𝘋𝘢𝘺 6: 𝘋𝘪𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘦𝘥𝘢𝘥
Temática: Diferencia de edad.
Palabras: 4400.
Advertencia: Menores involucrados.
Sinopsis: Mikey es fan de una banda japonesa y tiene un pequeño crush con el vocalista de la banda. Hará hasta lo imposible por conocerlo.
POV Manjiro.
Estoy enamorado y es ilegal.
Además mi amor platónico es 10 años mayor que yo. Y se que esta mal en todo sentido y no debería tener este tipo de sentimientos por un adulto pero... no puedo evitarlo ya que prácticamente le he entregado mi corazón a ese hombre que ahora significa mi todo.
Ah, también terminó en prisión.
Les contaré como inicio mi enamoramiento y como acabamos en esta situación grave.
Me llamo Manjiro Sano y tengo 15 años, soy un estudiante de secundaria y tengo mi propia pandilla. Además de que tengo un secreto... y es ser fan de la famosa boy band de Black Dragon.
Puede ser raro que un chico tan rudo como yo tenga este tipo de fanatismo por una banda de chicos, aunque la verdad me vale una mierda lo que digan los demás, me interesa solo conseguir merchán de mis idols y llenar mi cuarto con sus pósters. Mi bias es Takemichi. De sólo recordar su nombre me hace suspirar y recordar el momento en que comenzó mi amor por él.
Black Dragon es una banda que se formó hace siete años, en ese tiempo han ganado popularidad y más por su estrella, Takemichi. Un chico hermoso, divino, angelical, espléndido, delicado, precioso, perfecto y único que revolucionó la industria una vez hizo su debut con la banda, es el vocalista principal y el líder. Cada una de sus presentaciones son de llorar por lo maravillosas que son, lamentablemente yo no podía ir ya que mi hermano- Shinichiro eres malo- no me había dado permiso ya que supuestamente soy menor, maldición ya tengo 15 y próximamente 16, soy demasiado maduro para mi edad. Kenchin iría conmigo si es que tengo un boleto, pero lamentablemente no dispongo de dinero.
Por lo que con mis amigos y mi hermana planeamos trabajar medio tiempo para compras las entradas en seis meses ya que en su próxima gira por Japón vendan hasta Tokio y de verdad me urgía ir a un concierto y declararle mi amor a Takemichi solo así podría morir en paz.
─¿Trabajar? ¿Desde cuándo tu trabajas Mikey?─ las preguntas estupida del tonto de Baji me estaban colmando y solo me faltaba muy poco para explotar y darle una patada.
─Eres muy extraño enano, si es por la gira estas demasiado lejos de conseguir el dinero.─ Kenchin no ayudaba solo me desanimaba. De verdad quiero ir y conocer a mi artista favorito, verlo solo desde una pantalla no gratifica en nada vivir la experiencia en vivo.
─Quiero hacerlo, de verdad lo quiero. Es la primera vez que les pido su ayuda.─ me enderece y puse mi rostro más serio, no mentía en mis palabras anteriores. Más que solo conocer a mi artista era demostrarle a mi hermano que estaba empezando a entender el valor del dinero y lo primero que quiero gastar con mi dinero es ir hasta Tokio al concierto.
─Chicos, Mikey requiere de ustedes. Yo también quiero ir ese día, además si vamos entre todos así Shinichiro nos acompañará por presión.─ Emma intentaba convencer a nuestros amigos. Kenchin me miraba serio y analizaba las palabras de mi hermana, Baji se hacía del rogar pero Emma lo zarandeaba para convencerlo, Mitsuya fue el primero en asentir y darle una oportunidad a mi plan, Smiley desde el principio decidió acceder diciéndole a su hermano de posibles trabajos para tener el dinero del boleto y tren. Kazutora jugaba con su teléfono así que seguramente él también estaba dentro del plan y Pah, bueno él tenía suficiente para su viaje pero quizás nos ayude.
Luego de unos minutos entre conversaciones entre todos, ellos voltearon y se colocaron en fila.
─Te ayudaremos.
