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15| hungarian horntail

“Colacuerno húngaro”...

              RJ SE SENTÍA FATAL, no había visto a Harry en todo el día anterior y necesitaba explicarle cómo vencer a un dragón. Estaba sentada en la sala de OjoLoco, quien bebía de su botella, RJ tenía bastante curiosidad de que tenía eso.

—¿Lista para el Cruciatus? —preguntó él, avanzando a la mitad de la habitación, RJ asintió —respira, piensa en algo que te haga sentir bien, en algo que te dé fuerza de voluntad. Encierrate en esa burbuja de felicidad y el crucio será solo como un piquete de abeja. Las veces pasadas ibas muy bien.

—si, yo... Yo puedo —aceptó, estirándose.

—Cinco... Cuatro... Tres... Dos... ¡Crucio!

Ese dolor conocido por RJ llegó a ella. Tan intenso, tan devastador, que le costaba saber dónde estaba. Antes no podía tener siquiera los ojos abiertos, lloraba y gritaba pero no era consiente de eso, solo de un dolor físico y mental como de cuchillos de acero hirviendo le cortaran cada centímetro de su cuerpo y alma, la cabeza estallaba del dolor, de la presión. Con huesos ardientes y pulmones que quemaban cuando siquiera respiraban.

Las primeras veces deseaba morir y se arrepentía de haber aceptado, pero esa vez su único deseo fue que el dolor la haga caer desmayada y descansar, pudo mantenerse de pie a pesar de que se retorcía y logró abrir los ojos, los cuales lloraban con tal vehemencia que deberían lograr empatizar a OjoLoco, sin embargo, él sonreía.

RJ pensaba ¿cómo es que Moody acumulaba tanto odio como para usar el crucio? Tanta viveza en un hechizo de odio la hacía sufrir. Lo peor era que sabía que no era el suficiente, qué él lo hacía con menos potencia con la que la haría un mortifago que la quiera torturar.

Buscó un recuerdo, buscó algo, un refugio. Y contra todo pronóstico, dónde debería buscar uno completamente feliz donde ría a carcajadas, llegó a su mente uno que le daba paz.

La chica recordó cuando, en su segundo año, en las vacaciones, fue a Egipto con su familia y tuvo una pesadilla con Lord Voldemort, en ese momento donde estaba más que asustada, Charlie la abrazó y la contuvo aún cuando se lastimó en el proceso, los fuertes brazos de su hermano le dieron un refugio, las palabras de su melliza Ginny le dieron calma y los intentos de Bill por despertarla y traerla a la realidad le dieron conciencia. Pensó en cada uno de sus hermanos, en las risas que le provocaban los gemelos y en lo atento que siempre fue Percy, incluso en cuando Ron la recibió a su grupo de amigos para que no esté sola.

También, tuvo el pensamiento intrusivo de Harry. En el momento donde todas las vacaciones se levantaban de madrugada y desayunaban juntos en el pórtico de la casa Weasley, compartiendo desayuno y viendo el amanecer mientras reían y hablaban en voz baja para no despertar al resto. Esos momentos de pura paz.

Cuando se dió cuenta, todo el dolor había acabado y OjoLoco la veía sonriendo por lo bajo. RJ soltó el aire contenido y se sostuvo de sus temblorosas rodillas.

—Aguantaste, niña, aguantaste —se acercó a palmear su espalda y RJ lo miró, con sus ojos llorosos y una pequeña sonrisa —estoy orgulloso de ti.

No había nada mejor para RJ que cuando estaban orgullosa de ella. Parecía ser su propósito de vida, ser todo lo que los demás esperaban. Molly le decía que debía conservar lo mejor de sus hermanos y ella intentaba que así sea, Hermione le decía que debía ser igual o mejor que ella para no ser una vaga como el resto y así la entienda, OjoLoco le pedía que sea más fuerte de lo que era y lo intentaba. Agotandose pero cumpliendo las metas ajenas. La felicidad del otro.

—muchas gracias, señor —murmuró alegre.

