07: Juguemos un poco
Después de esa rara confesión por parte de Yibo, Xiao Zhan no lo volvió a molestar con el tema. En particular era porque no quería escuchar de nuevo esas palabras, se había puesto en una posición difícil, el como Omega no estaba dispuesto a aceptar los sentimientos de un Alfa como Yibo.
O eso le gustaba creer.
Después de todo, algún día su lobo cedería y entonces terminaría aceptando al Alfa que tiene como esposo.
Ah, que situación tan difícil tiene que vivir día con día, si todo fuera más simple, si Yibo no fuera lo que es, él pensaría sin duda alguna que su vida a lado del Alfa sería maravillosa.
Tantos años juntos y nunca había cedido ante Yibo, ¿por qué de repente pasaban tantas cosas que lo hacían cuestionarse?
Ahora mismo estaba descansado en una de las bancas del patio, quería permanecer solo un momento, pero le fue difícil ya que ese día los novatos estaban siendo entrenados al aire libre. Xiao Zhan observaba sin una pizca de emoción como todos ellos parecían agonizar en el sol, claramente no hacía tanto calor ya que se sentía algo fresco, pero Xiao Zhan podía notar que tanto sufrían esos pobres hombres.
-Son una bola de idiotas- se quejó el omega, viendo como los hombres hacían un círculo para comenzar a pelear entre ellos -, son demasiado salvajes.
Song JiYang permanecía a un lado de ellos observando todo lo que hacían y cómo lo hacían. A veces Xiao Zhan creía que JiYang no necesitaba de un Alfa para sobrevivir, pero luego recordaba quien era el Alfa de JiYang y deseaba tener su suerte.
No era que le gustara la pareja del omega, es solo que Li Bowen era diferente a Yibo, Bowen era un cerebrito que se la pasaba trabajando en tecnología todo el tiempo, era tranquilo, apuesto y amable.
Y JiYang era todo lo contrario a él, tanto que a veces las personas se preguntaban quién era realmente el Alfa y el Omega.
Xiao Zhan siguió vigilando a los chicos hasta que sintió a alguien sentarse a su lado, no tuvo que mirar de quien se trataba, pues ya sabía quien era.
-¿Hoy no vas a salir?
Xiao Zhan se alzó de hombros y dijo: -He querido ir a la ciudad para comprar un par de cosas, pero no creo...
-Entonces ve, nadie te está deteniendo- Yibo respondió, ninguno de los dos tenía la mirada sobre el otro, ambos veían perdidos a los chicos que estaban peleando.
-¿Puedo ir yo solo?- preguntó el pelinegro.
-Sabes que no, y no lo digo por ser un aguafiestas- habló rápidamente.
-Puedo cuidarme solo, no siempre tiene que ir Yubin conmigo.
-El problema es que Yubin no irá contigo, su omega está en el hospital, me pidió permiso para faltar y le dije que se tomara el tiempo necesario.
-¿Él está bien?- Xiao Zhan preguntó, ahora un poco preocupado por la condición del omega de Yubin.
-Está bien, no tiene nada malo hasta donde sé- le respondió.
Xiao Zhan no quiso seguir insistiendo sobre el tema de la pareja, tampoco quiso seguir hablando sobre salir, sabía que sería prácticamente imposible que Yibo lo dejará salir a la ciudad él solo.
-Solamente una hora, si en esa hora no regresas iré yo mismo a buscarte- le dijo, mirándolo atentamente.
-Entonces no creó que sea necesario ir- le respondió.
-Puedes llevar al chófer, él tiene reglas estrictas sobre no dejarte solo en caso de que Yubin falte- le volvió a decir, Xiao Zhan lo miró confundido, algo curioso por el repentino cambio de actitud y decisión.
-¿Por qué eres tan celoso que no puedes dejarme ir a donde sea yo solo?- preguntó el omega, dándole una sonrisa fingida.
-No soy celoso, solamente es por protección, sabes que no estás casado con una persona común y corriente, hay muchos allá fuera que desean terminar conmigo aunque estén escondidos, una manera fácil de hacerlo sería dañandote a ti.
No mentía, a Yibo le gustaba protegerlo demás, una parte de él si sentía celos, pero la otra era simplemente por brindarle protección y tranquilidad, por eso le gustaba que Xiao Zhan siempre fuera acompañado.
-¿En serio me estas dejando ir?- volvió a preguntar el omega, está vez las esquinas de sus labios se movieron un poco, dándole una sonrisa un poco más sincera al Alfa.
-Sí, puedes ir, pero ya dije...
-Si si, ya entendí. En una hora regreso- contesto al instante para después levantarse y salir corriendo de su alcance.
Tan pronto como subió a su habitación buscó un par de prendas para cambiarse, se lavó la cara y se apresuró a bajar rápidamente, tratando de evitar encontrarse de nuevo con el Alfa y que tal vez esté se arrepintiera en un instante.
Xiao Zhan no mentiría, la decisión que había tomado Yibo lo había sorprendido, jamás había visto al Alfa tan tranquilo ante algo como esto, al inicio pensó que se trataba de sus locos celos, que era por ser controlador y manipulador, pero ahora que de detenía a pensarlo, Yibo nunca había actuado de manera brusca con él, siempre era callado y conservador y eso no era un problema.
