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Capítulo 16

La temperatura de Heeseung estaba disminuyendo, el fuerte calor del día comenzaba a generar una reacción química con la sangre que él tenía, algo que no era de su conocimiento aún. Mientras tanto, Jungwon solo podía observar desde el quinto piso en su habitación como el chico iba a su propia muerte sin darse cuenta. Estaba seguro de que sí hacia algo para ayudarlo, era su muerte segura también, no debía intervenir, aún no era el momento.

La prueba dio incio. Los primeros dúos en escalar habían fracasado, con solo 2 metros de altura muchos de ellos cayeron al pasto, provocando en algunos lesiones, mientras que otros aterrizaban con buena técnica. Sunghoon, acompañado de Jay esperaban su turno pacientemente, aunque el primero era el que más asustado estaba. Vio de reojo a su mejor amigo, quien al parecer estaba sumergido en sus propios pensamientos. Seguía preocupado por él, y comenzaba a darse cuenta de que ese lugar no era lo mejor para ambos.

—¿En qué piensas? —le preguntó Jay, al verlo distante.

—No es nada —respondió con rapidez.

—Enfocado —le recordó.

Sunghoon hizo caso a sus palabras y se preparó mentalmente para lo que estaba por hacer. Reconocía que no tenía el mejor físico para eso, pero tenía que esforzarse, además de que con los trucos que Jay le había comentado, podría hacerlo con más facilidad. Comenzó a calentar sus muñecas, ya solo faltaban dos equipos para su turno.

Heeseung por su parte sentía un cansancio excesivo, aseguró que el sol no le hacía ningún efecto, pero Niki no era un tonto, había algo en su compañero-rival que él desconocía, y no estaba dispuesto a dejarse ganar por una simple ventaja. Dejó al chico un momento, mientras continuaba hablando con sus amigos.

Los minutos pasaban en el campo, y el sol se posicionaba en el centro, lo que indicaba mayor nivel en la temperatura del ambiente. Los chicos hacían su máximo esfuerzo por superar esa prueba, pero no lograban completarla. El penúltimo dúo que llegó hasta 3 metros y medio, cayó al vacío luego de un pequeño error en uno de ellos, algo de lo que Sunghoon debía tener cuidado, luego de ver como uno de esos chicos terminó con el tobillo dislocado.

Llegó su turno.

Al llegar a la barrera, vio la gran altura que estaba frente a él, si alcanzaba la cima sería una victoria para él y Jay, pero también afectaría a su mejor amigo, a quien veía en un estado muy apagado. Tomó los guantes de protección, y antes de comenzar a escalar, vio a Heeseung. Algo no estaba bien, comenzó a preocuparse y quiso ir hacia él, pero una voz lo detuvo.

—Hey, ¿listo? —era Jay, quien tenía una mirada muy demandante hacia él.

Sunghoon giró a ver a su amigo una vez más, y con el rostro afligido, asintió. Quería terminar con esto de inmediato.

Los hombre de negro dieron inició a su prueba, y rápidamente fue Jay quien tomó la iniciativa, seguido de Sunghoon quien seguía sus pasos, tal y como habían planeado. Todos tenían sus ojos puestos en ellos, incluyendo a Heeseung, ver a su amigo en un lugar así, asiendo tal locura, fue algo de lo que está tan arrepentido. Temía que un mal paso, logré dañarlo, no se lo perdonaría.

El dúo ya había llegado a los 3 metros de altura, faltaba poco. Sunghoon comenzó a sentir fatiga en los músculos de sus brazos, pero seguía con paso firme, escuchando el aliento de Jay, algo que le sorprendió. Avanzaron medio metro más y sólo tenían que pasar la parte más inclinada del monte.

Los silbidos de los chicos no tardaron en escucharse cuando Jay fue el primero en llegar a la cima, Sunghoon estaba a un pie, pero este resbaló, provocando un corte en su rodilla derecha. Heeseung, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, mientras sentía como todos los gritos se escuchaban muy lejanos.

—Tu puedes amigo —susurró.

Con mucho esfuerzo, Sunghoon pudo sostener su otra pierna en una abertura y llegó a la cima, ganándose un mar de aplausos y algarabía. El dúo fue recompensado con dos bandas rojas, y asimismo, recibieron el reconocimiento del señor Jong Hi.

—Felicidades, son un dúo extraordinario. Y tu Sunghoon, cada vez me impresionas más.

—Muchas gracias señor. —agradeció el chico, sin ocultar la sonrisa en su rostro.

—Bien hecho muchachos.

Los chicos restantes, comenzaron a sentir presión por querer superar al dúo de Jay y Sunghoon, lo que los llevó a ir por métodos más arriesgados. Continuó un dúo conformado por dos rubios, quienes estaban muy seguros de que lo lograrán. Al principio, subieron con mucho cuidado y rapidez, pero la codicia en uno de ellos, provocó la distracción en su compañero, y cayó.

—Eres un idiota. —dijo uno de los rubios mientras empujaba a su compañero que estaba cojeando.

Heeseung vio con extrañeza a ese par, pero rápidamente volvió a concentrarse. Era su turno.

Aunque comenzó a sentir su visión nublarse, y su audición fallar, ninguno de ellos era una excusa para lograr la prueba con éxito. Aseguró los guantes en su manos, y al recibir la confirmación, comenzó a escalar. Niki hizo lo propio, y ambos al mismo ritmo iban subiendo poco a poco. Pasaron los 2 metros fácilmente, y fue en ese momento cuando las dificultades para Heeseung se presentaron. Escuchó el llamado de Niki, pero no podía continuar, sentía su cabeza explotar, y su visión volvió a nublarse. Por un momento, todo se puso en blanco, no escuchaba ni veía nada, hasta que un fuerte golpe de la realidad chocó bruscamente contra él, estresandolo por completo.

Decidido a terminar la prueba, y con mucho dolor, subió con rapidez, sobrepasando a Niki, quien no se inmutó y trató de alcanzarlo. Ambos llegaron a la cima, ganándose aplausos por parte de los chicos y Jong Hi.

Heeseung sonrió, y se desplomó en un abrir y cerrar de ojos.

•ೋ° °ೋ•

HEESEUNG

Sentía mi cuerpo muy pesado, aunque no tenía la suficiente energía para pensar en eso. Abrí los ojos, estaba en mi habitación, me levanté despacio, mi cuerpo estaba adolorido. Vi a Sunghoon de espaldas y solté un suspiro para que se de cuenta de que había despertado. Su rostro decía todo, estaba preocupado.

—¿Cómo estás? —preguntó.

No tenía una respuesta concreta, comparé mi estado en el campo durante la prueba, y como me sentía ahora. No había muchos cambios, pero si lo necesario para decir:

—Bien.

—Me dijeron que bebas esto al despertar. —me dio un pequeño sobre blanco, con un vaso de agua.

Lo acepté sin decir nada y lo dejé en la mesa de al lado. Tenía esa sensación de que quería decir algo más, lo conocía, y como si leyera mi mente, habló.

—El señor Jong Hi me pidió que te entregue esto. —dudó un poco en dármelo, pero lo hizo.

Era un sobre azul, no podía imaginar ningún contexto o cuál era el contenido, pero nuevamente mi amigo habló.

—Nada de eso fue tu culpa, Niki desobedeció una regla.

No entendía absolutamente nada. Me levanté de la cama, aún con el sobre en mano, y fui hacia la ventana. Las pruebas habían terminado, no solo de las escalas, sino también otras que eran removidas del campo de entrenamiento. ¿Cuánto tiempo había pasado?

—¿Qué sucedió? —pregunté, no recordaba mucho.

—Heeseung...

—Solo recuerdo que llegué a la cima, y tanto tú como el señor Jong Hi me felicitaron.

—No llegaste a la cima Heeseung, caíste al vacío durante la prueba. —soltó con un tono muy bajo.

Estaba completamente perdido, los recuerdos no me ayudaban en nada. No había terminado la prueba, entonces ¿sólo era un sueño?

—Perdiste el conocimiento por seis horas, es por ese motivo que el señor Jong Hi decidió retirarte del proyecto. —podía sentir la gravedad y tristeza en su voz.

No estaba preparado para escuchar eso, mi cuerpo se sentía bien, yo estaba bien, solo necesitaba descansar. Abrí el sobre, y comencé a leer. En aquel papel señalaba el agradecimiento del señor Park por mi esfuerzo hasta el momento, pero debido a mi falta de confianza y fortaleza, mi contrato fue revocado. Este no podía ser el fin, no cuando dejé tanto. Vi a Sunghoon, y antes de que diga algo, salí corriendo de la habitación.

En el pasillo me encontré con Niki, quien tenía una mirada muy oscura contra mi. Al parecer no era el único que me iba.

—¿Estás satisfecho? —preguntó con ironía, cargando una maleta.