—ya te puedes ir, suficiente por hoy —se alejó de ella y RJ salió, apresurandose a meterse en el pasadizo más próximo para usar el giratiempos.

Sacó el mapa merodeador y fue directo al comedor donde vió que ella no estaba, ya que había desayunado en las cocinas con los elfos -tuvo que ocultar su pin de P.E.D.D.O para que no la echen-. RJ tenía una rutina, tratar de desayunar en las cocinas, así cuando usaba el giratiempos podía ir a comer para lo que ella sería almorzar al comedor con el resto. Siempre trataba de pensar en su futuro yo que rondaba por allí.

Corrió al GC y se encontró a Harry allí, comiendo con el resto. Suspiró cansada y cayó sentada y rendida a un lado del de lentes que dió un salto por el estruendo.

—Hola... —saludó cansada, apoyando su cabeza sobre el hombro de Harry. Él, sin entender su cansancio, la abrazó de vuelta. —lamento ayer no haberte visto, juro que lo intente pero estaba ocupada con las clases y luego me dormí. Hoy tengo más tiempo, lo juro, James...

—tranquila, tranquila —Harry negó, sabía que RJ estaba todo el día al máximo y no podía exigirle que lo ayude cuando ella tenía su tiempo ocupado. Sin embargo, sin RJ, Harry estaba muerto.

—no, yo puedo —se enderezó, ignorando al resto de la mesa. Hermione le pasó un té y unas galletas que RJ bebió rápido —primera lección sobre dragones: jamás uses encantamientos básicos. Los aturdidores, por ejemplo, ya viste que se necesita una docena. Ni Charlie podría hacerlo solo.

—si, lo vi —sonrió viendo a RJ hablar con la galleta a medio masticar.

—bueno, puedes ir a atacarlo, pero te recomiendo que no lo hagas. No sé cómo será la prueba, pero dudo que sea matar al dragón, dijeron que debían burlarlos... hay que ver eso, hay hechizos cómo... —explicó rápidamente y vió de soslayo a Cedric —ahm, tal vez Cedric también pueda ayudar, ¿Le dijiste ya sobre la prueba?

Harry miró a Cedric y luego a RJ.

—no, no le dije. Es el único que no sabe, mejor se lo vamos a decir ahora antes de perder más tiempo —opinó y RJ le sonrió. Harry no sería tan injusto como para dejarlo en desventaja, no cuando Cedric si había querido participar en el Torneo, no como él. Se levantaron y fueron detrás de él —pero, RJ... Yo no hablo con él, sus amigos no me quieren, ahora están con él, y eres su amiga...

—No hace falta acercarse —negó RJ y miró a Cedric alejarse.

Comenzó a silbar la melodía, logrando una mirada confundida de Harry, pero Cedric frenó el paso y Harry escuchó la melodía desde otro lugar. Notó como Cedric volteaba, siendo él quien respondía al llamado de RJ. Le pidió a sus amigos seguir sin él y se acercó a RJ que estiró su puño, Cedric lo chocó.

—¿Qué pasó, pequeña Weasley? —preguntó divertido —debo ir a clases, no tengo mucho tiempo.

—hay algo que debes saber —le dijo sin preámbulos y miró a Harry que se aclaró la garganta.

—Cedric —murmuró Harry —la primera prueba son dragones.

—¿Qué? —exclamó Cedric, ceñudo, mirando a ambos.

—Dragones —repitió Harry, mirando a RJ para buscar su apoyo, ella tomó su mano —Trajeron cuatro, uno para cada uno, y tenemos que burlarlos.

Se notó el pánico en la expresión del chico Hufflepuff.

—¿Cómo...? —inquirió Cedric en voz baja.

—los vimos, se supone que nadie debe saber lo que le depara a los campeones pero nos enteramos y no fuimos los únicos —RJ le contó a su amigo.

—Fleur y Krum ya deben saber, porque Maxime yKarkarov también los vieron —secundó el ojiceleste, acomodando sus lentes con su mano libre.

—¿Por qué me lo dices? —preguntó viendo a Harry. RJ lo miró, sorprendida de que le hiciera aquella pregunta.

—porque sería injusto que tú no lo sepas y todos si —Harry admitió —ademas alguien me amenaza —bromeó viendo a RJ que rió. Cedric sonrió, con la tensión un poco más baja —pero si, ahora todos losabemos… Estamos en pie de igualdad, ¿no?

—gracias, Potter —Cedric sonrió y también a RJ que estiró su puño para chocarlo con Cedric.

RJ volteó con Harry y fueron camino a sus clases, sabiendo que deberían separarse unos pasillos antes.

Normalmente, Harry tomaba la mano de RJ en dos situaciones: Debían correr como alma que se la lleva el diablo o estaban en una situación donde los nervios explotaban dentro de sus cuerpos y necesitaban un apoyo emocional, así sea tomarse de las manos en un pequeño gesto de consolación. Sin embargo, esa vez, iban caminando totalmente absortos en los pensamientos sobre qué hacer para las pruebas, al menos así era hasta que Harry decidió tomar toda la valentía que podía tener un gryffindor para tomar la mano de RJ. Así, sin más, sin razón alguna más que solo porque le gustaba y mucho.

RJ miró sus manos tomadas y luego a Harry que acomodaba sus lentes con su mano libre, sonrió y entrelazó sus dedos. Su avanzado corazón parecía que le daría un ataque, no quería sentirse así, pero era adictiva aquella sensación. RJ quería creer que ese amor tan fuerte que sentía era un cariño enorme por su amistad.

—¿Sabes? Pensando en eso de esquivar al dragón y que es mejor no atacarlo, sino huir... Pensé que podrías usar tu punto fuerte, James —RJ habló y Harry la miró.

—No tengo ninguno —contestó Harry casi sin pensarlo. RJ tiró de su mano para frenarlo y Harry la miró si. Entender.

—Jamas digas eso James, tus puntos fuertes son muchos: tu valentía, tus conocimientos muggles extensos a comparación de los muchos magos y brujas puristas que tienen nulos conocimientos de ello, lo bien que aprendiste a emplear el hechizo desarmador, lo bueno que eres para esconderte y demás —bufó obvia hasta que decidió respirar mientras Harry sonreía, admirandola —a todo esto, me refería al Quidditch. Se te da muy bien.

—Sí, igual que a ti, pero… —Harry dudó, RJ blanqueó los ojos, ella no era tan buena como él —no puedo llevar escoba; sólo tendré una varita…

—encantamiento convocador, James. Solo deberías decir “Accio Saeta de Fuego”, sin quebrantar regla alguna —Sonrió obvia y Harry la miró recalculando hasta que sonrió enormemente.

—¡Podría besarte ahora mismo, RJ! —Gritó emocionado, se sonrojó hasta por las orejas cuando se percató de lo que dijo y ella rió.

—Yo feliz —movió su rostro y señaló su mejilla.

Harry se acercó y titubeó hasta que le dió un casto, dulce y sonoro beso en su mejilla; ligeramente lento, lo que le provocó un poco de cosquillas.

—Luego podemos ir a practicar, te veo luego —RJ le dijo, a punto de alejarse, pero Harry tiró de sus manos unidas y la pelirroja casi caía, pero quedó contra el pecho del de lentes. Ella alzó la cabeza y lo miró sonriente.

Harry quería saltar a besarla, decirle cuánto le gustaba... Mas escucharon unos gritos acompañados de llanto y voltearon a ver a unas chicas de ravenclaw corriendo con pintura amarilla mientras Fred y George les gritaban disculpas, diciendo que esa broma era para los de Durmstrang, no para ellas.

—me voy antes de que me vean —RJ susurró, acercándose a dejar un beso en la mejilla de Harry y yendo a su siguiente clase.

Harry la vió irse y suspiró, de pronto, sintió un peso sobre sus hombros. Fred y George se habían puesto uno a cada lado de Harry, Fred se acomodó sobre el de lentes, apoyando su brazo izquierdo sobre su hombro como si fuera un posabrazos, George lo imitó pero del otro lado.

