Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Akutagawa

Advertencias: Ningúna.

La neta aclaró que esto es ficción, alejense de personas con actitudes similares.

~•~

—Ryunosuke, ¿Cuánto has dormido?— te estiraste para revisar sus ojeras.

—Lo necesario— respondió con brusquedad—. No importa.

—Somos amigos, claro que me importa. No has dormido nada— tocaste su nariz pero el joven se alejo golpeando su cabeza con el contenedor de contenido ilegal.

—Maldición.

—Déjame ver— sobaste dicha zona tratando de no lastimarlo—. No sé porque te comportas tan extraño desde hace unos días.

—Porque no te quiero cerca, bruja— retrocedió hasta la puerta del almacén.

—Oye, solo era una broma, no tienes que ser tan agresivo, eres tan odioso.

No dijo nada más, salió dejándote ahí con más palabras en la garganta que armas en el almacén, pudiste contemplar la nada, tanto tiempo siendo compañeros parecía en vano. Estuviste desanimada un par de días, e incluso te quejaste con Chuuya, oh, el fatídico día.

—No lo sé, creo que él jamás es amable conmigo— resoplaste recargando todo tu peso en la pared.

—Bueno, el problema es suyo.

—Me obligo a ser cortes con él, y preguntar cómo está aunque la respuesta es la misma.

—Espera, dijiste que se volvió más tonto de un tiempo para acá— levantó la mirada de las hojas que parecía firmar—. ¿Cuándo fue eso?.

—Creo que desde que me convertí en tu guardaespaldas.

—¿Cuando te cargue por la herida de bala?— arqueó las cejas tratando de buscar una conexión—. Ese día Akutagawa me miró como si quisiera matarme.

—Si te sirve de algo, a mi me mira siempre así...

—No, te ve con paciencia, cómo si fueras...bueno te ve distinto— alzó el dedo señalando los hechos con obviedad—. No le gustó que estés conmigo.

No pensé que tuviera algo encontrá de los enanos.

—Maldita, después de ayudarte me tratas así— gruñó pero en el fondo estaba enternecido—. Ya sé, hoy tenemos una junta, podemos estar más cercanos para comprobar mi teoría.

—¿Qué ganó con eso?.

Un Akutagawa, bueno, parece castigo— soltó una risita burlona.

.
.
.

—Hola Higuchi, ¿Cómo va tu nuevo puesto?— te acercaste a la rubia que lucía cansada.

—No muy bien, ¿Chuuya-san es amable?.

—Más de lo que imaginé— la mirada en tu espalda te hizo girar—. No es cómo si lo imaginará seguido.

—Oye, torpe, te estaba buscando— Nakahara rodeó tu cintura bajo la mirada expectante de Ryunosuke—. La hermana Kōyō me está solicitando que te hagas un tiempo libre, quiere ayuda con algo.

—Hablaré con ella, no me regañes— rodaste los ojos esperando que te soltará.

—Eres idiota, se supone que tratamos de averiguar qué le molesta a ese tétrico— susurró cerca de tu oreja.

—¿A esto te referías con ser cercanos?— del mismo modo lo abrazarte, no resultaba incómodo, pues Chuuya siempre te trató cómo un hermano mayor.

—Mira su cara, está rojo de coraje— sonrió girando tu cuerpo para apegarte a él—. Quién lo diría, de verdad está celoso, mierda, viene para acá.

—¿De verdad?— alzaste la cara encontrando a un Akutagawa enojado, más de lo normal.

—Buenas tardes Chuuya-san, los estado del barco recién asalto terminaran en su escritorio— sus mejillas estaban claramente rojas, e incluso sus orejas.

—Claro, dejaré que mi linda ayudante los lea— alejó levemente sus manos para saludar correctamente al muchacho—. Me alegra que este conmigo, es muy eficiente en su trabajo...

—Es una molestia.

—¡Hey!, soy muy buena cubriendo las espadas de Chuuya— exclamaste siendo arrastrada por Higuchi para no interrumpir.

—Es un privilegio tener a una mujer tan hermosa cuidando de mí— el del sombrero casi se ríe al ver los orbes grises llenarse de furia—. ¿Sabes si tiene novio?, creo que ella podría mentirme.

Apretó los labios mirando tu silueta—. Si, tiene pareja.

—¿De verdad?, ¿Quién será el afortunado?— decir que Chuuya tenía asco de soltar aquello era verdad, prácticamente aún lloraba contigo por Dazai pero hacía su mejor actuación.

No lo sé, pero cualquiera que no sea él, será un cadáver— dicho eso se alejó.

—¿Está celoso?— te acercaste nuevamente para interrogarlo—. ¿Estás rojo?.

—Tienes que salir con él, estoy seguro que te protegerá bien— agitó tus hombros—. Da miedo, y sinceramente es un mocoso problematico, pero si te gusta, lo apruebo.

—¿Le gusto?.

Me amenazo de muerte, le gustas.

—No deberías estar entusiasmado, ahora tengo miedo por nuestra seguridad.

Si Akutagawa peleará conmigo, la mafia perdería al perro leal.

.
.
.

—Chuuya-san, aquí están los informes...

Que rara imagen, tú aplicando delineador negro en sus ojos, prácticamente sentada en su abdomen, ambos sobre el sofá de su oficina, parecía que el joven te puso un poco de labial rojo.

—Dejalos en mi escritorio— apenas y lo miró, mientras tú bajaste de su regazo—. ¿Quedó parejo?.

—Lo intenté— carraspeaste la garganta sintiendo cómo Akutagawa se enfurecía más—. ¿Cómo estás Akutagawa?.

Ya no lo soporto— botó los documentos en la madera tomandote con su poder y prácticamente huyendo.

—Mierda, debería ir antes que la mate— Chuuya tomó el espejo para verse el maquillaje—. Que bien le quedó, seguramente puede cuidarse sola, me tomaré una foto.

—¡Bájame!— pediste desde unos metro lejos del suelo—. Me dan miedo las alturas, bájame. ¡Me voy a orinar encima!.

Hizo caso aún con las manos en los bolsillos—. Es tu culpa.

—¿Dejarías de actuar cómo un niño por cinco minutos?— sobaste tu abdomen donde antes fuiste apretada.

—Es tu culpa, por aceptar ser guardaespaldas de Chuuya-san— tosió levemente.

—Me da mejores prestaciones— suspiraste poniéndote derecha—. Si te gusto solo dilo.

—¿Por qué me gustarías?.

—No lo sé, actúas extraño. Mira, si no te agrado está bien, puedo vivir con el enamoramiento unilateral, pero sacarme así de la oficina es demasiado.

—Me gustas, maldita bruja— giró evitando tus ojos.

—¿Crees que decirme bruja es romántico?.

Te metiste en mi cabeza, y solo pienso en tí, eres cómo una bruja, que me controla— admitió en voz baja.

Vaya, eso sí fue más romántico desde algún punto de vista. Estaba enojado por aquellos sentimientos, no contigo, más bien parecía furioso con él mismo.

—Me gustas, y mis atenciones con Chuuya son fraternales— tu voz temblaba un poco por la vergüenza—. Si te parece bien, volveré al trabajo, y puedes pasar por mi para salir y conocernos más para ya sabes, salir.

—¿Conocerme?— frunció el ceño—. Ya somos pareja, me declare hace un momento.

—Así no funciona Akutagawa.

Ay, mi pendejo, yo lo veo con cara de no saber distinguir las líneas sociales. Te amo wey que no se baña.

Dios me ha demostrado que no soy su mejor guerrera, solo quiero ser una señora de las lomas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro