06| doubts
“dudas”...
LOS WEASLEY fueron recibidos por una preocupada Molly Weasley. Luego de eso, Arthur decidió dejar de lado sus vacaciones y volver al trabajo con Percy. Mientras, RJ solo se quedó en su habitación, abrazando su almohada.
Su tormentoso descanso fue interrumpido por Harry, Ron y Hermione, ella los miró ceñuda.
—¿Estabas dormida? —le preguntó, Hermione. RJ negó y Hermione palmeó sus piernas para que RJ le dé espacio. Hermione se sentó a su lado, en la cama de enfrente se sentaron Ron y Harry.
—¿Qué pasó? —preguntó la pelirroja.
—es que... Debemos hablar —Harry habló y RJ lo miró confundida. —cuando desperté el sábado a la mañana, la cicatriz me volvía a doler...
Hermione ahogó un grito y de inmediato a propuso cosas, como libros de consulta y persona a la que se podía recurrir, desde Dumbledore hasta Pomfrey. Ron se había quedado atónito. Y RJ lo miró ceñuda para luego lanzarle la almohada por no decirlo antes. Esas fueron las reacciones exactas que Harry pensó que tendrían.
Harry les contó de su pesadilla con Voldemort y Colagusano. También diciendo que tal vez la profesora de Adivinación tenía razón con su predicción de que Colagusano era su fiel vasallo.
Del rostro de Hermione desapareció la expresión de terror, y lanzó un resoplido de burla.
—Tú no estabas allí —la interrumpió Harry —No la oíste. Ya te lo conté, entró en trance. Uno de verdad. Dijo que el Señor Tenebroso se alzaría de nuevo… más grande y terrible que nunca… y que lo lograría porque su vasallo iba a regresar con él. Aquella misma noche escapó Colagusano. Además, sigo buscando quien es la Khaleesi. Tal vez pueda ayudarme.
RJ dejó de mirarlos al oír lo de la Khaleesi.
—Khaleesi significa princesa —le dijo Hermione a Harry, RJ cerró los ojos con fuerza —se dice en la antigüedad, o bueno, también ahora, que en cada guerra hay una Khaleesi, es quien define quien gana. Si el bien tiene su lealtad, entonces ganarán. Pero si la tiene el mago oscuro, entonces el mal va a ganar. Gellert Grindelwald tenía una Khaleesi. Pero ella se pasó al bando bueno con Dumbledore, y entonces derrotaron al señor tenebroso de ese entonces. Pero... Creo que Grindelwald dejó algo suyo en ella y eso la corrompió. En los libros dicen que desapareció, pero todos creen que se... Mató.
Quedaron en silencio. RJ asustada.
—¿Para eso vinieron a mi habitación? —cuestionó en un tono algo dudoso, Hermione suspiró.
—no, ¿Por qué preguntaste si había llegado Hedwig, Harry? —preguntó Hermione —¿Esperas cartas?
—Le escribí a Sirius contándole lo de mi cicatriz —respondió Harry, encogiéndose de hombros.
—¡Bien pensado! —aprobó Ron, y alegrandose un poco —¡Seguro que Sirius sabe qué hacer!
—no por nada McGonagall dijo que él era de los mejores alumnos —asintió, RJ, jugando con sus brazaletes nerviosa. Tratando de no pensar en lo que Hermione dijo.
—Pero no sabemos dónde está Sirius… Podría estar en África o ve a saber dónde, ¿no? —opinó sensatamente Hermione —Hedwig no va a hacer un viaje así en pocos días.
—Sí, ya lo sé —admitió Harry, mirarando por la ventana.
—Vamos a jugar a quidditch en el huerto, Harry —propuso Ron —Vamos, seremos tres contra tres. Jugarán Bill, Charlie, Fred y George… Puedes intentar el «Amago de Wronski»…
—Ron —dijo Hermione, en tono de «no creo que estés siendo muy sensato» —Harry no tiene ganas de jugar a quidditch justamente ahora… Está preocupado y cansado. Deberíamos ir todos a dormir.
