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🖤𝟐𝟒🖤

Mi niño, mi querido Park Jimin:

Si esta carta llegó a ti significa que no pude pasar mucho tiempo a tu lado. En dado caso, hay tantas cosas que me hubiera gustado contarte y acompañarte, pero pretendo hacerlo mediante esta carta.

A veces la vida parece ser sencilla. En tu mente llevas un papel y lápiz con los que serás capaz de escribir cómo esta será a futuro, todo parece arreglarse una vez que el camino se aclara a medida que todo fue escrito.

Y así lo fue por un tiempo para mí, cada meta escrita en el papel se cumplía, parecía ser que el universo estaba de mi lado o me había comportado muy bien en su vida pasada, pues, al poco tiempo de graduarme de la escuela, comencé mis estudios en la universidad.

Estaba segura de que estudiaría algo que me brindara felicidad despertar cada día y sentir orgullo debido al esfuerzo, pero existió un joven, uno un tanto peculiar que había atraído mi atención por completo en mis clases, pese a que nadie se acercaba a hablarle.

Odiaba observar a aquel jovencito alejado del resto, ya que todos se reían demasiado de él, inclusive hacían comentarios demasiado desagradables acerca de su rostro, motivo por el cual siempre lo ocultaba manteniendo la cabeza hacia abajo, con suma atención hacia sus notas de clase.

"¿No me dirás que te gusta el rarito?"

Todas mis amigas hicieron la misma pregunta, todas usaban la misma etiqueta... "rarito".

En mi papel, escribí a la perfección que algún día alguien llegaría a mi vida y lo amaría con todas mis fuerzas, pero no planeé ser yo quien encontrara a esa persona.

En aquel entonces, mi mente, durante varias semanas, dio vueltas, debido a mi timidez no me decidía a acercarme al joven, tanta era la misma que, en cuanto una clase terminó, junté todos mis cuadernos con prisa al igual que mis útiles y salí con rapidez del salón para así llegar rápido a la salida, pero esto fue inútil, estaba tan concentrada en no encontrármelo, observando todo mi alrededor sin prestar atención adelante, claramente mis cuadernos cayendo hacia el suelo fue lo que hizo hacerme notar mi poca atención.

"No hay nada por lo que debas disculparte." Me dijo una voz que nunca había escuchado.

Era ese joven, finalmente podía verlo de cerca sin que este se ocultara, la imagen de su rostro ante mis ojos provocó que mis latidos se aceleraran, más que sentir aquellos comentarios repugnantes que compañeros balbuceaban, todo lo que sentí fue mi mundo volverse pequeño, el mundo solo era un espacio para nosotros en aquel instante.

Casualmente, me presenté a él mientras que analizaba cada detalle del rostro que, desde que había iniciado la carrera quería ver, un color gris rodeaba la córnea e iris del ojo izquierdo de él, no por ese motivo lo consideré raro, al contrario, todo lo que veía era un hombre hermoso.

Debido a un halago que se escapó de mi boca, el chico, de nombre Dongwook, sonrió como jamás lo había visto, una sonrisa que, al igual que tristeza, reflejaba mucho sufrimiento oculto, pero aún así, ante mis ojos, era la más bella de todas.

No podía creerlo, el tiempo avanzaba y todo salía tal y como lo había escrito, pues después de un largo tiempo, Dongwook y yo finalmente nos hicimos pareja, sí... antes de estar con tu padre hubo alguien que movió mi mundo por un instante, pero no todo lo escrito está destinado a cumplirse y eso fue lo que jamás tuve en cuenta: mi posición social y económica.

Desafortunadamente, él y yo pertenecíamos a dos mundos completamente distintos, pues, Dongwook debía hacer su mayor esfuerzo para ayudar a su familia a vivir, en cambio, yo no debía preocuparme por esas cosas, debido a que a mi familia, al ser bastante adinerada, no le era necesario... y fue justamente eso, lo que logró separarnos.

"Lee Jihoon, tendrás una cita a ciegas con él y no aceptaré un no como respuesta."

"Pero padre, Jihoon es una mala persona, tú mismo lo has dicho varias veces, se aprovecha de las personas y tiene problemas de ira"

No importaron sus palabras, nada de lo que dijo importó, ya que fui obligada a hacer todo lo que mi padre dijo; terminar mi relación con Dongwook y aceptar la mano de Jihoon para limpiar su nombre bajo el apellido Park, todo un acuerdo entre familias, por supuesto.

