La delgada línea que mantenía Yibo para poder controlarse y ser fuerte, finalmente se rompió. Esa noche mientras Xiao Zhan se quedaba dormido después de haberlo marcado, un escenario diferente al que había imaginado se le vino a la mente. Había sangre en las cobijas y era sangre de Xiao Zhan.

Él había provocado eso.

Pudo haberlo matado.

Por un instante sólo se imagino miles de escenarios. En uno estaba abrazando el cuerpo de Xiao Zhan mientras sonreía y él le devolvió la sonrisa, en otro estaba abrazando su cuerpo frío y sin vida.

Ya no podía fingir que todo estaba bien con él cuando no era así, quiso mantenerse cuerdo por mucho tiempo, su padre lo educó durante años y lo hizo volverse así, pero él tampoco quería volverse un monstruo. Lamentablemente ahora tenía un problema, no podía con su lobo y eso no le gustaba, durante mucho tiempo pudo controlarlo y mantenerlo al margen, pero ahora, ahora que Xiao Zhan se había dejado marcar por fin, su lobo parecía no responderle ni respetar su acuerdo.

Cuando se despertó ese día, lo primero que hizo fue bajar para hablar con su gente. Y les dijo lo que no querían escuchar, desde ahora, nadie miraría a Xiao Zhan a los ojos, nadie le hablaría de cerca, y si rompían esa regla, sería muerte al instante. En ese momento, tanto JiYang como Yubin entendieron que algo no estaba bien.

Sólo después de perseguirlo a la zona de descanso pudieron preguntarle realmente lo que sucedía, pero Yibo parecía estar fuera de sí mismo, se reía y de repente quería reprimir sus emociones. Hasta que entendieron que Xiao Zhan había sido marcado, y que ahora era completamente suyo, fue cuando la situación se salió de control.

Yubin pudo haber guardado silencio y mantenerse tranquilo, pero no lo estaba porque todo por lo que había trabajado estaba arruinado en un segundo. Si bien nunca dejó de trabajar con los Wangs, fue porque creyó que en algún momento el hijo de Wang Feizhao marcaría esa pequeña diferencia entre lo bueno y lo malo en un mundo dañino. Pero ahora, ahora no había manera de escapar de nuevo.

Pero JiYang era diferente, fue el primero en saltar a decirle que era un idiota por haberse dejado influenciar, Yibo también lo pensaba de esa manera. Haber hecho eso fue muy estúpido de su parte, pero la verdad es que también lo deseaba por gusto propio y por naturaleza.

Al ser un momento crítico, con emociones amontonadas, la situación se salió de control y tras ver como lo atacaban con el "¿qué pasará ahora?" no pudo evitar sentirse irritado por ellos. Así que de un momento a otro, su lobo dominante les ordenó que cerraran la boca e hicieran lo que tenían que hacer. Que ellos sólo eran esa simple basura insignificante en su vida, y que su falta de respeto era merecedor de un castigo.

Por supuesto que no tenía pensado que esto se saliera de control, ahora no sabía que hacer. Tenía que lidiar con tantas cosas, tenía que encargarse de cuidar a Xiao Zhan de él mismo, tenía asuntos pendientes que manejar y a parte tenía a su padre sobre sus hombros. No, definitivamente ya no sabía que hacer, estaba por volverse loco.

-Lo que sucedió ayer... no fue tu culpa - Xiao Zhan estaba a sus espaldas, podía sentir la angustia que su Alfa emitía y su corazón no podía evitar doler -, fui yo quien te pidió esto. Soy el único culpable.

Yibo necesitaba estar conciente de lo que sucedía, y escuchar a Xiao Zhan culpándose por eso no le ayudaba en nada. No quería buscar culpables en esta situación, ya no quería seguir dándole vueltas al asunto, si antes las cosas eran complicadas, entonces ahora lo serían aún más.

Nunca pudo controlar su temperamento, pero con Xiao Zhan lo hacía porque quería darle ese respeto que se merecía, pero ahora ¿cómo se supone que lo haría si su lobo no era conciente de nada? Ni siquiera era estaba cuerdo cuando su lobo lo dominaba, ¿quién le aseguraría que Xiao Zhan estaría a salvo con él?

