10. D e s i c i o n e s
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Al fin, a una semana de Halloween. Me emociona mucho ese día, en especial porque se va a repetir lo de tener una fiesta en sala común. Y es que ahora estábamos en semana de exámenes y... me gusta. Me ha ido bien en la mayoría y pensaba que no iba a ser así por el simple hecho de que no cursé el sexto año. Pero parece ser que lo he manejado bien. Y es que Remus y yo nos hemos juntado a estudiar también.
Pensé que sería incómodo para ambos después de lo sucedido. Pero lo vimos como algo chistoso y sin darle mucha importancia. El comprendió el que yo le había dicho que no quería pareja estable. Quisiera poder decirle que no es por el y que es porque... porque es extraño. Por lo que yo se en un futuro. Porque aún y cuando no se que es lo que siento por el, se que me la paso muy bien y que me hace reír y me trata como nunca nadie lo había hecho. Es dulce, atento, carismático... el chico perfecto. Pero no puede ser mío y yo tampoco suya.
Ni siquiera puedo pensar en estar con el y que el no me haya dicho aún su secreto. No espero que lo haga, se que es algo privado y que no lo hace del todo feliz. Pero si dice que soy tan importante para el y que soy su gran amiga como promete, entonces esperaría que confiara en mi. Al final del día, yo ya se la verdad.
Y en estos momentos, caminaba por los caminos, regresando de mi tarde en la biblioteca y esperando descansar un rato en la sala común. Ya que bueno, la tarde había terminado y eventualmente sería momento para cenar. Sirius y Remus se fueron con Marlene y Mary a no sé dónde, Peter tenía clases de música según me dijo y James... no se, realimente no se donde esta. Quizás con Lily ¿qué se yo? Pero desde esa última vez que hablamos bien, donde el me preguntó que si sentía algo por Remus, me ha dejado de molestar. Quiero decir, no hemos tenido ninguna interacción reciente.
Bien por ello.
- buenos tardes señorita Dumbledore. - di un pequeño brinco al escuchar la voz de la profesora Minerva y voltee a verla. - no fue mi intención asustarla, solo quería... bueno ¿hablamos en mi oficina?
- ¿hice algo malo? He intentado dejar de meterme en problemas. Lo juro. - dije a la defensiva, y es que no estaba para tener otro castigo o puntos menos para la casa.
- solo acompáñeme. - Ella camina hacia lo que es su oficina y yo camino detrás suyo.
De acuerdo, estoy muy nerviosa. Más que nada porque... ¿que tal si ya se enteró de que soy? Podría poner en peligro todo esto y me pueden sacar de Hogwarts. No puedo dejar que eso pase. Estoy pasando en verdad un gran momento, estoy jugando Quidditch como tanto quería, tengo amigos que se preocupan por mi y hasta Remus que no es mi novio pero me trata mucho mejor que Dean. Amo aquí y no pienso irme. Pero ¿y si esa decisión no está en mis manos?
Entré a la oficina y vi que alguien estaba sentado en las sillas frente a su escritorio. Ella por igual va a sentarse a su lugar y por ende, yo tan solo me quedo de pie.
La profesora Minerva se ve igualita a como yo la conozco. Viste de la misma manera y se arregla de la misma manera. Y ya he tomado clases de transformación con ella en lo que va en mi estadía en este Hogwarts. Sigue siendo la mejor maestra de todas y líder de la casa de Gryffindor. ¿Que pensará de mis padres? Digo, me refiero como estudiantes. Han de llevar muy pocos años de graduados. Bueno no, ahora que lo pienso... Percy lleva como dos meses de nacido. Ya van en Percy, wow.
- y ¿bien? - dije y en ese momento, vi como el sujeto se voltea y se muestra el rostro de James. - oh, hola. - el me pone los ojos en blanco y se voltea de nuevo con la profesora.
- Minnie, hablo en serio. Me sería más fácil el estudiar con Remus o... ¡o con Lily! Ella es la numero de nuestra clase y sabe todo sobre la clase de transformaciones. Estoy segura de que sería una excelente tutora.
- por eso mismo es que no puedo darle el gusto de tener como tutor al joven Lupin o a la joven Evans. Te distraerías mucho y no cumplirías el propósito de esto.
- ¿me habló para que fuera tutora... de el? - Ella asiente y yo tan solo suelto una risa. - perdón pero no estoy ni cerca de ser la numero uno. Muy apenas paso mis exámenes.
- no seas modesta Ginny, te va muy bien en clases. - si pero no como a Remus o a Lily. - y me queda más que claro ahora el que ninguno de los dos se podría distraer el uno con el otro.
