Advertencias: Las conductas mostradas en este capítulo no representan ninguno de mis ideales en una relación.

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Gogol:

Empezamos fuerte.

El payaso es adorable (cuando no está matando). Contrario a lo que piensan, Nikolai es un hombre de afectos dulces.

Abrazos y besos son su alimento diario, pero más vale que no te vea hablar con otro hombre porque no tendrá piedad.

—¿Quién era ese?— preguntó aún con una sonrisa tratando de disimular las ganas de perforarte la cabeza.

—Es un amigo, tenía tiempo sin verlo...

—¡Ahora una adivinanza!— su mano se deslizó por su capa junto a un arma—. ¿Qué no tienes desde ahora?.

—¿Autoestima?.

—¡Mal!— su cara mostró una sonrisa tétrica—. ¡Amigos!.

Bang, bang, murió tu mejor amigo.

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Atsushi:

¿Celoso? Si, en realidad más de lo que esperas.

Al no ser muy apreciado en su infancia teme que tus atenciones sean robadas por alguien más, así que constantemente sobrepiensa todo.

—Oye, ___-chan— Ranpo recargó su mano en tu cabeza—. Llévame por un pastel, iría yo solo pero la pastelería que quiero está muy lejos.

—Claro, después de mi papeleo. Me sorprende que el gran detective...

Tus palabras cesaron al sentir un extraño hormigueo subir hasta tu nuca.

—¿Irán ahora?— la dulce voz de Atsushi no era tan dulce.

—Nah, tu pareja es una persona ocupada— alzó los hombros restándole importancia—. Puedes aprovechar toda esa energía para ir por mi pastel.

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Kōyō:

Su rayito de luz nunca le será robado.

—Hablabas con un hombre— dijo sin cambiar esa actitud estoica.

—Era su secretario...

—¿Un hombre cruel entonces?— alzó las cejas con diversión—. De acuerdo, podemos corregir eso ¿Por qué hablaste con él?.

—Le dije que me hiciera un favor.

—¿Qué favor?— empujó suavemente tu hombro.

—Dejarte flores en tu escritorio— tapaste tu rostro medianamente rojo—. Pero dijo que no.

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Shibusawa:

Eres aburrido, las personas alrededor también lo son, pero algo se enciende dentro del dragón al verte sonreír con un desconocido.

—¿Te importa contarme ese chiste a mí?— se inclinó ligeramente para recargarse en tí—. Mi acompañante parecía disfrutarlo.

—Estaba ofreciéndole una promoción...para que cambie de número.

—¿Y por eso sonreía?— una mueca sutil se filtró entre sus labios—. Tenemos prisa, no estamos interesados.

—Oye, nunca te importa nada de lo que hago— entonaste insolente—. ¿Qué lo hizo diferente hoy?.

—Nada en particular— regresa a su antigua posición para mirarte con los ojos vacíos anhelando algo nuevo—. Tu sonrisa es peculiar, en el buen sentido.

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Fukuzawa:

—Hola mi amor, ¿Cómo está mi preciosa?— preguntó con tanta dulzura desde la sala.

—¡Muy bien! ¡Te amo!— respondiste con ilusión.

Tristemente le hablaba a su gato, pero no te lo diría, pues estarías un poco celosa.

Mi vida sentimental es una mierda, pero al menos ya tengo vacaciones 😈

Me estoy quedando sin borradores y todavía sigo enfocada en mis historias de JOvenciTOS, por si quieren leerlas ;))