—No sé de qué hablas. —respondí sincero.

—¿Ah no? Por culpa de tu genética estoy en esta situación, porqué no me di cuenta antes, que un tipo como tú solo me traería problemas. Aléjate de mi y todos los chicos de aquí, chupasangre.

Fue tan repentino, que cuando quise detenerlo, él ya se había ido. Ahora más que nunca necesitaba un verdadero fundamento a mi expulsión, no tenían porque hacerlo. No hice nada.

Llegué a la oficina del señor Park, y antes de tocar, unos hombres de negro se colocaron detrás de mí. Rápidamente la puerta se abrió, y con mucha seguridad ingresé. Lo primero que hice fue dejar el sobre azul encima de la mesa, mientras Jong Hi me observaba.

—¿Podría explicarme a qué se debe esto? —fui directo.

—Creí que Niki había sido muy claro con usted joven Lee. Pero no me molesta en repetirlo.

Abrió uno de los cajones de su escritorio, y sacó un folder con mi nombre en una esquina del mismo. Lo abrió, y eligió un papel negro, cuyo contenido eran códigos que no lograba descifrar. Los dejó sobre la mesa y luego de sacar otra muestra, puso ambas frente a mí.

—Dime, ¿qué ves?

Me acerqué a ambos papeles y era clara la diferencia que había entre ambos.

—La primera muestra una variación de colores, mientras que la otra es plana y rígida.

—Correcto. —giró ambos papeles y los colocó en posiciones invertidas, con las caras hacia abajo—. ¿Ahora qué ves?

La diferencia era mínima, una pequeña línea roja en una de ellas era la que más resaltaba, en cambió la otra se mantuvo igual.

—La línea roja.

—Exacto. Esa hoja es el tipo de sangre que buscó en mis estudiantes Heeseung, y al parecer, tú no perteneces aquí.

Observé nuevamente el papel que describía mi sangre y no había ninguna línea que me definiera como apto.

—¿Qué debería hacer para quedarme? —no estaba dispuesto a rendirme fácilmente.

—Esa es una pregunta un poco liberal, ¿no crees?, pero me agrada.

Se puso de pie y avanzó hasta una de las ventanas.

—Expulsé a Niki porque no estaba dispuesto a hacer algo por nosotros, espero que no hagas lo mismo.

—No lo haré señor.

Hubo un silencio de un minuto, podía sentir mi respiración pesada, estaba nervioso, pero me sentía capaz de hacer cualquier cosa por quedarme.

—En unos días, se realizará una fiesta muy importante en una escuela que tanto admiro. Y como invitado, no puedo faltar. Sin embargo, estaré ausente en esa fecha y necesitaré que uno de mis hombres vaya por mi. ¿Estás entendiendo? —giró a verme, rápidamente asentí—. Y creo, que ese hombre podrías ser tú.

—Estoy dispuesto.

Jong Hi comenzó a acercase y antes de decir algo volvió a su escritorio, de dónde saco un baúl muy pequeño de color azul.

—Muy bien. Una vez en la fiesta, se hará un brindis especial por el cumpleaños del director de aquella escuela, y sólo necesitaré que dejes 3 gotas de esto en su bebida. —me entregó un pequeño frasco de vidrio.

—¿Es veneno? —pregunté temeroso.

—Si. —respondió sin preámbulos—. Sólo así seguirás con nosotros Heeseung.

Estaba seguro de que eso era un crimen, pero también me aseguraba mi estadía en este lugar, al lado de mi mejor amigo.

—Lo haré.

Jong Hi me observó con orgullo, y luego de darme más indicaciones, salí de su oficina. Tenía que hablar con Jungwon.

•ೋ° °ೋ•

RI GAEUL

Sentía que me faltaba el aire, pero no podía dejarme vencer por un simple peso.

—¡Vamos Ri! —Gritaba Sunoo, quien estaba a mi costado.

Hice la sentadilla número 30 y dejé caer el saco que tenía en la espalda. Había sido horrible. Dejé caer mi cuerpo en la fina hierba, y estiré mis piernas. No creí tener una resistencia terrible.

—Para ser la primera vez lo hiciste genial Gaeul.

Seguí escuchando a mi amigo, mientras miraba al resto de chicos entrenar niveles más altos. Me levanté y senté bajo la sombra del árbol. El clima era muy caliente, pero no me incomodaba, a diferencia de Sunoo quien decía estar quemándose en cada segundo.