Con ello sonreí con felicidad, con la ayuda de mis amigos y estando seguro de como iniciar. Pusimos en marcha nuestra idea, primero conseguir empleo en una tienda de 24 horas y que solo en la noche podemos atender, la paga dependería de a quienes acepte, obviamente nos dividimos la zona para no quedar en las mismas calles, solo dieron el puesto a dos. Mitsuya con Emma quedaron en esas horas, por lo que los demás nos dispusimos al siguiente paso, cafeterías en el centro, por suerte los estudiantes eran bien recibidos en esos puestos ya que normalmente desde los 15 años se empieza a construir una lista laboral para cuando seamos adultos. Fuimos a cinco cafeterías que requería de personal y solo aceptaron a tres, Baji quedó en una cafetería de temática de gatos y antes se quedaba ahora se encontraba feliz. Iniciaba el lunes en la tarde luego de sus clases. El otro fue Chifuyu que quedó en una cafetería con temática de maid, pobre chico pero no puso queja solo deseaba tener mejor suerte. Y el ultimo fue Kenchin, una cafetería de adultos o una normal, su estatura y su seriedad dejó cautivada a la dueña que al comprobar su eficiencia le dio el puesto sin dudar.
Quedábamos seis, y el siguiente en la lista fue los restaurantes. En la misma zona necesitaban de personal, y mejor ni digo lo que paso. Yo no quede en ningún, los gemelos quedaron en un restaurante de ramen en la cocina, Kazutora quedó para atender en un restaurante chino. Al dueño le agradó su apariencia felina que no dudo en llevarlo a la caja registradora como cajero. Solo quedaba Hakkai, Sanzu y yo. Y no teníamos ideas de que más buscar, me empezaba a desesperar al no encontrar ningún puesto para mi, demonios me estresaba.
─¿Y si intentamos con el modelaje?─ sugirió Hakkai al darse cuenta que eramos los tres idiotas que no consiguieron nada.
─¿Y supuestamente a donde vamos?─ me giré para verle y miraba un enorme edificio, a unos metros. Los demás del grupo nos seguían atrás.
─Mikey deberías ver atrás tuyo.─ hice caso a lo dicho por Sanzu, había una fila enorme para entrar a ese edificio, había un cartel enorme muy brillante en búsqueda de modelos para la marca.
Sin otra opción y con mucha pero mucha queja de mi parte nos colocamos en la fila, una persona que administraba los castings nos entrego un número y nos separo según a la categoría que mejor nos aparentaba. Hakkai fue por otro lado con otros tipos altos pero en destacaba, Sanzu y yo quedamos en la misma fila. Esperamos unos minutos hasta que nos den paso, yo me aburría esperando a que los demás de enfrente pasen y hagan la dichosa entrevista, le mande un mensaje a mi hermana diciéndole que vaya a casa sin mi ya que seguramente esto tomaría todo el día. Ella respondió que iría con mi mejor amigo y que luego volvería para regresar conmigo. Deje sin respuesta ya que uno del personal me llamó, guarde mi teléfono. Pase a una habitación en blanco y me dijeron que vaya hasta la pared blanca y me coloqué recto pero sin parecer una escoba, por suerte no iba con mi uniforme de la pandilla y con el asesoramiento de mi hermana para estar presentable. Una señora de un peinado ridículo diría yo me miraba de pies a cabeza.
─Camina hasta mí.─ ordeno la mujer rara, obviamente tuve que caminar intente no dar pasos largos ni pisar fuerte.─ Sueltate el cabello.
Obedecí dejando mi cabello rubio caer por mi hombros. Camine tranquilo sintiendo extrañamente un viento que no creía tener, sabía a palabras de Emma que los supermodelos de las pasarelas tenían en sus herramientas ese vientre integrado.
La mujer escaneo mi caminar y anotaba en una hojas cosas que no podía apreciar desde donde me encontraba.
─Por favor pase por esa puerta, gracias.─ di una reverencia y me retire por aquella puerta que dijo, en ella había unas sillas de terciopelo rojo y solo había dos chicos, me senté lejos. No me gustaba tener el cabello suelto y para mi mal gusto no podía peinarme sin ayuda.
Una media hora de espera entró otro, y era Sanz que al verme no tardó en sentarse a mi lado, no me contuve de preguntarle a él como le fue.
─¿Y que te dijo?─ le miré y él dudó en decir.
─Me quito mis anillos y me hizo caminar.─ al ver sus manos tenía razón, que raro.
─Solo estamos cuatro y no entiendo aún que haremos aquí.─ deje caer mi cabeza en el respaldo de mi silla, una música suave daba ambiente a la habitación donde un silencio cómodo nos acompañaba.
─El hombre del stap me dijo que estamos para la prueba de una línea de ropa para una nueva campaña, además de tener una entrevista con la diseñadora.