—¿Te gusta nuestra hermanita, Potter? —le preguntó, George. Los tres veían a RJ desaparecer en una esquina.

—no sirve que digas que no, se te nota —Fred lo interrumpió —aun que nos caigas bien, ya la rechazaste una vez. Ni intentes volver a recuperar su corazón...

—... Porque tendrás toda una vida de bombas fetidas...

—...Explosiones de pintura en tus calcetines...

—...caracoles en tus libros...

—...tus cosas desaparecerán mágicamente y aparecerán en lugares extraños...

—...además de que tus desayunos de vacaciones en nuestra casa estarán infectados en cosas inimaginables...

—...Ya sabes, pura precaución —Fred asintió, palmeando la espalda de Harry que tragó saliva —RJ merece ser feliz y nos aseguraremos de eso.

—no significa que no la hagas feliz... Solo que es más que seguro que triste no la harás sentir, porque te lo pensaras dos veces antes de hacerlo —Secundó George jugando con su varita.

—aun que nos adelantamos mucho, tal vez es solo imaginación nuestra ¿No, Georgie? —Fred sonrió gigante —Harry jamás se metería con nuestra pequeña RJ.

—si, tienes razón. Disculpa, Harry —George le guiñó el ojo, retrocediendo con Fred —¡Te vemos luego!

Harry quedó mirando un punto fijo. ¿Debería estar asustado? Porque lo estaba. ¿Cómo iba a hacer cuando diga públicamente que estaba enamorado hasta los huesos de RJ? No podría hacerlo, o bueno, si, si lo haría, pero luego correría tan lejos que ni Hermione iba a encontrarlo.


Harry observó a RJ caminar hasta sentarse a un lado de él, a penas ella se sentó a su lado, el de lentes pasó un brazo sobre sus hombros y ella lo abrazó por la cintura. Lo miró preocupada por el semblante intranquilo del ojiceleste que se notó más calmado solo por el toque de ella. Harry había estado toda la noche practicando el encantamiento convocador para esa prueba.

—Todo saldrá bien —susurró RJ, samarrenado suavemente a Harry que la miró. Perdiéndose en el color de sus ojos en un momento de paz en medio de sus tormentos. Deseaba perderse para siempre allí.

Harry, allí, frente a la primera prueba donde estaría en un peligro mayor al que estuvo jamás, sonrió. Sonrió aún cuando estaba a punto de tener un dragón de quince metros, escupiendo fuego y moviendo su cola de púas en su contra, y él se enfrentaría a eso, pero sabiendo que RJ lo miraría y lo apoyaría cómo nadie más lo hacía.

—Te enfrentaste a un cerbero, un trol, un basilisco, arañas gigantes, un hombre lobo, los mismísimos dementores y a Tom Riddle más de una vez —le susurró en el oído sonriendo, logrando erizar el cabello del de lentes —un dragón solo es como subir un nivel más, pero nada que no hayas hecho antes... Pero si aún tienes miedo, solo me gritas y bajo de las gradas a ayudarte, no me importa romper las reglas, James —inclinó su cabeza de lado, buscando la mirada del de lentes.

Harry atrajo a RJ con el brazo que rodeaba su cuello y besó su frente.

Antes de poder decir algo, McGonagall entró en el Gran Comedor y fue a toda prisa hacia él. Muchos los observaban. En el colegio había una tensión y emoción enormes en el ambiente. Harry giró a ver a la profesora pero no soltó a RJ.

—Los campeones tienen que bajar ya a los terrenos del colegio… —Le avisó en un tono bajo, viendo cómo RJ abrazaba con más fuerza a Harry, con un temor involuntario a soltarlo —Tienes que prepararte para la primera prueba.

Harry miró a RJ que le sonrió.

—si sales ileso, la próxima salida a Hogsmeade vamos juntos y pasaremos por cada tienda para pasar tiempo juntos —Propuso RJ, soltandolo.

