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ᵎ ִֶָ ◞ ᝰ ❛ 🅶🆄🅸🅻🆃🆈 ❜ ∦ 🅳🅴🅽🅰🅻🅸, 🅰🅻🅰🆂🅺🅰.
Ese día, Willow se sentía miserable, más que nunca, pero al menos había logrado levantarse. Y al decir "levantarse", no era más que un formalismo. Lo único que había hecho era dejar el sofá en su habitación, donde había pasado una semana entera inmóvil, perdida en sus pensamientos, como si el mundo a su alrededor fuera un lugar lejano del que ya no formaba parte.
Habían pasado cuatro meses desde su primera caza exitosa y casi siete desde que llegó al Clan Denali. Más de medio año. Aún le costaba creerlo. Había sido un tiempo lleno de altibajos, una montaña rusa emocional que la había desgastado, pero también la había fortalecido. Hubo momentos en los que estuvo a punto de regresar a Forks, pero algo siempre la detenía. Llegaba hasta Canadá, pero nunca más allá. Sus pies se congelaban al intentar cruzar ese límite invisible. El valor simplemente no llegaba.
¿Cómo podría enfrentarse a los Cullen de nuevo? ¿Cómo miraría a Rosemary después de lo que hizo? La culpa seguía persiguiéndola como una sombra: el recuerdo de haber intentado alimentarse de ella la atormentaba. Pero más que nada, ¿cómo enfrentaría a Rosalie? Después de aquella pelea, las palabras hirientes que ambas se lanzaron seguían grabadas en su memoria. Sabía que no solo había lastimado a Rosalie, sino que también se había permitido ser herida. Aunque el resentimiento aún existía, no podía evitar desear verla de nuevo.
No sabía si el "vínculo vampírico" al ser compañeras tenía algo que ver, pero era algo que no podía negar: amaba a Rosalie Hale. Y lo hacía con todo su ser, sin importar si aquel vínculo existía o no. Sus sentimientos no estaban atados a lo que ella era en ese momento, eran reales, humanos, tan genuinos como cualquier otra cosa que hubiese sentido en vida.
Posiblemente el único rasgo humano que aún le quedaba.
Willow apretó su pecho con fuerza, como si pudiera calmar el dolor que se acumulaba ahí, un dolor que no entendía del todo. Su corazón ya no latía, su cuerpo carecía de vida, pero jamás se había sentido tan muerta como
hasta ese momento. Aunque había encontrado una nueva familia con los Denali y se sentía aceptada, sabía que no era lo mismo. No eran los lazos que había tenido en su vida humana. No eran los Cullen.
Extrañaba a Rosemary. La necesitaba más de lo que quería admitir. Extrañaba las exigencias y consejos de Jessica, aquellas charlas interminables donde se reían hasta mas no poder. Echaba de menos las pijamadas con Angela, sus risas en la oscuridad. Pensaba en las tardes dibujando con Janette, los chistes de Mike y los momentos con Tyler, copiándose en los exámenes.
Y extrañaba a su madre. Sus comidas caseras, incluso aquellas que había odiado en su momento, ahora las comería con gusto, saboreando cada bocado como si fueran un festín digno de reyes. Lo que no daría por sentarse con ella en la cocina, escuchando sus historias del hospital mientras el aroma a comida llenaba la casa.
Ver fotos de su vida humana era como mirar una película de alguien más. Se veía a sí misma riendo, rodeada de amigos, viviendo una vida plena y despreocupada. Ahora, esas imágenes solo le recordaban lo que había perdido.
"¿Por qué ya no lo tengo?", pensó con amargura.
Willow odiaba estar atrapada en esa nueva piel, una prisión perpetua que nunca pidió. Con el tiempo, la aceptación no llegó por gusto, sino por resignación. No amaba lo que era, ni siquiera podía decir que lo toleraba, pero había aprendido a convivir con la amarga verdad: no había cura ni escape. Aquella realidad teñía cada aspecto de su existencia con un dejo de amargura, y aunque deseaba aferrarse a la esperanza de un cambio, sabía que por el momento no existía otra salida.