El chófer condujo hasta la ciudad, deteniéndose frente a los locales que vendían joyería un poco cara. No quería comprar nada para él, quería conseguir algo lindo para su madre ya que muy pronto sería su cumpleaños y quería darle una sorpresa.
-Señor, tendré que bajar con usted.
-No... - Xiao Zhan le dijo rápidamente al chófer -, puedo hacer esto solo, sólo iré a revisar y si no hay nada que me guste saldre rápidamente y nos iremos ¿si?- trató de persuadirlo -, puedes vigilar desde el auto, cualquier cosa sospechosa que veas puedes bajar.
Cuando terminó de decir eso, bajó con rapidez del auto, cerrando la puerta y dándole una amable sonrisa al chófer.
Por primera vez en mucho tiempo pudo salir libremente sin que nadie siguiera sus pasos, eso lo hizo sentir un poco cómodo, pues ya se había acostumbrado a la presencia de Yubin todo el tiempo.
Entró en aquel local, el lugar era elegante, nunca había ido por esos rumbos, la ciudad era demasiado grande y no muchas veces podía bajar con comodidad y darse sus escapadas para conocer las calles. Había muchos estantes con joyas, eran preciosas y por lo que vio, demasiado caras.
Pero sólo por esta vez y solamente por su madre, compraría algo así para ella.
Se paseó con confianza por el local, viendo y buscando un collar apropiado para su madre. Estaba todo tan en paz hasta que alguien se acercó a él.
-Disculpa ¿puedo ayudarte en algo?
Xiao Zhan miró a la persona que le hablaba, era una mujer con un aspecto elegante y una sonrisa en su rostro algo forzada, demasiado a ser verdad. El omega negó rápidamente y dijo: -No es necesario, solamente estaba buscando algo.
-¿En especificó?- la mujer alzó una ceja -, este lugar tiene joyería muy cara, dudo mucho que sea algo que puedas pagar.
Xiao Zhan dejó de prestarle atención a la joyería, miró a la mujer que decidió que lo mejor sería salir de ahí antes de que algo malo pasara.
-Tienes razón, mejor me voy- su respuesta fue muy simple, pero también le devolvió una sonrisa completamente fingida.
Al darse la vuelta, no esperó que la mujer siguiera hablándole.
-Antes de que te vayas, ¿te importaría mostrarnos las manos?- Xiao Zhan siempre había sido una persona educada, sobre todo con las omegas, así que simplemente dio media vuelta y dejó sus manos abiertas para que la omega viera que él no llevaba nada.
-¿Puedo irme?- está vez preguntó un poco más molesto.
-No, primero debemos revisar que no lleves nada- le volvió a decir -, no creas que no sé como es la gente en estos tiempos.
-No he tomado nada, todo esta en las vitrinas y no puedo sacar nada de ahí, ¿qué te hace pensar que tome tu porquería?
La mujer se dio la vuelta y le dijo a su asistente: -Llama a la policía por favor.
Xiao Zhan rodó los ojos con molestia, sacó su celular y marcó el número de celular de JiYang. Tras los primeros tonos el omega contestó.
-¿Qué?- preguntó abruptamente.
-Necesito que vengas a la ciudad ahora mismo- le dijo sin pensar mucho -, me metí en un problema y yo...
-¿Yo por qué? llámale a tu esposo.
-Si le llamó a él alguien va a salir muerto de aquí- le respondió impaciente.
-Está bien, dame unos minutos y estaré ahí, no apagues tu celular- colgó tan rápido como dijo eso.
JiYang tuvo que hacer estrategias muy grandes para evitar que Yibo se diera cuenta de que saldría a la ciudad. Le mintió diciéndole que vería Bowen un momento, ya que estaba atrapado en un problema. No fue lo mejor que se le ocurrió, pero en menos de veinte minutos pudo llegar al lugar en donde Xiao Zhan estaba.
Se bajó del auto con enojó al darse cuenta de la tienda en la que estaba. El chófer de Xiao Zhan se bajó un poco preocupado cuando vio llegar a JiYang.
-Señor Song...
-Silencio, quédate aquí y cuando regresemos a la casa, no digas ni una sola palabra de lo que pasó aquí- le advirtió, caminó hasta el loca forzando la puerta para entrar, importándole muy poco si la policía ya estaba ahí.
-¡Hey! no puede entrar, ahora mismo no estamos atendiendo- la mujer omega le dijo, algo enojada por la actitud del chico.
-¿Donde está?- preguntó sin rodeos, al ver que nadie le contestó, sin pensarlo más tiempo lanzó una patada rompiendo una de las vitrinas, haciendo que los vidrios cayeran con fuerza al suelo rompiéndose aún más.
-¡Señor¡ ¿qué cree que está haciendo?- el policía, que había estado en uno de los vestidores se quedó callado en cuanto vio de quien se trataba.
Song JiYang soltó una risita descarada, viéndose completamente satisfecho al ver al policía.
