𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄 🌷 ⊹
" Los SuperSons "

›BATCUEVA

«-... Si mi princesa, perdió su castillo, jugando en la arena. Solo recuerda, yo voy contigo...»

Cantó una voz en su oído, algo lejana, pero la distinguió como la de un niño. Aquella canción de cuna de manera inexplicable le produjo muchas emociones, tristeza, alegría, emoción... Pero no supo porque la sentia tan suya. Tan emocional.

Despertó exaltada tocándose el cuello con una desolada tristeza, mirando a todos lados distraídamente hasta que una voz la saco de sus pensamientos.

-¿Otra pesadilla?

Giró su cabeza hacia la izquierda, observando como Damián la veía con el ceño fruncido y notable preocupación. Se acomodó en la camilla, quedandose sentada para después responder:

-Algo asi. Fue algo extraño -tocó su cuello, sintiendo que algo debería estar ahí- No fue una pesadilla normal.

-¿Quieres hablar de eso?

Hubo unos segundos de silencio, en donde Damián aprovechó para sentarse al lado de ella.

-No en este momento... Quisiera organizar un poco mis ideas y recordar más sobre la pesadilla -miró a los ojos a Damián que asintió, sin dejar de mirarla- Después, si quieres, puedo contartela.

Una imperceptible sonrisa ladina se dibujo en los labios del pelinegro- Bien.

Después de eso no siguieron hablando. Nixie soltó un gran bostezo, colocando su cabeza en el hombro del pelinegro mientras cerraba los ojos y quedándose dormida segundos después, mientras escuchaba en su oído la pequeña voz de un niño cantándole en sus sueños.

(...)

Al despertar, Damián no se encontraba en la camilla lo cual la pelinegra dedujo que ya había amanecido y se había ido a su respectiva habitación, por lo que ella también se levantó y salió de la batcueva, llenado directamente a su habitación para lavarse los dientes y darse un pequeño baño para relajarse.

Cerró los ojos, sintiendo la lluvia artificial bajar por su piel desnuda. Apoyó la frente en la pared, tratando de concentranse en la canción que su cabeza le repetía en lapsos, todavía podía escuchar la voz de ese niño tarareando esa canción. Cerró con más fuerza los ojos, tratando de buscar en su mente de donde provenía esa canción pero nada apareció. Todo estaba en blanco.

No podía recordar de nada esa canción, a pesar de que le transmitía tantos sentimientos.

Veinte minutos después salió del ascensor vestida con un shots negro y un suéter azul con el logo de Superman que le quedaba algo grande, esperaba encontrarse con la batcueva en silencio pero se llevó una sorpresa al escuchar el grito que Damián soltó.

-¡No puedes hacerme esto! Ya no soy un niño para que me estés castigando, padre.

-No eres un niño, lo se. Pero si no quieres que te trate asi, dejate de comportarte como uno y obedece.

Ambos Wayne estaban mirándose con dureza, Damián tenía el ceño fruncido tan característico de él, mientras cruzaba los brazos.

Los demás estaba ahí también, Jason y Dick se encontraban cerca de las computadoras, y Tim miraba unos papeles con falsa concentración, de cerca se notaba que todos estaban atentos a la discusión de padre e hijo como los propios chismosos pero a Nixie no le importo, era de esperarse, ya que algunas de esas discusiones podrían acalorarse tanto que llegaban a que ambos Wayne no se hablaran por días.

La pelinegra se acercó a las computadoras junto a los chicos sin quitarle la mirada de soslayo a Damián quien parecía estar lleno de rabia mientras que Bruce tenía un proyecto decidido.

Cualquier cosa por la que estuvieran discutiendo en verdad le afectaba al pelinegro menor.

Damian gruño, apretando la mandíbula con fuerza.

-¿Es que no lo entiendes? Si quieres castigame el mes que viene, pero estos días no. -puntualizó- No puedo dejar que Jon haga solo la misión.

-Pero puedes...

-Sabes que si lo hacernos despues de que me quites el estúpido castigo, eso no va a estar ahí.

Bruce se removió, inquieto. Pasaron algunos segundo que pasaron como horas mientras el ambiente tenso se incrementan. Hasta que por fin, Bruce habló.

-Entonces, le asignaremos a otra persona la misión y fin de la discusión. -zanjó, dando por hecho que su hijo no replicaria.

Se equívoco.

El pelinegro dejó de cruzar los brazos y apretó los puños, acercándose a Bruce con determinación.

-¡Te he dicho que estos asuntos no te incumben, padre!

-¡Claro que me incumben!

-Es mi misión. la misión de los SuperSon. No puedes dársela a otra persona, todos tienen sus asuntos planeados, padre, todos tienen algo que hacer y están demasiado ocupados para esto. -señaló- Haré la misión y no me obligaras a ceder.

Nixie contempló como Damián caminó hasta el lugar donde de su traje se encontraba tirado y empezó a colocarselo, parecía ignorar su presencia al igual que su padre, pero no le dió importancia.

Otra cosa rondaba su mente, Damián se iría y estaba herido además de castigado, no podía hacer esa misión y ya estaba decidido pero él se negaba. Miró a los chicos a su lado, pensando que alguno de ellos tomaría la misión para que Damián se calmara y pensara que estaba en buenas manos, pero ninguno dio señal de decir algo haciendo que observará de nuevo a Damián.

Nadie quería tomar la misión, nadie quería detener la decisión que Damián había tomado de hacerla herido y aquello la hizó pensar mucho.

Ni siquiera Nixie supo cuando sus palabras salieron de su boca tan rápido que ni se lo pensó dos veces.

-Yo puedo hacerlo. -soltó. Damián se detuvo. Todo se detuvo y las miradas recayeron en ella- No tengo nada que hacer y puedo hacerlo.

-No. Nada de eso, Nixie, no irás. -negó Bruce tan pronto que salió de su estupor.

Nixie frunció las cejas, mientras sus ojos reflejaban un poco de dolor.- ¿Tienes tan poca fe en mí?

-¡No es eso! No estas preparada, no hemos hecho alguna prueba para saber... -la chica lo interrumpió, caminando hasta estar enfrente de él.

-¿Probar qué? ¡Estoy preparada, Bruce! Por si no te has dado cuenta, he estado entrenando por un mes completo, día y noche para tratar de saber más técnicas de combate, y por si no lo recuerdas no llegué sin saber cómo dar un puñetazo, sé manejar, sé pelear, sé disparar una pistola y aprendí nuevas técnicas para una pelea. No estoy llendo sin armas a una guerra. -habló decidida, viendo como atrás de Bruce, Damián sonreía orgulloso.

-No irás. -ordenó Bruce.

Ignoró sus palabras, acercándose al pelinegro menor.

-¿Cuando es la misión? -preguntó hacia Damián, quien llevaba la mitad de su traje -de la cintura para abajo- ya puesto.

-Mañana por la noche. -le contestó.

-Bien. -sonrió, cruzándose de brazo- Con o sin tu permiso, lo haré, Bruce. Te lo aseguró.

Nixie percibió como Bruce se debatía entre sí o no dejarme ir, sabía que si no aceptaba Damián lo haría y eso no estaba a discusión. La chica estaba decidida, había tomado una pose sin miedo y sin vacilaciones, a pesar de ser una novata.

Bruce suspiró, rendido.

-Puedes ir, Nix'an.

-No te defraudare. -habló Nixie en su lengua natal, siendo entendida solo por Bruce y Dick que eran los únicos ahí que sabían ruso.

(...)

La noche de la misión habia llegado, a su vez, la preocupación y el nerviosismo en los chicos estaba a flote al pensar que esa sería la primer a misión de la chica.

Aunque Nixie no estaba nerviosa, más bien estaba feliz y emocionada mientras se colocaba el traje de Catgirl que su madre habia confeccionado y que Alfred habia arreglado un poco para hacerlo más funcional, obviamente sin cambiar el traje original que Selina habia hecho.

Se terminó de colocar los guantes de cuero negro sin dedos y suspiró, presionando un pequeño botón en la pared para hacer que la plataforma a sus pies rotara para dejarse ver por los chicos con el traje ya puesto. Hubo varias reacciones al momento en el que salió, Jason sonrió con los brazos ceuzados, Tim la miro como si recordará algo mientras una pequeña sonrisa se hacia presente en sus labios; mientras Dick le decía lo hermosa que se veía y Alfred la miraba con orgullo, pero la que más le gusto fue lo que dijo Bruce, haciéndola sonreír.

-Te pareces tanto a ella. -susurró, sonriendo.

-Si... Pero no quiero que lo seas completamente. -habló Damián, acercándose a ella con el ceño fruncido.

Al estar al frente de la chica, tomó el cierre en forma de argolla y lo subió, dejando que no se viera tanto su escote. Haciendo que la chica lo mirara con la ceja alzada y una sonrisa ladina, digna de una Kyle.

-Bien. -alargó Nixie, tomando las manos de Damián con cuidado para alejarlas amablemente, el pelinegro se sonrojo al ser conciente de lo que había hecho y se alejó, aclarando su garganta.

Bruce sonrió, percatándose de aquello al igual que todos en la batcueva.

-Bien, Nixie, el antifaz tiene visión nocturna además de un dispositivo que podrá ayudarnos para que te comuniques con nosotros. El cinturón tiene algunas dagas para sustituir los batarangs y tu látigo, además de tener algo de hierba gatera que te será útil si necesitas algo de ayuda -le sonrió, captando lo que decia.

-Creo que lo tengo. -asintió, tronando sus nudillos.

El traje de Catgirl era completamente negro. La camisa era sin mangas con el cuello alto y un pantalón largo, además de unas horas que le llegaban hasta más abajo de las rodillas. El antifaz además de lo que había dicho Bruce tenía como decoración unas orejas puntiagudas de gato que le daban el toque al traje.

-Si por alguna razón estas en peligro, presiona el botón en el lado derecho de tu cinturón y la alerta se mandara hasta las computadoras. -siguió explicando, mientras Catgirl se acomodaba su cabello negro en una trenza francesa.

-Si eso es todo, será mejor irme ahora. -comenzó Catgirl, mirando A Bruce- Superboy me esta esperando arriba. -señaló.

-¿En la mansión? -preguntó Dick, haciendo que la chica sonriera.

-Arriba de ella.

(...)

›METRÓPOLIS
›02:25 AM

Superboy entró con andar cauteloso por los pasillos de Lex Corp, escuchando los corazones de tres guardias en un pasillo y otro custodiando una de las cajas fuertes. Se acercó con rapidez hacia ellos, captando la atención de los guardias.

El primero se acercó a él dispuesto a darle pelea, pero él pelinegro tomó del brazo al hombre y lo tiro con fuerza -no la suficiente para hacerle mucho daño- al suelo. El segundo hombre trato de dispararle pero también led io pelea, lanzándolo junto a su compañero. Al terceto le dio dos puñetazos y lo dejó inconciente.

Superboy sabía que esa era la parte fácil, él "eliminaría" a los guardias de la zona por donde pasaría hasta llegar a la Caja fuerte mientras Catgirl se encargaria de la otra parte.

El pelinegro al doblar una de los pasillos casi es alcanzado por unas balas de kryptonita, haciendo que se cubriera con la pared a un lado. Hecho un vistazo rápido al cuarto guardia y otras dos balas de kryptonita se incrustaron en la pared, lo escuchó empezar a cargar el arma y supo que era su momento, salió de su escondite y se fue a la pelea, se movió rápido con su super velocidad para que las balas que había recargado no le dieran ya que estas si surgirían un efecto negativo en él.

Gruño de dolor al sentir como una bala le rozaba y miro con los ojos rojos al guardia, tres disparos más y las balas volvieron a acabarse, haciéndo que Superboy le quitara de un manotazo el arma, para después darle un golpe en el rostro y dejarlo inconsciente.

-Eso fue por mi brazo, idiota. -se llegó una mano al brazo afectado y sintió la sangre en sus dedos, no se alertó al verla al sentir como su piel empezaba a curarse con lentitud. Asi que llevó esa misma mano al comunicador que tenía en el oído derecho- Mi zona esta despejada por el momento, Catgirl. Ahora es tu turno, buena suerte.

Catgirl escuchó a Superboy por el comunicador y sonrió, siguiendo el olor de varios hombre en la Sala de cámaras. Abrió la puerta, tomándose unos segundos para ver a todos los hombres a su alrededor, eran cinco en total.

Se acero a uno, propinándole un puñetazo en el estómago y otro en el rosto, dejándolo en suelo, sintió el toque frío de un arma en su nuca y alzó una ceja, burlona, para tomar del cuello al hombre con un de sus brazos y alzarse en el aire para tirar al hombre al suelo por su peso.

Tomó del brazo a otro que alzó una pistola y se la quitó para darle una patada en el estómago, el guardia se llevó las manos a la zona afectada y retrocedió, dándole tiempo a la misteriosa chica para quitarle las balas a la pistola y lanzarla a distintas direcciones. Otro guardia se acerco a ella, con notables apuras de peligro y la tomó del cuello, haciendo que la chica gruñera y le enseñara sus colmillos, para después darle un puñetazo en el rostro y tomar su latigazo negro para quitarle una pistola que había tomado de nuevo.

Y para terminar con eso, tiro una de sus dagas hacia uno de los hombres cerca de las computadoras, dándole en la pierna.

-Si no quieres otra de esas en tu cuello, te aconsejaría que no llames a nadie. -la voz de Catgirl era neutra y sus ojos verdes destellaban con furia.

El hombre levanto las manos, haciendo que Catgirl sonriera mostrando sus colmillos. La pelinegra se acercó a él con paso decidido y provocativo, casi como una bailarina, se inclinó comenzando a teclear en una de las computadoras para borrar los archivos de un nuevo proyecto que Lex Luthor estaba creando y dándole acceso a Superboy para abrir la puerta de la Caja fuerte.

-Listo, Superboy. Voy para allá. -informó, tocando el aparato en su oreja.

Segundos después, al salir corriendo de la Sala de computadoras fue al encuentro con el pelinegro en la puerta de la chama fuerte donde se encontraba otra de las cosas que necesitaban quitarle a Luthor.

Superboy abrió la puerta de plomo y se giró a Catgirl

-Ya sabes lo que tienes que hacer. -la chica asintió a las palabras de Superboy y entró. El cuarto estaba oscuro, lo supo al ver como la visión nocturna se activaba.

No había muchas cosas en ese lugar, eso si, el verde esmerda resaltaba en puntos estratégicos y lo supo cuando lo vio, Kryptonita pura para que ningún kryptoniano se acercara. Suspiró y se acercó a una repisa en el centro del pequeño cuarto, donde un pendrive con un logo extraño se mantenía flotando mientras daba busetas sobre su propio eje.

Sonrió, acercándose por completo para tomarlo y guardarlo en uno de los compartimientos de su cinturón.

-Misión cumplida.

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