- quizás no por gusto pero Ginny es una molesta y por ende no me va a dejar aprender nada. - okay, puedo ver cómo me sigue odiando. De verdad que no lo entiendo.
- realmente no me importa si te agrada o no señor Potter así que... Ginny, te voy a pedir de favor que le des clases extras tres veces a la semana.
- ¿tres veces? - decimos los dos al mismo tiempo y ella asiente con la cabeza.
- estoy segura de que van a encontrar un buen horario. - si pero también tenemos el quidditch, definitivamente no hay tiempo suficiente para estudiar. - Los dejo para que se pongan de acuerdo.
Ella se pone de pie y lo que sigue es que sale de la habitación. Dejándonos a el y a mi solos.
- escucha James, esto no me hace brincar de la emoción. Así que los dos estamos en el mismo humor. - el se pone de pie y se acerca a mi. - pero tenemos que lograr esto. ¿De acuerdo? - el no me contesta. - ¿cuantas materias tienes en riesgo de reprobar?
- tres.
- ¿tres? - repetí con mucha sorpresa pero eso no lo hizo para nada feliz. Tan solo hace una mueca. Y si algo he aprendido estos días, es que odio el que me miren como si no fuera suficiente. Y no iba a causar este mismo sentimiento en el. Tenía que demostrarle que confiaba en el. - okay, de acuerdo. - el me voltea a ver confundido. - vamos a sacar la mejor calificación posible. - dije mientras tomaba de sus hombros. - y tú mi amigo, vas a lograrlo.
- ¿por qué tanta confianza tan repentinamente?
- siempre he confiado en ti. - mentira, pero no iba a decirle eso. - si, sigues siendo un dolor de cabeza... pero uno muy capaz. Así que ¿que día empezamos?
El me sonríe, y me demuestra lo feliz que le hizo el que yo dijera eso.
- um... ¿el sábado?
- este día es la fiesta de Halloween. - pero bueno, sería en la noche así que teníamos todo el día. - pero de acuerdo si, sirve y te distraes en la noche.
- bien, empezamos a las cinco. - me reí tan fuerte en ese momento pero el no entendía el porque. - ¿prefieres a las seis?
- de acuerdo, empezaremos a las seis. - el asiente y camina para salir el por igual de la oficina. - pero de la mañana.
- tu de verdad estás más que loca si crees que me voy a despertar así de temprano. Mucho menos para estudiar.
- bien, te propongo algo. Si tú decides estudiar todo un día completo, yo... - y me quedé pensando en que ofrecerle. Algo que realmente le emocione. - yo no jugaré en el próximo partido de quidditch.
- tentador, pero no soy tonto, se que el equipo te necesita. - bueno, al menos esta vez no fue grosero.
- te ayudaré a que Lily decida salir contigo. - alza las cejas sorprendido de lo que dije. - inclusive hasta que se besen.
- ¿cómo lograrías eso?
- ¿qué? ¿Nunca han jugado a la botella? ¿Siete minutos en el paraíso? Créeme, hay muchas maneras.
- claro que me encantaría el que Lily me besara por voluntad propia pero... me interesa tu propuesta. - extiende la mano y yo se la estrechó. - te veo el sábado. ¿en la sala común?
- ¿para que te distraigas? No señor.
- bien, se a donde iremos. - me quedé esperando a que me diera una respuesta pero no dijo nada, tan solo sonrió y salió del lugar.
- de nada. - dije pero obvio estaba el que nadie me había escuchado.
...
Fui al gran comedor para la cena y me senté a un lado de Gwen. Noté como ella no dejaba de sonreír a la mesa de enfrente y me quedaba más que claro que estaba viendo a su pareja. Estoy feliz por ellas, aunque no tanto porque se que tienen que hacerlo a escondidas y eso debe ser algo frustrante.
- ¿donde has estado? Ya casi nunca te veo. - me dice ella, mientras prueba de su sopa y regresando a prestarme atención. - es porque estas obsesionada con esos tipos. Agradezco el no ser hetero.
- no estoy obsesionada con ellos. - dije con un gesto de disgusto muy notorio. - al menos no con todos.
- okay, dime cuál de todos. - estaba por hablar, cuando estos llegan y se sientan a un lado mío.
- vamos Lily, te prometo que si aceptas a salir conmigo, no te vas arrepentir. - James se sienta justo enfrente con Lily a un lado por supuesto y ambos estaban como un par de tórtolos riendo. James viéndola con su amplia sonrisa y ella tan solo sonrojándose pero como siempre, haciéndose la difícil. Quiero aclarar que no tengo nada en contra de la madre de Harry. Creo que es una gran persona, pero ¿qué tanto le va a tomar admitir su gran cariño hacia James?
