Paso cinco: Seguridad y Sensualidad (2/2)

Para dar por terminado este listado de pasos pondremos en juego la sensualidad. Procuren mantener siempre feliz a su Kim en cuanto a lo sexual. Si, si, ellos son DEMASIADO exigentes en ese aspecto, no pregunten como aprendí eso (ujm, unas pequeñas llamadas a JungKook, ujm), el punto es que siempre sexy, deseable, dispuesto/a a darle todo, y no solo en la cama, eso no señor, podía ser en cualquier lugar, la cocina, el carro, el sofá, el sofá de su hermano, etc. . .

Como mínimo luego de aquellos besos, esperaba una gran escena de celos por parte del segundo de los Kim, pero, no, simplemente murmuró un: "interesante. . ." Y esperó la cena, al igual que Ji.

SeokJin, por su parte, sólo se quedó mirándome con aires de grandeza, y bueno, no sólo sentía esa grandeza en su mirada, para ubicarles un poco, su "pistola" estaba muy pegada a mí.

Luego de esa bochornosa escena todo fue un tanto incómodo entre todos. La cena estaba deliciosa, según Jin y YoonJi, el ahora no tan bonito NamJoon no dió comentarios, decepcionante, sí. Y ahora, estábamos nuevamente en la habitación. Jin cerró la puerta tras su entrada y solamente me miró, me miró y me miró, jodido acosador. Tomé uno de los cojines y se lo lancé a la cara.

—Deja de mirarme —Kim sonrió y tomó el cojín anteriormente lanzado para luego caminar a la cama y sentarse en esta, palmeó sus piernas para que subiera ahí y negué.

—Vamos, ven, tenemos que hablar —mordí mi labio con fuerza ante lo que posiblemente hablaríamos, quizá se arrepintió y besar a un hombre no fue lo que esperaba, ahora me pondría en mi lugar y como consuelo me sentaría en sus piernas. No salí de mi burbuja hasta que sentir ser jalado por él y sentado sobre su regazo a modo de bebé—. Hablemos —su brazo pasó por mi cintura y suspiré, otra desilusión no, por favor—. No pongas esa cara, no te haré nada malo —sonrió y yo volví a suspirar.

—Vamos, dilo rápido, anciano, así evitamos que me gustes un poco más —escondí mi rostro en su pecho, su duro pecho y lo sentí reír— ¡Te estás burlando de mí! —le dí un golpe a su estómago y se rió con más fuerza.

—¿Te gusto un poquito? —murmuró como un niño pequeño y descubrí mi rostro y pude ver la sonrisa del contrario, dos pequeños hoyuelos se formaban en los bordes de sus labios— Sabes, tu a mi también me gustas un poquito —agregó sin quitar ese tono de voz y blanquee los ojos, ¿no podía actuar serio en un momento así?—. Pero es tan poco que necesito confirmar si me gustas, aunque sea un poquito —continuó usando la palabra y reí levemente, era tan infantil.

Acercó levemente su rostro, me acomodé mejor sobre su regazo y sonreí, afianzó el agarre de mi cintura acercándome más a él, por instinto pasé mis brazos por sus hombros y enlacé ambas manos tras su nuca.

—¿También comprobarás si te gusto un poquito? —molestó nuevamente con la palabra y tiré el cabello a mi alcance. Gruñó y sonreí.

—Me arrepiento, no me gustas, para nada —comenté en tono casual.

—No juegues así conmigo, muchacho —el aire de un momento a otro se volvió más tenso, más pesado, más. . . caliente.

—¿Por qué, SeokJinnie? —me acerqué e incliné levemente el rostro, el copió la acción sólo que al lado contrario.

—De verdad estoy intentando no besarte —murmuró en voz baja y reí.

—¿Por qué haces eso, Jinnie? —sabía que mi voz estaba más chillona de lo usual, pero el parecía no notarlo.

—Porque sé que intentas cubrir el hecho de sentirte roto por la relación de Nam y Ji, se que estás intentando sentirte mejor conmigo, quieres saber que yo gusto de ti —soltó con una sonrisa muy diferente a las demás, está era sarcástica, falsa—. Y aunque lo niegues con tu alma sabes que es verdad, sólo estás aquí conmigo porque quieres sentirte querido, Jimin —miré abajo y sentí una ligera opresión en el pecho.

Y es que cada palabra que salía de su boca no eran tan ciertas como el contrario creía, no había pasado por mi mente el hecho de usarlo para superar a NamJoon, claro que no, sí, era verdad que me gustaba sentirme querido, y sobre todo por el Kim mayor, pero era por gusto propio, no por. . . él.

Me bajó delicadamente de su regazo y me acostó sobre la cama, no fui capaz de levantar mi mirada y decirle que todo lo que creía era falso, yo. . . no podía encontrar un buena escusa. Con un gran vacío me arropé, SeokJin se acostó a mi lado y me abrazó, a pesar de todo el me abrazó. Me giré y volví a esconderme en su pecho, yo ahora era el niño.

