-Señor Wang, su esposo esta aquí.

Wang Yibo asintió al escuchar las palabras de uno de sus subordinados. Escupió un poco de sangre de la boca y limpió el sudor de su rostro, al igual que un poco de sangre que había quedado regada a lado de su labio. Su pecho subía y bajaba, su respiración estaba agitada y sentía un corazón latir con fuerza. Lo único que tenía su atención en esos momentos era el cuerpo en el suelo, el cual estaba bañado en sangre, golpeado y lastimado de los pies a la cabeza.

El Alfa chasqueo la lengua y tragó con dificultad, tomó su camisa y secó el sudor de que bajaba desde su cuello hasta su pecho.

-Tienen treinta minutos de descanso.

Fue todo lo que dijo antes de salir de aquella sala de entrenamiento, dejando que los otros chicos levantaran a su compañero para ayudar a sanar sus heridas.

Detrás de él lo siguieron los mismos subordinados que le lamian los pies a cada segundo. Mientras se encaminaba hasta la oficina en la que supuestamente su esposo estaba esperándolo, cuando llegó hasta ese lugar, cerró las puertas detrás de él para que nadie más pudiera entrar. Sintió su corazón calmarse y su cuerpo relajarse cuando vio la delgada figura del chico acostado en el sofá.

El aroma de su omega inundó sus fosas nasales, procurando olfatear bien aquel dulce aroma y encargándose de apreciarlo más.

Una sutil sonrisa apareció entre sus labios tras ver al omega dormitando. Sin embargo, su semblante se endureció al recordar porque había llamado a su esposo, su mandíbula se presionó con fuerza y evitó montar un show en esos momentos. La oficina estaba completamente vacía, puesto que era su oficina personal y nadie más podía entrar, a menos que Yibo los dejara o que te llamaras Xiao Zhan.

Trató de tranquilizarse y dejó su camisa sobre uno de los sillones, se metió al baño de aquel lugar y trató de limpiarse todo el sudor bajando por su rostro y su pecho, no quería verse tan sucio para cuando Xiao Zhan despertará.

Porque para empezar, Xiao Zhan ya le había advertido que nunca se le acercara cuando estuviera vuelto un desastre y lleno de sangre.

Así que estaba cumpliendo sus caprichos.

Cuando salió del baño se encaminó hasta su escritorio, abriendo uno de los cajones de ahí para sacar una nueva camisa blanca y poder ponérsela, también consiguió una nueva corbata y se la puso lo más rápido que podía. Y cuando finalmente estuvo listo, caminó hasta sentarse a lado de Xiao Zhan, quien al parecer seguía profundamente dormido.

El Alfa rodó los ojos y sonrió ligeramente al ver la manera en la que el omega dormía. De pronto, los ojos del omega se abrieron tan pronto como el aroma de su Alfa de intensificó lo suficiente para despertarlo.

Se incorporó lentamente en aquel sofá y bostezo un poco antes de acomodarse correctamente, dándole una débil sonrisa al Alfa a su lado.

-Ya era de que despertarás.

-Lo siento, no pude dormir correctamente en toda la noche- respondió Xiao Zhan.

-¿Por qué? Nadie entra a molestarte a tu habitación, tienen prohibido molestarte después de las diez en adelante. Deberías poder dormir.

-Lo sé, pero mi insomnio no me deja- le respondió.

-¿En donde estabas esta mañana?- preguntó Wang Yibo, mirándolo detenidamente durante varios minutos. Xiao Zhan vaciló un poco, pues no se sentía completamente seguro en contestar.

-Esta mañana... yo fui con Yubin al lago, le dije que quería salir temprano.

Mintió, esperando que Yibo no notará que sus palabras eran completamente falsas, no quería decirle que había ido a ver a sus padres, porque entonces comenzaría a cuestionar sobre porqué no le había avisado para que ambos fueran.

Pero no era secreto que a Xiao Zhan le molestaba salir con Wang Yibo, le parecía incómodo que las personas lo vieran con aquel hombre. Por eso, siempre trataba de salir completamente solo o en compañía de su cuidador, Yubin, quien había sido asignado por el Alfa.

-¿En serio?- volvió a preguntar el Alfa.

Xiao Zhan asintió y respondió: -Si, es que ya tenía tiempo sin ir. Además de que no esta muy lejos.

-¿Por qué mierda me mientes?- Xiao Zhan suspiró, dándose cuenta que sus intenciones habían sido fallidas -¿creés soy idiota? dime a dónde fuiste esta mañana.

-Yibo, fui con mi familia- ya no había razón para seguir mintiendo, después de todo, sabía que era imposible hacer que Yibo se tragara una de sus mentiras.

-¿A qué?

-¿Cómo que a qué?- le dijo, mirándolo con el ceño levemente fruncido -, obviamente fui para verlos, ya tenía tiempo sin saber de ellos.

-¿Y era necesario mentirme sobre eso?

-A-ah... b-bueno... tal vez un poco necesario.

El Alfa apretó su mandíbula completamente enojado, sin embargo, después de un instante intentó calmarse. No debía iniciar una pelea, no con su omega, debía ser pacífico y tratar de hablar bien con él.

-Como sea, esta noche saldremos.

Xiao Zhan lo miró inmediatamente después de escuchar lo que había dicho, negó lentamente y dijo: -¿A donde?

-A cenar, solamente tú y yo.