Había pasado la Navidad con los Denali, fue un evento más grandioso de lo que esperaba. Tal vez lo hicieron para incluirla o, quizá, para distraerla. Decoraron la casa de arriba abajo, desde luces parpadeantes en cada rincón hasta un enorme pino adornado con esmero. Hornearon galletas de jengibre y prepararon chocolate caliente, aunque ninguno de ellos pudiera disfrutarlo. Fue idea de Willow llevar las provisiones al orfanato del pueblo más cercano, y los Denali aceptaron, aunque aquello significara interactuar con humanos, algo que preferían evitar.
La tarde se fue entre risas contenidas, empaques de regalo y el nerviosismo de Willow. Era su primera prueba real rodeada de tantas personas humanas, y aunque logró mantener la compostura, no habría podido lograrlo sin Tanya. Ella estuvo a su lado todo el tiempo en el orfanato, su mano firme y reconfortante atrapada entre las de Willow, lista para intervenir si algo salía mal. Por esa única vez, los Denali hicieron un sacrificio por Willow, algo que ella apreció profundamente.
Sin embargo, aunque aquel gesto fue amable, no llenó el vacío en su interior. La Navidad había sido su festividad favorita cuando era humana, pero ahora parecía otra cosa: algo de ella que ya no era. Esa insatisfacción la carcomía por dentro. No entendía por qué no podía ser agradecida, por qué no podía aceptar lo que era y seguir adelante. Pero se guardó sus pensamientos. Antes solía compartir cómo se sentía, pero ahora prefería no molestar a nadie más con sus frustraciones, sabiendo que todos habían tenido que sufrir lo mismo en su momento.
Con el Año Nuevo acercándose, Willow se sentía atrapada en una encrucijada emocional. Su primer año como vampira estaba por terminar, dejando atrás la etapa de neófita, pero las sombras de su vida pasada todavía la acechaban.
Sentada en el sofá, dejó que sus ojos recorrieran la habitación, sus pensamientos desbordados. Había pasado días, semanas incluso, pintando obsesivamente el rostro de Rosalie: su cabello dorado como el sol, su piel tersa como porcelana, esos ojos dominantes que parecían desentrañar su alma. Cada cuadro era un intento desesperado por preservar una memoria que se desvanecía.
Un golpe suave en la puerta rompió el silencio.
━Toc, toc ━llamó Kate mientras entraba sin esperar respuesta y cerraba la puerta detrás de ella━. ¡Vaya! Por fin decides moverte, y... Oh, Dios mío ━sus ojos recorrieron las paredes cubiertas con retratos de Rosalie en diferentes técnicas de arte━. Esto es... impresionante y aterrador a partes iguales. Felicidades, te has convertido oficialmente en una maníaca de Rosalie Hale ━aplaudió lentamente, con una sonrisa sarcástica.
━Déjame, Kate.
━¿Qué pasa? ¿Es tu etapa de rebeldía vampírica? ¿O es que Santa no te trajo lo que querías para Navidad?
━No estoy de humor ━respondió Willow con un suspiro, caminando hacia el balcón.
En un parpadeo, Kate apareció a su lado, apoyando los codos en el barandal.
━Te extrañé, ¿sabes? Todos lo hicimos. Tu pequeña nube negra de depresión prácticamente se extendió por toda la casa.
Willow bajó la mirada, su rostro reflejando una mezcla de culpa y tristeza.
━Lo siento... ━murmuró.
━No te disculpes ━dijo Kate, con un tono más suave━. Solo lo dije para molestarte. Pero en serio, ¿qué te pasa, Wills? Ni siquiera Carmen logró sacarte una palabra, y eso es preocupante.
No era un secreto que Willow había sido prácticamente adoptada por Carmen y Eleazar. Carmen la trataba con el cariño de una madre, colmándola de consejos y pequeñas atenciones, mientras que Eleazar asumía un rol más paternal, ayudándola a perfeccionar su don.
━¿Cómo superaste todo esto? ━preguntó Willow, mirando sus propias manos como si buscara respuestas en ellas.
━¿Ser vampiro? ━repitió Kate con una ligera sonrisa. Willow asintió en silencio, y Kate dejó escapar un suspiro cargado de resignación.
