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🖤𝟒🖤

Jimin, al entrar en el baño del gimnasio, pudo notar muchas cosas, por ejemplo, cómo había mejorado la limpieza en los establecimientos de la escuela, ya que el olor que había en los baños era similar al de un limpiador con fragancia a lavanda. Incluso parecían más blancos. Otra cosa que logró notar fue el tatuaje que decoraba el cuello de Jungkook: unas flores de color rosa que se extendían desde su mandíbula hasta la longitud del cuello.

Posteriormente, Jungkook, después de pasar agua en su rostro, acomodó su cabello hacia atrás y se encontró con su reflejo en el espejo. Jimin comenzó a acercarse hacia él, odiándose a sí mismo por sentir lo que sentía. Ver aquel cuello descubierto fue suficiente para que un enojo un tanto peculiar se hiciera presente en él. Como siempre, echar la culpa a Jungkook parecía ser la salida simple, por lo tanto, continuó acercándose hacia él, empujándolo a la pared cercana con algo de fuerza. Inconscientemente, sabía que Jungkook no era el culpable de la manera en que se sentía por él, pero era al único que podía culpar, porque si no, ¿quién quedaría sino él mismo?

—¡¿Qué te pasa?! —Jungkook se desconcertó por completo, por supuesto, ya que se encontraba distraído. Claro está que la actitud del pelinegro siempre fue una incógnita para él, incluso en ese instante.

Intentó alejarse, pero Jimin tomó sus muñecas con fuerza, acercándose más a él. Lo que Jungkook no sabía era que su aroma a perfume estaba volviéndolo loco. Incluso pese a las dos horas agotadoras de gimnasia, continuaba viéndose y oliendo bien. Jimin odiaba que Jungkook se viera tan perfecto ante sus ojos.

La espalda del último se posaba sobre las baldosas frías de la pared. Los ojos de ambos chicos se escaneaban sin siquiera intentar ocultarlo, ya que ambos sabían que podría pasar un largo tiempo para que volvieran a encontrarse así de cerca de nuevo, o quizás esa cercanía nunca volviera a ocurrir.

—Hay una cosa que creo que no te quedó clara, Fosforito —Jungkook lo observaba con confusión mientras intentaba zafarse de las fuertes manos de Jimin aprisionando sus muñecas. Sus manos habían quedado a un lado de su cabeza, mientras que el pelinegro con lentitud se acercaba hacia su oído—. Tú jamás podrías ser mejor que yo en el fútbol. Obsérvame todo lo que quieras, tal como si tu mirada me comiese lentamente, pero por mucho que me mires, jamás podrás ser como yo.

—Aquí cabe que hay que hacer una aclaración necesaria y es que... Yo no pretendo ser como tú, a mi propia manera puedo convertirme en tu peor pesadilla, Park Jimin, y no necesito hacerte menos para lograrlo, como tú lo has hecho conmigo desde siempre —dijo Jungkook con rabia, sus palabras resonando en el pequeño espacio del baño.

Jimin frunció el ceño, molesto ante las palabras de Jungkook. No podía creer lo que estaba escuchando. Pronunció su nombre en su oído, logrando distraerlo y zafarse de su agarre. Sus manos entonces tomaron los hombros de Jimin y, con algo de fuerza, la espalda de Jimin dio con las baldosas de la pared, logrando así que la situación diera un completo giro de 180 grados.

Una vez que la mano de Jungkook se posó en la pared, aprisionando a Jimin, se acercó aún más, logrando que sus narices se tocaran levemente. El tacto era suave y tenso, tal como si existiera una fuerza invisible que los detuviera a dar otro paso, y no les quedara otra opción más que atacarse el uno al otro con palabras, pues tanto Jimin como Jungkook lo único que sentían en ese momento era una ira incontrolable hacia el otro.

—¿Qué vas a hacer ahora? ¿Vas a golpearme? ¿Ponerme algún apodo ofensivo? ¿Meterte con mi estado físico? Vamos, Jimin... ¿Qué es lo que responderás ahora? —dijo Jungkook con desafío en su voz, sus ojos oscuros clavados en los de Jimin.

Jimin no podía hacer más que dedicarse a observarlo con una indignación bastante obvia, pues por primera vez sintió que se quedó sin palabras. Se alejó empujando a Jungkook y marchándose del baño, provocando así que finalmente pudiera respirar. Aunque logró disimular bastante bien, no pudo evitar sentir intriga por aquellos labios gruesos que Jimin poseía.

Según él, el único sentimiento que podía llegar a sentir hacia Jimin era nada más que pura intriga. Estaba seguro de que sus sentimientos por él se los había llevado el aire ese día en el cual Jimin no había hecho nada más que meterse con su talón de Aquiles.

Unos segundos después, salió del baño encontrándose con Taehyung a unos cuantos centímetros de distancia. El mismo movió sus manos desconcertado, sin entender del todo la tensión que se respiraba en el ambiente.

