08
Narrador omnisciente:
Al lado de Nunca más, había un pequeño pueblo llamado Jericó, en el que vivía gente ''normal''. Había muchas cosas que separaban a la academia de el pequeño pueblo, pero solo una que lo hacía físicamente: El bosque.
Ese bosque, que aunque todos temían, se morían por explorar, era el motivo de muchas muertes a lo largo de el año. Pero este año, habían aumentado, y aunque el Sheriff Galpin, no estaba seguro realmente, se convenció de que la escuela de Nunca más, tenía la culpa.
Esa tarde lluviosa, Galpin, y una de las muchas policías del condado, se habían aventurado hacía el bosque para buscar el cuerpo de un turista al que habían dado por desaparecido, y buscar las pruebas del presunto asesino.
—¿Dónde está el resto?— Preguntó el Sheriff serio mientras examinaba una parte del cadáver y se incorporaba para ponerse de pie.
—Pues el torso y un brazo está ahí— Dijo la policía señalando hacía el lugar donde se encontraban las dichas partes del cuerpo—. Ahí hay un brazo y una pierna— Esta vez se giró para señalar dos extremidades que estaban enganchadas en un árbol— Y lo demás no se sabe.
—Sé que tiene algo que ver con esa maldita academia— Declaró Donovan mientras miraba hacía un claro del bosque por donde se podía ver las altas torres de la escuela. Luego se volvió a girar para dedicarle una mirada a la policía, pero la apartó rápidamente, ya que esta creía que se estaba volviendo loco por la academia. Pero a este no le importaba, lo único que quería era librarse de esa dichosa escuela, y poner a su hijo, Tyler, a salvo— Y lo voy a demostrar, nuestros hijos no están a salvo con esa Academia, maldita sea.
—Y mientras tanto, ¿Qué le digo a la prensa?— La policía ya estaba bastante cansada de oír al Sheriff hablar siempre de lo mismo, pero también compartía su opinión, en esa escuela había algo raro.
—Diles que el oso ha vuelto.
—Pero...no lo creerán.
—Diles que el maldito oso ha vuelto, joder— Galpin, ya cansado de revisar las mismas pruebas de siempre, echó a andar hacia el coche de policía, con expresión seria.
Algo había matado a ese turista , pensó el Sheriff, y no ha sido un humano.
Estaba casi seguro de eso. Casi. Cuando pensó en eso, un escalofrío le recorrió todo el cuerpo. Dejo de pensar mientras conducía por ese camino lluvioso. En Jericó llovía mucho, pensó. Y así consiguió librarse de los otros pensamientos durante un rato.
No todo se centraba en la extraña academia de Nunca más. Aunque allí estuvieran los monstruos y marginados, como solía decir la gente, al final, de lo que había que tener miedo, era de las personas reales. Esos son los verdaderos monstruos.
Narra ________:
Después de todo el día conociendo a algunos profesores, y hablando con algunos alumnos de la escuela, mi prima y yo habíamos decidido ir a la habitación, y descansar un poco. Parecía que no, pero había sido un día agotador . Me tumbé en la cama, dispuesta a estar tranquila, pero oí un ruido, así que levante la vista a ver que pasada. Wednesday, se encontraba quitando unos cuantos papeles de la gran ventana de la habitación, para así dividirla por la mitad.
—¿ Porqué haces eso?— Pregunté.
— _______, es demasiado...— Mi prima estaba intentando encontrar la palabra perfecta—... colorido, ¿No lo ves?— Contestó ella sin levantar la vista de lo que estaba haciendo.
—Bueno...
—¡¿Qué haces?!— Exclamó Enid al entrar en la habitación y ver lo que estaba haciendo la de trenzas.
—Separarlo, parece que un unicornio vomitó ahí— Dijo Wednesday mirando con asco hacía la parte de la rubia.
—No es verdad, es bonito.
—Lo que tu digas— Soltó mi prima seria.
Como no quería escuchar discutir a las chicas, se puso sus cascos con la música un poco alta. Pero a paré ya que la loba empezó a bailar. Y esto, claro, a Wednesday le molestó.
—Para esa maldita música por dios— Mi prima parecía molesta. Normal, quien no lo estaría con esa música pop insufrible.
—¿Por qué? Es buena música— Al oír eso, no pude evitar intervenir en la conversación.
—Lana del rey es buena música— Las dos me miraron cuando dije eso. De pronto, la puerta se abrió, pero no lo oí, así que seguí hablando con Enid y con Wednesday. Pero ellas me miraban raro— ¿Qué pasa? ¿Tengo monos en la cara o qué?
—Buenas noches chicas— Joder, que susto. Me sobresalté, y rápido entendí por que me miraban con esa cara. Una profesora pelirroja, con gafas y botas rojas altas, se había presentando en nuestra habitación, y sin avisar. ¿Esta gente no tenía modales, o que?
Continuará...
Antes de todo, lo siento por no haber actualizado antes, tenía este capítulo escrito en word, pero no lo encontraba :(
Espero que os haya gustado <33
Intentaré actualizar más a menudo, ya que acabe los exámenes.
Byee :)
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