62. L a O r d e n
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Julio 12 de 1980
- de acuerdo, supongo que tengo que usar huevos... leche... avena en polvo... - me quedé viendo en la mesa las cosas que había. - demonios, detesto cocinar.
- no tienes que hacerlo ¿lo sabes, verdad? - sonreí ante la voz de Remus a un lado mío y mas cuando me abraza por la cintura para darme un beso en la mejilla. - buenos días.
- buenos días. - me voltee para verlo y le di ahora yo un beso en los labios. - pero quiero hacerte un desayuno.
- tienes magia, estoy seguro de que puedes trabajar con ello. - me suelta y se sienta en la mesa que tenemos justo dentro de la cocina.
- eso le quita la emoción. - dejé las cosas a un lado y corrí para sentarme sobre sus piernas y abrazar de su cuello para besarlo.
Han pasado dos años desde la boda de James y Lily. Eso es bastante tiempo... mas de seiscientos días sin ver a ninguno de los dos. Pero es que esa fue la decisión que tomé. Quizás no me iba a ir aún pero no quería estar cerca de ninguno, por las obvias razones. En un principio fue algo difícil pero ahora ni me pesa en lo absoluto. Y con Remus, bueno todo es una locura. No fue de inmediato lo nuestro, no. De hecho... llevamos tan solo unas dos semanas intentando salir. Todo este tiempo, prácticamente los dos años, el estuvo ahí para mi y me apoyó en mis peores noches.
Donde literalmente yo no podía dejar de llorar y esperaba que las cosas fueran como antes. El me ayudó a sobrepasar todo eso y hemos estado pasando realmente increíble tiempo juntos. He visto a Sirius y a Gwen por supuesto, como dije, yo no me iba a ir hasta asegurar su vida y su felicidad. Y es por eso que sigo aquí.
- vas a tener que ir hoy. - me dice Remus mientras me acomoda el cabello por detrás de la oreja. - aunque no quieras.
- esta de más mi participación ahí. - le dije mientras recargaba mi cabeza en su hombro. - y no quiero estar ahí y ver a una Lily embarazada del futuro mejor amigo de mi hermano.
- solo esta vez y no volverás a ir ¿si? - me levanta la mirada tomando con delicadeza de mi mentón y yo asiento.
Nos sonreímos y ahora es el quien me besa. Me toma del rostro con una mano y une sus labios con los míos. Extrañaba de una manera inexplicable el sentir su tacto y sus besos. Remus Lupin es esa persona que vale oro y que no merezco pero por alguna razón nunca pierde la fe en mi y siempre esta para mi. Lo amo y me duele saber que me queda tan poco tiempo a su lado.
Y si, tenía que ir a una de esas juntas que tienen para lo de la guerra mágica. No me mal entiendan, ha de sonar como que no quiero ayudar y que no me importan las millones de muertes que están sucediendo ahora... pero no es mi lugar. Yo literalmente también viviré mi guerra a mi año y en esta no hago nada mas que estorbar. Pero lo he estado pensando bastante del tema y quería comentarle a Dumbledore que si podía... pues que si podía evitar la muerte de James y de Lily.
Creo que esta es la primera acción en bastante tiempo que tengo hacia a Harry. Quiero que sea feliz y que tenga a sus padres con el. Y también, lo mas importante, el que Peter obtenga su merecido y que Sirius tampoco tenga que ir a Askaban. Se que el que yo este aquí no es pura casualidad, este es mi propósito y lo voy a cumplir.
Después de nuestro desayuno, nos fuimos a la casa de Sirius y de Gwen, ya que ahí tendría lugar la junta. Estaba algo nerviosa, en especial porque vería a James después de demasiado tiempo pero supongo que para este momento, mis sentimientos por el ya no son los mismos. Es imposible el que no veas a una persona por casi dos años y sigas teniendo sentimientos así de fuertes por alguien. No solo eso, sino que de un hombre casado y a punto de tener un hijo.
Pero creo que por lo mismo será mas difícil.
Como sea, llegamos y como yo no me sentía cómoda escuchando de la conversación sobre el plan de la guerra. Me salí a fumar. Algo que he hecho ahora bastante y que me ayuda a sentirme mucho mas tranquila. Ya soy una mayor de edad y creo que puedo hacerlo si quiero. No hay nadie aquí literalmente que me lo pueda prohibir.
Tan solo estaba esperando a que terminaran para poder hablar con Dumbledore a solas. Estoy algo nerviosa también de verlo a el pues, en todo este tiempo no hablamos y no se que tanto ha de odiarme por romper todas sus reglas. Es claro que esta consciente de que salí con James y ahora con Remus. Pero bueno... no he alterado en nada el futuro.
Remus sale y eso me hace pensar que ha terminado la plática.
- creo que ya puedes pasar. -me dice y lo abracé. - no estés nerviosa, literalmente vas tan solo a preguntarle sobre tu regreso. - claro que Remus no sabe lo que sucederá el próximo Halloween.
- lo sé. - me separé y suspiré hondo. - gracias por estar.
- te amo. - me dice y me puse de puntitas para poder besarlo ya que es bastante mas alto que yo y el me abraza de la cintura para cargarme y me da una vuelta. Estábamos riendo y jugando cuando me baja y me vuelvo a acercar a el para besarlo pero vi que había alguien mas salido.
- entonces, te digo que... - eran Sirius y James. Me quedé helada al verlo y el por igual al verme. Fue un sentimiento de lo mas extraño y que me causó bastante escalofríos. Aparte que yo seguía pegada a Remus y abrazando lo. Porque si, claro esta que James no sabe de nuestra relación. - hola.
- hola. - dije y luego voltee a ver a Sirius. - ¿esta Gwen adentro?
- si, se quedó platicando con Marlene y... - todo esto era tan incómodo. Hasta Sirius lo notaba. - lunático, quiero un cigarro.
- vamos. - Remus dice, sabiendo perfectamente que James y yo queríamos hablar.
- no tengo que hacerlo. - le dije mientras volteaba a verlo. - solo a lo que vine y ya. - Remus me calla con un beso. Y terminé sonriendo ante ello. - hablo en serio.
- hazlo ¿si? - asentí con la cabeza y Remus me quita la cajetilla de cigarros de mi bolsillo. - ahora vengo. - se voltea a ver a Sirius. - vamos.
Y estos dos se van al otro extremo de la casa a fumar. Yo subí los tres escalones que quedaban para llegar a la entrada y ver cara a cara a James.
- hola. - el repite y sonríe nervioso. - wow no puedo creer que estés aquí.
- ¿por?
- pues... creí que ya te habías ido. - dice sin dejar de verme por completo. - pero me alegra que no sea así.
- te ves... - decimos al mismo tiempo y reímos al darnos cuenta.
- igual. - me dice.
- mas grande. - dije al mismo tiempo.
- ¿me veo igual? - reí. - ¿debería tomar eso como un halago? soy joven.
- tu me has dicho viejo básicamente así que no se que esta mejor. - nos volvimos a reír. - que bueno es verte.
- lo mismo digo, James. - asentí con la cabeza.
- así que... tu y Remus. - volví a asentir. - wow, no puedo hacer como que no lo veía venir pero wow.
- es bastante reciente de hecho. - literalmente hace trece días. - solo... solo pasó.
- estoy feliz por ambos, se que se aman y que de alguna manera querían estar juntos. - incómodo.
- ¿cómo esta Lily? - el abre la boca listo para contestarme cuando ella sale de la casa con su vientre de embarazada.- oh.
- hola Ginny. - ella me abraza y eso fue lo mas incómodo que he tenido que experimentar. Por bastantes razones. Para empezar, la última vez que hablamos, ella me odiaba. Luego, yo salía con el que ahora es su esposo. Y también, porque esta embarazada de mi futuro enamorado. Todo esto es tan extraño. De nuevo las ganas de vomitar. - ¿cómo estás?
- bastante bien. - dije mientras me separaba. - felicidades.
- gracias. - ella dice mientras abraza a James. - va a ser un niño. Lo se bien.
- ¿tienen idea de como llamarlo? - pregunté aún yo sabiendo la respuesta, pero quería ver quien propuso el nombre.
- yo quiero llamarlo Daniel y James Harry... así que ahí veremos.
- me gusta el nombre de Harry. - cuando dije eso, ella me ve un poco molesta. James en cambio, tan solo sonríe. - es un hermoso nombre.
- lo sé. - James dice.
- ¿ya estás lista? - me dice Remus mientras llega y me da un beso en la frente. - te acompaño.
- ¿a donde van? - pregunta James. - acabas de llegar.
- tan solo quería hablar con Dumbledore. - dije honestamente. - no tardo. - le dije a Remus. - mejor espérame aquí.
- de acuerdo. - tomé de su mano con fuerza y entré a la casa.
Donde este estaba guardando sus cosas en su mochila y aproveché el que no quedaba nadie mas para hablar con el.
- oh, señorita Weasley. Hace tiempo que no nos veíamos. - me dice mientras voltea a verme. - siempre es un placer verla.
