19. SONRÍE
𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄 🌷 ⊹
“ Sonríe ”
Nixie tarareaba, riendo de vez en cuando al sentir los besos de Damián depositaba por su nuca y hombros, afianzando su agarre en la cadera de la chica por detrás de su cuerpo con ambos brazos.
La lluvia se estaba haciendo intensa afuera de aquel lugar seguro que era la habitación de Damián, donde ambos se encontraban sentados uno tras del otro. Habían logrado tener un momento libre luego de una semana llena de examen por parte de ambos, donde casi por lo general la chica no lograba pasar tiempo con Damián por los estudios y por las patrullas nocturnas que se volvían agobiantes cuando se encontraba agotada mentalmente.
Por lo que dejar que una de sus musicas favoritas se dejara escuchar en sus oídos a la par de las caricias y besos de Damián era como estar en el cielo de un mundo de colores rojos. Aún estando poco tiempo de relación ambos ya se encontraban atados por un hilo rojo tan fuerte del que Damián ni siquiera se parecía dar cuenta, un hilo tan fuerte como mismas cadenas que los juntaba cada vez que se encontraban juntos como un imán.
Nixie sintió muy tarde como Damián se colocaba encima de ella a horcajadas, con sus manos a ambos lados de su cabeza y empezaba a decir varias palabras que por culpa de los audífonos no logró captar.
Levantó una ceja, mirándolo divertido al ver como le quitaba un audífonos.
—Prestame atención, loca.
Exigió Damián, mirándolo con sus ojos esmeralda de manera intensa. La chica solo miro hacia un lado, provocativa y lanzo unas palabras que solo le hicieron rodar los ojos con exasperación.
—No te pongas serio. Sonríe como la corteza de una pizza. —cantó en coreano, sonriendo al final— ¡Queso!
Y partió a reír, observando la expresión que Damián le regalaba con una confusión inolvidable.
—¿Sabes coreano?
Levanto los hombros aún con Damián encima de ella, despreocupada totalmente sobre como éste se acercaba de manera peligrosa. Nixie alzó los brazos, colocando sus manos en las mejillas del pelo negro para hacerle con sus dedos una sonrisa chueca y divertida.
Damián hizó un puchero.
—Deja.
Y al estar lo suficientemente cerca Nixie se lanzó a besarlo con una sonrisa divertida en el rostro quitando sus dedos de las comisuras de sus labios, susurrando entre besos que dejara de ser tan aburrido y se divirtiera por un momento.
—Deja de ser tan amargado. ¡Sonríe, Dam!
Las últimas palabras hicieron que Damián hiciera el beso aún más húmedo, juntando sus lenguas de vez en cuando hasta delinear el labio inferior de Nixie con la suya como una tentación que parecía hacerlos mirar las estrellas.
Las gotas de lluvia chocando contra la ventana de la habitación parecían hacer un contraste tan extraño junto a la canción que aún se reproducía en los audífonos que se le habían caído entre besos a Nixie a la cama. Ambos estaban absortos, sintiéndose de manera inexplicable, Nixie parecía demorarse a besos a Damián encima de él, moviendo su cuerpo como si quieran fundirse.
Llevó sus manos hasta el cabello de Damián, paseándose hasta tocar con sus dedos las cuerda que se escondia bajo su camisa, un collar con un lindo dije plateado de gato que brillaba entre sus dedos al momento de tocarlo.
En la cuidad Catgirl al final había sido reconocida como una vigilante de fiar. La gente aún se preguntaba sobre su identidad, como la de todos los vijilantes aunque muy poco, después de todo si Catgirl trabajaba aliada a Batman y Robin era de fiar, no era como la ladrona de joyas que se la habia adjudicado su nombre con algunos cambios. Tal parecía, aunque no se fiaban del todo.
¿Pero quién los culpaba? A los gatos siempre le han gustado las cosas brillantes.
Nixie sonrió, empuñando el collar en su mano para acercar un poco más a Damián que solo se dejaba hacer. En su cabeza sabía de manera extraña que Nixie tenía un poder que lo volvía más dispuesto a todo.
Algo que no podía evitarlo.
(...)