—Y yo, realmente se que soy un imbécil por querer a alguien que está enamorado de mi hermano —susurró demasiado bajo luego de unos minutos, y decidí lo mejor para ambos.

Me hice el dormido. Me dormí.

🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾

Giré en la cama dispuesto a abrazar a SeokJin, más mi mano sólo golpeó la cama, levanté la cabeza medio dormido y fijé la vista en el reloj, eran pasadas las tres de la mañana.

"La hora del diablo" Diría mi abuela.

Me encogí y rápidamente pensé en que cualquier cosa podría aparecer y llevarme al otro lado. Respiré ondo, sólo estoy actuando como un bebé.

En silencio me levanté dispuesto a buscar a Jin, agradecía a la puerta por ser tan silenciosa, me asomé y las luces de la sala estaban encendidas, escuchaba voces, asentí y me acerqué dispuesto a escuchar. Escondido tras la pared, como un cobarde.

—Jin hyung, yo lo intenté, fui malo con él —escuché a NamJoon—, en verdad quería que ustedes, ya sabes, estuvieran juntos —escuché la risa de SeokJin, pero no era la linda risa de siempre, estaba apagada, miré mis manos y cerré los ojos con fuerza.

—Te lo dije NamJoon, que dejaras de intentarlo, el no te dejará de ¿amar? —carraspeó— Quizá yo sólo le guste un. . . poquito —sonreí inconscientemente y me recosté sobre esta.

—Jin hyung, te estás apresurando —escuché el sonido típico de cuando alguien estaba resfriado y evitaba sus mocos caer—. No te atrevas a llorar —la voz suplicante de Nam se escuchó y decidí salir. No puedo oír al chico bonito llorar, y no, no hablo de NamJoon.

Fingiendo recién despertar, volví a abrir la puerta cerrándola con la fuerza necesaria y caminé como un zombie por hasta llegar a la cocina, sentía sus miradas sobre mí, me serví un vaso de agua y me giré, actúe como si me sorprendiera el hecho de que estuvieran ahí, observé a ambos y sonreí levemente. De una acabé mi vaso con agua y con un puchero caminé hasta Jin. Quería demostrarle que lo prefería a él.

Noté lo levemente hinchado de sus ojos y mordí el interior de mi mejilla con culpa, él no merecía estar así, es demasiado bueno.

¿Tan malo soy?

Más decidí ignorar mis pensamientos y mirar al mayor, ambos me miraban y sonreí, como un saco me dejé caer a su lado y le abracé.

—¿Por qué no has ido a dormir? Hace mucho frío y tu no estás ahí —formé un puchero y el mayor me abrazó por los hombros, me recosté sobre él y cerré los ojos. Tan bueno.

—Vamos a dormir, mocoso —reí por su apodo y me levanté seguido por Nam y luego Jin. Fuimos directo a la habitación, más antes de entrar el segundo de los Kim nos interrumpió.

—YoonGi hyung, se pondrá tan celoso al saber que durmieron juntos —SeokJin se detuvo en seco y miró a su hermano, yo también lo hice. Me abracé al mayor.

—¿Quién es YoonGi? —pregunté sin disimular mi interés y sin ocultar mi mueca de disgusto.

—Ah, hermano de YoonJi, es un chico lindo, de tez blanca, pelo rosa, muy, muy bonito, casi el estereotipo de chicos que Jin prefiere —recordé ver a ese chico un par de veces por la oficina, también que la mayoría de las ocasiones se la pasaba en la oficina de SeokJin—. Tampoco hay que olvidar que tiene un pequeño crush por mi guapo hermano —lentamente solté al mayor de mi agarre y alce las cejas murmurando un "Ah" bastante corto.

—No le creas a este tonto, YoonGi no tiene un crush por mi —asentí, pero no negó el hecho de que ese tal YoonGi fuera su tipo ideal.

Ja ja ja, claro que sé lo que son los celos, y obviamente son los causantes del malestar en mi pecho, miré a Nam buscando más explicaciones, el captó la mirada.

—El me lo confesó, también a ti, ¿no recuerdas que te besó? —abrí mi boca sorprendido y miré a SeokJin, este sólo cubrió su rostro y me obligó a entrar a nuestra habitación.

—Suficiente, debemos descansar —cerró la puerta y le miré, la luz estaba apagada, pero la luna era suficiente iluminación.

Se quedó de pié a la entrada y yo en el borde de la cama, me observaba y yo como un tonto me mordía el labio inferior, probablemente dejando marca.

Crucé ambos brazos tras mi espalda y la sonreí a mi compañero, dispuesto a acabar con la incomodidad y volver a nuestra relación de trabajo/amigos. Claro que por dentro moría de ganas por preguntarle por YoonGi, o qué tanto tiempo había gustado de mi, o el porqué no me dijo de su beso con el nombrado, bueno, quizá eso no era su obligación, pero aún así, la curiosidad me mataba, la presión en mi pecho también.