—Sí que me apetece jugar a quidditch —contradijo Harry —Vamos.
Hermione abandonó la habitación, murmurando: «¡Hombres!»
—¿Podemos ir Ginny y yo? —preguntó RJ y Harry asintió antes de que Ron se queje.
RJ se bajó de la cama y salió detrás de ambos. Pero cuando iba bajando, su mamá y su papá se pusieron frente a RJ.
—¿Qué es esto, señorita? —mostró una carta.
—Lo siento... —su papá mostró una cara abatida.
RJ abrió la carta y vió el permiso del Ministerio junto a un giratiempos dónde mostraba su permiso.
—¡Si, me lo dieron! —chilló feliz, luego miró a su mamá y recordó que solo su papá la había ayudado a tenerlo —es que... McGonagall dijo que sería bueno intentarlo, además, Hermione lo hizo el año pasado, a diferencia de ella, yo tendré más práctica. Y... Bueno, no te molestes mami, solo quiero ser la mejor, como siempre quieres que sea —sonrió. Ron y Harry detrás de ella la miraron como si estuviera loca.
RJ iba a terminar igual o peor de loca que Hermione luego de anotarse a todas las clases.
RJ estaba desayunando a un lado de Bill y Charlie, sus hermanos le hablaban de montones de tonterías, haciéndola reír. Sus hermanos más grandes parecían niños.
Mas Arthur se levantó a hablar con Amos desde la chimenea, el hombre le dijo que Ojoloco Moody había hecho alguna locura y tenía que arreglarlo, sin más remedio, aún que fuese el último día de RJ en la casa antes de ir a Hogwarts, Arthur se despidió rápido y se fue al trabajo.
—¿Dijo OjoLoco? —preguntó RJ y, dándose una mirada con Bill y Charlie, se levantaron asomándose dónde su mamá se despedía de su papá.
Al desaparecerse Arthur; RJ, Bill y Charlie entraron en la cocina. RJ vió que allí estaba Harry.
—¿Alguien mencionó a Ojoloco? —preguntó Bill —¿Qué hizo ahora?
—Dice que alguien intentó entrar anoche en su casa —explicó Molly.
—¿Ojoloco Moody? —pensó George, poniendo mermelada en su tostada —¿No es el chiflado…?
—Tu padre tiene muy alto concepto de él —le recordó severamente Molly.
—¿Quién es Ojoloco? —preguntó Harry.
—Está retirado, trabajaba en el Ministerio —explicó Charlie —Era un auror: de los mejores… un cazador de magos tenebrosos. La mitad de las celdas de Azkaban las llenó él. Se creó un montón de enemigos… sobre todo familiares de los que atrapaba… y, según oí, en su vejez se volvió realmente paranoico. Ya no confía en nadie. Ve magos tenebrosos por todas partes.
RJ pensó si debería admirarlo o temerle. Tal vez ambas.
Bill y Charlie decidieron ir a despedirlos a la estación, pero Percy, disculpándose de forma exagerada, dijo que debía ir al trabajo. Decepcionando a RJ.
La joven estaba abrazando a Bill que llenaba el rostro de su preadolescente hermana de besos. Ella reía. Los momentos donde más reía en todo el año era allí, con Charlie y Bill.
—Quizá nos veamos antes de lo que piensas —despidió Charlie a Ginny, sonriendo, al abrazarla.
—¿Por qué? —le preguntó Fred muy interesado. RJ soltó a Bill y abrazó a Charlie.
—Ya lo verás —respondió Charlie —Pero no le digas a Percy que dije nada, porque, al fin y al cabo, es «información reservada, hasta que el ministro juzgue conveniente levantar el secreto».
—Sí, ya me gustaría volver a Hogwarts este año —dijo Bill con las manos en los bolsillos, mirando el tren con nostalgia.
—¿Por qué? —quiso saber George, intrigado.
—Porque van a tener un curso muy interesante —explicó Bill, parpadeando —Quizá podría hacer algo de tiempo para ir y echar un vistazo a…
—¿A qué? —cuestionó ahora RJ.
Pero sonó el silbato, y Molly los empujó hacia las puertas de los vagones.
—Gracias por la estancia, señora Weasley —dijeron Hermione y Harry después de subir al tren, y asomandose por la ventanilla para hablar con ella.
—El placer fue mío —respondió ella —Los invitaría también a pasar la Navidad, pero… creo que prefieren quedarse en Hogwarts, porque con una cosa y otra…
—¡Mamá! —exclamó Ron enfadado —¿Qué es lo que saben y nosotros no?
—¡Me está matando la curiosidad! Debí preguntarle a Percy, rayos —refunfuñó, RJ.
—Esta noche se enteraran, espero —contestó Molly sonriente —Va a ser muy emocionante… Desde luego, estoy muy contenta de que hayan cambiado las normas…
—¿Qué normas? —preguntaron todos al mismo tiempo.
—Seguro que el profesor Dumbledore lo explicará... Ahora, portense bien, ¿Eh, Fred? ¿George? RJ también...
El comenzó a alejarse, dejándolos sin otra que despedirse.
RJ suspiró y fue a su compartimiento. La espesa lluvia salpicaba en las ventanillas con tal fuerza que apenas distinguían nada del exterior. Cuando llegó, notó a Colín junto a un chico rubio, delante de ellos estaban Luna y Ginny pegadas.
—¡RJ! —Colin saltó a abrazarla y ella sonrió contenta —¡No sabes cuánto te extrañé! ¿Adivina qué? Mí hermano entró a Hogwarts, está en el vagón con los de primero.
—¡Eso es genial! —Festejó, volteando a saludar a Luna y luego miró al otro chico —Ahm, hola —saludó y él sonrió tímido.
—RJ, él es Rolf Scamander, va con nosotros, bueno va a Hufflepuff, lo conocí en el mundial. Me ayudó con todo el desastre —Luna contó, señalando al chico —pensé que podría venir con nosotros.
—claro, no hay problema. Es un placer, ya oíste, soy RJ, no sé si me conoces...
—claro que si —interrumpió y pareció no notarlo, RJ se sentó con Colin, viendo sonriente al chico que tartamudeó —Eres la cazadora de gryffindor, toda la escuela te conoce, eres una gran jugadora... Además en clases que compartimos siempre respondes.
—Oh, bueno... —murmuró apenada y rieron.
Cuando llegó la señora del carrito, Rolf Scamander le compró unas ranas de chocolate a cada uno y RJ admitió que sea parte del grupo a partir de ese momento, haciéndolos reír.
—Eres Scamander como Newt ¿No? —cuestionó y él asintió.
—es mí abuelo —ante esa respuesta, RJ dejó de masticar el chocolate y lo miró sorprendida.
Rolf sonrió sabiendo que, con chocolate y siendo nieto de Newt Scamander, RJ ya lo había convertido en uno de sus mejores amigos, algo que hizo sonreír a Luna que sabía que Rolf no tenía amigos por ser... Algo torpe.
RJ entró a Hogwarts, sintiendo ese ambiente cálido que le gritaba hogar, luego giró y se encontró con Harry que alzó su mano, mostrando chocolate.
—te lo compré —se lo extendió y RJ chilló, acercándose a besar la mejilla del de lentes.
Pero en ese entonces, algo sonó y giraron.
—¡Caray! —exclamó Ron —¡Ay!
Un globo grande y rojo de agua acababa de estallarle en la cabeza. Ron se tambaleó y cayó contra Harry, que casi tiraba a RJ, al mismo tiempo que un segundo globo lleno de agua caía rozando a Hermione. RJ se movió y, por consecuencia, estalló a los pies de Harry, y una ola de agua fría le mojó las zapatillas y los calcetines.
A su alrededor, todos chillaban en un intento de huir de la línea de fuego de Peeves.
—¡Recién llegamos! —se quejó RJ viendo al poltergeist.
—¡Peeves! —gritó una voz irritada —¡Peeves, baja ahora mismo!
Era McGonagall, quien casi resbaló por el suelo mojado.
