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🖤𝟕🖤


(𝟐/𝟑) 🌷

Los días pasaban bastante lento. La ansiedad presente en Jungkook incluso no le permitía dormir como correspondía, sus noches se resumían en sobre pensar las cosas sin poder controlar su mente, pese a que intentaba distraerse escuchando música o leyendo.

¿Y si lo logro? ¿Seré capaz siquiera de entrar?

Pero pese a esto, sin que pudiera detenerse a suponer más de lo que lo hacía, el día viernes había llegado.

Ese día, con exactitud, el equipo de fútbol tomaba el control en las clases de gimnasia, las gradas que se encontraban en el gran patio de la escuela se llenaban de estudiantes con intriga hacia los nuevos que se presentarían y quizás serían integrantes del equipo.

Entre estos, por supuesto, se encontraba Taehyung bastante entusiasmado pese a que él nunca se consideró una persona entusiasta por el fútbol. Por otra parte, a su lado estaba Yoongi que comía sus palomitas y observaba su alrededor en silencio.

Taehyung detuvo su mirada en el chico, perdiéndose en el mismo por unos cortos segundos de tiempo, notó esto en cuanto sus ojos y los del otro se encontraron, lo que logró que se ponga nervioso al instante.

Sintió el calor recorrer sus mejillas, por lo tanto, el sonrojo en las mismas sería bastante notorio, así que decidió desviar su mirada y observar el tacho que traía el chico.

—¿Quieres una? —Preguntó Yoongi con una palomita en su mano y un tono de voz bastante tierno bajo el punto de vista de Taehyung.

Este sonrió en respuesta, ya que parecía que la timidez presente era más fuerte que su propia voluntad de gesticular una palabra, por lo tanto, permaneció sonriendo, pero aun así tomó sus palomitas.

Jungkook se encontraba en los casilleros, colocándose el uniforme deportivo, de cierta forma se sentía nervioso, pero a su vez aliviado.

Unas noches atrás había logrado sacarse un peso de encima con el cual cargaba hace años y, aunque no se diera cuenta, ocultarle a sus padres su sexualidad era algo que le generaba inseguridades las cuales creó su propia mente sin que hablara antes con ellos.

Dio una última mirada a su reflejo en el espejo y sonrió mostrando sus dientes a sí mismo, dándose ánimos.

Salió dirigiéndose con prisa hacia la fila de compañeros del equipo, estos formaban una línea recta observando de frente a su capitán Jeno y cocapitán Jimin.

—Estamos todos, así que empezaremos con algo básico. No hay necesidad de apurarnos y sé que es normal, pero tampoco deben sentirse nerviosos, yo y Jimin estamos aquí para orientarlos también. El asunto es simple, haremos un calentamiento tranquilo, después pasaremos a los ejercicios individuales ¿De acuerdo? —Todos respondieron afirmando, entonces Jeno comenzó a enseñar los calentamientos.

El chico adoraba el fútbol, pero entrenar iba más allá, el sentimiento que generaba en él poder ayudar a los demás a crecer en el deporte era algo increíble y... Lo quería hacer siempre.

Jungkook observó las gradas encontrándose con Taehyung sonriéndole y Yoongi saludándolo mientras tenía un puñado de palomitas en su mano, después se concentró en lo que estaba haciendo, estiró aquellos músculos necesarios para realizar la actividad.

En cuanto se encontró a Jimin ejecutando los estiramientos a unos centímetros de distancia, un extraño impulso en observar las piernas de este se hizo presente, pero con rapidez desvío su mirada, ya que sabía que el pelinegro era sinónimo de distracción, por lo tanto, no podía darse el lujo de que ocurra dicha acción.

Fue entonces cuando el sonoro ruido del silbato lo removió de sus pensamientos, agradecía que Jeno era una persona bastante insistente en el entrenamiento, puesto que se habría perdido en Jimin... Otra vez.

—Okey chicos, ahora sí llegó el momento de ponerse serios, cada uno hará ejercicios individuales que ya deben saber; pruebas de velocidad, técnica, conducción y disparo. Recuerden no ponerse nerviosos, no soy el profesor. —Los jóvenes soltaron varias risas al respecto y fue entonces que se formaron en fila mientras que comenzaban a realizar los ejercicios mencionados.