La luna estaba en su punto más alto, cubierta por varias nubes y siendo opacada por la señal de la batiseñal que iluminaba el cielo como un mal augurio. Siempre que esa señal era elevaba al cielo algo malo pasaba en la cuidad, aunque casi nadie lo supiera o lo ignoraran.
Todos los murciélago estaban desplegados por la cuidad atrapando ladrones menores o de alto rango. Batman y Nightwing que se había encontrado en el camino al responder a un asalto cerca de allí estaban a nada de moverse a otro edifico cuando el sonido de un respiración entrecortada se escuchó en el comunicador de Batman.
—... Padre...—la voz de Damián fue lo que al segundo se logró escuchar con dificultad y luego un llamado de alerta que lo dejó tiesos en su sitio— Se... a... Nixie...
La interferencia no dejaba escuchar muy bien lo que decía, y aquello solo dió más mala espina...
—¿Robin? Robin, responde. —exclamó Batman, llevando sus dedos índice y medio al aparato en su oreja.
—...¡Se la llevaron! ¡Se llevaron a Nixie! —se escuchó un pequeño sollozo en la interferencia y ahí fue que Batman se alarmó, Damián casi nunca lloraba y si lo hacía era por algo verdaderamente grave.
¿Pero quien se había llevado a Catgirl? ¿Hombres del fallecido Harry? Era una posibilidad, pero era imposible que ese hombre aún muerto hiciera la vida imposible para Nixie.
—¿Robin, en donde estas? —preguntó, bajando del edificio, para subir a su moto y dirigirse a la ubicación que le mandara su hijo. Nightwing hizó lo mismo, confundido y haciendo señas para entender que estaba pasando a lo que Batman le contestó de la misma manera. El de azul se subió a su moto y se colocó al lado de Batman por cualquier eventualidad dispuesto a reagruparse con los demás y con Damián para escuchar mejor que era lo que había pasado.
Batman habló de nuevo, pidiendo la ubicación de Robin pero no se escucho respuesta de su parte, y la preocupación creció como espuma.
—Red Robin, Red Hodd, Reportense. —ordenó sin despegar la mirada del frente.
Una pequeña falta de señal se escuchó, y luego la voz de Jason por el comunicador.
—Red Hodd aquí, no ha pasado nada interesante. Unos cuantos delicuentes estúpidos que ni disparar saben. —respondió molesto. Le molestaba que no pasará nada interesante al patrullar— Que imbéciles. Nada nuevo.
—Red Robin en la Batcueva. —respondió el otro en la línea, tranquilo.
—¿Que haces ahí, Babybird? —preguntó Red Hood.
—En una persecución se me a caído el intercomunicador y he venido a buscar uno de repuesto. —informa. Se escucho un momento de silencio y despues, la voz preocupada de Tim— Nixie acaba de mandar una alerta de emergencia. Alguien la tiene, Bruce.
Batman soltó una maldición, acelerando la motocicleta—Red Hodd ve a la batcueva y quédense allá.
—¿Qué? ¿Porqué? —preguntó Jason confundido— ¿Que esta pasando?
Jason no había escuchado nada, por suerte Tim había intervenido y había hablado lo último en la línea directa del murciélago de Gotham.
—Hazme caso y ve hasta allá, voy en camino. —comenzó a acelerar para llegar más rápido, sentía que estaba pasando algo grave y con los que pudo escuchar de Damián su presentimiento era verdad.
Además, las palabras de Tim que apoyaban las de Damián solo hacia que se pudiera de los nervios.
—Voy en camino, Red Hodd fuera. —Jason no se hubiera tomado encerio la cosa y se hubiera quedado vigilando más, pero el tono con que habló Batman lo hacía pensar en que les iba a informar de algo grave.
Muy grave y que nadie esperaba.
(...)
›UNA HORAS ANTES.
›SUR DE GOTHAM.
Catgirl corría con rapidez entre los edificios, saltando y haciendo trucos cada vez que podía, sintiendo de manera gratificante la brisa en su cabello. Se había separado de Robin y Superboy por un momento cuando en su lugar de encuentro escuchó el llanto de un bebé abandonado en uno de los callejones, se había decidido a llevarlo hacía el hospital cuando el sonido de un robo a unas cauntas calles más de ahí se empezaron a escuchar.
