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29: Epílogo

Sus pies se sentía fríos, sus manos se aferraban con fuerza a la sabana que cubría su cuerpo. Estaba durmiendo plácidamente, pero entonces, los leves murmullos de personas hablando le hicieron querer despertarse. 

Cuando abrió sus ojos, su vista se tornó borrosa al despertar de un momento a otro. 

Su cabeza zumbó debido al punto de luz en su habitación que casi lo cegó, frunció el ceño y se impulsó para poder levantarse un poco de aquélla cama. 

Conocía esa habitación. 

Esa habitación era suya, pero, ¿qué hacía en su casa? apenas ayer por la noche se llevó acabo la boda que sus padres y los padres de Wang Yibo le obligaron a aceptar. 

No debería estar en su casa, debería estar en la casa de aquel Alfa, porque se supone que ahora viviría con él. 

Estando confundido y con muchas preguntas, se levantó lentamente de la cama, su cuerpo se sentía adolorido y traía puesto su pijama. Por alguna extraña razón no podía recordar cómo había llegado a su casa, o lo que había pasado después de la ceremonia de bodas. No lograba recordar mucho. 

Lo último que reflejaba era ambas siluetas ante el altar, próximos a comprometerse por la fuerza. 

Su estómago se revolvió a recordar eso, ahora estaba atado a Wang Yibo para toda su vida. Y él no quería eso. 

Aunque estuviera descalzo, bajó la escaleras de la casa, las cuales daban a la planta baja para poder llegar a la sala. Escuchaba la voz de sus padres, estaban hablando con alguien más. Justo cuando estuvo por cruzar la puerta que los separaba, escuchó aquélla voz. 

—Lo cuidaré, les doy mi palabra.— esa era la voz de Wang Yibo. —Incluso si él no quiere ir conmigo, estoy dispuesto a dejar que se quede con ustedes, pero vendré a verlo casi todos los días, quiero estar con él. 

—Ahh... eso es algo que Xiao Zhan debe decidir— su madre habló —, no queremos volver a obligarlo. 

Wang Yibo asintió, entonces, percibió el aroma tan peculiar del omega, su nariz picó y quiso levantarse de su lugar para ir por él. Pero el omega pareció adelantarse y caminó dentro de aquélla sala. 

Los ojos del omega se conectaron con los del Alfa, quien estaba sobre uno de los sillones frente a sus padres. Su corazón dolió y luego, una fuerte punzada se sintió sobre su cuello y hombro derecho. Con algo de dolor llevó su mano a esta zona y abrió los ojos al sentir aquella marca en su cuello. 

Yibo bajó la mirada un poco apenado. 

—Zhan... que bueno que despiertas— su madre habló, sintiéndose un poco ansiosa. El omega quería decir algo, pero las palabras no salían de su boca —, ven, siéntate aquí. El joven Wang tiene algo que decirte. 

Entonces, cuando su madre tomó su mano para atraerlo hasta el sofá, fue cuando reaccionó y separó su mano de ella. 

—Yo... ¡¿por qué diablos tengo una marca en mi cuello?!... ¿Cuándo fue...? ¡¿cómo fue que pasó?!— cuestionó alterado, principalmente porque no recordaba lo que pasó ayer en su boda. 

Imposible, imposible que se haya dejado marcar por ese Alfa. Se supone que... se supone que ambos se negaban a esto. 

¿Y qué fue eso que escuchó hace un momento? 

—Sí te sientas, el joven Wang te dirá todo. 

Xiao Zhan quiso negarse, pero también quería saber que estaba pasando. Le dio una última mirada al Alfa y se sentó junto a sus padres, evitando alzar la mirada para ver a ese hombre. 

—La marca fue mi culpa— escuchó al Alfa hablando —, fue nuestra boda y se salieron un poco de control las cosas, pero no me arrepiento. 

Los ojos del omega se agrandaron un poco al escuchar sus últimas palabras. Alzó la mirada, sin importar que estuviera a punto de sentirse avergonzado por lo que había escuchado. 

—Yo...— por primera vez, en el poco tiempo que llevaba conociendo al Alfa, lo escuchó nervioso y lo vio algo apenado —, sé que estuvo mal haberte marcado sin tu consentimiento, pero, no quiero dejar que la marca sea un desperdicio. 

El omega frunció las cejas, aún se sentía confundido. Pero más allá de sentirse así, se sentía extraño, un extraño sentimiento en su pecho se adueñaba de él. 