Ya pasadas las seis entró otro chico y estábamos cinco, hasta ese entonces nadie venia a decirnos nada y ya me estaba hartando de esperar, Kenchin me llamaba buscándome y preocupado por que no aparecía. Le dije que no se escandalice, me encontraba bien pero muy aburrido, Sanzu a mi lado también hablaba con su hermana explicándole que estaba ocupado.
Cuando ya me estaba hartando por la espera aquella mujer que antes nos entrevistó o mejor dicho se dedicó a mirarnos entro a su lado una chica que suponía era la asistente. Nos miro a los cinco y asintió.
─Todos han sido seleccionados para esta colección juvenil. Sus rasgos y sus diferencias en la estética es lo que buscaba, será un contrato de seis meses.─ la chica apurada nos entrego una carpeta a cada uno, leí solo la primera página, en definitiva era un contrato legal.
─Lady Shantal necesita de los permisos firmados por sus representantes.
Ay no, ya no me gusto la idea. Shinichiro enloquecera al enterarse de que conseguí un trabajo donde al parecer se llevaría mucho de mi tiempo.
─Y no se preocupen, normalmente no ocupamos todos los días para las sesiones de fotos pero si habrá días que los necesitaremos por completo.
Una charla más tarde salimos, tenía hasta el lunes para traer el permiso de mi hermano o si no chao oportunidad de ganar dinero, adiós a mi concierto.
Les haré un resumen, Shinichiro se negó rotundamente a firmar mi permiso y me explico que trabajar en una agencia de modelaje no era para un niño de 15 años- ya casi tengo 16-, el abuelo también saltó de su asiente para también decirme que ni lo intente, ninguno dio su aprobación para que pudiera trabajar, me encontraba en una encrucijada, buscar otro trabajo o mentir sobre el permiso. Estaba muy triste por no poder encontrar una solución para mi problema, y la verdad ya estaba inclinándome por hacer algo ilegal para tener mi permiso. Pero mi angel guardián llegó para salvarme del ahogamiento. Mi cuñada, Kira, habló conmigo y le conté lo que me afligia ella como siempre me escucho y entendió por que tanta desesperación por encontrar una solución. Se ofreció a ayudar a convencer a mi hermano para firmar. Teniendo una reunión de familia mi hermano dejó en claro que debía estar solo esos seis meses en la agencia y se acabó, me indicó también de como debía mantener mis notas en la escuela, y otras advertencias de un padre preocupado. Él firmó y me otorgó su confianza.
🍃
El lunes empezamos con la toma de nuestras medidas para los conjuntos, las sesiones de fotos de cuerpo entero y además de elegir que rompas representariamos para la temporada. Agradecí tener un papel que me iba como guante, ser simplemente yo. Y para hacerles el cuento corto todo fue como lo planee, mis ganancias al tercer mes hizo que tuviera ya la oportunidad de comprar el boleto, y a los seis meses lo suficiente para el ticket de tren bala a Tokio.
Con mis amigos nos reunimos la última semana del mes de Octubre, el concierto sería a la segunda semana de Noviembre por lo que decidimos comprar en preventa para obtener lugares privilegiados, ayude a mi hermana a completar su boleto. Teníamos todo listo, iba tan bien nuestros plan que en verdad ni pensé que dicha felicidad sería momentánea.
El gran día llegó y en compañía de mi hermano y su novia fuimos hasta Tokio, el viaje en el tren fue corto ya que me emocionaba demasiado estar a nada de conocer en vivo y en directo a Takemichi. Llegamos al estadio donde se llevaría el concierto de la gira, muchos carteles y adornos con la temática de la banda me dejo maravillado. Ni siquiera me lo creía aún, estaba tan emocionado que olvide cualquier miedo y solo centre mi interés en dejar mi garganta y mi corazón al llegar la hora de su presentación.
Al tener ya los boletos de la preventa nos dejaron pasar primeros, teníamos lugares cerca del escenario, parte del stap del grupo organizaba a los fans en las secciones establecidas de su compra. Era un día frío, llevaba un suéter grueso y una gorra de lana para el frío. La noche no tardó en pintar el cielo de un negro azulado, las enormes luces del escenario se encendieron y los colores característicos del grupo pintó la enorme pantalla. El primero en salir fue el guitarrista, Koko era alguien serio pero sus dedos en las cuerdas de su guitarra eléctrica hacían magia, el segundo fue Inui con su bajo dejando en gritos a sus fan, el mayor de todos fue Taiju que con su batería encendió los fuegos artificiales y casi me dejo sordo por la magnitud de su fuerza al golpear los platillos y el último... mi sueño hecho realidad, mi Ángel. Takemichi salió del suelo y saludó a todos con una sonrisa brillante, sus característicos ojos como el mismo cielo brillaban como zafiros, su bonito cabello rubio ondulado se movía al compás del aire fresco de la temporada y la ropa que los vestía era digna para alguien de su talla, un príncipe en todo el sentido de la palabra. Mi príncipe azul...