Harry asintio y le dió un corto pero muy fuerte abrazo antes de levantarse. Torpemente se puso en pie. Chocó un tenedor hizo mucho ruido al caer al plato, RJ hizo una mueca tomando la mano de Hermione que se había quedado en silencio, ya que la única que parecía calmar a Harry era RJ.

—Buena suerte, Harry —le susurró Hermione —¡Todo irá bien!

—Sí —contestó, acomodando sus lentes. RJ vió como él se iba, no sin antes voltear a verla en busca de su apoyo hasta que salió del Gran Comedor con la profesora McGonagall.

Una vez salió RJ soltó una gran cantidad de aire tembloroso, mostrando al fin la preocupación creciente en su pecho y apoyó sus codos contra la mesa, tapando su rostro con sus manos. Hermione comenzó a acariciar su espalda, pero estaba también preocupada.

—Piensa en que tomaron muchas medidas para que ningun campeón muera —susurró Hermione, a su vez, todos veían a RJ como una mujer a la que su esposo deja para ir a la guerra. Todos creían que eran pareja después de todo.

—Es Harry James Potter, él siempre logra darle la vuelta a todo.


RJ había aprendido a lo largo de su tiempo en Hogwarts que ir a gryffindor no implicaba ser siempre valiente. Que podía tener miedo, dudar de lo que hacía, que ser precavida no estaba mal a pesar de que decían que los de gryffindor eran impulsivos. RJ amaba su casa, tanto como quería creer que tenía muchas cualidades de ella, pero, en esos momentos, la valentía la dejó atrás en el Gran Comedor.

Estaba en las gradas de un gran campo, gritando asustada cuando veía como Cedric Diggory fue el primero en pasar a la arena donde se enfrentó a un dragón. La prueba era burlarlo y robarle un huevo de oro.

Tenía miedo, tenía miedo porque Cedric fue el primero y tuvo que enfrentarse a el hocicorto sueco. Según vió, la numeración subía dependiendo cuál era el primer dragón. Se sintió aliviada de que Cedric tuviera el primero y de que él pase la prueba ileso, pero la decepción la llenó cuando el segundo no fue Harry, sino Fleur Delacour con el un galés verde.

Ella pasó la prueba con algunas complicaciones, tal vez debido a que no estaba preparada como Cedric o que el dragón en si era un nivel más elevado en peligro. RJ se sintió bien de que Fleur haya pasado, pero su temor aumentó al ver que el tercero fue Viktor Krum con el bola de fuego chino.

—no, no... —susurró RJ, cayendo sentada en la banca. Todos gritaban y aplaudían feroces al ver que Viktor Krum había atrapado el huevo y salió más que bien.

—queda Harry —Hermione se giró a verla, preocupada.

—si... —asintió RJ, con la mirada perdida —y tiene el...

Se interrumpió cuando vió como metían la jaula con el gran dragón de ojos amarillentos y malévolos, la abrían y dejaban que la gran bestia corra de un gran salto hasta cubrir el huevo. En cuanto lo hizo, su gran, y llena de púas, cola pasó cerca de la multitud. El gran dragón escupió fuego hacia arriba y todos gritaron.

—...el Colacuerno húngaro —terminó RJ, abatida.

Sus ojos preocupados, desbordando desazón. Hermione notó el desasosiego en ellos. La vida de Harry estaba en riesgo, pero esta vez debería hacerlo solo, con un montón de ojos ansiosos observandolo y alentandolo a enfrentarse a una criatura de las más peligrosas mientras el chico de catorce años sufría de una neurosis severa.

RJ deseaba, un con su malestar nervioso, su inquieto cuerpo y su angustia, que Harry no tuviera más que algunos rasguños y consiguiera pasar la prueba, que no sea víctima de las garras del dragón y que nadie tenga que interferir la prueba para salvarlo de una muerte inminente. Su corazón se estrujaba poco a poco de una manera tortuosa y lenta.

Así, el silbato sonó, anunciando la salida de Harry al campo, a los segundos, el chico salió.

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