—¿Oye, estás bien? Jimin apenas dijo el profesor que nos podíamos ir, tomó sus cosas, super enojado, y se marchó balbuceando cosas sin sentido. ¿Discutieron o algo así? —preguntó Taehyung mientras ambos se acercaban donde se encontraban sus mochilas.

—Nada de eso Tae, no te preocupes. ¿Quieres ir a casa? Mi mamá dijo mientras desayunábamos que haría pastel para merendar.

—¡Eso ni se pregunta! —Los dos jóvenes sonrieron tomando sus mochilas, mientras que Jungkook intentaba luchar internamente de todas las maneras posibles para olvidar lo que había ocurrido, aunque parecía ser algo que no podía lograr.


Jimin, una vez entró a su casa, ignoró a los ayudantes de su padre que no hacían más que trabajar y cumplir con su labor, lanzó su mochila a la cama de su habitación con enojo, rápidamente se quitó el uniforme de gimnasia despojándose de las ropas con bastante brusquedad.

Acompañado de un quejido abrió la canilla del agua para comenzar a bañarse, aquello que Jeon Jungkook provocaba en él lo odiaba y demasiado, miles de veces había escuchado a su padre decirle que era moralmente correcto y qué no, la cicatriz en su mejilla sería la prueba en vida de que contradecir a aquel hombre no sería más que llevar una marca imborrable el resto de su vida.

Jimin, te estoy dando la oportunidad de contradecirte a ti mismo de nuevo ¿Taemin es un simple amigo o es algo más?

¡Es algo más! ¿Y a ti qué?

Los puños de Jimin se presionaban fuertemente sobre las baldosas de la pared mientras que sentía el agua caliente mezclarse con sus lágrimas y su respiración acelerarse más, por mucho que intentase arrancar aquello que sentía hacia Jungkook nada servía, aunque por un solo instante, ese chico de nombre Taemin parecía ser alguien que quizás podría convertirse en una persona con mucho valor para él, pues Jimin de verdad quería intentar descubrir qué podía surgir con aquel joven el cual conoció en sus vacaciones, pero no duró mucho debido a que su padre se encargó de eso.

Jimin tapó su boca con su mano callando un sollozo que quiso escapar mientras mantenía su otro puño sobre la baldosa, callar fue lo que hizo toda su vida y lo que mejor sabía hacer, guardarse sus verdaderos sentimientos únicamente para él mismo, ya que parecía que en el mundo no había alguien capaz de escucharlo o confiar en él, tan solo si pudiera crear una máquina del tiempo y no haber aceptado ese trato quizás... las cosas serian diferentes pero no solo para él, sino para Jungkook.

Pese a que tenía a Hoseok, su único confidente era él mismo.

En cuanto las lágrimas, los sollozos se detuvieron y pudo volver a recibir oxígeno, recostó su espalda en las baldosas echando sus cabellos negros hacia atrás sintiendo el agua caliente mojar su cuerpo, quizás al menos en esta vida no habría oportunidad en la que él pudiese amar, ni siquiera a aquel chico de cabellos rosas que consideraba su más preciado tesoro por mucho que quisiera y luchara por negarlo.

Salió del baño una vez se colocó su pijama mientras que con la toalla secaba sus cabellos mojados, se acercó hacia su escritorio y, abriendo uno de los cajones, tomó aquella fotografía que tanto atesoraba, pues era la única que mantenía del único día en el que parecía que él y Jungkook lograron no odiarse tanto y por tan solo un segundo lograron reír juntos y olvidarse de sus diferencias, o al menos, Jimin fue capaz de olvidarlas.

Jimin observó la imagen con nostalgia mientras dejó su cuerpo caer en la cama, rio al ver lo mucho que ambos habían cambiado con el paso del tiempo, Jungkook traía un aspecto muy diferente, traía aquellos cachetitos que el pelinegro tanto adoraba, él no se quedaba atrás ya que de a poco la pubertad se hacía presente.

Es una pena que no recuerdes esto, porque yo siempre tendré se día guardado en mi corazón.

Jimin cerró sus ojos recordando aquel día, deseando con todas sus fuerzas soñar con el mismo.


—Jungkook-ah ¿Has encontrado la última pregunta? —Preguntó Taehyung mientras mordisqueaba su lapicera, unas horas después de que llegaran a la casa de Jungkook decidieron realizar la tarea pendiente del día, el mencionado aun traía su mente en otro lado, pero el estudio de alguna forma siempre resultaba ser su escape a aquello que lo hacía pensar de más.

—Ammm hablamos de... ¿Qué es el material genético?

—¡Exacto!

—Está en la página 45 Tae, apenas llegues ahí literalmente te responde el libro la pregunta.

—¡Gracias!

—Oye... ¿Estás seguro que a tus padres no les molesta que te quedes a dormir aquí?

—Para nada, cuando les dije que haríamos la tarea juntos y que ya habíamos cenado aceptaron al instante... aunque hay algo que quiero preguntarte.

—¿Qué ocurre? —Preguntó Jungkook acercando más sus anteojos a sus ojos.

—¿Qué fue lo que ocurrió con Jimin en el baño? —Jungkook soltó un sonoro suspiro una vez que Taehyung terminó de realizar su pregunta, no era falta de confianza hacia Taehyung lo que tenía, por el contrario, Jungkook confiaba bastante en su nuevo amigo, sino que no estaba acostumbrado a hablar sobre sus malos ratos con alguien que no fuese su hermano y le costaba contar aquello, por lo tanto, su mejor opción era evadir el tema.

—Tae ya te dije que no ocurrió nad-

—¡Estás mintiendo! Porque toda la mañana estuviste perfectamente bien inclusive en la clase de gimnasia, pero cuando fuiste al baño y Jimin salió, haz estado con cara larga en lo que restó del día así que algo ocurrió.

—Resumidamente, Jimin no me cree capaz para estar en el equipo de fútbol, discutimos y... no sé, quizás esa discusión fue capaz de sacarme de mis casillas. —Taehyung soltó su lapicera y notó las preocupaciones que invadían a Jungkook ya que, pese a que el chico no le contara todo, su pierna temblaba ligeramente al igual que mordía sus labios sin que se diera cuenta, arrancando levemente la piel de su labio inferior, su amigo estaba demasiado ansioso, y no necesitaba utilizar palabras para que se diera cuenta, Taehyung conocía a la perfección aquellos momentos.

—Hmmm puedo notar que hay algo más que no me estás contando, pero no voy a insistir, así que te aconsejaré en base a lo que estás contándome... Jimin no es quien, para decidir por ti, el equipo tiene como capitán a Jeno y Jimin lo único que es, es ser... en mi escuela le llamaban subcapitan pero creo que aquí se le dice cocapitan, así que por mucho que reniegue el que tiene la palabra aquí es Jeno y, por otro lado, tú que serás el que decide llenar la planilla o no. No dejes que las palabras de Jimin arruinen tu día, pasaron muchas cosas buenas en el día como para que eso solo lo arruine. —Jungkook retiro sus anteojos una vez terminó de escribir, al oír las últimas palabras de su amigo lo observó entendiendo las mismas al instante.

—¿Y aquí en términos de "cosas buenas" podríamos decir que entra tu primer acercamiento con Yoongi o algo que no me entere?

—Y-yo... no me refería a eso.

—¡Ah claro que sí! Se te nota en tus mejillas coloradas, deberías hablarle de verdad, ya tuvieron un acercamiento leve, pero muuuuy significativo que puede permitirte tener un motivo para hablarle, busca cualquier excusa ya sea una tarea o algo que no entiendas.

—Pero... no tengo problemas en el estudio, por ahora.

—Entonces ¡Invéntate un problema en alguna materia! Él no tiene por qué saberlo, Taehyung. —Ambos amigos comenzaron a reír al instante, mismas risas que fueron interrumpidas debido a dos leves golpes en la puerta, en cuanto esta se abrió dejó a descubrir a Jin.

—Lamento interrumpirlos chicos, asegúrense de no dormirse muy tarde, mamá y papá volverán mañana temprano ¿De acuerdo?

—Está bien, Hyung, duerme bien tú también —El mayor sonrió y cerró la puerta dejando a los dos amigos nuevamente, Jungkook comenzó a guardar sus útiles mientras que Taehyung, pensativo, reposaba su mano en su propia mejilla.

—Tienes suerte de que conocí a Yoongi en la escuela, porque sino le habría puesto el ojo a tu hermano.

—¡¿Jin?! Pero- Tae, Jin está en sus treinta es muy mayor para ti.

—¡Pero su edad no le quita lo atractivo! Sí lo ves con ojos cerrados no hay tanta diferencia de edad.

—Oh sí ya cállate, cuando tengas veintiuno hablamos sobre Jin si quieres, no me interesa tener a mi hermano detrás de las rejas, ahora debemos irnos a dormir, mañana hay física y... si no estoy con las horas de sueño suficientes no lograré concentrarme.

Jungkook se recostó en su cama oyendo las carcajadas de su amigo, este tenía razón, no podía dejar que las palabras de Jimin arruinaran su día entero cuando habían ocurrido bastantes cosas buenas en el lapso del mismo, debía mantenerse firme a sus palabras; Yo no pretendo ser como tú, a mi propia manera puedo convertirme en tu peor pesadilla, Park Jimin, yo no necesito hacerte menos para lograrlo, como tú lo has hecho conmigo desde siempre.



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Más tarde actualizo blood issues también, tengan lindo día 😉✌️

Como siempre digo si ven algún error ortográfico o algo que no se entienda bien, no duden en avisarme ♡

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