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🖤ℙ𝕣ó𝕝𝕠𝕘𝕠🖤

Jungkook corría desesperadamente a través de los pasillos del instituto mientras que era perseguido por un grupo de chicos de otro curso.

Probablemente, no había sido buena idea cruzar cerca de donde estos chicos se encontraban, pero era tarde para arrepentimientos. Por mucho que intentara mover sus piernas de la manera más rápida posible, lo superaban en número, era cuestión de tiempo para que lo alcanzaran.

¿Acaso tenían exclusividad? ¿Por qué no podía pasar cerca de aquellos chicos? Simple, los mencionados se creían los dueños del instituto y superiores al resto en todo sentido.

Jungkook, pese a que practicaba taekwondo en aquel entonces, no era una persona que optara por pagar con la misma moneda. Si bien, podría defenderse y tirar a cualquiera de esos chicos al suelo de un solo movimiento, no quería problemas.

Posteriormente, sintió como su brazo fue jalado de una manera bruta y con bastante fuerza, momento en el que otros tres chicos frenaron posicionándose detrás de quien había tomado su brazo para evitar que escapara.

Se trataba de un chico unos centímetros más alto que él, sus cabellos castaños acompañaban su rostro perfectamente, podría considerarse un tanto atractivo para sus quince años de edad, pero bastante idiota y agrandado, aunque Jungkook no se lo diría, por supuesto, no quería su rostro moreteado... no otra vez.

—¿Qué quieres ahora, Eunwoo? —preguntó Jungkook con cierta impaciencia.

—Me puedes explicar ¿Qué hacías pasando por ahí? ¿Tanta es tu necesidad de ser popular que quieres ser amigo nuestro? —respondió Eunwoo de manera desafiante.

—¡Simplemente pasaba y ya! A mí no me interesa pertenecer en la misma basura que ustedes —respondió Jungkook alzando su voz.

—¿De verdad te atreves a gritarle a Eunwoo, Jungkook? —preguntó uno de los chicos que se encontraba bloqueando el paso, Kim Jong-in.

¿Qué sentido era tener "amigos" los cuales le temían? Jungkook no lograba entenderlo, parecía que el mismísimo grupo de amigos de Eunwoo le temía más al chico de lo que podría Jungkook temerle, sino no tendría sentido aquella respuesta, pues como se sabe, en una amistad uno da todo de sí sin esperar nada a cambio más que respeto y compañía, nadie tiene motivo alguno para generar pánico o terror al otro para lograr tener un amigo, pues con un simple "estaré ahí para ti" es suficiente.

Jungkook no tenía escape alguno, los otros tres chicos: Jong-In, Chanyeol y Lucas lo rodearon logrando así que Eunwoo y el azabache se observaran el uno al otro de frente, aunque quisiera correr eran cuatro contra uno, lo perseguirían hasta que se cansara y, desafortunadamente, esto no tardaría mucho en ocurrir, debido a que el tiempo que llevaba huyendo de aquellos chicos había sido suficiente para que no tuviera las energías necesarias para seguir corriendo.

Un empujón fue suficiente para provocar que cayera al piso, las risas no tardaron en llegar, por lo tanto, no le quedó opción más que cerrar sus ojos y esperar aquel puño, el cual llegaría en cualquier momento a su rostro como siempre, pero este nunca llegó.

—¿Pero qué...? —Los tres chicos que lo rodeaban estaban agonizando en el piso, sosteniendo su zona baja mientras se retorcían de dolor, y, por otro lado, un chico de cabellos negros sostenía, ejerciendo algo de presión, el puño de Eunwoo.

—¿No crees que ya es suficiente?

—Ja, chico nuevo. ¿Tú te atreves a decirme cuándo es suficiente o no lo que este engendro debe recibir? —Eunwoo respondió con enojo hacia el joven, el cual era más bajo que todo el grupo de amigos de Eunwoo y el mencionado. Su piel era similar a la porcelana; incluso a un par de centímetros de distancia, podía notarse la suavidad de la misma. Sus ojos eran de color avellana y estaban acompañados de una mirada bastante seria.

De un momento a otro, Eunwoo se encontraba en el piso lamentándose, luego de sentir un fuerte puño estampándose contra su rostro. Acto seguido, los cuatro chicos se retiraron rápidamente.

Jungkook se encontraba inmóvil en su lugar, estaba bastante sorprendido, a decir verdad. ¿Cómo ese chico había sido capaz de enfrentar a Eunwoo? Nadie se atrevía a hacerlo; era muy temido en los pasillos del instituto desde hace mucho tiempo. La regla era simple: si te enfrentabas a Eunwoo, eras hombre muerto.

Y parecía que a ese chico no le importaba.

Una vez que sus miradas se cruzaron, fueron unos segundos suficientes en los que Jungkook sintió todo su alrededor desaparecer. Este jamás había creído en el amor a primera vista, pero por primera vez, fue capaz de creer todo lo que se decía del mismo. Por supuesto, nadie cree en el amor a primera vista hasta que se ve reflejado en la mirada correcta. Jungkook no creía en el amor a primera vista, no hasta que lo vio a él.

—¿Estás bien, anteojitos? — Rompió el silencio aquel chico extendiéndole su mano a Jungkook, ayudándolo a levantarse del frío suelo.