—¿Estás seguro de qué es la primera prueba? —pregunté, mientras jugaba con el pasto.

—Si, todos los que ingresan por primera vez tienen que hacerlo. Vamos, solo te faltan 4, nada más.

Me sentía cansada, pero si de esto dependía mi posible ascenso, tenía que hacerlo, no puedo defraudar a mi madre. Me levanté de un salto, algo que sorprendió al chico. Solté una carcajada, y tomé de nuevo el saco. Lista para otras rondas más.

—Cinco, cuatro, tres, dos, uno, ¡final! —exclamó Sunoo emocionado.

Después de unos veinte minutos había terminado está prueba, estaba muerta en sudor y cansancio, pero la satisfacción de haber finalizado, era mayor.

Sunoo trató de abrazarme, pero solo me alejé, con la excusa de que no era muy higiénico en mi estado. Rápidamente él se dio cuenta y solo sonrió, sin dejar de halagarme.

Era tiempo de volver a mi edificio. Sunoo cargó el saco sin ningún esfuerzo, lo que me sorprendió por un momento, pero entendí que era obvio. Mientras caminamos, pude sentir lo cálido que era la compañía de mi amigo, sus chistes, esa risa chillona y su manía de jugar con su cabello, parecía como si fuéramos amigos de toda la vida. Aunque era poco probable.

Llegamos al lugar, y como ya se estaba haciendo costumbre, subimos juntos al piso donde estaba nuestras habitaciones. Me enteré que él compartía la suya con Jake, el hermano de Lia. No voy a negar que una pequeña emoción nació en mi interior, pero no tenía que darle relevancia.

Llegué a la puerta de mi habitación, y me despedí de manera fugaz de Sunoo, al ver que comenzaría con su discurso de guardia y todo eso. Me frustraba no poder ser alguien normal como la mayoría, sin llevar ese título antes de mi nombre.

Cerré la puerta después de ingresar y al parecer mi compañera había salido, posiblemente tenía clases, era lo poco que recordaba. Dejé mis zapatillas a un costado de mi cama y rápidamente fui hacia la ducha, necesitaba refrescarme.

Un aproximado de veinte minutos, fue necesario para recuperar mis fuerzas, aunque ahora tenía mucha hambre. Reí por la irregularidad de mi estado, y comencé a secar mi corto cabello. Hasta que alguien tocó la puerta. Me sentí cohibida y congelada, no podía abrir la puerta ahora, solo tenía una toalla que cubría mi cuerpo. Tal vez era Lia, pero ¿si no es ella?

Un segundo toque me sacó de mis pensamientos y sin dudarlo fui hacia la puerta, respiré profundo y aseguré cada parte de la toalla, para evitar accidentes. Conté hasta tres y abrí la puerta.

—Ho-la.

Fue lo único que escuché por parte de Jake, antes de cerrar la puerta de inmediato. ¿Que había pasado? Mis mejillas se tomaron rojas, y sentí mi cuerpo calentarse. Estaba muy avergonzada.

—Princesa Gaeul, le pido mi más sincera disculpa, no fue mi intención interrumpirla de ese modo.

Escuché detrás de la puerta. Me sentía fatal. No podía decir nada. Fui hacia el clóset y elegí las prendas que rápidamente llegaron a mi vista. Me vestí con rapidez y cepillé mi cabello. Volví hacia la puerta y con mucho nerviosismo, la abrí.

Allí seguía él, rápidamente se arrodilló, algo que me confundió y molestó. No era algo que tenía que hacer, pero no sabía cómo decírselo sin sonar grosera.

—Jake, levántate por favor.

Él obedeció, me observó por un momento, sentir su mirada sobre mi comenzaba a asustarme. Rápidamente la desvío y volvió a pedir disculpas.

—Tranquilo, no fue tu culpa. Olvidemoslo, ¿si?

Lo vi titubeante, pero accedió y asintió. Sonreí ante ello y un silencio apareció. Comenzaba a sofocarme, tenía que decir algo.

—¿Le apetece ir a almorzar, princesa?

—Solo si dejas de llamarme así.

—Está bien Gaeul.

Pude ver su sonrisa, y un remolino apareció en mi interior. Sin decir nada, me adelante y caminé hacia el comedor, pero sabía que el venía detrás de mi.

No tengo que sentir esto.

•ೋ° °ೋ•

La primera actualización del 2024!
Espero que este año sea de ustedes hermosxs!

Deseo que recompense sus ansias con esta minimaratón de dos capítulos.

Disfrútenlo.

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