James abrió sus ojos parpadeando varías veces acostumbrándose de nuevo a la luz, su visión estaba borrosa, por lo cuál, intentó buscar su anteojo pero no hizo falta ya que alguien más lo hizo por él y se lo pasó.
─ ¿Cornamenta estás bien? ─ la voz de Sirius se escuchó cerca de su oído.
James lo miró una vez que se puso su anteojo viéndolo mucho mejor que antes cuando no lo tenía puesto.
─ ¿James? ─ Remus habló a su lado también con preocupación.
Peter que estaba con ellos se acercó a James al escuchar a sus amigos hablarle, lo significaba que se había despertado.
─ ¿Qué pasó? ─ preguntó James intentando ponerse bien en la cama con un poco de dificultad.
Él no recordaba mucho después de desmayarse en pleno partido de Quidditch.
─ Te desmayaste ─ dijo Remus mirándolo.
─ ¿Ganamos? ─ preguntó James intentando recordar los últimos acontecimientos antes de caer inconsciente.
─ Si ─ sonrió Sirius ─ ganamos.
James suspiró aliviado tirando su cabeza para atrás encima de la almohada.
Eso era todo lo que había querido escuchar ya que era lo que más le importó en ese momento.
─ Ay, menos mal ─ dijo Potter.
Ganarle a las serpientes sin dudas era un gran logro que debía festejar una vez que saliera de la enfermería.
─ Pero te rompiste los huesos ─ recordó Peter.
James lo miró al escucharlo.
─ Pero ganamos, eso es más importante ─ comentó James.
Remus blanqueó sus ojos al oírlo decir eso ya que casi se rompía todos los huesos de su cuerpo por la caída de la escoba.
─ Eso sí, las serpientes estaban molestas, los hubieras visto ─ comentó Sirius riéndose.
James sonrió, sus palabras lo hicieron sentir mucho mejor que antes ya que la última vez que las serpientes le ganaron a los leones le habían festejado en la cara, sobre todo a James.
─ ¿Y mi pelirroja no vino a verme? ─ preguntó James.
Los tres leones se miraron mutuamente al escucharlo.
─ Sí, vino todos los días ─ respondió Remus.
James frunció su entrecejo al oírlo, ¿cuántos días estuvo ahí?, pensó él.
Con rapidez James se sentó en la cama después de escuchar a Remus.
─ ¿Cuánto tiempo estuve aquí? ─ James tragó saliva mirándolos.
Él esperaba que no fueran muchos días ya que quería un poco de tiempo antes de que salieran de vacaciones y volvieran el próximo año de nuevo a Hogwarts para continuar sus estudios ahí.
─ Tres días con hoy ─ respondió Sirius.
James abrió sus ojos más de lo normal al escucharlo. Él no hubiera esperado que fueran tantos días si solo se había desmayado, no era algo tan grave, pensó.
─ La señora Pomfrey dijo que era necesario, tuvo que curarte muchos huesos rotos por la caída ─ mencionó Remus.
James suspiró con un poco de frustración ya que ni siquiera pudo festejar su triunfo con sus compañeros por estar en la enfermería.
─ Si sigues jugando al Quidditch de esa manera tan brusca tendrá una camilla con tú nombre y apellido de manera fija aquí, señor Potter ─ dijo Pomfrey acercándose a ellos al verlo por fin despierto.
James sonrió con pena mostrando sus dientes al escucharla, sus amigos se apartaron un poco de él dándole lugar a la señora Pomfrey quién levantó sus varita murmurando un hechizo para verificar que James estuviera bien y así darle el alta en ese mismo día.
─ ¿Cómo estoy? ─ preguntó James.
Él rogaba que todo estuviera bien para irse rápido, no quería estar ahí por más tiempo.
─ Bien ─ respondió Pomfrey terminando de revisarlo ─ se podrá ir hoy de aquí ─ le dijo.
James suspiró aliviado, sus amigos cerca de él sonrieron al escuchar a la señora Pomfrey decirle eso a James.