- hola. - dije bastante nerviosa. - ¿podemos hablar?
- por supuesto... ¿qué sucede? - iba a hablar cuando el me interrumpe. - si es sobre su regreso, yo ya lo tengo todo planeado.
- ¿cómo?
- si... es claro que tu podrías seguir aquí hasta tu nacimiento. - claro, hasta ahí es donde se. - pero no creo que vaya a ser algo fácil el que veas nacer a Harry.
- creí que usted no sabía nada de lo que pasaría en un futuro. - dije bastante asustada. - dijo que ni siquiera podía ayudarme a regresar a mi casa.
- bueno... - el suspira hondo. - mira Ginny. El que tu viajaras al pasado era algo que tenía que pasar. Es como un ciclo sin fin y yo no podía interponerme en lo que sucedería ¿sabes?
- entonces... tan solo me utilizó. Usted sabía que gracias a mi todo esto pasaría. Gracias a mi Lily y James están juntos y gracias a mi la profesía sucederá.
- sin ti en la vida de James, Lily jamás hubiera sentido celos o la necesidad de querer estar con el... es por eso que era necesario que tu... pues vivieras.
- no puedo creerlo. - dije bastante molesta. - eso es demasiado cruel. Solo fui un instrumento nada mas... solo vine aquí a cumplir lo que usted necesitaba.
- no te preocupes Ginny, yo marqué tu giratiempos para que este te regresara a tu mundo exactamente... el día de mañana. - voltee a verlo, el que estaba colgando de mi cuello. - y una vez que regreses... el collar es destruye.
- ¿y que pasa conmigo después? - el me mira confundido. - si, dice que esto es un ciclo sin fin. Okay, hago lo que me pide y ¿luego? ¿regreso a 1996?
- así es.
- detesto esto.
- fue culpa de Severus, lo sé. Lamento mucho que el hiciera todo esto pero como dije, de alguna manera... era el destino. - lo miré con tanto enojo. Quería llorar pero no quería que lo notara. - mañana se acaba tu tiempo aquí así que sugiero que... pues que no alteres para nada el futuro. No lo arruines, todo esta yendo de acuerdo al plan.
Con menos razón, yo podía decirle lo de que quería evitar la muerte de Lily y de James.
- de acuerdo.
- disfruta tu último día y... luego serás feliz. Verás a tu familia y a tus seres queridos. - me da una palmada en la espalda y se retira.
- maldito anciano. - dije para mi y de lo molesta que estaba, lancé un hechizo a la estufa de la casa y esta se prende.
- ¿Ginny? ¿todo bien? - llega James y me ve toda molesta. - ¿qué pasó?
- tengo que hacer algo... ¿tienes una hoja? ¿un lápiz? - dije desesperada. - lo necesito urgentemente.
- um... es casa de Gwen y Sirius así que no se donde haya... - dice algo extrañado de mi comportamiento. - ¿qué pasa?
- James. - tomé de sus manos. - mira me ¿si?
- me estás asustando.
- yo te voy a escribir una carta... ¿de acuerdo? y quiero que por favor la leas... en octubre 31 de 1981. Pero no en la noche, no en la tarde. Sino cuando apenas despiertes.
- Ginny, no te entiendo.
- por favor prométemelo. Por favor. - el asiente con la cabeza. - vas a leerla hasta ese día, no antes y no después.
- de acuerdo.
- creo que mejor me voy a la casa y ahí la escribo y le diré a Remus que te la de... - el me detiene y me toma de la mano antes de que me vaya.
- ¿ya te vas, cierto? para siempre.
- no me voy a ir hoy. - le aclaré eso. - pero si pronto. - y no quería decirle que mañana porque no quería angustiarlo con eso. - pero lo que te tengo que decir no puedo hacerlo hasta... hasta ese día.
- hay tanto que quiero decirte... no puedes irte aún.
- escríbeme una carta por igual ¿okay? escribe lo que quieras decirme y la leeré.
- pero... no se cuando te vas. ¿Qué tal si decido darte la cuando ya no estés? - hice una mueca. - esto... esto no es fácil.
- se un buen padre ¿si James? y ama a Lily y se feliz. - le dije mientras tomaba de sus mejillas. - no quiero nada mas en la vida que saber que estás feliz.
- lo soy.
- eso es lo único que importa. - el estaba por decirme algo cuando entra Remus a la habitación. - tenemos que irnos. - le dije.
- de acuerdo. - solté de la mano de James y le dejé mi collar en sus manos antes de irme. El de la J.
- adiós James. - le dije y me fui de ahí antes de que empezara a llorar o antes de que el me dijera algo mas.
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