No podía ser posible, todo lo que escribí, de a poco, parecía estar borrándose sin que fuera capaz de rearmar mis planes como lo había hecho desde un principio. El mismo tiempo avanzaba y consigo perdí a Dongwook, pero al menos la vida la recompensó con un pequeño que, pese a que ese no estaba en mis planes, fue la luz que apagó toda la oscuridad que había en mi vida desde que fui obligada a terminar mi relación con Dongwook y a no verlo nunca más.

Park Jimin, mi pequeño, eres todo lo que importa en mi mundo y, como sea, debo protegerte de un monstruo como Jihoon, incluso si no estoy presente en tu vida.

Ten por seguro, siempre fuiste más fuerte que yo, busqué refugio en ti cuando tú me protegías a mí, eras mi escape de aquella vida que no quería tener, de ese esposo que me trataba como si fuera basura, de esa casa en la que no quería vivir, de todos mis planes hechos polvo, Jimin... fuiste capaz de ayudarme a olvidar que no estaba viviendo la vida que quería, siempre con tu bella sonrisa calmaste mis días tristes.

Cuando no lograbas aprobar un examen y Jihoon gritaba las peores cosas que un padre podría decir a su hijo, sostuve tu mano para hacerte saber que una baja calificación no sería el fin del mundo.

¿Lo recuerdas, no es así?

"Vamos, Mimi, mi pequeño puede con todo lo que se le atraviese en el camino porque es un luchador ¡El gran y fiel seguidor de Spider-Man!"

Aunque no me veas, siempre estaré ahí para sostener tu mano y hacerte saber que no estás solo. No cometas los mismos errores que tu madre, Jiminnie, dedícate a aquello que te apasiona, ama a la persona que provoca que tu corazón se vuelva loco de amor, simplemente vive tu propia vida, pues, al final del día, tú eres quien tomará su papel y lápiz y decidirá quién quiere ser a futuro, no venimos al mundo a complacer a los demás, sino a nosotros mismos.

Mamá siempre te amará, gracias por darme un motivo para seguir en este mundo por un tiempo.

Las palabras que había leído la noche anterior, en la carta que su madre dejó en su testamento, aún se mantenían en la mente de Jimin, pese a que se encontraba dormido, pero no sentía tristeza al respecto, por el contrario.

Desde que su madre había fallecido sentía que tenía la obligación de ser la persona que su padre quería, quizás... si era como su padre siempre anheló, lo querría y obtendría su aceptación por la que tanto luchó, aunque ¿De qué servía fingir ser alguien que no es con tal de recibir un poco de afecto de una persona que nunca lo demostró, pese a todos los intentos de Jimin?

Jimin, múltiples veces, escuchó que un hijo, con tan solo ser una buena persona, es suficiente para tener el afecto de sus progenitores, pues se supone que estos amarán al primero con todas sus fuerzas y lo apoyarán siempre ya que sus gustos no lo hacen peor o mejor persona, pero, como es dicho "se supone", ya que para él esto no fue de esa forma.

Jimin abrió sus ojos totalmente resignado en lo que respecta a Jihoon, de a poco, aquella batalla sin fin que habitó durante años en su mente llegaría a su fin y este sería el día en el que se dignaría a comenzarlo por su cuenta, ya no desperdiciaría más el tiempo en intentar ser alguien que no es, sino en, a medida que el tiempo avance, ser más auténtico.

Hay personas que, por mucho que uno se esfuerce e, incluso, intente cambiar para agradarle, seguirá siendo igual, por lo tanto, siquiera seguirlo intentando no vale la pena, así que, posterior a darse un baño y colocarse el uniforme escolar, no mostró preocupación en colocarse algo de maquillaje en su rostro, bastante sutil debido a las normas de la institución. Extrañamente, se sintió mejor realizar su rutina de ese modo, en lugar de pensar que debía acudir a las prácticas de fútbol.

No recordaba cuándo había sido la última vez que había sonreído de esa forma, pues esto solo ocurría cuando Jungkook se encuentra con él, había olvidado lo que era una sonrisa auténtica gracias a una acción que él mismo hizo, sus acciones no eran justamente las mejores hace unos meses atrás, estas, por el contrario, generaban un amargor en él.

Salió de la habitación dirigiéndose hacia el comedor, encontrándose con el desayuno que Suzzy había preparado.

—Buenos días, Suzzy ¿Cómo es que lograste conseguir tanta comida? ¿Y todo está tan limpio?