─ Gracias por todo ─ agradeció Remus.
Pomfrey asintió sonriéndole antes de irse a revisar a otros alumnos que habían salido lastimados en clases de poción de primer año.
─ ¿James? ─ Luna se acercó a él contenta de verlo finalmente despierto.
Ella había ido a verlo todos los días desde el accidente que había pasado al finalizar el partido de Quidditch.
─ ¡Luna! ─ James sonrió acomodándose mejor su anteojo ─ hola.
─ Hola ─ saludó ella a su lado ─ me alegro de verte bien.
James le dió una mirada a Sirius logrando que éste se diera cuenta que quería estar solo con Luna por lo cual, Sirius intentó sacar a Remus y Peter de manera indiscreta pero éste último se tropezó sin querer haciendo caer unas cosas de la señora Pomfrey al suelo llamando la atención de todos ahí.
Peter se quedó quieto en el lugar con vergüenza al tener la mirada de todos, afortunadamente Remus a su lado acomodó todo rápido y salieron de prisa de la enfermería volviendo el ambiente a la normalidad como antes.
─ ¿Y cómo estás? ─ preguntó James sonriéndole e intentando que ella se olvidará lo que había pasado segundos atrás.
Luna se rió al escucharlo, le parecía gracioso que James le preguntará eso cuando él había estado ahí por tres días.
─ Creo que esa pregunta debería hacerla yo, tú eres él que ha estado en la enfermería durante días ─ recordó Luna.
James se rascó la cabeza con nerviosismo al escucharla ya que tenía razón.
─ Cierto ─ asintió un poco avergonzado James.
Luna tomó asiento en un silla que había al lado de la camilla.
─ ¿Sabe? Fuiste muy imprudente, casi te matas en esa caída ─ dijo Luna.
Eso era verdad, había sido imprudente de su parte arriesgarse de esa manera, pero había valido la pena ya que ganó el partido.
─ Pero no me morí, estoy vivo y le gané a Slytherin el partido de Quidditch ─ murmuró James jugueteando con sus manos.
Luna negó con su cabeza al escuchar que se preocupaba más por el partido que por su vida, sin embargo no le dijo nada.
Ella en verdad no entendía su fanatismo por un deporte tan peligroso como el Quidditch.
─ Te traje unas galletas ─ comentó ella dejándolas encima de una mesita al lado de la camilla de James ─ no sabes lo que tuve que lidiar para que un elfo doméstico me dejará utilizar la cocina ─ le dijo Luna.
James se rió, imaginaba eso, los elfos de Hogwarts eran bastante autoritarios y posesivos en las cocinas no dejando que ningún alumno haga nada ya que para eso estaban ellos ahí.
─ Gracias ─ murmuró él.
Luna asintió sonriendo.
─ ¿Te dijeron cuánto saldrás de aquí? ─ preguntó Luna.
─ Hoy ─ respondió James.
─ Menos mal o estarías pasando las vacaciones aquí ─ se rió Luna.
─ No digas eso pelirroja, sería demasiado horrible ─ dijo James.
James no se veía en una situación así, si eso le hubiera pasado, claramente hubiera hablado urgentemente con sus padres para que lo sacarán de ahí al estar.
─ Y aburrido para alguien como tú ─ agregó Luna.
─ ¡Exacto! ─ asintió James.
Después de un momento, Luna se había ido de la enfermería y la señora Pomfrey le dió el alta para que pudiera salir.
Cuando James llegó a la sala de Gryffindor junto a Sirius después que él lo fuera a buscar a la enfermería, los leones le dieron la bienvenida a James con una pequeña fiesta solo entre ellos festejando su recuperación.
¡CAPÍTULO 15!
Hola, nueva actualización para los lectores que les guste está historia.
James pasó unos días en la enfermería después de su accidente.
Harry seguirá el camino de su padre en el futuro jajaja.
Peter es yo en vida al tropezarse con cualquier cosa.
Me dio gracia ese momento, por suerte Remus estuvo ahí, todos merecemos un amigo igual.
¿Qué les pareció?
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