—Los dejaremos solos— el padre Xiao Zhan habló, abandonando la habitación junto con su esposa. Xiao Zhan se mantuvo en su lugar, tratando de entender las palabras de Wang Yibo. 

¿Era alguna clase de confesión? 

El Alfa se levantó de su lugar, caminando inmediatamente hasta estar a lado de Xiao Zhan. La fría mano del Alfa tomó la suya, y el omega dio un pequeño respingo al sentir su tacto, tan frío. 

—Esto te pertenece— Wang Yibo puso el anillo de bodas sobre su mano, una sutil sonrisa apareció en los labios del Alfa al recordar su boda de hace años. 

Jamás olvidaría el sentimiento tan amargo que vivieron, pero, había forma de que esto funcionara. 

—¿Cómo es que...? 

—Te lo quitaste después de la boda, ¿no recuerdas? dijiste que era mejor guardarlo— Wang Yibo le dijo, después de todo, eso no era mentira. 

En aquel entonces, ninguno de los daba el brazo a torcer, por ende Xiao Zhan casi nunca utilizaba el anillo de bodas. 

Y Wang Yibo, Wang Yibo siempre lo llevaba con él. 

—Oye... dime exactamente que está pasando, no recuerdo nada después de la ceremonia de bodas— murmuró el omega. 

Yibo suspiró con fuerza y apretó un poco el agarre de sus manos. 

—Después de la ceremonia, ninguno de los dos estaba tan contento con todo eso, así que bebimos demasiado y terminas en la cama, te marque y... y ahora vengo a responsabilizarme de mis actos. 

El omega siguió estando confundido. 

—Xiao Zhan... sé que nos comprometieron a la fuerza, sé que no querías esto porque... porque tienes miedo de mí, y temes por el bien de tu familia, pero...— la voz del Alfa tembló un poco, definitivamente, estaba demasiado nervioso de lo que pudiera pasar después de esto —, si me das una oportunidad... yo estaré dispuesto a cuidar de ti, de tu familia. No te preocupes de mi padre, no te preocupes por mi familia, ellos... no pueden hacernos daño. 

El omega sintió su corazón ablandarse un poco al escuchar esas palabras. No, no, su corazón no podía comenzar a latir así de fuerte de un momento a otro por las palabras de aquel Alfa. 

Se supone que... se supone que no debía. 

Sin embargo, antes de negarse, dijo: —¿Cómo estás tan seguro? 

—Porque ellos ya no tienen autoridad alguna sobre mi o sobre ti. La verdad es que, me gustas, y quiero comenzar esto como se supone debió haber empezado desde el inicio, quiero cortejarte. 

El omega abrió sus ojos sorprendido y su corazón no pudo evitar emocionarse demás, alejó la mano de Wang Yibo y evitó verlo a los ojos. 

—Pero... ¿Cómo puedes decir eso sin siquiera conocerme?— preguntó, intentando mantener sus emociones bajo control. 

Te conozco más de lo que tu crees. Pensó el Alfa, una ligera sonrisa adornó sus labios y volvió a  tomar la mano del omega, llevando sus labios hasta esta para dejar un suave beso, haciendo que el omega sintiera una fina capa de lágrimas por el borde de sus ojos. 

—No importa, tengo bastante tiempo para conocerte, y para que tu me conozcas. Pero antes de tu respuesta, quiero que sepas que podrás venir a casa de tus padres todo el tiempo que quieras, encontraré un nuevo hogar para vivir, no habrá nadie que te vigile, ni tampoco tendrás que estar pegado a mí todo todo tiempo. Te daré tu espacio y serás quien decidas todo, sólo... quiero que lo pienses. 

Aunque sus palabras eran sinceras, y aunque su lobo lo sentía así, no pudo evitar sentir un poco de miedo. ¿Y qué tal si sólo era una trampa? ¿Y qué tal si terminaba completamente enamorado de ese Alfa? Lo sabía, eran predestinados por esa razón se casaron, pero, ahora que escuchaba esas palabras tan sinceras y tan delicadas, con un ápice de amor, su corazón se sentía protegido. 

Probablemente era por el lazo que ahora tenían, y aunque no podía recordar si realmente pasó lo que pasó, solamente le quedaba averiguarlo él mismo. 

Xiao Zhan dio una leve caricia a la mano del Alfa, ganándose su atención en segundos. 

El omega murmuró: —¿Nada de qué preocuparme? 

El Alfa negó, con una leve sonrisa en sus labios. —No hay nada de que preocuparte, mis padres... ya no están, y mi familia no se interpondrá, no tendré que hacer ninguna clase de trabajo que te desagrade. 