Que complicado era todo para él, este era su castigo por el simple hecho de haber nacido en esa familia.

Amaba a Xiao Zhan de una manera en la que nunca pudo amar a nadie más, al inicio quiso protegerlo tratando de evitar el compromiso y distanciando sus sentimientos de él, pero ahora ya no sabía cómo hacerlo.

Lo único que sabía era que tenía que alejarlo antes de que terminara por cometer una estupidez, no quería volver a ensuciar sus manos de sangre, sobre todo si está sangre era de la persona que amaba.

-Necesito que hagas algo por mí. - Yibo lo miró, encontrándose con esos ojos que demostraban tanta preocupación. El omega asintió esperando poder ayudarlo en lo que fuera. -Tomarás tus cosas y te iras.

-¿Qué?

-Lo que escuchaste, regresaras a casa, no puedes quedarte aquí. - El Alfa dio media vuelta esperando no verlo más, no quería encontrarse con la decepción en su mirada.

-¿Para qué? ¿qué se supone que haré allá?- Xiao Zhan le persiguió de cerca, tratando de buscar respuestas -, ¿por qué quieres deshacerte de mi ahora?

-Es mejor que vuelvas a casa- le respondió -, tengo asuntos que atender estando aquí, nada bueno puede salir ahora que la chica que se supone debió acostarse conmigo va a regresar a su casa, se darán cuenta de lo que sucede, ella puede decirles dónde estamos y también puede decirles el porqué. Entonces se darán cuenta de ti, si no puedo protegerte de mi mismo, al menos debo de hacerlo de ellos.

-No...- Xiao Zhan se puso enfrente de él, impidiendo que siguiera evitándolo -, ¿qué se supone que quieres hacer?

-No necesitas saberlo, sólo tienes que hacer lo que te estoy diciendo, no tienes palabra en esta discusión. - Lo miró, realmente no quería hacer esto, pero sinceramente ya no sabía que más hacer, todo lo había intentado ya.

-Déjame ayudarte, tomaré la responsabilidad de todo. No necesitas hacer esto solo... lo único que quiero...

-Yo lo único que quiero es que cierres la boca y hagas lo que te digo, maldita sea- Yibo cerró los ojos con fuerza, no quería molestarse, no quería acabar con la poca paciencia que tenía, quería calmarse y la terquedad de su omega le hacía la situación difícil.

-No pienso irme, no te daré el gusto. - Xiao Zhan frunció el ceño, realmente no le interesaba lo que Wang Yibo le estaba ocultando, lo único que quería hacer era ayudarlo.

-Bien, de todos modos te iras quieras o no. - el alfa tomó del brazo al omega, tirando de él con fuerza fuera de la habitación en la que estaban, ahora no se sentía bien para lidiar con Xiao Zhan.

-¡Suéltame! ¡ya dije que no iré a ningún lado!- forzó su brazo, esperando soltarse de su agarre pues comenzaba a doler poco a poco.

El alfa lo sostuvo sin querer soltarlo hasta llevarlo a su habitación, entonces lo tiró dentro de aquel lugar, se puso ante la puerta y dijo: -Empieza a guardar tus cosas, si no guardas nada entonces no importa, lo mandare por paquetería. Yubin y JiYang se irán contigo.

Y cerró la puerta para después irse.

Xiao Zhan estaba confundido, pero supuso que eso era normal en él ¿no?. Que gracioso, cuando se imaginó la situación con su Alfa, siendo marcado y formando un lazo a él, nunca pensó todo sería tan crudo y que dolería tanto.

Aún así, no podía dejar a Yibo cargar con todos sus problemas.

JiYang entró en su habitación poco después, lo había mandado a llamar con uno de los hombres que cuidaban el pasillo. El omega aún seguía mal, estaba adolorido y se sentía peor sentimentalmente. Xiao Zhan podía ver ese pequeño rastro de lágrimas en sus ojos pero no dijo nada, no quería abrumarlo.

