La casa segura era más rústica de lo que Emily había esperado. Una cabaña pequeña y desgastada rodeada de árboles densos y arbustos crecidos, parecía un lugar donde el tiempo se detenía, escondido del caos del mundo exterior. Estaba muy lejos de las paredes estériles de la penitenciaría de Fox River, pero en su soledad, tenía un peso propio.

Michael abrió el camino, sus movimientos cautelosos pero deliberados mientras salía de la camioneta, examinando los alrededores. Emily lo siguió, el frío del aire de la mañana la envolvió como un abrazo frío. Sus nervios aún no se habían calmado, y cuando la adrenalina comenzó a desaparecer, la realidad de su situación la golpeó de nuevo.

Ahora eran fugitivos. No había vuelta atrás.

"Quédate cerca", dijo Michael en voz baja y seria. "No podemos bajar la guardia aquí. Las autoridades nos buscarán muy pronto, y no sabemos cuánto tiempo estaremos a salvo aquí después de que la narrativa de que te secuestre se esparsa".

Emily asintió, el peso de sus palabras se hizo sentir. "¿Cuánto tiempo hasta que llegue el equipo? ¿Estamos a salvo aquí?"

"Por ahora, sí", respondió Michael, mirando a su alrededor una última vez antes de guiarla hacia la puerta principal. "Pero no podemos quedarnos mucho. Tenemos que seguir avanzando". Abrió la puerta, entró y Emily lo siguió.

El interior de la cabaña era modesto, con pisos de madera viejos y muebles desiguales que le daban una sensación de estar habitada. Estaba claro que nadie había estado allí durante un tiempo, pero había señales de que el lugar había sido preparado para ellos. Una pequeña pila de suministros estaba sobre la encimera de la cocina: botellas de agua, comida enlatada y algunas necesidades básicas.

"Nos quedaremos aquí un tiempo", continuó Michael, sus ojos escaneando la habitación mientras revisaba las ventanas y las cerraduras. "Una vez que estemos a salvo, averiguaremos el siguiente paso. Lincoln, el plan para sacarlo de el ojo público y limpiar su nombre...todavía está en marcha, pero llevará algún tiempo".

Emily sintió una punzada de culpa en el pecho ante la mención de Lincoln. Michael había trabajado incansablemente por la libertad de su hermano, y no pudo evitar sentir el peso de esa responsabilidad sobre sus hombros también. Sabía que Lincoln era una prioridad para Michael, tanto como lo había sido para ella salir de Fox River.

"¿Cómo sabemos en quién podemos confiar?", preguntó Emily, con voz cautelosa. "Dijiste que tienes un equipo afuera. ¿Cómo sabemos que no nos traicionarán?".

Michael se detuvo por un momento, sus ojos se encontraron con los de ella con una mezcla de tranquila determinación y honestidad. "He investigado a todos los involucrados. Estas son personas en las que confío. Me han ayudado antes. No habría llegado tan lejos si no creyera en ellos".

Dio un paso hacia una mesa cercana, donde había una pequeña pila de documentos ordenados cuidadosamente. Emily se acercó, con curiosidad.

"Estos son los próximos pasos", dijo Michael mientras comenzaba a hojear los papeles. —Tengo contactos que nos ayudarán una vez que estemos a salvo, pero lo más importante ahora es pasar desapercibidos. Tenemos que mantenernos discretos, no hacer ruido. Nadie puede saber dónde estamos.

Emily miró los documentos, sus ojos escanearon los nombres y los mensajes codificados. Estaba claro que Michael había pensado en todo, desde ocultar sus huellas hasta asegurarse de que se mantuvieran por delante de las autoridades. Pero podía sentir la tensión en sus movimientos, la tensión constante en sus hombros como si siempre estuviera a un paso de ser atrapado.

—Estás seguro de esto, ¿verdad? —preguntó, con voz suave pero firme. —¿No estamos corriendo ciegamente hacia otra trampa?

Michael hizo una pausa, mirándola con una mirada firme que transmitía tanto tranquilidad como algo más profundo, algo que ella no podía precisar. —Estoy seguro. He planeado esto durante meses. No dejaré que te pase nada.

La sinceridad en su voz atravesó las dudas persistentes en su mente. No tenía motivos para dudar de él: todo lo que había hecho hasta el momento había sido pensado meticulosamente y había cumplido su palabra en todo momento. Sin embargo, la sensación de inquietud persistía y carcomía los bordes de sus pensamientos.

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A medida que pasaban las horas, Emily hizo lo posible por adaptarse a la nueva realidad. Michael instaló una pequeña estación improvisada cerca de la ventana para vigilar, mientras Emily desempacaba sus suministros y se aseguraba de que tuvieran lo que necesitaban para sobrevivir.

De vez en cuando, Michael miraba hacia arriba, sus ojos escudriñando el horizonte, siempre alerta.