—Y-yo... ¡S-sí! Estoy bien, de verdad. Gracias por e-eso. —Mientras Jungkook respondía levantándose del suelo, la mirada del chico había cambiado bastante en un corto lapso de tiempo. Anteriormente, era bastante serio, hasta el punto de que llegaba a darle algo de miedo, pero luego de que esos chicos abandonaron el lugar, su mirada era bastante tierna. Parecía el típico chico que no rompería un vaso, aunque no le llevaría mucho tiempo darse cuenta de que esto no era así.

—Mi nombre es Park Jimin, tú eres Jungkook ¿verdad? Escuché que uno de ellos te llamó así. —Preguntó Jimin, extendiendo su mano hacia el menor para presentarse.

Jimin no podía creer lo que acababa de hacer. Estaba ayudando a un chico que parecía perdido en el pasillo de la escuela, pero en el momento en que su mano tocó la del desconocido, sintió un cosquilleo en todo su cuerpo. Sus manos se estrecharon por unos segundos, pero fue suficiente para que Jimin sintiera como si el tiempo se hubiera detenido. Miró a los ojos del chico, llamado Jungkook, y por un momento sintió que estaba perdiéndose en el profundo abismo de su mirada.

Cuando su voz resonó en sus oídos, Jimin se dio cuenta de que estaba perdido en sus pensamientos.

—Jeon Jungkook, es un placer conocerte Jimin... un verdadero placer. —dijo el chico con una sonrisa amable en su rostro.

Los dos jóvenes se mantuvieron observándose por unos segundos eternos, mientras sus manos seguían estrechadas. Jimin podía sentir su corazón latir con fuerza en su pecho, y supo que era peligroso dejarse llevar por aquellos sentimientos. Se dio cuenta de que estaba perdiendo el control y que sus emociones estaban a punto de salir a la superficie.

Fue entonces cuando una voz en su cabeza le recordó lo mal que estaba lo que había hecho, advirtiéndole sobre lo acelerados que eran los latidos de su corazón al sentir el tacto de Jungkook. Jimin sabía que tenía que poner distancia entre ellos y alejarse antes de que fuera demasiado tarde.

—Aaaaam yo, debería irme —Jimin soltó la mano de Jungkook rápidamente y desapareció del pasillo a pasos rápidos.

Mientras se alejaba, Jimin se dio cuenta de que no podía dejar de pensar en el chico de anteojos negros. Había algo en él que lo atraía y que lo hacía sentir como si estuviera perdiendo la cabeza. Pero sabía que era peligroso dejarse llevar por aquellos sentimientos. No podía permitirse que alguien que acababa de conocer despertara algo en él, y mucho menos de alguien que podría poner en peligro todo lo que había luchado por ocultar durante tanto tiempo.

Finalmente, Jimin se dio cuenta de que el chico de anteojos negros era una verdadera distracción para él, y que necesitaba concentrarse en otras cosas. Aunque no podía negar que había algo en Jungkook que lo atraía, no estaba seguro de qué era ni de cómo lidiar con ello. Ese día, Jimin se mantuvo ocupado tratando de no pensar en el chico de anteojos negros que había conocido. Pero no importaba cuánto lo intentara, no podía sacarlo de su mente. ¿Por qué lo había afectado tanto ese encuentro? Se sentía confundido y no sabía cómo manejar esas emociones contradictorias.

Pese a que se sintió un poco abrumado por los sentimientos que surgieron en su interior al conocer a Jungkook, no pudo evitar sentir que el chico de anteojos negros sería una presencia constante en su vida. Tal vez una molestia a veces, pero también una persona importante en su futuro.

🌟



Nueva historia para ustedes, yo la tengo en borradores hace casi un año 😫

Also empecé la uni así que quiero ir publicando de a poco todo lo que tengo en borradores para no tener tantas historias pendientes *soy muy colgada lo sé*

En fin, no más dejo unas palabras cortitas y muy importantes... esta historia PARA NADA pretende romantizar el bullying, acá no hacemos eso damas y caballeros, sino mostrar las consecuencias negativas que este puede traer para ambas partes, la víctima y el bully, siendo que el bully termina por ser una persona detestable para cualquiera de su entorno y, la víctima, debe afrontar múltiples traumas e inseguridades. Hago hincapié en que al principio no hay bandos, sino adolescentes que aprenden de sus actos, puesto que los personajes tienen la oportunidad de crecer y cambiar a medida que se desarrolla la historia.

Aun asi, la idea de que algunos personajes tienen historias detrás de sus comportamientos o pensamientos, pero que esto no los justifica ni los defiende, también es importante para evitar caer en la trampa de excusar el bullying por circunstancias externas.

La empatía y la compasión son valores importantes que deben ser practicados en cualquier situación. En esta historia, no se trata de justificar ni romantizar el bullying, sino de mostrar sus consecuencias negativas para todas las personas involucradas. En lugar de juzgar y condenar a los perpetradores, es importante tratar de entender las razones detrás de su comportamiento y tratar de ayudarlos a cambiar, sin embargo, es importante destacar que no todas las personas están dispuestas a cambiar, incluso cuando se les brinda la oportunidad. En estos casos, es necesario establecer límites y proteger a la víctima.

La empatía y la compasión no deben ser malinterpretadas como una justificación para tolerar el comportamiento abusivo de otros. En cambio, deben ser utilizadas para fomentar un ambiente de respeto y apoyo, donde todas las personas se sientan seguras y valoradas.

Al mismo tiempo, también es crucial apoyar a las víctimas y brindarles el apoyo emocional y psicológico que necesitan para sanar y superar los traumas que han sufrido💕

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