—¡No estoy haciendo nada! —contestó Peeves riendo, arrojando un globo de agua a chicas de quinto, que gritaron y corrieron hacia el Gran Comedor —¿No estaban ya mojadas? ¡Esto son unos chorritos! —Y dirigió otro globo hacia segundo curso que acababa de llegar.
Cómo Peeves no parecía dispuesto a parar, RJ tomó su varita y le sacó los globos a Peeves con un hechizo, este miró los globos que se volvieron en su contra y huyó de ellos. McGonagall miró a RJ que reía a carcajadas.
—señorita Weasley... —suspiró y solo tomó el puente de su nariz —solo vaya al Gran Comedor.
—bien —se fue dando saltitos hasta llegar con Colín que la abrazó.
El Gran Comedor tenía un aspecto tan espléndido como de costumbre, y se sentaron en la mesa de Gryffindor, junto a Nick Casi Decapitado. Harry llegó y se sentó a un lado de RJ, Ron y Hermione lo siguieron.
—¡Harry! —Colin se asomó del otro lado de RJ para ver a Harry.
—Hola, Colin —respondió con poco entusiasmo.
—Harry, ¿a que no sabes qué? ¡Mi hermano empieza este año! ¡Mi hermano Dennis, Harry!
—Eh… bien.
—¡Está muy nervioso! —explicó Colin, casi saltando arriba y abajo en su asiento —¡Espero que le toque Gryffindor! Cruza los dedos, ¿eh, Harry?
—bueno —accedió Harry. RJ rió y miró delante suyo, saludando a las chicas del equipo de Quidditch que le comentaron sobre lo que hicieron en vacaciones.
—¿Dónde está el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras? —preguntó Hermione, que miraba la mesa de los profesores.
RJ miró allí y notó que estaban todos los profesores a excepción del de DCAO. Otra vez, tenían profesor nuevo. Ya que nunca tuvieron uno que les durara más de un curso. El favorito de RJ fue el profesor Lupin. Ella había recibido dos cartas de Remus cuando ella se atrevió a enviarle dos, diciéndole como estaba y sobre sus aventuras en la escuela. Remus accedió a contarle con amabilidad.
—¡A lo mejor no encontraron a nadie! —soltó Hermione, preocupada.
—yo no me postularía —admitió RJ —Al menos no en Hogwarts, los de tercero decimos que ese puesto está maldito.
—¡Que se den prisa! —gimió Ron, al lado de Harry —Podría comerme un hipogrifo.
En ese momento, McGonagall entró con una fila de alumnos de primero, a los que condujo hasta la parte superior del Gran Comedor.
Temblando entre el frío y los nervios, llegaron a la altura de la mesa de los profesores y pararon. El único sin temblar era el más pequeño de todos, castaño desvaído, que iba envuelto en el abrigo de piel de topo de Hagrid. Su carita salía del cuello del abrigo y parecía estar conmocionado. Él vio a Colin, levantó su pulgar para darle a entender que estaba bien y articuló moviendo sólo los labios: «¡Me caí en el lago!» Completamente encantado por el accidente.
—¿es tu hermanito? —señaló RJ y Colin asintió —es una ternurita.
—te va a encantar, RJ, le hablé mucho de ti —contó emocionado y ella se enterneció.
La ceremonia de selección comenzó y RJ esperó el momento en que el hermano de Colin subió.
—¡Creevey, Dennis!
El pequeño avanzó tambaleándose y se tropezó en el abrigo de piel de topo de Hagrid al mismo tiempo que éste entraba furtivamente en el Gran Comedor. Hagrid les guiñó un ojo y se sentó a un extremo de la mesa de los profesores, observando cómo Dennis se ponía el Sombrero Seleccionador.
—¡Gryffindor! —gritó el sombrero.
RJ aplaudió emocionada con la mesa de Gryffindor cuando Dennis, sonriendo enorme, fue a toda prisa junto a su hermano.
—¡Colin, me caí! —vociferó arrojándose sobre un asiento vacío —¡Fue estupendo! ¡Y algo en el agua me agarró y me devolvió a la barca!