No recuerdo lo que sucedió pero me recuerdo estando gritando y llorando al escuchar esas melodías y el canto de los mismos ángeles, el encanto de sus movimientos al ritmo de la canción. Cada verso, palabra y sonido taladraron en lo más profundo de mi alma, los gritos acompañaban la felicidad que sentía en mi pecho y desbordaba al estar tocando el mismo cielo, cumplí con mi sueño pero aún sentía que faltaba algo importante... revelar mi amor por aquel ser casi divino.
El concierto acabó y por lo que luché por seis meses por fin acabó...
Salimos para encontrarnos con mi hermano, un vacío inaplicable nació en mi, no encontraba una respuesta para ello. Cuando los hallamos me alejé de ellos para intentar callar ese malestar, sin embargo una mano se posó en mi hombro. Se trataba de Shinichiro que me indico con un movimiento de su cabeza que lo siguiera. Me llevo de nuevo al estadio pero nos dirigimos hasta una zona que nunca vi, había una pequeña fila para... no puede ser.
Mire a mi hermano con ojos grandes, él me entregó una tarjeta de invitación para la zona VIP donde se podría conocer y hablar un poco con los chicos de la banda.
─Te lo merecemos como recompensa. Felicidades por demostrarme que eres un chico que ha madurado Manjiro.─ lloré de la emoción y lo abracé como agradecimiento, en verdad esto necesitaba pero nunca creí que fuera capaz de semejante cosa por mi.
Me alejé y me coloqué en la fila para entrar y hablar con Takemichi. La fila avanzaba y cuando salía cada fan su rostro demostraba que valía la pena ese dinero de la compra, otros iban con lágrimas en sus ojos. Me preguntaba cómo reaccionaría yo al estar enfrente de mi Ángel. Los nervios me estaban traicionando.
Mi turno llegó, le dije al personal de seguridad que iba por Takemichi y me dieron paso a una habitación aparte donde él se encontraba. Antes de entrar respire profundamente y limpie mis manos con mi abrigo, no sudaba pero siempre es mejor prevenir que lamentar.
Y entre.
Estaba ahí sentado esperando por mi...
Sus ojos inmediatamente me vieron y sonrió, yo quedé congelado y no supe como reaccionar.
─¿Te encuentras bien?─ dijo, y se levanto de su asiento al ver mi falta de respuesta. Maldición desde el inicio ya la cague.
─Estoy bien, gracias.─ fue lo único que pude decir de los nervios, él asintiendo no muy seguro me dejo y regreso a su asiento.
─Y dime, ¿cuál es tu nombre?─ agarró una fotografía suya y un plumón negro.
¿Cómo me llamó?
¡¿Cuál era mi jodido nombre?!
Ah, sí. Ya me acordé.
─Mikey, me llamo Mikey.─ me palmee en mi mente, bien hecho baboso dijiste tu apodo.
─Oh, Mikey que peculiar nombre. Gracias por tu apoyo Mikey.─ hizo un firma para los autógrafos y me miro esperando. ¿Qué hago? Supuestamente cuando esto ni ocurría me imaginaba saltar a sus brazos y darle besos por todo el rostro. Pero no puedo ni hablar, que clase de fan soy.
─Ah, dedicado para Mikey. Y también... quiero decir, bueno yo... Takemicchi...─ ¡No! Quiero morir ahora mismo, que clase de cosas digo, su nombre... he dicho mal su nombre.
─¿Takemicchi? Vaya es la primera vez que alguien me lo dice. Eres gracioso.─ rió, al escucharlo me relaje. Él hacía para que el ambiente sea cómodo, y aprecio mucho esas molestias. Deje atrás esas inquietudes y hable claro.
─Yo te amo.
Él callo y me observo con sus hermosos ojos azules, ladeo su cabeza y sonrió.
─Eres un buen chico Mikey.
─No, yo realmente te amo. Estoy enamorado de ti.─ sentí un alivio en mi pecho y mi garganta dejó atrás el nudo que me impedía hablar.