Pero ahora había una tensión silenciosa entre ellos. El peso de lo que acababan de hacer, el escape de Fox River, todavía flotaba en el aire como una verdad no dicha. Emily había confiado en él para que la sacara, pero ahora que eran libres, estaba el asunto de qué vendría después. ¿A dónde corrían y de qué huían exactamente?

"¿Cómo saliste de Fox River en primer lugar?", preguntó Emily, su voz rompiendo el silencio. "Sé que tenías planeado el escape, pero...parece demasiado perfecto. No solo tuviste suerte. Hay más, ¿no?"

Michael miró hacia arriba, sus ojos se entrecerraron ligeramente mientras evaluaba su pregunta.  Después de una pausa, respondió: "He estado planeando el escape durante mucho tiempo. Cada detalle, cada movimiento, todo lo que hice fue calculado para asegurarme de que saliera exactamente como quería, aunque, no todo lo fue. No fue cuestión de suerte, se trataba de saber exactamente cómo funcionaba el sistema y usarlo a mi favor".

Emily se apoyó en el mostrador, tratando de darle sentido a la complejidad de sus planes. "¿Qué quieres decir con 'usar el sistema a tu favor'? ¿Me estás diciendo que te auto encarcelaste solo para sacar a Lincoln?"

La mirada de Michael se suavizó por un momento. "Le tendieron una trampa. Los cargos contra el, la conspiración, todo es mentira. a Linc lo incriminaron por un crimen que no cometío".

La mente de Emily corría mientras procesaba esta nueva información. Siempre había sabido que Michael tenía una razón para estar en prisión, pero no conocía el alcance total de la misma. "¿Quién le haría eso? ¿Por qué motivo alguien culparía a Lincoln de haber asesinado a el hermano de la vicepresidente de los estados unidos?"

Michael se puso de pie y cruzó la habitación, sus ojos se oscurecieron mientras hablaba.  —Es una larga historia. Una historia que aún no he tenido la oportunidad de contar. Pero la versión corta es que hay gente que quería sacarle del camino como venganza hacia posible mente alguien de nuestro pasado, gente que haría cualquier cosa para mantener sus secretos ocultos. Y Fox River era sólo parte de su plan para silenciarlos.

Emily podía ver la ira en sus ojos ahora, el fuego que ardía debajo de su exterior tranquilo. No sólo estaba luchando por su libertad, estaba luchando por algo más grande. Algo mucho más peligroso.

Antes de que pudiera hacer más preguntas, el débil sonido de neumáticos sobre la grava llegó a sus oídos. Michael se movió inmediatamente hacia la ventana, su postura rígida. A Emily se le cortó la respiración en la garganta y se movió para ponerse a su lado.

—¿Quién es ese?— susurró.

Michael entrecerró los ojos mientras miraba a través de las persianas, observando el auto que se acercaba. —Son ellos.

Un auto estaba subiendo por el camino de tierra hacia la cabaña, sus faros cegando por un momento. El pulso de Emily se aceleró, su corazón latía con fuerza en sus oídos. El equipo había llegado, pero ¿eran real mente ellos ó ya habían sido comprometidos?

"Quédate aquí, pase lo que pase", ordenó Michael, en voz baja pero urgente. "Yo me encargaré de esto".

Emily asintió, con la respiración entrecortada. "Ten cuidado.." No quería quedarse atrás, pero sabía que no debía cuestionar su autoridad ahora. Este era su mundo, uno en el que ella todavía estaba aprendiendo a navegar.

Mientras Michael se dirigía a la puerta, Emily se quedó junto a la ventana, sin apartar la vista del coche que se acercaba. ¿Su plan tendría éxito? ¿Ó finalmente se les había acabado la suerte?

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El auto se detuvo justo afuera de la casa segura y Emily se agarró más fuerte del alféizar de la ventana. Contuvo la respiración mientras observaba a Michael salir a saludar a los extraños. La puerta se abrió y salieron dos figuras, ambos hombres, ambos con trajes oscuros.

Uno de ellos asintió con la cabeza hacia Michael, con una expresión ilegible. "Llegaste, justo a tiempo".

Michael no bajó la guardia. "Tenemos que movernos rápido.¿Tienes los suministros?"
¿Suministros? Ya tenían suministros, Michael estaba hablando en código, la idea de ojos y oídos en todas partes vino a su mente.

El segundo hombre le entregó a Michael una pequeña bolsa antes de responder: "Todo está listo. Pero nosotros tenemos que seguir moviéndonos. Las autoridades se están acercando más rápido de lo que pensábamos".

Mientras Michael intercambiaba algunas palabras más con los hombres, la mente de Emily corría. Todavía estaban huyendo. Esto no había terminado. Pero estaba lejos del final. Había llegado tan lejos con la ayuda de Michael, y ahora, tenían que seguir corriendo, seguir luchando.

Ella sólo podía esperar que, de alguna manera, lograran salir con vida.

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