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Mayo de 1997

Para este momento, yo ya me encontraba por terminar mi quinto año. Ha pasado de todo para ser honesta. Empezando porque Ron estaba saliendo con Lavender Brown, lo cual ya lleva tiempo pero apenas empieza a ser molesto. Mas porque Hermione se muere de los celos y eso es tan insoportable, porque tan solo se queja de el conmigo como si yo tuviera la culpa. Trato de evitarlo lo mas que pueda. Después esta Dean, a quien realmente ya no quiero ver. Es bastante molesto el que solo quiera verme cuando quiera besarme. Nunca podemos tener una conversación normal sin que involucre un beso. Es algo cansado e insoportable por igual.

Pero no todo es malo. Estoy por fin en el equipo de quidditch y no es por presumir pero soy bastante buena. Me considero una de las mejores jugadoras. Quizás no como Harry pero hey, ahí voy con los entrenamientos. Que por cierto, nuestro nuevo entrenador es el padre de Harry. Es lo mas extraño ahora también tener que verlo en Hogwarts pero a decir verdad, no me molesta en lo absoluto. James es increíble y me encanta platicar con el. No encuentro persona mas increíble que el. 

Y en estos momentos, me encontraba por ir hacia mi entrenamiento, cuando Dean me encuentra y me detiene para que hablemos.

- hola linda. - el me besa y luego me da un abrazo. - podré equivocarme pero creo que no hemos hablado en bastante tiempo.

- he estado algo ocupada con los entrenamientos es todo. - ¿por qué me es tan difícil el que no me interesa de esa manera? - de hecho, ya voy hacia allá.

- puedo acompañarte si así lo quieres. 

- de hecho no. - el me mira con confusión y me sentí algo mal. Realmente no me apetecía el que pensara mal de mi. Es amigo de Ron después de todo y no quiero que piense que la hermana de su amigo es una zorra por solo jugar con el. Pero no fue el caso, tan solo creí que sería diferente nuestra relación, es todo. - ¿podemos hablar en otro momento?

- de acuerdo, si. - y aprovechando que estábamos en medio del camino y que nadie mas nos veía en los jardines hacia la cancha de quidditch, el me besa. - para no tener que extrañarte. 

Su beso es algo exigente, y a decir verdad, algo subido de intensidad. Sus manos abrazando de mi cintura con fuerza para pegar mi cuerpo al suyo y me tomaba del cuello para apoyarse de alguna manera. No es que no me guste, porque si, pero como mi único pensamiento es el como iba a terminar con el... no podía disfrutar el momento.

- beso romántico a plena luz del día... pero que adecuado. - escuché la voz de James detrás nuestro y me separé de inmediato de Dean. - pero no para un colegio.

- lo siento entrenador. - dice Dean algo apenado. 

- estoy seguro de que tienes algo mejor que hacer con tu tiempo libre. - el le dice. - sea lo que sea, será mejor que vayas a hacerlo. 

- bien. - el se voltea para despedirse de mi y estaba por besarme de nuevo cuando James me toma de la túnica para voltearme. 

- si no te molesta, me llevo a nuestra jugadora estrella. - dice algo molesto y ambos caminamos hacia la cancha de quidditch.

- eso fue bastante innecesario. - le dije mientras me soltaba de su agarre. 

- ¿yo estoy mal? literalmente pude haberlos acusado con su prefecto o quien sea y preferí guardármelo.

- ¿qué vas a decir? ¿que viste a dos estudiantes darse un beso? como si eso no hubiera pasado antes. - me reí. - pareces mi papá.

- por favor no digas eso. - dice con cara de asco y sigue avanzando mas rápido.

- ¿qué? ¿ahora resulta que te desagrada mi padre? no tiene sentido si se la pasan juntos todo el tiempo y...

- no, no me desagrada tu papá. Solo no quiero que digas que actúo como uno contigo. - nos detenemos al entrar a la cancha.

- entonces estabas celoso. - ¿que si estuvo mal el que yo le preguntara eso? por supuesto que si. ¿Pero si quería ver como es que reaccionaba? también que por supuesto que si. 

- no tengo porque estar celoso. - el dice algo molesto. 

- de acuerdo. - levanté ambas manos. - no estabas celoso y no estabas molesto. Tan solo pensaste que no era comportamiento adecuado en el colegio.

- exactamente eso.

- entonces que aburrido. - me reí y fui en busca de mi escoba, donde el me sigue.

- creo que el hecho de que nos llevemos bien, no significa que deje de ser alguien superior a ti.

- entonces ahora quieres que te trate como un profesor. O en este caso, como mi entrenador. Que vuelva a llamarlo Sr. Potter y...

- no dije eso.

- ¿entonces?

- demonios, Ginny. No importa el año. Tu trabajo siempre ha sido el volverme loco. - lo miré confundida. - olvida lo que dije entonces. Has lo que quieras. Comete a besos a tu novio. No me importa.

- a decir verdad, estaba a punto de terminar con el. 

- buen trabajo. El que el tenga su lengua dentro de tu garganta es excelente señal de que ya no quieres estar con el.

- en mi defensa, el fue quien me besó.

- si me dieran una moneda por cada vez que he escuchado eso. - de nuevo lo miré con confusión. - lo digo en general.

- espera ¿dijiste que soy la jugadora estrella? - dije sonriendo con emoción.

- ¿en verdad pensaste en eso hasta ahora? - me reí. - lo dije para que el se fuera ¿okay?

- claro que soy la jugadora estrella. - dije mientras abrazaba de mi escoba. - se perfectamente que soy la mejor. Pero me hace feliz escucharlo de mi entrenador.

- de acuerdo jugadora estrella, ahora ve a entrenar. Ya están llegando los demás jugadores. - en efecto, voltee hacia atrás y ya venían todos. 

- adiós entrenador. - dije haciendo una reverencia de broma y me voltee para irme, donde me encuentro con Harry. - tu papá dijo que soy una jugadora estrella, toma eso Potter.

- estoy consiente de que eres muy buena jugadora, si. - me dice eso e inevitablemente me sonrojé. - te ves bonita.

- ¿en serio? - dije con emoción. No todos los días tu enamorado de la infancia te dice algo lindo. - creo que estoy toda sudada. - me reí.

- es que me gusta como se te ve el cabello recogido... y solo lo usas así cuando entrenamos. - le sonreí y este a mi. 

Agosto 1997

Nos encontrábamos en la boda de Bill y de Fleur. Queríamos celebrarla antes de que todo se fuera a arruinar por la guerra. Era momento de que estos dos cumplieran su historia de amor. Tuve mis momentos con Fleur, quiero decir... como buena hermana yo quería tan solo protegerlo. Saber que la persona con la cual pasaría el resto de su vida iba a ser la correcta. Y si, quizás me pasé de sobre protectora pero ahora es diferente. Fleur si es una gran persona y para que mentir, bastante bonita.

Me puse el vestido que Gwen me prestó y que por cierto, ahora se lleva bastante bien con Sirius de nuevo. No han regresado pero son amigos y pueden tener una conversación a gusto sin tener que pelear. 

Ya me encontraba sentada, tan solo pasando el rato cuando Remus Lupin se sienta a un lado mío.

- ¿estás aburrida o por qué sentada toda la fiesta? 

- no aburrida pero no soy la mas fanática de bailar. - reí. - ¿tu? 

- Tonks no ha venido entonces... no tengo interés en bailar con otra persona. - que lindo. Remus como siempre siendo todo perfecto. - he notado que Harry no ha dejado de verte toda la noche.

- ¿tu crees? - el asiente con la cabeza. - pues, no hemos hablado del todo.

- ¿y por qué no le hablas? ¿no te gusta?

- algo me dice que me quieres emparejar con el. - reí y el también. - ¿estoy en lo correcto?

- solo quiero que seas feliz, es todo.

- soy feliz. - dije y no se si era del todo cierto pero al menos era lo que quería decirle a el. - ¿tú?

- si.

- brindemos por eso. - choqué mi copa con la suya. - y tampoco le digas a mi mamá que estoy tomando.

- mientras no pase de una copa. - le sonreí y me le quedé viendo a la pulsera que tenía en su mano. - que linda. Es un lobo.

- um si... - dice mientras se acomoda la manga para que no la vea. ¿por qué la necesidad de ocultarla?

- adivino, es especial para ti.

- a decir verdad, si. Era de una persona a la cual amo... amaba mucho. - lo miré con asombro.

- no tenía idea de que tuvieras ex amores. - el hace una mueca. - tiene sentido, se nota que eras todo un rompecorazones antes. 

- Remus, ven. - Sirius le habla con emoción. - necesito tu ayuda, quiero invitar a bailar a Gwen.

- ahora vengo. - dice y se levanta de la mesa. 

Voltee a ver a James, porque era inevitable. El estaba platicando con su... con su amiga Regina y estaban riendo y pasando un buen rato. Y si, si sentí celos. Demonios creo que tengo un problema bastante severo. Creo que me gusta James Potter. He tratado de no pensar en eso, porque creo que es prácticamente imposible eso. Pero es inevitable. Realmente me gusta. 

No estoy diciendo que lo ame y que sea el amor de su vida y que me voy a morir porque no estaré con el. No. Pero tan solo de verlo me saca una sonrisa. Y tan solo de verlo con ella me da celos inexplicables.

Fue por eso que decidí hacer lo siguiente. Me puse de pie y me acerqué a ellos dos.

- hola. - dije y James al verme sonríe. - ¿cómo están? 

- bien, ya puedes irte. - Regina dice y abraza del brazo de James. - ¿o tienes algo mas que decir?

- si, que un carro color gris oscuro esta mal estacionado y quieren que lo muevan para sacar otro. 

- ¿es enserio? - ella me pregunta y asiento con la cabeza. - de acuerdo, ahora vengo. - ella antes de irse besa con pasión de James como siempre para tan solo molestarme. Y se retira.

- ¿es enserio lo del carro?

- no. - confesé y ambos nos reímos. - um... ¿bailas conmigo?

- ¿no quisieras bailar con alguien de tu edad? 

- mi papá esta bailando con Fleur, y Ron con Hermione y Harry... - voltee a verlo y el estaba platicando con el papá de Luna. - creo que esta ocupado.

- de acuerdo. - toma de su copa y yo por igual hago lo mismo. Fue tan chistoso como ambos lo hicimos al mismo tiempo y la dejamos en la barra para ir al centro y bailar. - te queda bien el vestido de Gwen.

- gracias. - dije y sonreí con emoción. - tu por igual luces bastante bien. 

- ¿estás feliz por tu hermano? - el cambia por completo el tema de conversación y lo entiendo, supongo que le es incomodo que una niña le diga que se ve lindo. Asentí con la cabeza. - imagínate el día de tu boda.

- no quiero casarme. - hice cara de asco. - ¿obligarte a estar con una persona toda la vida? no me veo haciendo eso.

- olvidaba que tu eres un alma libre.

- solo digo que es muy estúpido el matrimonio y la mayoría de ellos termina en divorcios. Tan solo ve a Sirius.

- esa historia es diferente. Me consta que esos dos se aman. - dice mientras voltea a verlos, quienes estaban bailando por igual. - y también tus padres, ellos no se han divorciado y dudo mucho que lo hagan.

- la relación de mis padres es una en un millón. Sería afortunada de encontrar algo así. - el suspira hondo. - bueno a ti que te pregunto, claro que tu si crees en el matrimonio.

- por supuesto que creo.

- pero por favor dime que no te vas a casar con esa cabeza hueca.

- ¿estás celosa? - dice imitando me cuando le pregunté eso en el campo de quidditch, después de que Dean me besara. Y el ríe.

- no. - mentira. - pero no creo que sea buena persona para ti, es todo.

- ¿y quien si? - mal momento, porque no podía decir que yo. Pero cuando abro la boca para decir algo, empieza lo esperado. Llegan a atacar el lugar. - cuidado. - el me toma de las manos y me lleva corriendo para evitar que me pase algo. 

- ¡Ginny! - escucho como Remus grita mi nombre y por igual se acerca a nosotros. 

- estoy bien. - no entendía porque los dos estaban tan preocupados por mi bien. - ¿tu estas bien?

- tienes que irte de aquí ahora mismo. - voltee a ver a Ron para ver como estaba, y el ya estaba abrazando a Hermione y Harry se acerca a ellos. - váyanse. Con cuidado.

- Harry, voy contigo. - James dice preocupado pero Harry niega con la cabeza.

- lo siento papá pero es algo que tengo que hacer sin ti. - y los tres desaparecen porque se han teletransportado. James estaba destrozado, y como no, estaba dejando ir a su hijo para que estuviera en busca de horocruxes y pusiera su vida en riesgo.

- papá. - dije una vez que lo vi y listo para irme con el pero el parecía pensar lo contrario.

- es muy peligroso el que estés aquí. Remus saca la de aquí.

- pero papá... - y Remus me toma de la mano para sacarme del lugar.