A los ojos de Xiao Zhan, la imagen que tenía de Yibo desde antes, siempre fue ese tipo malo que sucumbió a su padre. ¿Con que seguridad le afirmaba todo eso? 

—¿Puedo quedarme otro poco más con mis padres? Cuando este listo, iré contigo a donde sea, pero... por mientras, quiero estar con ellos unos días más— le dijo el omega. 

El Alfa asintió rápidamente y respondió: —Puedes quedarte con ellos, ¿Puedo venir a visitarte? 

—Yo... creo que... está bien. 

—Entonces... oficialmente, ¿aceptas mi cortejo?— preguntó el Alfa, con la mirada fija sobre aquellos ojos bonitos. 

Xiao Zhan dudó un poco, y avergonzado con un leve rojo en sus mejillas: —Uhm... s-sí. 

Yibo mentiría si dijese que no estaba feliz, su corazón latía tan fuerte, y Xiao Zhan podía sentirlo, su lobo podía percibir lo feliz y complacido que estaba el Alfa. Por un momento, quiso corresponder sus sentimientos tan rápido, pero se detuvo. 

Xiao Zhan no recordaba nada. 

Después de su trastorno de personalidad, los médicos especialistas que contrataron para ayudarlo, encontraron una cura para eliminar su trastorno. 

La marca y el lazo que los unió una vez, era la respuesta a sus problemas. Wang Yibo tuvo que volver a unir su lazo con el de Xiao Zhan, ambos destinados volviendo una vez más a estar juntos. 

Sin embargo, ese procedimiento tenía una consecuencia, una vez que el trastorno de personalidad de Xiao Zhan se fuera, el omega no recordaría nada de lo que pasó, lo único que recordaría sería los inicios de su relación, o probablemente ni siquiera lo recordaría a él. 

No obstante, tuvieron suerte. Pues la memoria del omega se mantuvo firme hasta el día de su boda, después de ese día en particular, sus recuerdos se habían borrado, por ende, no recordaba nada lo que había pasado. 

Wang Yibo pudo detenerse un momento y lamentarse, pero no lo hizo, no lo hizo porque sabía que tenía una nueva oportunidad para hacer las cosas bien. Tenía la oportunidad de enamorar y cortejar al omega, como se supone que debió ser desde un principio. 

Ahora tenía que hacer las cosas bien, ahora que su padre estaba muerto, ahora que el tratamiento había tenido éxito, si en algún futuro su omega recordaba lo que habían pasado, estaría dispuesto a enfrentar las consecuencias. Pero por ahora, todo lo que deseaba era ser digno de estar a su lado. 

Ya no más sangre, ya no más golpes, ya no más sufrimiento. 

Está vez empezaría desde cero. 

Xiao Zhan ya no estaba amarrado a él por obligación, el omega era libre. Tenían una marca y un lazo, sin embargo, eso no significaba que tendrían que vivir de la misma manera que en el paso. 

Ambos eran libres de amar, de estar juntos, de hacer lo que quisieran con sus vidas. 

Wang Yibo iría todos los días a la casa de Xiao Zhan, le llevaría flores, comida, golosinas. Lo invitaría a tener citas en una heladería, a un cinema, o simplemente a un parque. 

Sembraría nuevos recuerdos, lindos y puros a lado del omega. 

Xiao Zhan, le dejaría entrar poco a poco a su corazón. Después de todo, no tenía que preocuparse de eso ahora, pues sabía que su omega lo amaba, pero no estaba dispuesto a aceptarlo de la noche a la mañana, sobre todo si la mitad de sus recuerdos fueron borrados. 

Pero lo sabía, sabía que su esposo algún día lo aceptaría tal y como siempre debió haber sido. 

Un cálido día de verano por la noche, despues de casi dos meses, alguien llamó a su celular, atendió la llamada después de guardar sus documentos en la computadora y sonrió al leer el nombre del chico que lo llamaba. 

—Hola, precioso— contestó, con esa peculiar sonrisa en sus labios y ese tono tan cálido y seductor. 

—H-hola...— Xiao Zhan aún no se acostumbraba a la manera tan linda en la que era tratado. 

—¿Se te ofrece algo?— preguntó. 

—Umm... yo... estaba con mis padres y ellos, bueno, decidieron hacer un poco de curry... y bueno, uh... quería saber si, ¿tienes hambre? yo... traje un poco de... ¡ugh! ¿puedes abrir la puerta de tu apartamento? 