El omega sintió el miedo invadirlo y se negó completamente, ganándose la atención de Yibo una vez más. El Alfa apretó sus puños y habló: -¿Por qué siempre te niegas?

-Eso ya lo sabes, no me hagas decírtelo de nuevo- respondió.

-¿Te avergüenza?

-Me incómoda, lo sabes, te consta que me incómoda que me vean contigo.

-Pero somos esposos, estamos unidos y eres mi omega. Así que saldremos a cenar, quieras o no- le dijo, levantándose de aquel sofá, caminando para abrir la puerta de su oficina e indicarle a su omega que podía irse.

Xiao Zhan se levantó poco después, dirigiéndose hasta la puerta de su oficina y murmuró: -Eres molesto.

Wang Yibo soltó una risita tras escuchar sus murmullos. Suspiró con pesadez y antes de que su omega saliera por completo de su oficina, lo tomó del brazo con fuerza, volteándolo para que le prestara atención. Xiao Zhan sintió su brazo doler levemente, estuvo por quejarse cuando sintió la caliente respiración del Alfa sobre sus labios, entonces no dijo nada, por temor a que este hombre lo besara.

-¿Por qué soy molesto? ¿por qué quiero tener un momento contigo? ¿por qué quiero que solamente salgamos a cenar? ¿por eso soy molesto?- las preguntas del Alfa eran fuertes, casi llegó a tener miedo de que Yibo ya estuviera lo suficientemente alterado, así que relajó su voz para responder.

-Lo siento.

-No, por supuesto que no lo sientes- su Alfa sonrió con diversión y soltó su brazo con fuerza, dejándolo completamente libre -, ahora vete de aquí.

Xiao Zhan no se opuso a nada más y salió de aquella oficina, su cuerpo tembló con fuerza al escuchar el fuerte sonido de la puerta cerrándose detrás de él. Sí, lo había hecho enojar. No era que le gustara ver molesto a Yibo, en realidad, lo que menos quería era ver al Alfa molesto, porque temía de que en algún momento aquel hombre desatará su furia con él.

Por supuesto que le tenía miedo, sabía que Wang Yibo había sido criado diferente a él, es por eso que temía por su vida todos los días.

Desde que se había casado con él, el sentimiento seguía siendo el mismo.

Su amor por Wang Yibo no crecía, es más, ni siquiera estaba seguro de que existiera ese amor. Solamente había sido obligado a casarse con él, por decisión de la familia Wang, claro estaba que sus padres no pudieron negarse, dado que Los Wang eran respetados y temidos por todos, así que sus padres, con todo el dolor de su corazón tuvieron que aceptar el compromiso.

No obstante, con el paso del tiempo se fue acostumbrando a esto. A tener que aguantar la misma situación una y otra vez. Lo único que agradecía era que Wang Yibo aún no lo había tocado, su cuerpo aún era virgen y así seguiría hasta que él cediera a tener algo con el Alfa.

Durante cada celo, ya fuera el de él o el del Alfa, se alejaban para mantenerse a salvo. Cuando el celo de Xiao Zhan llegaba, Wang Yibo recurría a irse de la casa durante tres semanas, dejando a su omega completamente solo y dejaba que sus padres vinieran a visitarlo para que ellos cuidaran de él. Tampoco se arriesgaba a dejar a su omega con un montón de hombres, los cuales eran los guardias de la casa.

Y cuando el celo del Alfa aparecía, Xiao Zhan volvía a quedarse solo durante una semana, pues Yibo procuraba irse a quedar en algún hotel para mantenerse lo suficientemente lejos de él.

Aunque Xiao Zhan llegaba a pensar que en realidad, a Yibo le gustaba irse para poder pasar su celo con alguna dulce omega que si correspondiera sus halagos por conveniencia. Le gustaba pesar eso.

Por lo regular su vida era así, ambos dormían en habitaciones diferentes, la de Yibo quedaba al final del segundo pasillo y la de él quedaba al inicio del pasillo, completamente alejados. La casa en la que vivían era demasiado grande, eran al menos 10 hectáreas de vivienda, alejados un poco del bochorno de la ciudad, protegidos durante todo el día con muchos hombres cuidando los alrededores.

Y Xiao Zhan odiaba eso, porque entonces no podía salir sin sentir que todo el mundo lo vigilaba. Además de que, el único con quien se sentía a salvo era Yubin. Agradecía tener a ese chico a su lado, era una de las pocas personas que solía escuchar sus lamentos durante el día y sus malas palabras cuando estaba enojado.

También agradecía que Wang Yibo no llegara a sentirse celoso y no le quitará al único amigo que tenía.

Pero en relación, Yibo no tenía porqué sentirse celoso, él sabía perfectamente bien que Yubin estaba casado con un omega, al cual le era demasiado fiel y lo adoraba como la octava maravilla del mundo. Así que definitivamente, Wang Yibo sabía que Yubin no era demasiado idiota como para posar sus ojos en su omega, pues entendía perfectamente bien que cualquier cosa que le hiciera a Xiao Zhan, traería represalias contra su familia.

El problema para Xiao Zhan, era que no lograba entender porque le tenía que pasar esto a él. ¿Por qué Wang Yibo tenía que ser su Alfa? ¿por qué no podía ser alguien más?

Porque por supuesto que lo sabía, sabía que Wang Yibo, aquel Alfa que detestaba con su corazón y aquel Alfa que tenía las manos manchadas de sangre; era su pareja predestinada.

Por lo tanto, quisiera o no, estaba completamente amarrado a él.