➹ Cap. 4
Sirius Black había sido ignorado completamente por James Potter durante una semana completa.
¡Si, una semana!
Desde la noche del beso entre Luna y Sirius, James no lo había vuelto a hablar.
Todo Hogwarts se había dado cuenta de eso ya que no veían al dúo de amigos unidos como antes.
Los pocos estudiantes que se habían quedado hasta el final de la fiesta y pudieron ver el beso de la hufflepuff y el gryffindor habían pasado el rumor del porque de su pelea.
Algunas chicas habían estado muy molestas y envidiosas al saber que el gran dúo de amigos habían peleado por Luna Scamander.
La chica Scamander tuvo que soportar las miradas disimuladas de los estudiantes al día siguiente del beso.
Ella se arrepintió de haber participado en ese juego y no podía regresar el tiempo atrás ya que no poseía un giratiempo.
Sirius por otra parte había querido hablar con James y disculparse pero este lo ignoró en todo el tiempo que el Black quiso hablar con él.
Para Sirius hablar con James y aclarar todo de verdad era muy importante. Si hubiera sabido de todo el problema que ocasionaría un simple beso lo hubiera pensado dos veces antes de besar a Luna.
Remus como el más civilizado de los Merodeadores había hablado con los dos chicos ya que no soportaba que estuvieran peleados pero James seguía en su postura en no hablarle al Black.
James cuando quería era demasiado orgulloso y rencoroso.
En esos momentos los Merodeadores estaban en el gran comedor. El silencio entre ellos era muy incómodo, tan incómodo que ni siquiera Peter se atrevió a romper con algunas bromas.
Sirius miró a James como perrito regañado. El Black no le gustaba para nada no hablar con James.
─ ¡James debemos hablar!. No puedes evitarme toda la vida ─ dijo Sirius.
Remus y Peter dejaron de comer para ver al ex-dúo de amigos.
James miró por toda la mesa de Gryffindor.
─ ¿Escuchaste esa voz Remus? ─ preguntó hacía su amigo ─ ¡Ah, si, esa es la voz del traidor! ─ mencionó fulminando a Sirius con su mirada.
El otro gryffindor soltó un suspiro frustrado, conocía perfectamente a James, sabía que era muy rencoroso al igual que él.
─ ¡Cornamenta lo siento ¿si?!. No fue ni intención besarla, la maldita botella fue la culpable. Perdóname, prometo no volver a hacer algo así, pero ya no estemos peleados, no soporto esto ─ le dijo Sirius.
Remus miró a James.
─ ¡Perdonalo ya! ─ pidió ─ Peter y yo ya no soportamos estar metidos en medio de todo este lío escuchando sus contantes peleas. Si te sirve de consuelo he escuchado a Sirius lloriquear y eso ya es demasiado viniendo de Sirius y lo sabes ─ mencionó Remus hacía James.
James quería seguir fiel en su postura de no hablarle pero al ver los ojos llorosos de Sirius se sintió mal. Sintió algo dentro de él romperse, Sirius para él era más que su mejor amigo, él era su hermano del alma.
─ Te perdono canuto pero si lo vuelves a hacer te romperé la cabeza ─ amenazó James seriamente.
Sirius sonrió feliz, tanta fue su emoción que saltó sobre la mesa abrazando a James, y provocando la risa de este.
Algunos de los estudiantes miraron todo mientras el dúo de amigos seguían abrazándose.
Peter y Remus sonrieron al saber que por fin sus amigos se habían reconciliados.
─ Promesa de Merodeador que nunca más vuelto a besar a tu pelirroja ─ aseguró el Black hacia su amigo ─ aunque debo admitir que Luna besa rico ─ agregó ocasionando que James lo golpeará en la cabeza ─ ¡Auch! ─ se quejó.
─ No me recuerdes ese día porque me dan ganas de golpearte ─ reclamó James con una mueca en su cara.
─ Lo siento. No lo diré nunca jamás ─ aseguró el Black aún sobándose la cabeza luego del golpe recibido.
Remus soltó un suspiro mientras reía, sin dudas James y Sirius compartían las mismas neuronas pensó el gryffindor.
[...]
James y Sirius estaban solos en el cuarto de Gryffindor que compartían junto a Remus y Peter.
Estos dos últimos no estaban en esos momentos en la habitación ya que Remus estaba en la biblioteca y Peter en la cocina haciéndose preparar algo de comida con los elfos domésticos.
Por otra parte Sirius estaba en su cama mirando el techo como si fuera lo más divertido mientras que James lo miraba.
El gryffindor soltó un suspiro antes de hablar.
─ ¿De verdad besa rico, Luna? ─ se atrevió a preguntar James.
Y si. Era un masoquista al preguntar eso pero él quería saber.
Sirius miró a su mejor, luego negó para no hacerlo sentir mal.
El Black no iba a decirle que en realidad la pelirroja de hufflepuff si besaba rico porque sabía que James probablemente se pondría mal o haría algún berrinche, Sirius ya tenía suficiente con todo lo que había pasado.
─ No.
James lo miró seriamente como diciendo «no te creo nada».
Sirius soltó un suspiro de frustración al ver que James no le creyó nada.
─ Bueno si ─ admitió ─ besa muy bien y mirá que yo me he besado con media población femenina de Hogwarts, pero Luna besa increíble ─ agregó el Black. James le lanzó una almohada ─ ¡Oye!, Me dijiste que te lo dijera ─ reclamó.
James pataleo en su cama como niño chiquito.
─ Te odio y te envidio a la vez, Canuto ─ dijo James ─ pero más te envidio.
Sirius se rió con gracia al escucharlo.
─ Algún día Luna te va hacer caso. Sólo debes esperar uno días, semanas, meses o años ─ enumeró Sirius.
James lo miró horrorizado.
─ ¿Años? ─ James tomó una almohada y se abrazo a ella ─ que bueno eres motivando canuto ─ dijo con sarcasmo.
El Black volvió a soltar una risa por las palabras de James ya que le pareció demasiado gracioso de su parte.
─ Cornamenta eres todo un caso ─ murmuró Sirius sonriendo.
El dúo de amigos siguieron conversando un buen rato de diferentes cosas y de muchas futuras bromas.
¡CAPÍTULO 4!
El dúo entre James y Sirius me hacen querer tener una amistad así.
EDITADO
07/12/23
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