—No te preocupes por eso y come querido, mejor hablemos de algo que sí realmente es importante ¿Cómo te está yendo en la escuela? —Jimin, por poco, se atora con sus cereales debido a la pregunta de Suzzy, no es como si no estuviera estudiando. pero...

—No tengo problemas, afortunadamente, aunque química no es mi fuerte, a Jungkook no le cuesta en lo absoluto, a veces me sorprende lo inteligente que resulta ser... pero ya sabes, siempre he tenido problemas con esa materia en particular. A veces sospecho que la profesora no quiere aprobarme porque nunca le hice caso en no escuchar música en sus clases. —La mujer tomó asiento al lado de Jimin, algo pensativa... quizás demasiado para Jimin, pues cuando Suzzy piensa, rara vez se equivoca bajo su lógica.

—¿Y por qué no le pides a Jungkook que te ayude?

—Es que... me da vergüenza decir que algo me cuesta, es decir, siempre me esfuerzo para entender las materias y con las demás todo va perfecto, pero ¡No sé por qué química me cuesta tanto y odio admitirlo!

—¡Querido! ¡No deberías sentir vergüenza por algo como tal! Somos humanos, no máquinas que saben hacer todo a la perfección, dime ¿Tienes examen de química?

—Tengo uno la próxima semana... no sé qué demonios haré.

—Perfecto, pídele a Jungkook que te ayude, aparte no tendrá problema alguno en ayudarte, ya verás... niño, nada malo ocurrirá si no pasas un examen, relájate ¿Sí? Que el pasado no sea un peso en tu presente, lo que pasó ya pasó, sabes que yo no te diré nada en lo absoluto, como mucho te diré que intentes hacerlo mejor la próxima, pero no te castigues así ¿Me lo prometes?

—Lo intentaré, Suzzy, lo haré... hm ¿Inicié la conversación hablando de Jungkook, no es así?

—Incluso hablando de una materia de la escuela te acuerdas de él.

—Vaya... —Las mejillas, levemente sonrojadas del jovencito, delatan el afecto que siente hacia Jungkook y aquella sonrisa llena de vida... unas leves risitas se escapan de Jimin ante la imagen de Jungkook en su mente. Definitivamente y sin dudas al respecto, cada día sus sentimientos por él se hacían más fuertes.

No resultaba ser una mala idea pedirle a Jungkook que lo ayude, pues, al final del día, no solo es su "amigo", sino que también un compañero de escuela con el que puede contar.

—Come, te ves guapo hoy, iré a ordenar tu habitación.

—Gracias, Suzzy, por todo... pero no te exijas demasiado, yo no soy como Jihoon, asegúrate de descansar.

Suzzy no podía evitar ver en Jimin al hijo que nunca pudo tener, tal es que incluso sintió que lo crió junto a su madre. Todo en ella desbordaba orgullo al ver el hombre en el que Jimin se estaba convirtiendo.

Jungkook oía las risas de Yoongi y Taehyung a su lado, le parecía increíble haber, en tan solo un par de meses, conseguido a dos amigos increíbles, saber que puede contar con cualquiera de ellos dos y viceversa genera una sensación de conforte inmensa en él, sumado a que Eunwoo, y su manada incluida, no se encontraban en los alrededores del patio... saber que no sufriría debido a ellos, lo relajaba.

Pero más lo relajaba saber que existen personas capaces de comprender sus errores, una que está en ese grupo, Jimin, alguien que jamás creyó que sería capaz de cambiar... alguien que nunca creyó que le daría una oportunidad de demostrarle cómo es realmente y es que, al pensar en él, automáticamente su corazón comienza a acelerarse, sabe que una sonrisa se formó en su rostro, pues eso es Jimin para él, una inmensa felicidad.

Repentinamente, siente algo frío rozar su mejilla, motivo por el que se sobresalta.

—¿¡Qué fue eso!? —En cuanto observa a sus amigos, puede ver a estos reír frenéticamente, Taehyung tenía su sorbete lleno de agua, mismo que sopló a Jungkook y... pues, mojó su mejilla y parte de su camisa.

—De puro milagro llegamos antes de que la clase iniciara, así que debo distraerme de alguna manera y algo que es demasiado obvio... ¡ESTÁS EN LAS NUBES, JUNGKOOK! —El mencionado, algo desganado, se limpió su mejilla con su mano y, en respuesta a Taehyung, le quitó el sorbete, acción que causó que Yoongi comenzara a reír con más fuerzas.

—¿Y por qué no lo molestas a Yoongi, en vez de a mí? Míralo, está riéndose como un desquiciado, no le vendría mal toda la botella de agua fría en la cabeza.