-¿Qué sucede?- le preguntó JiYang tallando rápidamente la punta de su rojiza nariz.

-Quítate la playera y acuéstate en la cama boca abajo, te ayudare con tus heridas. - le respondió, haciéndole señas al omega para que accediera.

JiYang frunció las cejas y dudo durante varios segundos, pero sinceramente el dolor de los golpes lo estaba matando. Podía ser un omega fuerte, sin miedo a traspasar un vidrio con su cara, pero los golpes ocasionados como castigo le dolían como el infierno.

Se acostó como Xiao Zhan le había dicho, quitándose la playera que traía puesta. No sabía porqué razón Xiao Zhan le había mandado a llamar, tampoco sabía si era precisamente para esto, pero sí estaba seguro de que ambos se preocupaban por la misma cosa.

-¿Qué se supone que debo hacer? ¿debería dejarlo aquí e irme?- Xiao Zhan froto un poco del ungüento para los dolores en sus manos y así comenzar a curar a JiYang con cuidado. - Quiero ayudarlo, pero estoy seguro de que no se dejará ayudar.

-¿Por qué mierda te dejaste marcar?- JiYang ni siquiera respondió sus preguntas, Xiao Zhan no se quejó, entendía que debía estar enojado. -Créeme que pensé que siendo tú su omega, jamás accederías a esto.

-Lo siento, también fue muy tonto de mi parte, a pesar de que sabía que las cosas podían terminar mal... no pensé en las consecuencias que le traerían a todos, no sólo a mi. - Sí, estaba un poco arrepentido, pues eso tampoco quería decir que no le agradaba la idea de estar enlazado con su Alfa a través de una marca.

-Xiao Zhan... esto no es un juego, ¿sabes que él puede matarte si quiere?- preguntó el omega, a pesar de que le dolía todo el cuerpo, mucho más su espalda, se le veía muy tranquilo dejándose curar por el otro omega -, un día de estos... puede que no sepa controlar a su lobo y te haga algo.

Xiao Zhan detuvo sus acciones y lo pensó. Sí, lo sabía. Eso lo entendió también cuando Yubin se lo dijo, después de pensar que la madre de Yibo tomó una mala decisión en dejarse marcar, ahora él había hecho lo mismo. Había tomado la misma mala decisión.

Xiao Zhan no conocía por completo la situación por la que pasó la madre de Yibo, al final de cuentas nunca pudo entender todo el daño que Yibo tubo que pasar viendo a su madre sufrir en manos de su padre. Pero, si se ponía a pensar ahora, eso quería decir que el padre de Yibo había sufrido lo mismo que él, o tal vez algo peor.

Pero entonces, ese señor sabía las consecuencias de una marca, y aunque su lobo fuera dominante, Wang Feizhao siempre estuvo conciente de que no había manera de evitarlo.

-JiYang...- Xiao Zhan llamó su atención, ignorando las palabras que le había dicho éste hace unos minutos -, te mande a llamar no sólo para curar tus heridas. En realidad, necesito de tu ayuda.

Le miró con algo de lástima, sus ojos brillaban y se veía terriblemente angustiado. JiYang asintió y le dijo que continuará.

-No conocí a Yibo en su niñez, tampoco estuve presente cuando sufrió estando con su padre. Pero... quiero evitar que siga sufriendo ahora y más adelante.

-¿Y cómo piensas hacer eso?- preguntó el omega..

-Voy a tomar su lugar.

JiYang no lo entendió en un inicio, hasta que analiza las palabras dichas por el omega, abrió los ojos levemente sorprendido y frunció las cejas confundido.

-No, no puedes... ellos van a matarte. Xiao Zhan...- JiYang se levantó de la cama de manera torpe y se sentó sobre ella para mirar al omega que estaba de rodillas en el piso -, ¿sabes lo que ellos te harán? No sólo ellos, el padre de Yibo también. Xiao Zhan...

-Lo sé, pero por una vez en la vida JiYang... te pido que me ayudes con esto, está es la única manera en la podemos salvar tanto a Yibo como a nosotros.

-Pero probablemente a ti no...

