Port Mafia
Advertencias: Leves menciones sexuales, doble sentido. (Mi hermana me lo pidió en Word, y se los comparto a ustedes).
Personajes reaccionando a una subordinada/compañera haciendo una broma bastante atrevida. Eres mayor de edad.
~•~
Chuuya: Mi varón 🛐
—Chuuya-san— lo llamaste desde tu asiento—. ¿Se enteró del beso?.
—¿Cuál beso?— arqueó las cejas.
—Estas— señalaste tus pechos antes de salir corriendo.
—Maldita, ya van dos veces— y claramente no serían las últimas, pero el mafioso ya te partiría la cara.
.
.
.
Akutagawa:
—Akutagawa, eres el nueve que le hace falta a mi seis— sonreiste al ver que no entendía.
—Dejate de tonterías— gruñó frustrado por no saber que responder.
—Creo que se refiere a la posición sexual— Nakahara tapó su boca evitando soltar una carcajada.
—¡Maldito traidor!— por culpa del pequeño mafioso, Ryunosuke cometió un crimen de odio.
Gracias Akutagawa.
.
.
.
Mori:
—Jefe— terminaste de acomodar los informes antes de girar para verlo—. Termineme de criar.
—¿Qué cosa?— su boca formó una pequeña "o"—. Ya veo, tienes falta de atención paterna, claro que puedo hacerlo, pero no será tan agradable si tengo que educarte, pequeña pervertida.
Corrías por tu integridad física, pensaste que el viejo sabroso lo tomaría como una broma. Mala idea.
.
.
.
Hirotsu:
—Hirotsu-san— lo observabas exhalar el humo del cigarrillo—. Usted es como el vino, entre más viejo, más bueno.
—Estos jóvenes no tienen respeto por nada— suspiro negando—. ¿De verdad?.
Soltaste una carcajada—. De verdad.
.
.
.
Tachihara:
—Huele a obo— aprovechaste que estaban solos para soltar tu chiste.
(Se utiliza para que la otra persona pregunte ¿Qué es obo?, Suena como ¿Qué sobó?).
—Esta sobas— agarro su entrepierna, el era mucho más atrevido que tú. Naturalmente conocía bien los juegos de palabras sucias.
—No se vale— gruñiste por haber caído en su trampa.
—No soy tan idiota, idiota.
.
.
.
Gin: porque hetero no soy.
—Gin-chan— la llamaste y señalaste sus piernas—. Que lindo collar.
No contestó nada, porque al igual que Ryunosuke no entendía, lo analizó en silencio por minutos, hasta que su compañero, harto de verte molestarla le dijo la verdad.
—¡Que quiere poner tus piernas alrededor de su cuello!— rascó su entrecejo mientras la más jóven se ponía roja como un tomate, por suerte usaba mascarilla.
—Solo si me das permi...— Tachihara te dió una patada en la espalda para que salieras volando.
—Lleva tu mierda a otro lado, estamos trabajando— estaba un poco ¿Celoso?.
NO HAGAN ESTOS COMENTARIOS CON PERSONAS QUE NO LES DEN PERMISO. Pueden incomodar a los demás.
¿Saben que está de moda? El consentimiento ;))
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro