo prestar mi setup.—
—No seas tonta, ¿y como harás directo tú?.— cuestionó mientras ambas reíamos
—Puedo enfocarme en hacer un vestido que tengo pendiente.— dí la solución
—¿Vestido de que? No puedo creer que tú nunca descansas.— dijo bromeando
—Un vestido que le prometí a una seguidora, será un buen regalo de graduación.— expliqué sentandome en un pequeño banco que tenía por ahí
—Eres demasiado buena con tu fandom, estoy segura de que nadie más hace eso.— se burló —Por cierto, ¿Tienes ropa que diseñaste y me puedas mostrar?.—
—Obvio, justo hice algunas cosas que si quieres puedes probarte.— dije y asintío sonriendo
Nos levantamos y salimos de mi setup para ir a mi habitación, ahí generalmente guardaba las mejores prendas que hacía, si le mostraba algo a Biyin sería lo mejor
—Puedes sentarte en la cama mientras saco las cosas.— ofrecí y ella obedeció
Fuí a mi armario para empezar a sacar algunas prendas, era tan grande que parecía una habitación aparte, todo iba bien hasta que llegué a un cajón que se cerraba con llave, lo intenté abrir pero se había atorado
—Sarita, ¿Puedes revisar si en el cajón junto a la cama están las llaves?.— pedí casi gritando para que me escuchara
—Sí, espera.— respondió
Esperé unos segundos pero al ver que se tardaba decidí salir a buscar yo misma la llave, al llegar a dónde estaba la pude ver con una gran sonrisa
—¿Biyis?.— cuestioné dejando la ropa que había traído sobre la cama —¿Qué pasa?.—
—¿Cuándo me ibas a contar?.— preguntó sin borrar la sonrisa y la miré sin entender
Sacó una pequeña hoja, era los resultados de mis exámenes y ahí estaba la gran noticia del próximo integrante de la pequeña familia que teníamos
—¿De dónde sacaste eso?.— intenté quitárselo pero no me dejó
—Busqué en el cajón que me dijiste.— contó señalando el cajón, se había equivocado y había visto el que estaba de lado de Juan, era obvio que él lo había guardado —No puedo creer que me lo hayas ocultado.—
—Hace poco me enteré.— conté sentandome a su lado —Fueron muchas emociones juntas y solo pensaba en como contarle a todos.—
—Yo nunca pensé en ser madre, pienso que lo haría algo mal.— rió —Pero puedo ser tía, eso será fabuloso.—
—¿Cómo que tía?.— la voz de Axozer nos hizo sobresaltar
Estaba parado en la puerta, no lo habíamos visto
—¿No me habías dicho que tenías una infección?.— dijo burlón —No sabía que así se le decían a los embarazos.—
—¿Embarazos?.— cuestionó ahora Karchez, al parecer estaba escuchando también
Ambos entraron y me sentí un poco nerviosa, de golpe sabían algo que había acordado tener oculto
—¿Qué hacen aquí?.— cuestioné —Pensé que estarían con los demás.—
—Estabamos buscando el baño pero nos perdimos, escuchamos voces así que venimos.— resumió Karchez —No queríamos escuchar nada que no debiéramos, solo sucedió.—
—No se preocupen.— hablé con una pequeña sonrisa —En algún momento se tenían que enterar.—
—Esto no es algo que deba estar oculto.— me apoyo Biyin —¿Sabes que la gente se volverá loca cuando se entere? Tendremos a uno de los niños más queridos por la comunidad.—
—No debe estar oculto pero así lo acordé con Juan, es lo mejor mientras buscamos la manera de anunciarlo.— exclamé
—Tranquila, mientras ustedes no lo quieran ninguno de aquí hablará sobre el bebé.— prometió Axo y los otros dos asintieron dándole la razón, yo simplemente sonreí
—¿De qué bebé hablan boludos?.— cuestionó un acento argentino
Nos giramos para verlo, sin duda debíamos cerrar la puerta si queríamos seguir hablando de esto sin que los demás se enteraran
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