─Gracias por declarar tus sentimientos, pero no puedo aceptarlos. Eres un chico joven y aún debes conocer a muchas más personas.─ no dije nada y salí de la sala, sin recibir absolutamente nada.
Quizás fue lo importante decir lo que sentía pero escuchar su respuesta fue lo que acabo por romper la ilusión. Debía dejar de leer esas historias que hacen las personas del fandom. Me hice tantas ilusiones que ni yo mismo fui capaz de separar una realidad de algo que cree para mi beneficio.
Regrese con mi grupo y partimos de nuevo a Kanto, posiblemente mi etapa de fanatismo acabe pronto. Bien dicen que esto también es una etapa y no quiero que eso me haga daño.
Mi primer rechazo.
Dolió.
🍃
Una semana había pasado desde el concierto, todos seguimos con nuestras vidas y yo estaba cumpliendo mis últimos días en la agencia.
Hoy tendríamos que hacer la campaña para cerrar la temporada de invierno, y según oí de la boca de nuestra jefa abría invitados especiales para esta colaboración.
Deje que me maquillaran y pusieran cualquier cosa que tenga que ver con el look elegido para las fotos, llevaba encima unos pantalones deportivos negros y una chamarra abierta de color rojo, unas zapatillas blancas, recogieron mi cabello en una media cola y dejaron unos mechones en mi frente.
Así llegó el fotógrafo y nos colocó a los cinco. Aquí viene lo bueno- malísimo- por la puerta grande entraron nadie más y nadie menos que Black Dragon, me quedé helado. Lo que menos deseaba era verlos a ellos en mi trabajo, no deseaba ver a Takemichi después de mi desplante.
Nos tomaron primero a nosotros las fotografías, lo peor es que aquel integrante de la boy band ya me había visto y no apartaba su mirada de mi en ningún momento. Supe disimular la incomodidad tratando de concretarme en las poses y no en su mirada... tan azul y brillante.
Debíamos colocarnos otro cambio para la otra sección con ellos. Me cambiaron y ahora llevaba un conjunto en blanco y el cabello recogido en una coleta completa.
Al tocarnos la sesión en conjunto me puse nervioso ya que vaya la casualidad que nos puso la vida me tocó a un lado de Takemichi que no dejaba de observarme. Me sentía muy presionado que no pude resistir y me salí a media sesión a respirar para calmarme un poco, no hice caso a los gritos del fotógrafo solo deseaba salir.
Salí hasta la terraza para despejar mi mente y no rememorar la escena de esa noche que rompió mi corazón.
─Huir de las situaciones solo hace que no puedas concretar tus objetivos, Mikey.─ me había seguido. No me volteé, las ganas de llorar amenazaban en salir pronto.
─Gracias por el consejo. Cuando cumplí con mi objetivo no salió como esperaba.─ baje mi cabeza, estaba muy sensible y hablar con mi amor fallido era complicado.
─La vida no siempre se trata del éxito. Para alcanzarlo debes fracasar unas cuantas veces.─ se coloco junto a mi a mirar el paisaje de Kanto.─ Además, un amor con 10 años de diferencia esta mal. No me malinterpretes, cualquiera puede amar a quien se le plazca pero en nuestro caso no esta bien.
─Fuiste claro y solo acepté. No hagas más difícil esto para mi.
─Nunca ha sido mi intención hacerlo difícil. ¿Qué puedo hacer para recompensar tu malestar?─ gire y nos encontramos frente a frente, él se encontraba relajado y una sonrisa tranquila adornaba su linda cara.
Y con ello solo me dejé llevar, la ignorancia, el sentimiento que por primera vez sentí, mi miedo fueron los que me impulsaron a realizar dicho acto que a los ojos de la sociedad estaba mal, muy mal.
Lo besé como nunca esperé hacerlo, me dejé llevar y lo acerque a mi para intensificar ese junte tan prohibido como dulce. Deje que nuestro beso sea largo, Takemichi nunca correspondió. Solo estuvo quieto quizás debido a la sorpresa.
Lo besé con ansias, me deleite con su sabor y deje que mi corazón sea suyo por ese instante donde la oscuridad dejó de opacar mi verdadera esencia y aflore mi verdadera felicidad al estar sintiendo sus labios junto a los míos.
Y como todo cuento de hadas este acabo cuando él se separó de mi sonrojado. Me empujo sin fuerza pero lo suficiente para que estemos lejos, llevo su mano a su boca y salió corriendo sin dirigirme la mirada. Ese fue el menor de los males. Fue solo el inicio de la tormenta en ese mar de caos que provocó el beso en primer lugar.