El Alfa soltó una risita y se levantó de su asiento. 

—¿Por qué no me dijiste? Hubiera ido a tu casa y ahorrarte el viaje, es demasiado tarde para que andes por las calles tu solo. 

—¡Ah! Sólo abre la puerta. 

Debido a que Xiao Zhan aún no aceptaba vivir con él, había rentado un departamento no tan lejos de su casa, pero si algo cercano a la ciudad. El omega entró tan pronto como el Alfa abrió la puerta de su departamento. 

—¿Te encuentras bien? No era necesario venir hasta acá, me hubieras dicho. 

—Alfa tonto, ¿no puedes dejar que haga algo por iniciativa? parece que nunca han sido amable o detallista contigo— murmuró el omega. 

Yibo soltó una risita y decidió no responder, tampoco siguió molestándole. Simplemente despejó la pequeña mesa que había en la sala y se sentó en el piso, a la altura de la mesita para poder disfrutar de la comida que Xiao Zhan había hecho para él. 

Recordó que en el paso, Xiao Zhan también había cocinado para él, aquella vez que terminaron peleando y tuvo que irse con su padre, cuando regresó, el omega lo esperó con la comida lista. 

Su corazón se sintió un poco triste, y por inercia, el omega también sintió que algo iba mal, pero no preguntó nada. Se sentó a su lado, abriendo el pequeño contenedor de comida y poniéndolo a su disposición, para dejar que degustara todo lo que quisiera. 

Mientras el Alfa comía, el omega observó todo su departamento. El lugar era grande y se veía acogedor pero también lujoso, supuso que una persona como él, con tanto dinero, podía conseguir siempre algo de esta calidad. 

Un bochornoso pensamiento pasó por su mente, ¿la casa en la que vivirían sería igual? ¿tan grande y acogedora como esta? 

Aún no le daba una respuesta, pero sabía que no podía dejarlo esperando mucho tiempo. Había pasado algo de tiempo desde que Wang Yibo comenzó a cortejarlo, se sentía feliz pero también confundido, feliz porque su lobo era quien más pedía la atención y el cariño del Alfa, pero confundido porque sentía que esa clase de amor y dedicación ya se lo habían dado una vez. 

Estar haciendo esto con Yibo era diferente. 

Le gustaba. 

Le gustaba mucho ser cortejado por el Alfa. 

Al inicio creyó que tendría que casarse con él y tener que soportar estar pegado a él, ser encerrado en una casa, vigilado 24/7 por bastantes ojos y tener al Alfa siendo poco amable con él, y por supuesto, él tampoco sería amable. 

Pero, le gustaba esto. 

Wang Yibo era diferente a lo que se imaginó. 

—¿En que piensas?— preguntó el Alfa, terminado por devorar el plato lleno de Curry. 

El omega vaciló un poco pero al final dijo: —... En nosotros. 

El Alfa casi sintió que se atoraba con la comida, pero pudo manejarlo, cuando escuchó al omega decir eso, un cálido sentimiento se instaló en su pecho. 

—¿En serio? ¿Y qué pensabas de nosotros? 

Dejó el plato de lado, recargando sus brazos sobre la mesa para mirarlo directamente. 

—Pienso que... 

Al diablo, mes y medio a lado del Alfa no eran suficientes tal vez, pero, si aceptaba ahora, tendría más de mes y medio para cerciorarse de sus intenciones, y si en algún momento esto se complicaba, Wang Yibo ya le había afirmado que nunca le obligaría a quedarse. 

—Quiero conocer la casa en la que viviremos. 

Wang Yibo dejó de respirar por un momento, su lobo se puso feliz, emocionado y excitado al escuchar sus palabras. Entonces, sin avisarle a Xiao Zhan de sus intenciones, tomó de su nuca y plantó un beso sobre sus labios. 

Él quería besarlo, quería demostrarle con toda su fuerza lo mucho que lo amaba. 

Pero el omega, no estaba preparado para recibir un beso en estos momentos. Así que, ¡Pah! un golpe sonoro se escuchó al momento de impactar su mano con la mejilla del Alfa. 

Yibo quedó un poco aturdido, y Xiao Zhan estaba avergonzado. 

—¡Tú...! ¡No hagas eso tan de repente! ¡mínimo avisa que vas a hacer algo como eso!... mierda— gruñó el menor, tallando con sus manos su rostro. 