Robin y Superboy se fueron a detenerlo, ordenandole el primero que luego de dejar al bebé con personal médico se encontrarán en el centro de la cuidad para reagruparse. Lo que nadie sabía era que todo podía pasar en aquella cuidad y nada se podía estimar a ciencia cierta.
Catgirl se detuvo para mirar a su alrededor, percatándose que faltaba algunas calles más para llegar. Se dió un respiro y acarició a un pequeño gatito que andaba caminado por ahí, lo vió alejarse de su agarre luego de lamer su mano y se adentro hacia los edificios los cuales estaban abandonados por remodelaciones luego de un atentado del Joker, un criminal que aún no había tenido la desdicha de conocieron en persona. Después de todo este personaje se escondía por meses después de hacer alguna fechoría que detenia Batman junto a su equipo.
Estaba a nada de dar un salto hacia otro edificio cuando escuchó el tintineo de unas cadenas detrás de ella, curiosa miró hacia atrás y caminó cautelosa hasta adentrarse al callejon donde el gato se había ido. Lo observó al otro lado de una cerca metálica encadenada, el gato maulló y su atención se fue hacia el cuerpo atado a un poste, se acercó un poco más a la cerca y la tocó con sus manos viendo que en el pecho del hombre había unas letras que rezaban «Policía de Gotham»
—Carajo.
Soltó un improperio, saltando la cerca para acercarse al cuerpo despacio, después de todo el lugar parecía tener un ambiente demasiado pesado que cargaba con un mal presentimiento. Al ver al hombre mejor tuvo que apartar la mirada, el hombre ya estaba muerto con los ojos cerrado y con una extraña sonrisa en sus labios que le dió escalofríos. Frunció el ceño, empezando a asustarse hasta llegar a retroceder con las piernas temblando.
Se iba a alejar por fin de ahí cuando el sonido de una risa se escuchó atrás de ella, se volteó aterrada para ver el muñeco de un payaso reír dentro de una caja de vidrio. Las luces se habían encendido alrededor de la caja haciendo que tuviera mayor conciencia de la terrorífica escena de varias decoraciones de circo desperdigadas por el lugar.
Tragó saliva, recordando de repente las imágenes de sus pesadillas cuando a penas tenía la tierna edad de cuatro años. Su respiración tuvo la señal de fallarle de imprevisto, se llevó una mano a la oreja para contactar a Superboy y Robin cuando un golpe le dió en la cabeza mandandola directamente al suelo.
Otra risa maquiavélica se escuchó, haciendo que se quejara en alto y la persona le hablará con lentitud. Palabras que al estar aturdida por el golpe que recayó en su oído no logró percibir con claridad.
—Otro a la lista. Cada vez que vuelvo a la cuidad Batsy tiene nuevos juguetes para mi con los que poder jugar...
—No... —pidió, escuchando la misma risa que en sus pesadillas.
—Uno mejor que el otro. —y el Joker volvió a reír, mirando los patéticos intentos de Catgirl para levantarse. Rodó los ojos y sin quitar su sonrisa le inyectó en el cuello un líquido blanco en un gesto fluido que hizo remover a la chica en su sitio.
—¡Ayuda...! Rob...
Y su voz se fue de a poco, pero sin dejar de tocar el botón de emergencia en su cinturón que mando una alerta a la batcueva que quedó en emisión y que dejó grabado desde el principio de su toque las palabras de cada uno, además de mandar su localización.
Los ojos le pesaron, y sintió su respiración aún más lenta y dificultosa, sintió como fue colocada en el hombro del hombre y como éste mantenía sus manos en sus piernas asegurándose que no patearia o se caería de su sitio. Catgirl sabía que la estaban secuestrando, lo sabía muy bien e intento arañar con sus uñas la espalda del Joker más lo único que logró fue un golpe en la pierna y una amenaza que se fue apagando cuando sus ojos terminaron por cerrarse.
Y su corazón se detuvo.
LUBEISKASALAS 2023 ©
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