—Porque yo no soy el que está en Jiminlandia, estúpido. —Yoongi había percibido esa característica distracción en Jungkook desde que llegaron al patio, un tanto obvio desde su perspectiva ya que el joven no deja de sonreír y sonrojarse, según Yoongi, a veces le parece demasiado cursi que Jungkook tape su rostro al sonrojarse.

En cuanto fueron las pruebas para entrar al equipo de fútbol lo supo, algo como lo que ellos tienen es bastante incierto, el lenguaje corporal de ambos habla por sí solo; la forma en que se aferran al otro es como si no quisieran soltarse, pero sabían que debían hacerlo ya que tenían demasiados asuntos los cuales solucionar, aún así, ambos ya se dieron cuenta de que sienten lo mismo, claro está, pero no han dado otro paso.

—Hmm, ya verán ustedes dos, los acusaré con Jimin, traidores.

—Vaya, no pasaron ni cinco minutos de que estamos aquí y ya hablas de él ¿Acaso cupido finalmente te flechó, Jungkook?

Pese a que Jungkook no quería apurarse con Jimin, era inevitable ignorar sus sentimientos hacia él, pues, cada mínima cosa que realiza en el día le recuerda a él, ya sea un juego, una película de Marvel o, inclusive, la música.

Park Jimin vive tan hermosamente dentro de su mente y vida.

—Eso parece, Tae.

— ¿Y por qué no das otro paso, Jungkook? ¿Qué es lo que te preocupa al dar este paso?

—Es simple, Yoongi, está pasando por tantos cambios que, no tengo dudas, que su mente debe ser una batalla naval... Jimin tiene una peculiar especialidad en ocultar cuando se siente triste y lo sabemos muy bien, no quiero darle algo más de lo que tenga que pensar. Cuando tengamos que dar el siguiente paso, solo quiero que sea cuando él quiera y se sienta listo al igual que yo... y, siendo sincero, me gusta que las cosas sean así, cada día conozco más sobre él y todo es tan natural que, lo que vivimos en el pasado, es como si no hubiera existido.

—Trabajar en uno mismo para poder estar con el otro... "si no consigues amarte a ti mismo entonces no podrás amar a otro"... son más maduros de lo que creí. —Yoongi observaba el cielo pretendiendo ser algo poeta en sus palabras, tarea imposible de lograr con las risas de Taehyung.

—¡Oye!

—¿Qué? No es una burla, hablo en serio. Recuerda a Jimin hace unos meses atrás, era un completo inmaduro, pero fue capaz de hacer de lado las expectativas que quería cumplir y, de a poco, está convirtiéndose en un chico bastante amable. Honestamente, nunca creí que lo vería actuar como es a día de hoy... siempre me pareció una persona demasiado infantil, pero parece que hay personas que sí aprenden de sus errores antes de que sea muy tarde. —Yoongi, al pronunciar sus palabras, sintió algo de nostalgia debido a su grupo de amigos, pues, muy en el fondo, él esperaba que estos se arrepintieran de sus actos y se disculparan con él, pero esto jamás ocurrió, por lo tanto, en esa desilusión que se formó, Jimin se convirtió en su única esperanza de que no todas las personas son iguales.

—¡Oigan! ¿De qué me perdí?

Jungkook, por poco, sentía que empezarían a entrarle moscas en su boca debido a la impresión de lo que sus ojos estaban viendo, Jimin, de por sí,  siempre fue un chico bastante atractivo ante sus ojos, pero este día en particular se encontraba reluciente, sus cabellos negros azabaches perfectamente peinados, el uniforme sin una sola arruga, al igual que su corbata anudada... y, lo más importante, no llevaba sus auriculares puestos.

No estaba escondiéndose de su alrededor con música, estaba en tierra firme.

—¡Jimin, finalmente llegaste! —El mencionado se sorprende ante el repentino abrazo de Taehyung, con gusto lo recibe, claro está. —Jimin, ¿cuándo jugaremos en línea de nuevo?

—¿En línea? —Repitió Jungkook, algo intrigado en lo que respecta a la amistad de Taehyung y Jimin.

—¡Sí, este chico de aquí y yo jugamos en línea Resident Evil 5 desde la computadora de Yoongi! A que no sabes, Jungkook estuvo amenazándome con delatarte contigo.

—¡No le hagas caso, Jimin! ¡Estuvo molestándome todo el rato! —Jimin no hacía más que reír, dos amigos que hacían bromas como un par de hermanos peleándose por un dulce, hasta que, el mayor de ellos, decide intervenir.

