Advertencias: Ninguna (?).

Y será la última noche que te quiera.
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Dazai:

Lo estabas terminando. Tú rompías con él, que raro.

—No queremos las mismas cosas, lo más sano es dejar esto hasta aquí, quiero recordarte con cariño y no como alguien que me hizo daño— terminaste de hablar.

—¿Debería llorar?— dijo divertido—. No te preocupes, podré olvidar lo que vivimos juntos, no es tan significativo...

—¿Por qué eres tan cruel?— preguntaste.

—¿Lo soy?— era consciente que sí, pero estaba enojado, pero sobre todo, triste—. Solo debo encontrar a alguien más, en caso de no hacerlo está bien, no nací con nadie.

Salió del establecimiento dejándote sola. El frío impactaba contra el frío de la noche "Que tristeza que fuera la última vez que nos veamos".

"Morirás solo" alguien dijo eso hace años, y parecía una broma cruel "Eres la peor de las infecciones, lastimas a las personas porque te odias a ti mismo. Jamás serás feliz, porque tú eres el problema".

Frunció el ceño intentando recordar quién lo dijo...hasta que lo hizo. Fue él mismo.

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Chuuya:

—¿Hay otra mujer?— preguntaste limpiando las pequeñas lágrimas acumuladas en tus ojos—. Era esa mujer del trabajo, ¿Cierto?.

Apretó los labios—. Ella es mi novia...lo siento mucho.

—¿Lo sientes? ¡No me lo dijiste!— enojo era poco para describir tu estado de ánimo.

—Yo quise hacerlo, pero también te amo— murmuró antes de que una almohada golpeara su cara.

—¡Nunca me hubiera metido contigo! ¡Si me hubieras dicho, yo no le habría hecho eso a ella!— comenzaste a llorar—. ¡No quiero ser tu puta!.

—¡No lo eres!.

—¡Vete! ¡No quiero verte más!— claro que podrías hacer algo mejor, serías más feliz que Chuuya, y él jamás te olvidaría.

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Sigma:

Ni hablar, a este morro jamás lo terminarán.

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Tachihara:

—Maldito traidor— susurraste.

La noticia se expandió por la mafia, dos días después de su muerte.

—No te despediste...

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Tetchō:

—¡Solo piensas en Jōno!— te quejaste y al no recibir respuesta te hizo enojar más—. Quédate con él entonces.

—¿Lo has visto?— preguntó.

—ª.

Mi vecina puso a los temerarios, ustedes sufrirán conmigo.

Es que soy una señora que escucha música de gente dolida, una disculpa.