Jimin, como cocapitán, ayuda al capitán a organizar los entrenamientos, guiarlo o darle algún consejo en cuanto lo necesite, pero en ese momento agradecía tener ese puesto, pues podía observar a Jungkook realizar aquellas pruebas, pero no lo diría en voz alta.

El joven, por su concentración, traía el ceño fruncido, mientras que los músculos de sus piernas se tonificaban al trotar, sí... Jimin odiaba no poder usar sus anteojos en ese instante porque a medida que Jungkook se alejaba, su visión no le permitía verlo como correspondía.

Una vez aquellos ejercicios se dieron por finalizados, los jóvenes tuvieron permiso para tomar agua, era un momento en el cual también las personas que se estaban sentadas en las gradas podían acercarse y conversar con los que se encontraban en el patio llevando a cabo las pruebas, por lo que Yoongi y Taehyung se dirigieron hacia Jungkook con bastante entusiasmo.

—¡Lo estás haciendo genial Jungkook-ah! Estoy seguro de que entraras al equipo sin dudas. —Dijo Taehyung moviendo sus manos de manera eufórica mientras hablaba, su felicidad era imposible de ocultar y Yoongi era testigo de la misma, por lo que oía al chico mientras de a poco una sonrisa se esbozaba en sus labios, cosa que Jungkook notó y pronto le contaría a su amigo.

—Tae no debemos asumirlo antes de que las pruebas finalicen, no quiero que ambos tengan falsas esperanzas respecto a mí.

—¡Jungkook, dejade ser tan realista solo un segundo de tu vida! Permítete tener esperanzas por un corto instante, nosotros continuaremos animándote desde las gradas. —Jungkook asintió en respuesta a Yoongi mientras que estos se fueron a sentar nuevamente.

El primero una vez terminó de descansar dejó la botella de agua y al levantar su vista lo encontró de nuevo...era Eunwoo acompañado por Jongin, ambos lo observaban con una expresión bastante seria en el rostro, una a la que Jungkook no le temía para nada.

En cambio, suspiró al verlos, no era una ocasión en la que tuviera que lidiar con esos dos chicos, ni tenía ganas de escuchar sus palabras vacías o sus bromas absurdas sin sentido, él únicamente quería concentrarse en su prueba y eso era justamente lo que haría.

—Nosotros no debemos dar pruebas, pero Jeno necesita jugadores, por suerte estamos en el equipo y nunca tuvimos que observar desde las gradas ¿Si sabes que no es necesaria basura aquí? —Dijo Eunwoo por lo que Jungkook soltó una carcajada en respuesta que ninguno de los dos esperaba, dio unos pasos acercándose hacia los chicos, mando aquellos pensamientos de miedo de lado y respondió:

—Sí, como tú digas... ¿Y si no necesitan gente en el equipo porque les parece que el capitán está haciendo pruebas? Tu propio egoísmo te llevará a la perdición, Eunwoo, yo que tú me cuidaría, no te conviene que hable y eso lo sabes a la perfección. —Fue lo último que dijo, posteriormente se acercó donde estaban los demás estudiantes, no sin antes chocar sus hombros con Eunwoo quien estaba a su izquierda y Jongin que se encontraba del lado contrario, dejando a ambos jóvenes sin palabras.

Llegaba aquel momento por el que siempre soñó; el partido.

Cuando era pequeño solía jugar con su padre y Seokjin por las tardes, incluso cuando estos no podían jugar debido al trabajo, él practicaba jugadas solo y anhelaba quizás algún día ser parte del equipo de fútbol.

Años después, en su adolescencia observaba a sus antiguos compañeros jugar desde las gradas acompañado de un sentimiento de deseo como lo era "daría todo por estar ahí" y era así que hoy día, finalmente estaba fuera de las gradas y se encontraba allí.

—Por fin, lo que todos esperaban, la última prueba va a ser un partido, únicamente somos veinte, por lo tanto, se dividirán en equipos de diez, así que organícense en las posiciones que prefieran.

Jungkook observó a sus alrededores dándose cuenta de que él sería el delantero, ubicó los puestos de sus compañeros con la mirada, incluso identificó a Jimin cumpliendo su rol de lateral en el mismo equipo que él.

Unos segundos después, identificó a unos compañeros más los cuales serían los del equipo contrario, incluyendo a Eunwoo Jongin.

El silbato sonó y fue cuando el partido dio inicio, quienes se encontraban en las gradas estaban bastante expectantes de lo que ocurría, intentaban no perderse ningún movimiento, incluso Hoseok que siempre asistía a los entrenamientos de Jimin se encontraba con su teléfono en mano narrando el partido en unas notas de voz.

Los nervios provocaron que Yoongi dejara las palomitas de lado y se concentrara en lo que ocurría, rascaba sus uñas con fuerza, mientras que Taehyung permanecía inmóvil tapando con su mano derecha su boca.

La pelota daba numerosos viajes entre los jóvenes, está llegó a Jimin quien recorría el patio con esmero, unos compañeros del equipo contrario se posicionaron frente a él, pero logró evadirlos pasándole la pelota a Jungkook, debido a que se trataba de su compañero más cercano.

El mencionado viajó con la pelota hacia el arco con rapidez, el partido llevaba más de veinte minutos de tiempo y aún continuaban empatados cero a cero.

Jungkook pateó la pelota con todas sus fuerzas, una vez estuvo bastante cerca del arco contrario, el portero no llegó a atajarla, por lo tanto, el primer gol era una realidad, los gritos de las personas en las gradas invadían el lugar, inclusive Yoongi y Taehyung al instante se pusieron de pie y gritaron el nombre de Jungkook sin pena alguna.

El entusiasmo en los jugadores era evidente, todos celebraban el gol con bastante alegría. Unos minutos después, el silbato sonó dando a entender que el partido había finalizado, dejando al equipo en el cual se encontraba como el ganador.

Tanto Jungkook como Jimin corrieron entre sonrisas y se sumergieron en los brazos del otro, las pruebas habían sido un rotundo éxito y la felicidad que ambos compartían era un motivo suficiente para un abrazo.

Ninguno de los dos pensó en lo que estaban haciendo, ni en cómo sus corazones latían con más desesperación de la que ya lo hacían, tampoco en aquel nudo en el estómago debido a la cercanía que se había creado entre ambos, tan solo se abrazaron sin detenerse a pensar demasiado y es que quizás; eso era lo que deberían hacer.

El sonido del silbato los sacó de su mundo de nuevo, dándose cuenta al instante de lo que habían hecho, los brazos de Jungkook rodeaban la espalda de Jimin mientras que este mantenía sus manos en la cintura del primero, sus cabezas se reposaban en el hombro del otro tal como si nunca más fuera posible que ocurriera aquel abrazo, por lo que sus sonrisas rápidamente desaparecieron.

Jungkook creía que Jimin se había molestado por aquella acción.

Y Jimin suponía que Jungkook se había molestado también.

Se separaron con lentitud, tal como si se disculparan por la acción que habían hecho sin pensar, como si se disculparan por sentir lo que sentían, por desearse de la manera en la que lo hacían, pero sin necesidad de tener que utilizar palabras.

Por lo tanto, no pronunciaron palabra alguna mientras se acercaban hacia donde se encontraba Jeno y sus demás compañeros, se dirigieron en silencio y con un semblante serio, aunque quisieran evitar las palabras, estas eran necesarias, pues ambos se alejaban de nuevo con una perspectiva incorrecta del otro.

—¡Muy bien! Así se juega un partido Todos lo hicieron muy bien, pronto sabrán los resultados, se merecen descansar como corresponde ¡A los casilleros! —Jungkook y Jimin se dieron una última mirada haciendo un esfuerzo gigante en que el otro no se diera cuenta, una última mirada que les recordaría lo distante que era siquiera pensar en una posibilidad de arreglar las cosas.

Mientras que, por otro lado, Taehyung se había acabado todas las palomitas de Yoongi, tomando inclusive de su bebida para calmar los nervios que aquel partido había generado, más bien dicho, la nueva telenovela que presenciaba a diario; la vida amorosa de su amigo, Jungkook.

—Oye, Yoongi ¿Cuánto tiempo les das? —Una vez escuchó la pregunta, este supo de quienes estaba hablando Taehyung, él también había notado lo mismo.

—La verdad es que algo como lo que ellos tienen es bastante incierto, el lenguaje corporal de ambos habla por sí solo; la forma en que se aferran al otro es como si no quisieran soltarse, pero saben que deben hacerlo porque hay algo con lo que cargan... Si hablamos de tiempo en el que se den cuenta de que sienten lo mismo es cuestión de semanas o meses, pero si nos referimos a que den otro paso, es algo que nunca sabremos a ciencia cierta.




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