━No lo he superado todavía. Es jodidamente difícil ━admitió con franqueza, aunque su tono se suavizó al continuar━. Pero siempre hay algo, o mejor dicho, alguien, que me saca de esta rutina de mierda ━añadió con un toque de cariño mientras apretaba la mejilla de Willow con ternura━. Y, para ser sincera, estar en esta situación con personas a las que amo lo hace más llevadero... bueno, excepto Laurent ━aclaró rápidamente con una mueca, lo que provocó una pequeña sonrisa en Willow.
━Si no fuera por esta vida, por más que a veces la deteste, nunca los habría conocido, ¿cierto?
Willow asintió de nuevo, en silencio, mientras se dejaba envolver por el abrazo de Kate.
━Cada día dolerá menos, Wills, te lo prometo ━murmuró Kate, acariciando suavemente su cabello, como si con ese gesto pudiera aliviar un poco el peso que cargaba━. Ahora vamos abajo, todos están deseando verte... o bueno, algo así como verte "viva".
Willow soltó una pequeña risa, más relajada que antes, y asintió otra vez. Se sentía un poco culpable por no haber pensado en su "segunda familia" en los últimos días. Kate tenía razón: más allá de las dificultades y el sufrimiento eterno que implicaba su nueva existencia, había algo bueno en todo esto. Había encontrado personas que realmente la querían, y podía pasar la eternidad con ellas. Decidió aferrarse a ese pensamiento positivo y dejar atrás las ideas que la habían estado atormentando.
━¡Hasta que por fin bajas! ━exclamó Carmen con falsa indignación desde el sillón frente a la chimenea.
━No sabes fingir estar ofendida, Carmen. Todos sabemos cuánto la extrañaste ━comentó Kate, rodando los ojos con impaciencia.
━¡Es verdad! ━admitió Carmen enseguida, levantándose con entusiasmo y dejando atrás a Eleazar. Corrió hacia Willow y la abrazó con fuerza, como si quisiera transmitirle todo el amor que había contenido en su ausencia.
Estar tan cerca de la cocina hizo que Willow recordara cuánta hambre había acumulado en esos días de aislamiento. Su mirada se desvió hacia el refrigerador, donde sabía que guardaban las bolsas de sangre.
━Voy a avisarle a Irina que ya puede volver a hablarte sobre los libros que está leyendo. Seguro se moría por compartir sus teorías contigo dado a que eres la única en la casa con la paciencia para hacerlo ━comentó Kate, saliendo apresuradamente por la puerta principal, con una sonrisa maliciosa en los labios.
━Tal vez deberías salir a cazar, Willow ━sugirió Eleazar desde el sillón, bajando el grueso libro que estaba leyendo━. Es probable que encuentres a Tanya en el camino. Salió a explorar algún lugar bonito por aquí cerca.
━¿Un lugar nuevo? ━preguntó Willow, intrigada.
━Sí, quiere que sea especial para celebrar el Año Nuevo y tal vez encontrar un nuevo lugar para movernos. Es tu primer año como vampiro, después de todo ━explicó Eleazar con una sonrisa cálida━. No me digas que olvidaste que mañana ya es un nuevo año.
━Vaya... creo que lo había olvidado ━admitió Willow con sorpresa. Pero la idea la animó de inmediato━. Entonces iré a buscarla.
Eleazar asintió con aprobación mientras Willow se dirigía a la puerta, con una chispa renovada en sus ojos.
Willow encontró a Tanya casi de inmediato. No fue tan difícil como esperaba, aunque a mitad del recorrido se desorientó un poco. Por suerte, pudo ubicarse gracias al aroma de la vampiro, que le indicó su posición con claridad. El camino no fue sencillo, pero no por la distancia o el terreno, sino porque Willow tuvo que esforzarse en no detenerse a cazar. Cada sonido o movimiento en el bosque despertaba su instinto, pero se concentró en su objetivo: encontrar a Tanya.
Al llegar, la vio junto a un imponente oso, ya sin una gota de sangre. Tanya limpiaba su boca con la elegancia propia de alguien acostumbrado a cazar desde hace siglos. Willow, quien había trepado a la rama más alta de un pino para observar sin interrumpir, sintió un leve nerviosismo al verla. Sabía que Tanya podía ser algo territorial cuando cazaba, aunque nunca había mostrado hostilidad hacia ella. Aun así, prefirió ser precavida.