-Wenhan ¿desde cuándo te volviste policía?- se rió un poco -, ¿dónde está el chico? - volvió a preguntar sin dejar que Wenhan respondiera -, el chico que ustedes tienen aquí es el esposo de Wang Yibo, si no quieren problemas, más de los que yo les daré, será mejor que me dejen verlo ahora.
En ese momento el rostro de la omega a cargo palideció, en cuanto escuchó el nombre Wang Yibo salir de la boca del otro chico. Bueno, no era su culpa no darse cuenta de quien era la pareja de Wang Yibo, era su culpa por haber sido una hija de puta en juzgar a las personas.
Tan pronto como JiYang dijo eso, Xiao Zhan salió de uno de los vestidores, miró a JiYang con algo de pena y lo evitó rápidamente para ya no ver su expresión. No fue difícil para JiYang darse cuenta porqué Xiao Zhan venía saliendo de los vestidores y con su ropa desordenada.
El omega apretó su mandíbula con enojó, suspiró con frustración y antes de poder decir algo más, la puerta del local se abrió una vez más.
Esta vez el silencio reino por completo en el lugar, y JiYang maldijo internamente al igual que Xiao Zhan al ver quién estaba ahí.
Yibo miró de arriba a bajo por todo el local, inspeccionando todo el lugar con mucho cuidado, su mirada cayó poco después sobre su omega el cual se abrazó a sí mismo con incomodidad y mantenía la mirada agachada. Wang Yibo frunció las cejas aún más y dio media vuelta para cambiar el letrero de abierto a cerrado.
Caminó lentamente, como un León acechando a su presa, parecía demasiado tranquilo pero estaba explotando por dentro.
-Yibo...- JiYang fue el primero en hablar, pero Wang lo calló en seguida.
-WenHan y compañía pueden irse, ahora- exclamó con seriedad, los dos policías salieron rápidamente de aquel lugar, dejando a los demás ahí adentro.
-Yibo...
-¿Por qué no me dijiste a que venías realmente?- preguntó el Alfa a su amigo, JiYang rodó los ojos.
-Podía manejar esto rápidamente, además tú estabas ocupado- respondió.
El Alfa asintió, soltando una suave sonrisa y una vez más comenzó a inspeccionar el lugar, esta vez parecía un poco más animado, pero JiYang sabía que eso no era nada bueno.
-¿Por qué no jugamos un poco?- Yibo habló, tomando entre sus manos una de las lámparas que estaban en la vitrina -, hace mucho tiempo que no vengo a un lugar como este, dime linda omega ¿cuánto invertiste en este lugar? creó que si todo aquí es tan caro, supongo que tienes demasiado dinero como para volverlo a abrir ¿no?
En el momento en que dijo eso, estrelló la lámpara contra la vitrina, haciendo al rededor de dos agujeros y destrozando por completo aquel lugar. Su ira fue desahogada en aquel local, sus dos puños rompieron cada uno de los vidrios, tirando y saqueando todo el lugar, pateando y destrozando todo.
Xiao Zhan se asustó un poco en el momento en que vio como la sangre corría de las manos de Yibo, el Alfa limpió el sudor que bajaba de su frente, ensunciándose con un poco de sangre en el rostro, se acercó agitado, cansado y enojado hasta llegar frente a la omega.
Fue entonces cuando Xiao Zhan se acercó a él y lo sostuvo del brazo con algo de cuidado.
-Está bien, volvamos a casa- le pidió con algo de temor -, volvamos y curemos tus heridas- habló una vez más.
-Alfas... fueron alfas los policías que llegaron aquí- Yibo lo ignoró, mirando con atención a la joven omega frente a él -, la única mujer omega que es policía estaba esperando a fuera, ¿que pretendías dejando que dos alfas inspeccionarán el cuerpo de mi omega desnudo?
La mujer no respondió.
-Yibo, vámonos por favor- Xiao Zhan tiró de su brazo con algo de fuerza -, vámonos...
-Nos iremos después de que te pida una disculpa- respondió Yibo, mirando atentamente a la mujer -, hazlo ahora o yo mismo haré que te arrodilles.
La omega suspiró con algo de temor, alzó la mirada y le dijo a Xiao Zhan: -Lo siento, te juzgue mal, mentí, realmente lo siento.
Los ojos de Xiao Zhan se cristalizaron un poco, él asintió aceptando sus disculpas, esta vez no fue necesario decirle algo a Yibo pues el Alfa fue el primero en moverse una vez que escuchó a la chica pedir disculpas. Xiao Zhan siguió sus pasos, estando preocupado y asustado por la condición en la que Yibo se encontraba.
Yibo fue el primero en subirse al auto, esperando a que Xiao Zhan entrará para poder irse a casa. El Alfa estaba enojado, demasiado enojado, ya lo había dejado claro una vez, nadie nunca y ni siquiera él había visto o tocado el cuerpo de Xiao Zhan, no dejaría que alguien más lo hiciera.
Y Xiao Zhan lo único que quería era llegar a casa, para poder curar las heridas del Alfa.
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