- a ver Ginny, te tenemos una pregunta. - Peter me dice, cuando se sienta a un lado de Gwen y Remus a mi lado. Tan solo le sonreí y este hace lo mismo. - ¿qué prefieres? ¿tener que pasar toda tu noche con un hombre lobo? - en cuanto el dice esto, hice mi mas grande esfuerzo para no voltear a ver a Remus, pero sabía bien el porque de la pregunta. - o con un perro.
- ¿qué clase de pregunta es esa? no tiene punto de comparación. - reí pero nadie mas ahí lo hizo. - pero de ser así... um... depende del perro. - Peter ríe. - ¿es un French poodle?
- ¿qué? no. Uno grande y negro. Muy intimidante y la verdad, hermoso. - claro Sirius, se perfecto que hablas de ti mismo. - de los mejores diría yo.
- en ese caso creo que con el hombre lobo. - y en ese momento, hasta James me volteó a ver.
- no hablaras en serio.
- digo, se bien que pueden llegar a ser peligrosos, tampoco soy tonta. Pero creo que son criaturas incomprendidas. - volteé a ver a Remus. - y algo interesantes. Mas que un simple perro.
- Ginny eres la persona mas extraña que conozco. - me dice James con el ceño fruncido.
- ¿tu que piensas? - ignoré a James y voltee a ver a Remus. El tan solo me sonríe y apoya su cabeza en su mano.
- buena elección.
Terminamos de cenar y en mi camino hacia mi dormitorio, pensaba mucho acerca de esa ultima pregunta. De ser así el caso... pero no lo es. Confirmo, no lo es. Pero de ser así y que a mi me gustara James, eso es mas que imposible. Tan solo por el simple hecho de que eso afectaría por completo la linea temporal como la conocemos y hasta arruinaría por completo lo que podría ser la vida de Harry. Capaz y este ni existiría.
Pero, ese no es el caso.
Y si me gustara verme con Remus, no afectaría en lo absoluto. Y en verdad me gusta. Es un chico tan dulce y amable que... no encuentras uno así en ningún lado. Y no se cuando es que regresaré. Ya va un mes y nadie ha notado el que no estoy. Y eso es... lo mas triste de todo. Ni siquiera Ron. No entiendo el porque pero prefiero no darle vueltas al asunto. Supongo que estoy mejor acá.
Mucho mejor.
Aparte, tengo una oportunidad perfecta para empezar de nuevo. Bueno, me refiero con otras personas. Porque no es como que empecé desde mi primer año aquí ni nada. Lo cual agradezco porque no se si estaba lista para cursar de nuevo todo.
Y fue así, como me lo encontré mientras salía de mi habitación, para ir al baño. Pareciera que el por igual quería ir.
- buenas noches, Ginny. - el dice con su cepillo de dientes en manos. - ya casi es tu preciada fiesta de Halloween.
- ¿si te vas a disfrazar?
- solo por ti. - le sonreí. - Ginny ¿puedo decirte algo? - yo asentí. - así como tu tienes tus razones por las cuales decidiste dejar esto como solo amigos... yo también tengo las mías.
- ¿tu también quieres que solo seamos amigos?
- bueno no es como que busque tener un titulo respectivo a con quien salgo. - rasca su nuca nervioso. - no estoy diciendo que salgamos pero...
- yo entiendo. - le dije para que se calmara. - continua.
- es solo que en verdad disfruto pasar tiempo contigo. Y se que ese es el significado de una amiga. Lo cual me parece super bien, ser solo amigos. Pero es mas que eso, de verdad me gustas mucho. Y me gusta mucho besarte. - vi como al el decir eso, tan solo se sonroja.
- ¿en serio?
- eres la mujer perfecta. - negué con la cabeza. - no conozco a nadie mas determinada, divertida, espontánea y hermosa.
- si sigues diciéndome cosas así de hermosas te voy a terminar callando. - reí.
- hazlo. - me quedé sin habla ante eso y no porque no supiera que hacer o porque no quisiera besarlo. Sino que esta vez, mi cerebro no estaba bajo los efectos de la marihuana. No, esta vez yo estaba cien por ciento consiente de que estaba por besar a una persona la cual yo conozco en un futuro. Pero en este momento, es realmente muy diferente. No es mas el profesor Lupin... sino Remus. El lindo chico el cual dice que le gusto.
Y fue el quien se inclinó y me tomó de la mejilla para volver a besarme.
NOTA:
Holi, yo se que ustedes están aquí por la historia con James y no con Remus, pero todo es parte de. Ya ahorita escribo el siguiente cap y ya es centrado en James ; )
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