━Hola, Tay ━saludó Willow con un toque de vergüenza, su voz apenas audible entre el viento helado que atravesaba los árboles.
Tanya alzó la mirada rápidamente, reconociéndola al instante. En un abrir y cerrar de ojos, escaló el pino con una agilidad impresionante y se sentó junto a Willow. Sin perder tiempo, se inclinó sobre ella con una sonrisa juguetona, recostándose ligeramente contra su cuerpo.
━Wills, qué bueno verte por aquí ━dijo Tanya con genuina alegría, aspirando su aroma a jazmín que tanto le fascinaba━. ¿Pensabas quedarte petrificada en ese sillón de tu habitación para siempre?
━No ━negó Willow de inmediato, todavía un poco avergonzada━. Solo necesitaba un tiempo para pensar.
Tanya sonrió, su tono ahora cargado de coquetería, era inmediato el cambio de personalidad que tenía cuando Willow estaba cerca. A veces la hacía para molestarla porque le gustaba verla avergonzada y otras simplemente porque le nacía de ella misma.
━¿Sabes? He conocido a muchos vampiros y vampiras interesantes a lo largo de los años, pero ninguno como tú.
Willow arqueó una ceja, intentando no dejarse afectar por el tono seductor. Aunque sus cuerpo se tensionó un poco.
━Estoy segura de que eso mismo se lo dijiste a todos los anteriores.
━No a todos ━respondió Tanya con rapidez, mirándola directamente a los ojos━. Solo a los que realmente me intrigan.
━Como sea.
Willow no supo qué contestar que fuera coherente y, con una sonrisa nerviosa, le dio un ligero empujón. Luego, decidió apartarse antes de que la tensión de la situación aumentara más. Bajó del pino con un movimiento fluido, aterrizando sobre la gruesa capa de nieve que cubría el suelo. Tanya, como siempre, la siguió de cerca, sin perderla de vista ni un segundo.
Willow intentó centrarse en cazar algo. Con el tiempo, había descubierto que su presa favorita eran los zorros. Eran animales rápidos, escurridizos y difíciles de atrapar, lo que hacía de la caza un desafío que disfrutaba. Había aprendido a aceptar que cazar era parte de su naturaleza y de su supervivencia. Aunque al principio le costó lidiar con la culpa, poco a poco empezó a hacerlo con más naturalidad, aunque siempre manteniendo un respeto silencioso hacia sus presas.
Cuando finalmente atrapó un zorro, dejó el cuerpo en la nieve y se limpió la boca con discreción. Al darse la vuelta, Tanya estaba allí, sonriendo con ese brillo travieso en los ojos que tanto la desconcertaba.
━¿Sabías que tu sonrisa tiene un efecto en mí que me destruye? ━dijo Tanya, inclinándose levemente hacia ella con picardía━. Empiezo a pensar que eres tú quien me está cazando a mí.
Willow no pudo evitar reírse, girándose hacia Tanya mientras negaba con la cabeza.
━Tanya, comienzo a creer que te la has pasado viendo demasiadas novelas con Carmen.
Ese sonido, la risa de Willow, fue como una melodía que Tanya había estado extrañando durante días. Satisfecha, simplemente se limitó a sonreír mientras la observaba, disfrutando del raro momento de calma y cercanía en en medio del frío paisaje de Denali.
━¡Herida por tus palabras! Pero admitiré que tienes razón… aunque mi interés en ti es totalmente genuino ━dramatizó Tanya, llevándose una mano al corazón como si recitara una línea de alguna novela romántica. Su teatralidad solo hizo que Willow comenzara a carcajearse con más fuerza, sujetándose el estómago que ya le dolía por la risa.
Continuaron con su exploración por el terreno, una actividad que hacían cada cierto tiempo. Era su manera de desconectarse de la rutina, buscando rincones interesantes o nuevas vistas que quizás valiera la pena considerar para mudarse. Finalmente llegaron a un lago congelado rodeado de altos pinos que ofrecían una privacidad casi perfecta. El lugar parecía sacado de un cuento de invierno, con la nieve cayendo suavemente y la luz filtrándose entre las ramas.
Willow se sentó en una roca cubierta de escarcha, observando el paisaje con una sonrisa de tranquilidad, mientras Tanya la acompañaba, acomodándose cerca de ella.
━Me gusta tu olor ━confesó Tanya repentinamente, rompiendo el silencio.
Willow giró hacia ella, arqueando una ceja con una sonrisa divertida.
━¿Mi qué?
━Tu olor ━repitió Tanya con calma, como si fuera lo más obvio del mundo━. Es muy característico, diferente al de cualquiera que haya conocido. Lo noté desde el primer día que llegaste. Me gusta.
━¿Olor a qué? ━preguntó Willow, más curiosa que sorprendida.
━A jazmín ━respondió Tanya con una honestidad que dejó a Willow sin palabras por un momento━. Siempre has tenido ese aroma. Desde el instante en que te vi, quise tenerte cerca. Puedes llamarme loca, pero tu olor me atrae más de lo que puedo explicar.
Willow bajó la mirada, sintiéndose algo avergonzada pero halagada al mismo tiempo. Tanya continuó con suavidad, aunque en su voz había un leve matiz de tristeza.
━Últimamente me ha resultado difícil estar cerca de ti, Wills. Te aprecio, demasiado. Y no importa cuánto lo intente, no puedo evitarlo. Desde el principio supe que quería que fueras tú… mi compañera. Pero sé que tu corazón ya está ocupado, que esperas por alguien más.
Willow tragó ponzoña, sintiendo el peso de las palabras de Tanya. Sabía que no podía corresponderle de la misma manera, pero también le dolía verla sufrir por ello.
━Prometí estar a tu lado, Tay. Pero no creo que pueda estarlo de la manera que tú quieres.
━Inténtalo ━pidió Tanya con un leve temblor en la voz, tomando las manos de Willow entre las suyas y acariciándolas con cuidado.
Willow negó con la cabeza, mordiéndose el labio antes de hablar.
━No hay nadie más en este mundo que adore tanto como a ti, Tay. Pero no puedo hacerlo de esa forma. Detestaría verte sufrir por mi culpa. Por ti lo intentaría, pero… sería mentirme a mí misma, ilusionarte a ti y traicionar a Rosalie. Tres cosas que no puedo permitir.
Tanya sonrió con amargura, apartando la mirada para que Willow no viera el brillo de sus ojos.
━Tienes un corazón puro ━dijo en voz baja.
━Lo siento, Tay.
━No te disculpes ━respondió Tanya rápidamente, negando con la cabeza━. Sé que no debería sentir esto. Pero no puedo evitarlo. Tal vez lo mejor sea que me aleje por un tiempo, al menos después de Año Nuevo.
━No puedes hacer eso. Eres la líder del clan.
━Sigue siendo mi decisión, Wills ━respondió Tanya con cariño, aunque en su mirada había resignación.
El camino de regreso fue pesado y silencioso, algo completamente fuera de lo común para ambas. Ambas eran extrovertidas por naturaleza, siempre llenando los momentos con risas y conversaciones. Pero ahora ninguna sabía cómo romper el hielo.
Willow, sin darse cuenta, comenzó a caminar más lento, negándose a regresar a la casa sabiendo que Tanya se iría al día siguiente. Consideró irse primero, pero no sabía adónde ir. La idea de vagar sola no le agradaba; se había acostumbrado a la compañía constante de los Denali, pero tampoco deseaba que Tanya se fuera por su culpa.
Al llegar a la casa, algo llamó su atención: la decoración exterior.
La visión de la gran mesa de roble colocada en el patio, con luces cálidas iluminando la nieve que caía suavemente, hizo que una enorme sonrisa se dibujara en su rostro. Tanya, al verla, no pudo evitar sonreír también.
━¡Qué genial! ━exclamó Willow al ver toda la comida dispuesta con cuidado sobre la mesa y viéndola con atención al acercarse lo suficiente.