—¡Osito! ¿Me acompañas a buscar algo a la biblioteca?

—¡Sí, señor! —Taehyung, automáticamente, comenzó a seguir a Yoongi, como si el apodo que este le dio se volvió una especie de debilidad para él y es que, así lo era, pese a que ambos continuaban evitándose imágenes tipo "shitpost" a modo de coqueteo, tenían en claro que sentían lo mismo, era nada más cuestión de tiempo para que otro diera otro paso y es que, tanto Yoongi como Taehyung, despertaron sentimientos en el otro que nunca creyeron que sentirían por alguien, uno tal como el amor, aquel sentimiento.

Una vez sus amigos abandonaron el patio, Jungkook, desde la banca, se dedicó a observar la sonrisa de Jimin, tan bella que sería capaz de quedarse allí sentado y pasarse el resto del día admirándola.

—¿Qué tipo de sonrisa es esa?

—¿Cuál sonrisa? —Preguntó Jimin sentándose al lado de Jungkook con bastante cercanía, lo suficiente para que sus brazos se rozaran, una vez que el primero tomó asiento. Jimin le devolvió otra sonrisa a Jungkook, aunque no fue intencional, simplemente, con tan solo verlo, sonrió.

—Hmmm, justamente esa.

—¡Es que estoy feliz, Jungkookie!

—Me alegra saber que te sientes feliz, Jimin-ssi.

Fueron un par de segundos en los que ambos permanecieron observándose el uno al otro sin pronunciar ninguna palabra, únicamente sentían la brisa del viento golpear en sus rostros, sus ojos mirándose con el mismo cariño y sus corazones latiendo ante un mismo sentimiento.

Sus rostros, lentamente, comenzaron a acercarse, sus labios, tal como imanes, se atraían y fue así que se unieron en un tierno beso, pero Jimin permanecía sonriente inclusive en ese momento, por lo que contagió a Jungkook y ambos comenzaron a reír mientras sus labios aún estaban en contacto.

Muy poco importaron sus compañeros alrededor del patio que, posiblemente, ya habrían empezado a hablar respecto a lo que ocurría entre ellos, muy poco importaba lo que estos dijeran... nada importaba, pues ninguno necesitaba opiniones de compañeros cuando tenían lo que necesitaban frente al otro.

Su burbuja de amor se vio interrumpida debido al timbre anunciando el inicio de la clase, ambos, por lo tanto, se dirigen al salón correspondiente y, sin dudarlo, deciden tomar asiento al lado del otro.

Jimin dejó a descubrir un suspiro ante la espera de la profesora, pues esta se encontraba bastante entretenida conversando con la directora, por lo tanto, el aburrimiento comenzó a frustrarlo mientras que sacudía un lápiz que había tomado con anterioridad.

Segundos después, su mirada se dirige hacia Jungkook, quien estaba ordenando el espacio en su pupitre, su mirada se dirigió hacia el tatuaje de Jungkook en la zona del cuello. Últimamente, se distraía demasiado con el mismo, por lo tanto, toda su atención se va allí al igual que a la notoria suavidad de la piel en la zona dicha.

—Oye, Jungkook ¿Puedo pedirte un favor?

—Lo que sea, dime.

—Es que... últimamente he estado teniendo muchos problemas con química y... quería saber si tú podías ayudarme.

—Por supuesto, Jimin-ssi, en una semana puedo ayudarte a que te sientas preparado a tiempo, aunque... quizás las cosas no hubieran sido igual si me decías esto un día antes del examen.

—Gracias, de verdad, realmente no he podido ponerme al día con esa materia desde que las clases iniciaron.

—¿Nos vemos en mi casa luego de clases o-

—Oh no te preocupes, iremos a la mía.

—¿Pero tu papá no dirá algo?

—No te preocupes por eso, iremos a la mía.

Jungkook, algo extrañado, aceptó la propuesta de Jimin, aunque, ninguno de los dos prestó mucha atención a la clase de química teniéndose al lado.



🌟


Dato random, cuando estaba escribiendo el beso estaba escuchando "Apocalypse" de Cigarretes After Sex y justo sonó la parte de "your lips, my lips apocalypssee" 😭😭
Literal me ayudó a darme una imagen mental hermosa de ellos.

La mamá de Jimin pasó por tanto, necesito abrazarla 🫂

Finalmente ya no nos queda nada para que todos sean felices después de tanto que pasaron.

Nos vemos en la próxima actualización, que, quizás, sea dentro de muy poquito💕

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