“Ron el héroe de RJ”...

       RJ IBA DE la mano de Ginny, su melliza iba hablando con ánimo y emoción sobre que volverían a ver al niño que sobrevivió, claro que a ella también le emocionaba, pero su mente estaba demasiado ocupada en pedir a gritos regañar a Ronald cuando lo viese, así reclamarle que en todo el año no le había mandado más de tres cartas ¡Tres cartas!

Tampoco es como si hubiese hecho demasiado en ese año sola con Ginny, Arthur y Molly, mas que esperar alguna carta de sus hermanos ¡En especial de Ron siendo su primer año!

Se pasó los días enteros haciendo galletas que Arthur llevaba a su trabajo para darle a sus compañeros, presumiendo lo buena cocinera que era su hijita menor, de paso, también comentaba sobre su regalo para RJ.

El hombre con afinidad por artefactos muggles le había regalado a RJ una licuadora ¡Si! Una licuadora muggle con la que hacía batidos, a principio, les aterraba lo asesina que parecía, peor luego se impresionaron de lo que era capaz de hacer. RJ desayunaba -al igual que consumía a lo largo del día- muchos licuados. De banana, frutillas, incluso mezclas.

RJ había pasado sus días de esa forma, claro que también leyendo cartas de los gemelos y sus bromas ¡Pero no, ni una de Ron! Ah, hablando de Roma, RJ pudo percibir la característica cabellera de su hermano mayor a unos metros adelante. Al igual que su madre y hermana que pudieron notar a Ron con Harry Potter y una niña más adelante.

Al ver al chico de ojos azules, RJ sintió su rostro enrojecer. En una de las únicas tres cartas de Ron, él le había contado que Harry Potter se había hecho un íntimo amigo suyo, contándole cosas como que nunca había recibido un regalo de navidad.

Claro, ellos tampoco eran de tener veinte regalos navideños cada uno, de hecho, esa navidad, RJ se había ido con sus padres y Ginny a pasarlo en Rumania con Charlie, uno de los hijos mayores. Los demás Weasley se habían quedado en Hogwarts para pasar víspera navideña allí, Ron haciéndole compañía a Harry.

—¡Allí está el, mami, míralo, allí! —Ginny, movió bruscamente la mano de su hermana, despertandola de sus pensamientos, la señalaba a dónde estaba su hermano pero obvio no señalaba a Ron —¡Harry Potter, mira, RJ!

—me vas a arrancar el brazo —rió, RJ, soltando a su hermana que daba saltitos en su lugar.

—tranquila, Ginny, y es de mala educación señalar con el dedo —Molly, tomó la mano de su hija, notando cómo RJ la había soltado.

La señora Weasley les sonrió a los tres niños que se presentaron frente a ellos. Los ojos de Harry rápidamente se dirigieron a las mellizas, RJ bajó la cabeza al segundo y él sonrió, ella parecía mucho más tímida que la primera vez que hablaron.

—¡Hola! —Hermione, les sonrió, extendiendo su mano. Ginny se escondió detrás de su madre y RJ aceptó el gesto —Soy Hermione.

—si, Ron ha hablado de ti —dijo la pelirroja, viendo el rostro molesto de su hermano —claro que no mucho ¡Porque a penas y me ha mandado cartas!

—¡Lo siento, estuve ocupado! Prometo contarte todo, RJ —se defendió el niño, soltando las manos de Hermione y la pelirroja.

—¿Un año movido? —les preguntó, Molly, divertida.

—Mucho —dijo Harry, sonriendo genuinamente— Muchas gracias por el jersey y el pastel, señora Weasley.

—Oh, no fue nada. Pero no me llevaré todo el crédito, cielo, no lo he hecho yo —Molly, pasó su brazo sobre los hombros de su hija —El suéter Weasley es una tradición nuestra, RJ estuvo aprendiendo a hacerlos, y dándote la bienvenida como amigo de Ron, ella te lo ha hecho con mucho esmero. Igual que el pastel.

Ante eso, Harry miró a la pelirroja que tenía su rostro rojo cual tomate, sonrió sintiendo sus mejillas enrojecer suavemente, entonces se acercó un paso.

—muchas, gracias, RJ... —susurró, y ella se encogió de hombros, abochornada.

—no fue nada, Harry —murmuró, sin creer que hablaba con el niño que sobrevivió y él le sonreía, mostrando sus ojos celestes achinarse suavemente por sus mejillas.

—¿Ya estás listo?

Era el tío de Harry, con el rostro púrpura, gran bigote y con aire furioso, llevando una lechuza en una jaula, en una estación llena de gente común. Los Weasley ya se habían acostumbrado a eso. Detrás, estaban tía Petunia y Dudley, tía y primo de Harry, con aire aterrorizado.

—¡Usted debe de ser de la familia de Harry! —dijo la señora Weasley, amable. RJ retrocedió a abrazar a Ginny, ambas viendo con ojos abiertos a los tres muggles, en verdad asustaban.

—Por decirlo así —dijo tío Vernon—Date prisa, muchacho, no tenemos todo el día —Dio la vuelta para ir hacia la puerta.

Harry esperó para despedirse de Ron y Hermione.

—Nos veremos durante el verano, entonces.

—Espero que… que tengas unas buenas vacaciones —dijo Hermione, mirando insegura a tío Vernon, impresionada de que alguien pudiera ser tan desagradable.

—Oh, lo serán —dijo Harry, y sus amigos vieron, con sorpresa, la sonrisa burlona que se extendía por su cara—. Ellos no saben que no nos permiten utilizar magia en casa. Voy a divertirme mucho este verano con
Dudley… —rieron suavemente y se abrazaron.

Harry volteó a ver a RJ, en todo el año, él había escuchado a Ron, inclusive a sus hermanos, hablar sobre la tierna RJ que adoraba pintar y jugar a hacer coronas de flores, la niña había sido la primera en darle un regalo de navidad. Así que se acercó nuevamente y ella comenzó a jugar con sus manos.

—Ron me invitó a ir en las vacaciones, así que espero verte también, RJ —murmuró, extendiendo su mano. Ella la miró y la estrechó, sintiendo su cuerpo cosquillear al tocar la mano del niño.

—Sería grandioso, Harry —asintió, soltandolo y mirando a Hermione para alzar su mano, saludándola. Ella repitió su acción.

—tambien adiós, Ginny —le dijeron a la niña que solo movió su mano.

Los dos se fueron y RJ soltó gran cantidad de aire que no sabía que había estado reteniendo, la niña miró a Ron que se acercó abrazarlas. Detrás suyo, se vieron a los mayores bajar, entre ellos, a los Weasleys.

—¡Tengo tantas cosas que contar! —dijo, Ron, alejandose. RJ tiró de su oreja, escuchándolo quejarse —¡Auch!

—mas te vale —La niña miró a los gemelos que corrieron, pero ella los detuvo —¡Ustedes!

—¡Nosotros! —dijeron al unísono, frenando.

—¡No me enviaron un inodoro de Hogwarts! —Se cruzó de brazos, escuchándolos reír.

—Lo sentimos, Percy no nos dejó —George corrió a abrazar a su hermanita y Fred a hacer dar vueltas en el aire a Ginny que reía.

—¡Las extrañamos! —dijo, Fred, intercambiando de lugares para ahora él abrazar a RJ.

—Madre —Percy, llegó a abrazar a Molly, que sonrió.

—“madre” —se burlaron, los gemelos. RJ negó, acercándose a tomar la mano de Ron.

—ya vámonos —Pidió, Molly.

Comenzaron a volver el viaje a casa que se hizo casi inexistente por las anécdotas de los gemelos. Cuando llegaron, se apresuraron a desempacar los baúles y RJ se sentó en la cama de Ron, su hermano corrió a tomar unos dulces que le compró Harry en el tren y se sentó con ella.

—¡Cuéntame todo, Ronnie! —le rogó, su hermanita —¿Por qué no me enviaste cartas?

—¡Es que no te lo creerás! —se excusó, a punto de soltar todo como una bomba —¡Llegué a Hogwarts y quedé en gryffindor con Harry y Hermione! A principio no me caía bien Hermione ¡Pero luego un troll se metió en el baño de niñas y tuvimos que ir a salvarla! Creímos que fue el profesor Snape quien lo entró, porque él hechizo la escoba de Harry ¡Es que Harry entró al equipo de Quidditch! Si, en su primer año, es el jugador más joven. Pero no, no fue Snape ¡Era el profesor Quirrell! Nuestro profesor de DCAO, que tartamudeaba mucho y tenía dos caras, la suya y la del Innombrable, él quería la piedra filosofal, una piedra que dar la vida eterna ¡Pero Harry lo destruyó antes de que eso pase! Tuvimos que pasar muchas pruebas, de ajedrez mágico, llaves voladoras, un perro de tres cabezas ¡Y todo para que luego ganemos la copa de la casa!... ¿RJ?

Su hermana veía a Ron hablar y tres de cada cinco cosas que decía la confundía porque su hermano habló con la boca llena, pero salió de su trance para murmurar:

—¡Aún más ganas de ir a Hogwarts tengo!

Decir que Ron se había vuelto el héroe de su hermana era poco, RJ tenía ejemplo a seguir a Percy o a Charlie pero ¿Su héroe? Sin dudas era Ron, quien comenzó a contarle todo lo sucedido con mucha más calma y menos complicaciones, comiendo los dulces en el proceso.

Las vacaciones se pasaron rápidamente, RJ les explicaba con emoción a sus hermanos mayores el uso de la licuadora y les hacía licuados que ellos bebían, sorprendidos de igual manera como ella en la primera vez. Su papá aún seguía examinandola, lástima que, por eso, terminó rompiéndola y no saben cómo hacerla funcionar.

—Ron, ¿Crees que Harry sepa cómo hacerla funcionar? —Su hermanita le pregunto, dibujando sobre la mesa en un papel blanco.

—lo dudo ¡No responde mis cartas! —su hermano, apoyó, rendido, su rostro sobre la palma de su mano —le he mandado muchas y ya me gaste todos mis pergaminos, Hermione dijo que tampoco le responde, ya le he dicho a mamá. Cree que el viernes podrían ir a casa de Harry a ver si sus tíos lo dejan venir.

—Ojala pudiese venir —susurró, aplanando los labios.

¡En verdad deseaba que aquel niño de ojos azules vaya! RJ no paraba de sonreír cuando Ron le hablaba sobre lo que había hecho en el año con el niño de lentes y cicatriz de rayo junto a Hermione. RJ suspiraba ante la idea del niño un año mayor que ella. Hermione... Bueno, Hermione ya había visitado su casa ¡Fue el día del cumpleaños de Ginny y ella! Les había regalado unas pulseras que ella misma había hecho.

—¡Oh, a RJ le gusta Harry, a RJ le gusta Harry! —los gemelos comenzaron a cantar, molestando a su hermanita.

—¡No es cierto! —chilló, comenzando a ponerse roja.

—¡Oh, Harry, préstame tus lentes! A ver si me quedan tan bien como a ti —George, fijo con voz chillona, sonriendo.

—¡Oh, RJ! ¿No quieres ver mí brillante cicatriz? De grande volveré loco a las niñas —siguió, Fred, levantando su flequillo.

—¡Mamá, Fred y George me están molestando! —gritó, y Molly apareció a los segundos.

Pero la puerta se abrió, mostrando a Arthur Weasley, el hombre fue recibido por Ginny que corrió a abrazarlo. Mas él traía consigo una cara larga, una mueca de preocupación que los contagió al segundo cuando les dijo lo que ocurrió en su trabajo.

Al parecer, en la Oficina Contra el Uso Indebido de la Magia, en el Ministerio de Magia, habían detectado, o más bien recibido información de que un encantamientoplaneador había sido usado en el lugar de residencia de Harry. Lo que era totalmente malo siendo que un mago menor no podía usar magia fuera de la escuela.

RJ miró con preocupación a sus hermanos mayores, mas Fred y George se hicieron una seña antes de tomar a Ron y RJ para llevarlos escaleras arriba, ignorando como sus padres comenzaban a hablar del asunto con Percy y Ginny metidos para saber lo que sucedía.

Oh, nada bueno saldría si estaban metidos los cuatro, George y Fred eran un peligro, RJ era más racional, pero Ron estaba preocupado por Harry y los cuatro harían un gran problema para saber el estado de Harry.