Las redes sociales explotaron a las horas, y Takemichi con Black Dragon fueron tendencia en ese lapso. ¿El motivo?
Alguien nos había tomado una foto a nosotros cuando lo besé, lo malo es que él quedó como el villano de la película porque alguien había filtrado mi información y se dieron cuenta de que era menor de edad, los medios y el público enfureció de cólera al saber que alguien de 25 años se haya aprovechado de un niño de 15 años- casi 16- y lo haya obligado a semejante espectáculo. Todo fue de mal a peor cuando la banda debido a la crítica anunció su retiro y Takemichi haya sido arrestado por pedofilia y abuso a menores en primer grado. Cuando quise intervenir fue demasiado tarde, mi hermano me prohibió salir a las calles o involucrarme en el juicio que se llevó a cabo que condeno a Takemichi a cinco años de cárcel. Sin querer termine destruyendo a mi artista favorito y su carrera, su vida, todo por mi maldita culpa.
Me mandaron a Filipinas con mi hermano Izana, debía desaparecer del medio local y no involucrarme más con esa persona que fue señalada duramente por la sociedad y perdió todo. Sus fans eran ahora sus detractores, sus compañeros de banda lo dejaron solo y su familia le dio la espalda. Y yo... yo no pude hacer nada para salvarlo.
No supe de él hasta hoy.
...
Cinco años han pasado, sigo en Filipinas pensando en mis actos y recordando todo el mal que le hice a una persona sin querer.
Nada me animaba a olvidar lo que hice, ni cuando Takemichi fue liberado pude dormir tranquilo. Solo empeoro mi racha, al no conocerme nadie aquí fui recibido con los brazos abiertos pero él... él tuvo que desaparecer del ojo público e iniciar desde cero para no vivir en la calle.
Estoy en la ruinas de una vieja base militar, me gustaba pasar el rato ahí para no recordar mis pecados. El manto azul del cielo era como refrescar mi cabeza de tantas recuerdos. Desde el inicio comprendí que todo acto conlleva una consecuencia, mi arrepentimiento no hará que regresemos en el tiempo o que Takemichi siga en Black Dragon como el hermoso líder que era.
Suspire pesadamente al saber que regresaría a Japón la próxima semana para la boda de mi hermana con mi mejor amigo. Al menos ellos sí tuvieron una mejor suerte que yo en el amor.
¿Debería llevar regalos o comida?
─Aquí estabas.─ deje de apreciar el cielo al reconocer esa mítica voz angelical.
─¿Tú?─ me enderece al verlo parado entre los escombros de las ruinas, lucia tan diferente pero era igual de radiante que aquella época.
─Necesito hablar contigo. Es importante.─ sus ojos no eran los mismo que aquella vez... eso si cambio. El rubio de su cabello dejó de ser a tenerlo en negro, sus ropas cambiaron a unas simples, sin gracia y aquel rostro maduro fue lo que me indico que aquel Takemichi que conocí ya no existía.
─No creo. Te volveré a dañar.
─Yo también quiero dejar de dañar a Mikey.─ se acercó hasta darme un abrazo y llorar finalmente en mi hombro.
Quede perplejo al no saber como tomar ese abrazo o como callar su llanto.
Él necesitaba de ese abrazo y yo necesitaba oír lo que tenía que decir.
Nunca he sido sincero con ustedes, realmente nunca dejé de amarlo con esta intensidad que ahora quiere salir y tomar lo que llevo esperando por mucho tiempo, nunca lo he olvidado y quiero recuperar lo que he reclamado como mío. Nunca les conté que cambios hice a la historia para mi favor y nunca les diré que tanto he mentido en mi relato.
Solo dejaré en claro que Takemichi ha vuelto a mis brazos, como siempre debió ser, él ahora es débil y yo soy lo suficientemente fuerte para protegerlo.
Ahora es mío y ya nadie podrá separarnos, ahora nadie podrá quitarme lo que me pertenece.
Es mío.
Y ustedes deben guardar el secreto, no queremos que Takemichi colapse al enterarse de la verdad.
¿Es nuestro secreto?
Pero Mikey que malo eres. Niño malo.
Les gusto, literalmente me pasé la tarde escribiendo y como dice aligerando lo que hizo Mikey por amor.
Quiero que advienen cual fue la mentira en este relato corto. La verdad fue complicado pensar como un manipulador/ yandere.
Nos vemos mañana con el último día.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro