30. n a v i d a d
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Pasaron unos días, hasta que llegó el veinticuatro de diciembre y eso significaba que esta noche, cenaríamos todos juntos. Y a todos juntos me refiero a los chicos y la familia de James. Para ser mi primera navidad fuera de casa, me encuentro de lo mas emocionada. Mas que nada porque hoy llegan Remus y Peter.
Si, así es... dije que estaba emocionada de ver a Peter. Es tan extraño tener que admitirlo pero resulta ser un gran amigo en estos momentos. Quisiera de verdad no tener que saber como es que termina su historia... de verdad que no. Es un sabor agridulce, a veces me río de lo que dice o agradezco ciertos actos amables y lindos que tiene conmigo pero luego me le quedo mirando por obvias razones y solo quiero golpearlo en el rostro.
Pero como sea, en estos momentos, James y Sirius jugaban afuera en el jardín. Literalmente podía verlos desde mi ventana en mi habitación y fue inevitable no sonreír ante ello. Pero después de haberme puesto mi abrigo y mi gorro, bajé las escaleras ya que, prometí acompañar a Euphemia a comprar todo para la cena de esta noche.
En cuanto llego a la planta baja, veo a James entrando y todo sudado de estar jugando lo que creo que era futbol.
- te vas a enfermar. - le dije mientras le ponía alrededor de su cuello mi bufanda. - toma.
- ¿a donde vas tan guapa? - el me sonríe y se inclina para darme un beso.
- voy a comprar cosas para la comida... con tu madre. - el arruga la nariz y entre cierra los ojos cuando digo eso. - ¿ustedes que harán?
- voy a esperar a que lleguen los chicos.
- de acuerdo, estoy muy emocionada por por fin verlos. Que estemos todos juntos y...
- ¿has pensado en decirle sobre nosotros a Remus? - negué con la cabeza inmediatamente. - el sabe sobre ti... sabe la verdad. ¿En que afecta si el lo sabe?
- no me siento comoda dicendoselo.
- pero... - el suspira hondo. - de acuerdo, entiendo lo que sientes y créeme, a mi tampoco me hace del todo feliz saber que voy a poner incomodo a mi mejor amigo pero... ¿cual es el punto?
- yo se James, de verdad que lo se pero... quizás regresando a Hogwarts.
- de acuerdo, yo hago lo que tu me digas tan solo te comento que si al menos puede una persona saberlo... entonces que suceda. Es terrible tener que callar tus sentimientos.
- lo sé, y no es justo para ti. Tan solo... te pido mas tiempo. - como si tuviéramos demasiado. - ¿si?
- de acuerdo. - soy yo quien lo abrazo del cuello y me quedó ahí un rato en sus brazos, cuando se abre la puerta.
- ¡y por fin llegaron los chicos! - Sirius dice en una voz lo suficientemente alta como para que yo reaccionara y me soltara de James.
Entra Euphemia, Remus, Peter y Sirius ya con sus maletas. No voy a negar que ver a Remus me hizo la mas feliz. Se veía de lo mas tierno con su suéter color verde y arriba su saco. No solo eso sino que un gorro todo lindo y... simplemente el me causaba una confianza y una paz completa que de verlo, no pude evitar correr a sus brazos.
- me di cuenta que unos cinco días sin verte, son terribles. - el me dice al igual abrazarme y darme una vuelta en el aire. - te extrañé demasiado.
- y yo a ti. - dije mientras me separaba de el y lo miraba a los ojos. Ambos reímos. - ¿cómo estuvieron tus vacaciones?
- si considera increíble el que estuve discutiendo con mi padre... entonces si fue así. - hice una mueca. - pero hey, ya estoy aquí.
- me alegro. - dije y fue ahí donde recordé que detrás mío seguía James. No fue muy difícil recordarlo, ya que el se acerca a mi y me regresa mi bufanda. - oh, pero James te vas a enfriar.
- puedes prestarsela a Remus. Quizás el también se va a enfriar. - dice mirándome de lo mas indiferente y luego se acerca a Remus para abrazarlo. - hola amigo.
- ¿qué tal? ¿cómo se la han estado pasando? - nos pregunta mientras se cruza de brazos.
- todo muy tranquilo de hecho. - dije y me sentí muy mal de estarle mintiendo. Considero correcto el decirle la verdad... pronto. - ¿no es así James?
- así es. - el dice suspirando hondo. - todo normal.
Voltee a ver hacia atrás y Sirius y Peter estaban atacados de la risa con lo que hablaban, en ese momento desee estar en la conversación de atrás.
- te tengo un regalo. - Remus me dice y se convirtió en el momento mas incomodo en todo este tiempo. - de navidad.
- oh, um... - empecé a decir, cuando Euphemia llegó a salvar el día.
- cariño ¿si me acompañaras a las compras? si quieres quedarte con los muchachos yo lo entiendo.
- ¡si! yo la acompaño con gusto. - ella me sonríe y se sale por la puerta de la entrada. - um... ¿hablamos en la cena? - les dije a ambos y los dos me asintieron con la cabeza. - perfecto.
- adiós, princesa. - James se acerca a mi y me da un beso en la mejilla pero de lo mas cercano a mis labios, por supuesto sabiendo bien que es lo que hacía y lo que causaba en Remus.
- me voy. - dije y salí de ahí lo antes posible.
Estuvimos desde las tres de la tarde hasta las siete en diferentes tiendas. Consiguiendo varias cosas, empezando con comida para la cena y inclusive para poder hacer un postre. También regalos de ultimo minuto y bastantes decoraciones para el lugar. Euphemia es en verdad una persona de lo mas linda. Es agradable y bastante divertida. Podría decir que James tiene su personalidad gracias a ella. Y de alguna manera, me recuerda a mi mamá. Lo cual me hizo extrañarla mucho pero también a la vez feliz de saber que ella estaba pasando una linda navidad con mis hermanos.
¿Qué estarían haciendo en estos momentos? y al yo preguntarme eso, me di cuenta que no sabía si me refería a mi madre de este año o a la que esta viviendo una navidad allá en los noventas. De verdad... ¿estarán triste por no tenerme? ¿pensarán que estoy muerta? ¿qué estarán pensando realmente? Me dolería mucho saber que están teniendo una cena tranquila y de lo mas felices. Tan solo espero que no sea así. Pero ¿cómo saberlo?
Ya veníamos de regreso y de haber pensado en eso todo el camino, me puse de lo mas triste. No quise ser grosera con Euphemia pero no estaba para nada de ánimos. Inclusive me dieron ganas de llorar pero las estuve conteniendo todo este tiempo. Hasta que llegamos a la casa. Estábamos justo en la entrada cuando fue evidente mi comportamiento.
- y entonces, siempre le digo a Jamie que deje una copia de la llave de la entrada debajo del florero pero el nunca me hace caso y... - hace una pausa, para voltear a verme. - ¿te encuentras bien querida?
- si, de maravilla.
- no lo creo, se bien cuando alguien se encuentra triste. - ella deja en el suelo las bolsas con la comida y se acerca a mi para tomar de mis mejillas y verme directamente a los ojos. - ¿fue algo que dije?
- oh, no. No, no, para nada. Yo... um... - suspiré hondo. - extraño mucho a mi familia, eso es todo.
- Jamie me comentó que están en Italia creo. - asentí, no tenía recuerdo de haber dicho eso pero buena mentira supongo. - espero de verdad poder hacer lo mas que pueda para que te sientas como en casa.
- muchas gracias, Euphemia.
- dime Mia. - ella me da un abrazo y en un principio no me moví pero... terminé abrazándola con mucho cariño y fuerzas. Me sentí tan a gusto entre sus brazos que no me quería mover de ahí. - tranquila, cariño, todo va a estar bien.
- lo mejor de mis vacaciones yo creo que fue el conocerte. - dije mientras me separaba y le ayudaba con las bolsas. - gracias por todo.
- en momentos como estos, agradezco mucho el que Jamie te tenga en su vida. - mi sonrisa se borró y alcé las cejas ante eso. - se bien lo loco enamorado que esta de ti. Me consta... lo conozco bien. Y también se que tu lo quieres.
- demasiado.
- nunca en mi vida lo había visto tan feliz, créeme. - dice mientras abre la puerta y entramos por fin. - iré a dejar esto a la cocina, si quieres tu sube las decoraciones a mi habitación por favor.
- por supuesto. - empecé a subir de las escaleras, esperando encontrarme aunque sea a uno de los chicos pero no escuché mucho ruido, lo cual me hizo dudar demasiado si estaban aquí. Entré a la habitación principal, por supuesto tocando antes para no interrumpir a el señor Potter si es que estaba ahí pero nadie contesto.
- ¿son para mi?
- ¡Gwen! - me asusté en un principio al oír su voz pero fue inevitable el emocionarme al verla. Corrí a sus brazos y esta vez la tumbé. Ambas terminamos en el piso. - no puedo creerlo... ¿qué haces aquí?
- James me escribió una carta desde el primer día y me dijo que estaba invitada a la cena. No es que no quiera estar con mis padres pero se bien lo mucho que me querías aquí.
- podrás decirlo de broma pero es en serio. - dije mientras me ponía de pie, y ella por igual. - en serio te necesito.
- ¿has hecho algo en estos días? - asentí con la cabeza. - involucran al cuatro ojos. - volví a asentir con la cabeza. - oh, estoy lista para esto.
- sabe la verdad.
- ¿qué sabe exactamente? - suspiré hondo. - Ginny, creí que la única persona la cual sabría la verdad sería yo. Y no es que me importe realmente eso pero la única razón por la cual lo se es porque no me conoces en un futuro... en cambio a el si y también a Remus, no lo olvides, también se lo dijiste.
- lo sé... lo sé... pero solo lo saben ustedes.
- entonces lo saben los dos tipos hormonales que quieren quitarte los calzones, y yo. - le di un empujón de broma ante eso. - espero que no le gustes a nadie mas o tendrás que contarle también.
- Gwen, esto es en serio.
- ¿y cómo lo tomó? ¿esta molesto?
- todo lo contrario... de alguna manera el sigue sintiéndose igual y hasta con mas ganas de en verdad ser pareja.
- supongo que este es el pequeño síndrome de saber que no podrá tenerte para siempre y esta... pues esta aprovechando el tiempo.
- créeme, yo hago lo mismo. - suspiré hondo.
- entiendo el porque no quieres que nadie sepa. No quieres inferir en la linea temporal y sabes que el tiene que terminar saliendo con la otra pelirroja. - por un momento olvidé a Lily. - pero si tu plan es dejar a James eventualmente... entonces ¿qué si fueron novios? tan solo quedarás en la historia como la ex novia de un año de James Potter. - hice una mueca ante ello. - se que duele amiga pero es tan solo la verdad.
- supongo que tienes razón... si no llego a ser tan importante en su vida al final de cuentas, entonces no pasa nada si la gente se entera.
- ¿y ya le dijiste a Remus? - ella me pregunta y en ese momento, se abre la puerta, mostrando se de hecho a James.
- hola. - el dice mientras se recarga en la puerta y a un lado suyo estaba Sirius. - veo que ya viste tu sorpresa.
- de hecho, vale por dos ya que para mi también es un regalo. - dice Sirius emocionado de verla. - tan guapa como siempre.
- basta bola de pelos. - ella le dice y se acerca a el para abrazarlo. Entonces ella sabe, ella sabe que Sirius es un animago. Wow, esto va enserio.
- ven, tengo que enseñarte algo. - y ambos salen de la habitación. Dejándonos a James y a mi solos.
- gracias. - le dije y el cierra la puerta detrás suyo. - por invitarla. De verdad estoy de lo mas feliz de poder verla.
- supuse que sería un buen regalo de navidad. - dice mientras levanta los hombros. - aunque no es el único.
- yo también te tengo uno de hecho pero esta en mi habitación y... - el me calla con un beso. - como te quiero.
- ¿me quieres? wow pero que confesión, Ginny. No todos los días escucho eso.
- te quiero. - repetí y reí.
- yo te quiero mucho mas. - y soy yo ahora quien lo beso. - mi regalo te lo pienso dar terminando la cena por supuesto.
- de acuerdo, a buen momento para yo también darte el tuyo.
- ¡chicos! ¡bajen todos, que vamos a cenar! - la madre de James dice y ambos escuchamos desde arriba.
- vamos. - dije y James me empuja a la cama y se va corriendo para llegar antes que yo.
- ¡eres un tonto James, espero que lo sepas! - le grité desde atrás y yo por igual corrí.
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