—¡Tranqui! —repuso Colin, tambien emocionado —¡Seguramente fue el calamar gigante, Dennis!
—¡Vaya! —exclamó, como si nadie, en sus mejores sueños, pudiera imaginar nada mejor que ser arrojado al agua en un lago de varias brazas de profundidad, por una sacudida en medio de una tormenta, y ser sacado por un monstruo marino gigante.
—Dennis, ella es RJ, mí mejor amiga, de quién te hablé —señaló a la pelirroja que le sonrió al niño.
—¡Hola, RJ! soy Dennis —saludó y ella le extendió chocolate.
—un placer, Dennis. ten, come. Te dará calor —él lo aceptó gustoso.
La Ceremonia de Selección dio fin. McGonagall se llevó el sombrero y el taburete.
—Se acerca el momento —dijo Ron tomando el tenedor y el cuchillo y mirando ansioso su plato de oro.
Dumbledore se puso en pie. Sonriendo y con los brazos abiertos en señal de bienvenida.
—Tengo sólo dos palabras que decir —su profunda voz resonó —:¡A comer!
—¡Obedecemos! —dijeron Harry, RJ y Ron y las fuentes vacías de repente aparecieron llenas ante sus ojos.
RJ se apresuró a tomar lo más que podía.
Pero de repente jugo de calabaza cayó sobre toda su comida. Su mandíbula pareció desprenderse y miró a la persona que lo hizo. Hermione. Mas sorprendentemente, ella no se molestó en haber arruinado la comida de RJ, miraba incrédula a Nick Casi Decapitado, a Ron y Harry.
—¿Aquí hay elfos domésticos? —preguntó, clavando los ojos en Nick Casi Decapitado, con expresión horrorizada —¿Aquí, en Hogwarts?
—Claro que sí —respondió Nick Casi Decapitado, sorprendido de la reacción de Hermione —Más que en ninguna otra morada de Gran Bretaña. Apenas abandonan las cocinas durante el día —explicó Nick Casi Decapitado —Salen de noche para hacer limpieza… atender los fuegos y esas cosas… Se supone que no hay que verlos. Eso es lo que distingue a un buen elfo doméstico, que nadie sabe que está.
—¿No lo sabías? —RJ cuestionó y Hermione la miró confundida. Pero al pelirroja cambiaba su comida —Voy todo el tiempo a las cocinas, allí están todo el día, los adoro. Me alimentan a cualquier hora.
—Pero ¿les pagan? —le preguntó incrédula —Tendrán vacaciones, ¿no? Y… baja por enfermedad, pensiones, todo eso…
Nick Casi Decapitado se rió con tantas ganas que la cabeza se le cayó. RJ la miró con una mueca.
—Hermione, son elfos domésticos —resaltó RJ. La castaña la miró sin entender —Ellos no quieren esas cosas, se niegan a tenerlas. Ya lo viste con Winky... A pesar de lo que le hacía Barty Crouch, no lo haría, ya viste que aún con maltrato se quería quedar con él. Los elfos son asi.
Hermione miró su plato, casi intacto, y lo apartó de ella.
—«Vabos, He’mione» —dijo Ron, rociando sin querer a Harry con trocitos de budín de Yorkshire —«Va’a», lo siento, «Adry». —Tragó —¡Porque te mueras de hambre no vas a conseguir nada!
—Esclavitud —Hermione respiró con dificultad —Esta cena se hizo mediante la esclavitud.
Y se negó a probar otro bocado.
El techo que reproducía la tormenta del cielo brilló justo en el momento en que los restos del plato principal se desvanecieron y fueron reemplazados por los postres.
—¡Tarta de melaza, Hermione! —dijo Ron, dándosela a oler —¡Mira: pastel de chocolate!
Pero Hermione le dirigió una dura mirada y dejó de insistir. RJ agarró casi todo el pastel de chocolate para ella, convidandole solo a Dennis, ni siquiera a Colín que la miró indignado, Harry sonrió al verla con chocolate al rededor de la comisura de sus labios.
Harry solo pensaba: en serio me enamora.
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