━Lástima que sea algo simbólico ━lamentó Carmen acercándose a ellas━. Pero pensamos que sería bueno celebrar tu primer año como vampira.
━Todos cocinamos un poco… incluso Laurent ━murmuró Kate con una mueca, mirando hacia él con Irina, que hablaba tranquilamente mientras Laurent la abrazaba.
━¡No debían, en serio! ¡Gracias! ━Willow saltó para abrazar a Kate y a Carmen con entusiasmo.
━Y con las copas de Tanya brindaremos ━informó Eleazar, colocando varias copas llenas de sangre animal sobre la mesa.
Se quedaron juntos hasta la medianoche, compartiendo risas, historias y brindis bajo el cielo estrellado que parecía bendecir el comienzo de un nuevo año. Al dar las doce, levantaron sus copas, chocándolas con entusiasmo mientras las llamas de una fogata iluminaban sus rostros. Guardaron cuidadosamente la comida restante para llevarla al orfanato al día siguiente, donde Willow planeaba continuar las celebraciones con los niños ahora que se había acostumbrado al olor de la sangre humana un poco más. Sentados en círculo alrededor de la fogata, comenzaron a compartir anécdotas de su pasado. A Willow le agradó especialmente escuchar esos fragmentos de las vidas de todos, incluso de Laurent, quien al principio se mostró reservado, pero poco a poco se relajó, dejando entrever detalles de su historia.
Mientras los demás continuaban hablando, Willow se perdió en sus pensamientos. Se preguntó cómo habrían pasado la noche su madre y su hermana sin ella. ¿Habrían seguido la rutina de todos los años? Esa de brindar a las doce en el patio de su casa y luego salir a buscar un negocio para comer algún dulce delicioso como postre. ¿Habrían compartido ese brindis familiar cuando el reloj marcó las doce? Esperaba que sí, sobre todo por Rosemary, quien solía tener constantes roces y peleas con su madre. Deseó que, al menos esa noche, hubieran encontrado un punto de paz y se hubieran acompañado mutuamente.
Luego, su mente vagó hacia los Cullen. ¿Qué estarían haciendo en ese momento? ¿Rosalie habría pensado en ella al igual que Willow había pensado en la vampiro? Se preguntó si los Cullen, con toda su inmortalidad a cuestas, aún celebraban el cambio de año o si lo veían como un día más en su interminable eternidad. ¿Acaso ella misma dejaría algún día de contar los años, de sentir la emoción del cambio?
La duda que más la inquietaba era qué habría deseado Rosalie a la medianoche. ¿Había pensado en ella, en el tiempo y los sentimientos que habían compartido? Willow, por su parte, sabía lo que había pedido: volver a verla, dejar atrás cualquier resentimiento sin sentido y enfrentar lo que sentía con el corazón abierto.
Cuando pensaba en Rosalie, la eternidad ya no parecía una condena, sino una posibilidad llena de significado. Sin embargo, la inseguridad seguía presente. ¿Querría Rosalie estar con alguien que aún luchaba por aceptar lo que ella era? Y aún peor, luego de lo que le había dicho la última vez. Esa pregunta la atormentaba, pero no hallaba respuestas. Cerró los ojos con fuerza, intentando encontrar claridad en sus recuerdos.
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━Es curioso que nos volvimos a quedar encerradas aquí ━dijo Rosalie, soltando un resoplido que se asemejaba a una risa suave.
Una vez más, habían quedado atrapadas en la biblioteca, aunque esta vez parecía ser algo más intencionado. Willow, queriendo hacerle un favor a Rosemary, había ingresado al edificio cuando la escuela ya estaba cerrada. Por supuesto, Rosalie se ofreció a acompañarla sin dudarlo. Sin embargo, el viento que traía consigo una tormenta cerró las ventanas por las que habían entrado, dejándolas atrapadas. Rosalie, con su fuerza vampírica, podía abrirlas fácilmente, pero ambas decidieron quedarse allí un rato más.
━¡Segunda vez! ━festejó Willow, dejándose caer al suelo entre dos estanterías altas. Rosalie se sentó a su lado y apoyó la cabeza en el hombro cálido de la humana, disfrutando de esa cercanía━. Mary me debe una.