-¿Tan poca fé tienes?- el omega sonrió un poco triste, necesitaba ser optimista aunque también supiera que era muy poco probable que algo bueno saliera de todo esto -, quiero terminar con esto, no importa que tan peligroso sea, necesito hacerlo o tratar de hacer algo por Yibo.

JiYang seguía en negación, pero por un minuto lo pensó... pensó que ese tonto omega tenía más fuerza de la que aparentaba. Todo este tiempo vio la sombra de Xiao Zhan detrás de Yibo, creyendo que era sólo un omega intentando parecer fuerte. Pero ahora podía ver que la única razón por la que Yibo nunca cayó en el mismo pozo que su padre, era por Xiao Zhan.

Si fuera él, y si Yibo fuera Bowen, definitivamente haría lo mismo que Xiao Zhan.

-Bien. ¿Cuál es tu plan?- se resignó. Al final de cuentas, él también quería acabar con todo esto.

-Necesito saber quién es la persona a la que fueron a ver, también necesito saber porqué parecen tenerle tanto odio a Song Weilong... voy a desviar la atención de los hombres que vinieron a ver, sin que nadie lo sepa separaremos a Yibo de nosotros a un lugar seguro, mientras los demás volveremos a casa, quien sea que esté detrás de Yibo pensará que regresó a Chongqing pero en realidad él ya estará muy lejos de aquí...

-¿Y tú...?

-Ya te lo dije, voy a tomar su lugar.

-Ellos no te aceptaran, no si no ven a Yibo... ¿cómo crees que termine esto?

-No importa como termine, JiYang, tienes que prometerme que Yibo estará a salvo lo más lejos de aquí, si me ven a mí no dudarán en tomarme para interrogarme, no interesa que tanto me obliguen a hablar o incluso si me matan, no diré nada. Por lo tanto... Yibo tendrá la oportunidad de vivir una nueva vida, sin necesidad de estar cerca de su padre o esas personas. Él... será libre.

JiYang sintió una punzada en su corazón, tan conmocionado por lo que Xiao Zhan había planeado. Ese omega estaba dispuesto a morir por su Alfa.

-¿Y cómo piensas que esto va a funcionar? En cuanto Yibo se de cuenta de lo que haz hecho, volverá por ti y yo ni nadie podremos detenerlo.- JiYang volvió a decirle.

-No lo hará- Xiao Zhan sacó un pequeño frasco del bolsillo de su pantalón, era del tamaño de su dedo pero podía ver el contenido blanco adentro -, porque voy a dejarlo inconsciente, esta cosa borrara todos sus recuerdos.

-No. - JiYang se negó de nuevo.

-Será lo mejor, podrá volver a empezar...

-No...

-Tendrá una mejor vida, lo convencerán poco a poco de que es una persona diferente...

-¡No!

-Y si salgo con vida, podré ir a buscarlos para iniciar algo de nuevo con él.

JiYang guardó silencio, justo ahora parecía una niña dejándose llevar por sus emociones y negándose a todo lo que pusiera en peligro a Xiao Zhan. Pero... en realidad eso parecía ser lo mejor, él tampoco quería seguir en esta posición, no ahora que todo se había complicado, esto ya no era un simple juego, nunca lo fue, pero tenían la oportunidad de volver a empezar desde cero.

JiYang asintió diciendo: -Le diré a Yubin, trataré de hablar con todos... sé que ninguno se opondrá, tanto ellos como nosotros deseamos lo mismo que tú... así que no será tan difícil.

El omega se puso su ropa de nuevo se levantó de la cama, siendo seguido por Xiao Zhan hasta la puerta de la habitación, antes de abrirla miró por última vez al omega y le dijo: -Ambos sabemos la verdad ¿no? ¿estás consciente de que no saldrás vivo de esto?

Xiao Zhan asintió y antes de que JiYang se fuera murmuró.

-Por favor, cuídalo bien.

No importa que tan absurdo fuera su plan, si hacer que Yibo desapareciera sin que nadie lo supiera podría hacerlo iniciar de nuevo, entonces estaba decidido. Lo haría.