39. S a n V a l e n t i n
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Pasaron unas semanas y llegó el día que mas asco suele darme. El día del comercio, donde todo es regalar y gastar. Pero este año, por obvias razones, yo no pensaba del todo igual. Estaba tan emocionada de pasar la tarde con James en Hogsmeade que por supuesto que no pensé en nada negativo del día.
De hecho, desperté con bastantes flores en toda la habitación. Demasiadas, las suficientes como para que pareciera que todo es rojo y ni pudiera salir de mi cama. Reí ante lo tonto que fue esta decisión de James de gastar tanto dinero en flores pero de igual manera lo encontré tierno.
- que bueno que despiertas, para que así nos abras el paso "princesa" . - Gwen estaba de mas mal humor de lo normal, y por obvias razones. Ni ella ni Sirius hablaban desde hace bastante tiempo. Y ella no era la única, Sirius por igual estaba molesto... todo el tiempo.
- buenos días a ti también. - dije mientras me ponía de pie. Al menos mientras lo intentaba.
- lo siento Ginny, es por el día que es. Sabes que no soy la mas grande fan de festejarlo pero... - ella suspira hondo. - pero me hace extrañarlo.
- habla con el. - ella niega con la cabeza. - demonios, pero que orgullosos son. Los dos.
- me iré a cambiar al baño, y te veo en la fila para llegar a Hogsmeade. - ella evade el tema por supuesto y con alta dificultad, ella camina hasta la puerta para salir.
Yo por igual estuve batallando para salir de la habitación pero lo logré. Una vez ya arreglada y con mis cosas lista para Hogsmeade. Me había puesto un vestido color verde y arriba un suéter color negro por si es que llegaba a hacer frío y me peiné el cabello en una trenza. Al menos para cambiarle un poco a mi estilo el día de hoy.
Y me salí de la sala común para llegar a la salida y poder ver a James de una vez por todas. En el camino, vi al menos a unas diez parejas abrazarse y dándose sus regalos entre los pasillos. Hogwarts podrá ser muchas cosas pero para nada tiene una gran seguridad. Literalmente, perdí mi virginidad en este colegio y ni siquiera de dieron cuenta. Pero bueno.
Vi a James al fondo, platicando con Peter, Sirius, Lily y Marlene y tengo que admitir que fue algo extraño para mi verlo hablar con Lily pero... pues están en grupo. No es como que... bueno, y de ser así, no debo ponerme celosa. Yo soy la intrusa aquí. Estaba por acercarme a ellos cuando Remus se coloca enfrente mío con un peluche en sus manos.
- buenos días Ginny. - el dice con una linda sonrisa en su rostro. - ¿ya un poco molesta de ver tanto comercio en un día?
- adoro que recuerdes que no soy la mas fan de este día. - me reí. - supongo que este año es algo diferente. - el asiente entiendo a que me refería. - veo que tu igual, tienes hasta un regalo ya.
- de hecho, este es para... ti. - oh. - se que es pequeño y que para nada se va a comparar a algo que te de James pero...
- es muy lindo. - tomé del pequeño oso de peluche. - me encanta Remus, en serio.
- lo tengo desde navidad, sabía que eventualmente llegaría este día y quería darte algo. - lo interrumpí y le di un abrazo.
- te quiero.
- y yo a ti. - es el quien se separa y sonríe. - ahora, ve con Potter antes de que decida darme un golpe. - reí ante eso y caminé a donde estaba James, que era con los demás chicos.
- ¿pueden ver a esa chica de ahí? ese preciosura que amo llamar novia. - dice mientras me abraza y me da un beso de lo mas tierno.
- James como siempre todo un empalagoso. - dice Sirius riendo. - la vas a dejar sin aliento, hermano.
- bueno, nosotras ya nos vamos. - dice Lily, y voltee a verla para ver si esta vez ella se sentía incomoda gracias a mi o a esta vez gracias a James. - los vemos luego chicos. - eso ultimo lo dijo sin dejar de mirar a James.
Creo que las cosas por fin se están dando como se deberían dar. No se si eso sea bueno o malo. Quizás no bueno para mi.
- hola tu. - le dije y antes de decir cualquier otra cosa, Sirius se retira. Vi que mientras lo hacía, el volteaba a ver a Gwen. Quien estaba hablando con Peter. - no te compré nada y me siento bastante mal pero quiero que sepas que no estoy de acuerdo con este día.
- lo se bien. Y descuida, no quiero nada a cambio. Lo que te doy lo hago con el corazón con esperanzas de poder sacarte una sonrisa.
- lo has hecho.
- ¿viste las flores?
- claro que las vi, estaban por todos lados. - me reí. - estaban bastante lindas, James.
- ¿y ese peluche? - el me pregunta y antes de que yo pudiera hablar, el asiente con la cabeza, como si ya supiera que es lo que pasaba. - okay, creo que es obvio quien te lo ha dado.
- solo es un detalle. Nada mas.
- no dije nada. - el levanta ambas manos. - no quiero ser ese novio celoso que todo mundo odia en las películas o libros.
- nadie te podría odiar. - tomé de su mano y ambos caminamos para irnos de una vez a Hogsmeade. - ¿qué hay de ese chocolate que traes en la mano?
- ah, me lo dió Evans. - ouch. No dije nada, porque no podía decir nada. Así que solo seguí caminando sin hablar pero claro que el iba a seguir con el tema. - fue algo extraño, normalmente me ignora todo el tiempo y hoy por alguna razón decidió darme algo.
- supongo que le dará a todos sus amigos, como en navidad. - que me dió a mi de hecho y a James no.
- pues no le dió ni a Sirius ni a Peter. - okay de acuerdo, si estaba celosa. Pero como dije, no diría nada.
- que lindo de su parte.
...
Llegamos a Hogsmeade y el lugar estaba igual que siempre, con la única diferencia de que todo el decorado era color rosado. Y que por mas cursi que suene, el amor se sentía en el aire. Literalmente. Todos estaban en parejitas y pasando un gran rato. Los restaurantes estaban llenos y también cada una de las bancas.
- y... ¿qué quieres hacer? - le pregunté a James, una vez que nos detuvimos. - ¿Las tres escobas?
- nah. - me toma de la mano y me lleva hacia el bosque. Al cual no tenemos permitido ir. Pero como siempre, a este le gustaba romper las reglas. - podemos hacer algo diferente.
- ¿en que aspecto? ni siquiera sabemos a donde vamos. - me reí.
- yo si. - el se detiene a medio bosque y se muestra un espacio de lo mas lindo.
Estaban dos sillas, una mesa en el centro. Con velas al rededor y en el suelo un peluche de lo mas grande. Pero este no era un oso, sino que un venado. Eso me dió aun mas ternura. También un ramo de flores pero a diferencia de los de esta mañana, estos eran tulipanes color amarillos con naranja.
- ¿en que momento pusiste todo esto aquí?
- um... tuve algo de ayuda. - se rasca la nuca nervioso. - en la noche nos salimos los chicos y yo con el mapa y la capa para poder hacer esto.
- wow. - dije mientras me acercaba y veía mas de cerca todo lo que James había preparado. - también hay pintura.
- pensé que sería divertido dibujar un poco mientras comíamos. - le sonreí. Literalmente mientras me aguantaba las ganas de llorar. - espera. - se acerca para mover la silla y que yo pudiera sentarme. Me siento y el por igual en la silla de enfrente. - y de comer, mira. Cociné una pizza en forma de corazón. - me reí al verla pero de lo tierno que fue eso. - bueno, no fui yo. Fue Peter... pero fue mi idea.
- no te hubieras preocupado tanto, James. Esto es demasiado.
- ¿demasiado bueno o demasiado malo?
- demasiado bueno. -tomé de su mano a lo largo de la mesa. - me siento mal por no darte nada.
- Ginny yo jamás en toda mi vida he pasado un san Valentin con una chica. Jamas. Y créeme que el hecho de que mi primera vez sea contigo es mas que suficiente. No esperaba ni quisiera estar con nadie mas.
- nunca nadie había hecho algo tan lindo para mi. - de nuevo las ganas de llorar. - ni siquiera mi familia. - me reí nerviosa.
- mira lo que tengo de tomar. - saca de abajo de la mesa una botella de champaña. - esta si me la traje desde mi casa en la maleta. - y nos sirve.
- te amo.
- yo te amo mas. - y chocamos de nuestras copas. - por cierto, ¿qué piensas del peluche?
- creo que vas a tener que ayudarme a cargarlo a mi habitación. - dije mientras volteaba a verlo y notando lo grande que estaba. - pero es muy tierno, me encanta. Creo que me encantaría abrazarlo y pensar en ti.
- mejor abrázame a mi, no hay necesidad de pensar en mi con un peluche cuando me tienes en carne y hueso. - James, si supieras que llegará un momento donde no podré hacerlo. - ah espera, falta otro regalo.
- es imposible.
- mira. - y me muestra varias historietas. - es batgirl.
- claro, la conozco.
- se parece a ti. - me reí ante eso. - mira, el mismo color de cabello, las pecas... podría gustarte.
- gracias James. - me puse de pie y me senté sobre sus piernas para después abrazarlo. - no se que voy a hacer sin ti.
- no te voy a permitir que hables de ese tema en un día como este. - dice mientras me tapa la boca con la mano.- hablo en serio, mencionas algo como eso de nuevo y te voy a tener que dejar sin pizza.
- de acuerdo. - dije mientras retiraba su mano. - tienes razón.
- créeme, lo pienso mucho al igual que tu. Pero prefiero no hacerlo ¿sabes? - asentí con la cabeza. - no se que haría sin esta niña tan molesta y odiosa. - dice mientras me aprieta las mejillas.
- cállate. - lo tomé del cuello de su camisa y empecé a besarlo. El en cambio, me toma de la cintura y pega mi cuerpo al suyo para poder abrazarme por completo. - okay esta algo incomodo esto. - me reí y estaba por ponerme de pie pero James me carga. - ¿qué haces? - dije aún entre risas.
- dijiste que no era cómodo, entonces déjame te llevo a un lugar cómodo.
- no hay lugares cómodos en los bosques James. - y como siempre, me calló la boca. El muy inteligente colocó bastantes almohadas y cobijas en el suelo para aparentar una cama. Pero si que eran bastantes cobijas juntas y supongo que es para que no se sienta tan directo el suelo. - si que lo planeaste todo ¿eh?
- no hay manera de que supiera que no ibas a estar cómoda besándome sobre mi en una silla. - el ríe mientras me acomoda en la "cama". - pero claro que quería nuestro momento a solas.
- no es como que podamos hacerlo aquí. - me volví a reír. - estamos bastante cerca del pueblo y créeme Romeo, no eres el único romántico en San Valentín que quiere pasar una tarde con su pareja en el bosque.
- yo no veo a nadie alrededor. - es cierto, no había nadie. - y tranquila, no espero que suceda nada. Con tenerte aquí es mas que suficiente. - sonreí ante ello. - y claro que uno que otro beso no estaría de mas...
- tonto. - y como yo era la que estaba acostada por completo, de nuevo lo jalo hacia mi y lo beso.
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