━Aún puedo abrir la ventana si quieres.
━Lo sé, pero quedémonos un rato más. Nunca estuve en la escuela de noche ━dijo Willow, rodeando con su brazo la cintura de Rosalie mientras se acurrucaba contra ella.
━¿Deberíamos hacer un tour nocturno?
━Creo que daría un poco de miedo.
━Por favor, estás con una vampiro y lo que te da miedo es la escuela de noche ━dijo Rosalie con sarcasmo, arqueando una ceja.
━Y aún peor: en una noche de tormenta ━replicó Willow, fingiendo un temblor de miedo para acurrucarse más contra Rosalie, inspirando su aroma dulce━. Oye Rosie, si no tienes sangre, ¿qué tienes?
Rosalie soltó una risa breve, aunque intentó contenerla.
━Pero, Wills, ¿a qué viene esa pregunta?
Willow alzó el rostro para mirarla, encogiéndose de hombros con una inocencia que Rosalie encontró enternecedora.
━Por curiosidad.
━Mmm, veamos. En lugar de sangre, nuestro cuerpo produce veneno, lo que nosotros llamamos ponzoña. Está en todo nuestro sistema, reemplaza fluidos como la saliva y es lo que permite nuestra fuerza, resistencia y regeneración. También endurece nuestro cuerpo.
Con curiosidad, Willow tocó la mejilla de Rosalie, sintiendo de nuevo la textura de mármol suave.
━¿Eso es lo que hace que puedan transformar humanos en vampiros?
━Exacto, pero no solo a través de una mordida. Cualquier contacto con nuestra ponzoña puede causar la transformación, por eso soy cuidadosa contigo.
Willow sonrió con picardía.
━Oooh, ¿por eso solo me besas de piquito? Creí que no sabías hacerlo de otra forma.
Rosalie rió suavemente, inclinándose para dejar un beso en la mejilla de Willow.
━Claro que sé. Y para tu información, lo hago muy bien.
Willow estalló en carcajadas, tan fuertes que Rosalie tuvo que cubrirle la boca.
━Lo shiento ━balbuceó Willow al tener la mano de Rosalie sobre su boca, para alejarla dejo un pequeño beso en su palma, lo que hizo que la rubia alejara su mano con una sonrisa━. ¿Y a cuántas personas besaste durante toda tú inmortalidad? ━pregunto la humana, curiosa.
━Cerca de trescientas ━Willow abrio grande los ojos ante la respuesta de Rosalie━. Bromeo, linda... Mmm, creo que cuatro personas.
━Oh, ¿en serio? Pense que tendrias miles de pretendientes con tanto tiempo transcurrido ━se sorprendió aún más Willow.
Rosalie negó.
━Algún día te contaré sobre mi pasado... pero hoy no ━un sentimiento de tristeza y nostalgia cruzó por los ojos dorados de la vampiro, pero rápidamente se borro al voltear hacia Willow━. ¿Tú a cuantas?
━Mhm, no creo que quieras saberlo ━respondió Willow con una sonrisa divertida.
━¿Por qué?
━Creo que te molestaría ━Willow indicó con su cabeza el suelo━. Casi destrozaste el azulejo bajo tú mano y ni siquiera respondi.
━Ah ━Rosalie alejo su mano de allí quitando los restos de su mano con cierta vergüenza━. En serio, puedes decirme ━confirmó con confianza.
━Bueno, si tanto quieres saber ━se rindió Willow y apoyó su mentón sobre su mano pensativa.
Rosalie se horrorizo de inmediato, ¿a tantas personas había besado antes su Willow?
━¿Diez? Menos. ¿O más? No estoy muy segura ━ante el silencio de Rosalie, Willow intentó con todas sus fuerzas no reírse en su cara━. ¿Te enojaste, Rosiee? ━con cariño dijo en voz baja su apodo arrastrando las letras, luego tomó a la rubia por las mejillas dejando besos allí y acabando con uno corto sobre sus labios.
━No me importa quienes fueron los otros, yo sere la ultima ━prometió.
no me resisti y escribi
sobre rosalie y willow
pq las extraño juntass
¡ comenten y
voten, besos !
by Tori 💓.
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