—Auch...— murmuró el Alfa al sentir el ardiente golpe sobre su mejilla, soltó una risita y comprendió que se había emocionado de más. Xiao Zhan no se esperaba ese beso, no tenían la misma intimidad que antes, por ende, el omega se sorprendió demasiado. —Lo siento, no fue mi intención hacerte eso... es sólo que... me emocioné. 

—¡L-lo sé! Pero... ¡No puedes simplemente hacerlo de un momento a otro! yo... yo... no estaba preparado para eso. 

—Entonces... cuando estés listo.... 

—Cuando este listo, lo sabrás. 

El Alfa le dio una suave sonrisa, haciendo que el omega se sintiera un poco culpable por haberle puesto la mejilla roja. Su fuerza seguía siendo tan grande como siempre, así que la marca rojiza aún seguía ahí. 

—Buscaré algo frío para poner sobre tu mejilla, se ve muy feo— el omega se levantó de su lugar, caminando hacia la pequeña cocina que había ahí —, espérame. 

—Sabes... nuestra casa es grande, tiene un patio enorme y... hay un pequeño huerto, podrías utilizarlo para ti, también, hay más de dos habitaciones, por supuesto, tu puedes elegir en donde dormir, no quiero apresurarte y que te sientas obligado a dormir conmigo. Además, quiero que conozcas a unos amigos, sé que te caerán muy bien. 

Xiao Zhan regresó con un trapo y un vaso de agua fría, lo remojó un poco y lo puso sobre su mejilla, presionando levemente. 

—¿Son los que estuvieron en la boda? — preguntó, recordando vagamente a algunos hombres —, no hay problema. 

—Bueno, sé que ellos estarán encantados de verte, uno de ellos ya tuvo a su bebé, estaba embarazado— contó, como un niño pequeño buscando hacer agradable el momento —, y los otros están en proceso de tener hijos. 

Xiao Zhan soltó una risita y dijo: —Que suerte tienen. 

—Aja, pero ninguna como la mía. 

El omega alzó una ceja y preguntó: —¿Por qué lo dices? 

—Digo, ellos no tienen a un Xiao Zhan como omega y predestinado. 

La mano del omega sobre su mejilla tembló un poco, poniéndose nervioso en segundos. ¿Desde cuando este Alfa era tan... empalagoso? 

—Respecto a lo anterior...— el omega dejó de lado el pañuelo frío y miró al Alfa por unos segundos —, acepto. 

—¿Ah? 

—Quiero vivir contigo, aunque... siempre y cuando siga viendo a mis padres y todo eso. Ya sabes... no- 

Los brazos del Alfa lo rodearon de imprevisto, éste mismo escondió su rostro entre el cuello del menor y aspiró su lindo aroma. Este acto hizo que el cuello y rostro del omega se sintiera caliente en segundos. 

Sus brazos no rodearon a Yibo. 

—¡Sí! Podrás ver a tus padres todo lo que quieras, salir a donde tu desees, si quieres que te acompañe, o si no quieres mi compañía, no importa. Puedes hacer lo que quieras estando juntos. 

El corazón de Xiao Zhan tembló bajo sus palabras, sintiéndose conmovido por ellas. 

—Yo... prometo nunca más obligarte a nada. 

Naturalmente, Wang Yibo se refería a todo lo que alguna vez se sintió obligado a hacer, llevarlo a fiestas, obligarlo a ser vigilado, a impedirle salir. Pero Xiao Zhan, sólo sintió que hablaba de la boda. 

Entonces, sus brazos se dignaron a corresponder el abrazo del Alfa. Dejando que este se refugiara entre su cuello. 

—Bien... ¡Bien! basta de abrazos, sigue comiendo y ve a la cama temprano, mañana quiero ir a primera hora del día a ver esa casa. 

El omega se separó de él, levantándose del suelo y comenzó a divagar mientras inspeccionaba el departamento del Alfa. Wang Yibo sonrió mientras recargada su mejilla sobre una de sus manos y miraba al omega, tan lindo como siempre. 

Seguía siendo él. 

—Eres perfecto, sin duda, el mismo omega del que me enamoré. 

Murmuró, a pesar de que Xiao Zhan no lo escuchó. Se sentía feliz. Y entonces, se apresuró a seguir comiendo el poco curry que quedaba. Mañana sería un nuevo día, en el que tendría a su omega con él. 






Hemos llegado al final de esta historia. Recuerden que la historia fue resubida por ende aún no he hecho correcciones de ortografía.

Si alguien desea adaptar esta historia manden mensaje a mi perfil " KimchiPxrk " ya que ese es mi perfil fijo. Ya que ésta cuenta no la utilizo más que para actualizar. 💗

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