Actúa normal, todo bien, todo correcto.

—Vamos a dormir, anciano —me lancé a la cama para luego gatear a mi lugar, me arropé y luego miré a Jin, el cual seguía donde mismo—. Jin, tengo frío —mentira. Sólo quería que llegará a mi lado. Levantó una de sus cejas y comenzó a caminar hasta la cama, pero luego se arrepintió y fue directo al closet para tomar su pijama.

Diría que es la primera vez que lo veo cambiándose, pero no, y quiero avisar el tremendo espectáculo que es ver como los músculos de su espalda se tensan al poner su polera, o cuando se quita el pantalón.

—¿De verdad no te interesa que YoonGi me besara? —comentó de un momento a otro mientras terminaba de arreglar su ropa, comenzó a caminar a la cama, sin mirarme.

"En realidad sí, muero de ganas por decirte que no lo dejes volver a besarte, que solamente yo tengo ese privilegio" Pensé. Más decidí ignorar su pregunta, él sonrió con cansancio.

—Jin. . . —le llamé apenas se recostó, dándome la espalda— Jin —esta vez mi tono fue más firme por lo que el se giró luego de suspirar. Aún había un considerable espacio entre nosotros que no dudé en acortar—. YoonGi, él —comencé y alzó la mirada, está vez yo no pude mantenerla—, ¿te gusta? — finalicé con lentitud.

—YoonGi es. . . tierno, se preocupa por mi, lindo, es tan pequeño que dan ganas de apretarlo, siempre busca hacer feliz a los demás y se ríe de mis chistes —frunciendo el ceño le miré, si le gustaba YoonGi—. Pero, por alguna clase de brujería que me hiciste, no me gusta ni un poquito —sonreí al igual que SeokJin— ¿Tú estás enamorado de NamJoon? —borré esa sonrisa de mi rostro y lo pensé.

—Ahora ya no lo llamaría "estar enamorado", quizá todavía me gusta, pero, hay un tonto que me está haciendo dudar mucho de todo —le miré con una pequeña sonrisa, se acercó más a mí.

—¿Te gusta ese tonto?

—Creo que me encanta.

Pasó su brazo por mi cintura dejándome completamente pegado a la el y reí levemente, llevé mi cara a su cuello. La vena posesiva salió a luz y dejé un pequeño beso en el cuello del mayor, luego otro, otro y después una pequeña marca, chupé otra vez dejando otra marca, y otra, y otra más.

—Detente, mocoso, no haremos nada esta noche —me alejé avergonzado, yo no quería hacerlo por esa razón.

—Eres un sucio, yo no pensaba en eso —golpee su pecho—. Va ser lindo que YoonGi vea esto cuando regresemos. —comenté con una sonrisa y SeokJin me miró con una pequeña sonrisa, negó.

—¿Qué voy a hacer con esto ahora? —tocó su cuello y luego golpeó mi frente— Mi turno, ¿no? —asentí emocionado.

Rápidamente SeokJin comenzó a morder, besar y marcar mi cuello, sentía mi temperatura corporal subir, es hora de poner en juego la sensualidad; subí mi rodilla hasta dar con su entrepierna, gimió y se detuvo en su labor, moví nuevamente mi extremidad y volvió a gemir.

—Ya basta, nada de eso esta noche —arrugué mi entrecejo y llevé mi mano hasta el lugar, dispuesto a no detenerme—. JiMin, basta —más no sé movió.

—Hyung. . . —cerró los ojos y empujó sus caderas contra mi mano— ¿Le gusta? —asintió y con una confianza que siempre tuve, ingresé mi mano bajo el pantalón de su pijama, Jin tomó mi mano y la mantuvo quieta.

—Tu no tienes consideración por un hombre estresado —intentó quitar mi mano y yo con fuerza la dejé donde yo quería, jadeó.

—Jin hyung, mi abuela siempre me dijo "caye y coma" —cambié de tema drásticamente.

—¿Y eso que tiene que ver con esta tortura? —exageró y apreté su miembro, lloriqueó.

—Que yo no me estoy callando y tampoco estoy comiendo —dije obvio, sin detener los movimientos de mi mano.

—¿Qué vas a comer? —alzó una ceja para luego bajarla drásticamente luego de que volviera a apretar su miembro.

—Su polla, ¿no es obvio? —aclaré destapando nuestros cuerpos y bajando en dirección a su entrepierna.

—Ahora me hablas con respeto —gruñó y me sujeto para evitar que siguiera bajando—. No lo harás —puse más presión en su erección y gimió aflojando el agarre—. Si lo harás —comentó empujándome hacia abajo y reí por su drástico cambio.

Y así fue como yo, Park JiMin, le hice un oral a el gran CEO "heterosexual", Kim SeokJin.

Luego de poner en práctica ambas cosas se dan cuenta de que valen realmente la pena, no hay nada que pague lo que es escuchar gemir a su Kim, así es.

•Kat🐾