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🍷𝟏𝟐🍷

El aroma, para un ser humano, basta con acercarse a un objeto o lugar para percibirlo con el olfato, pero para las criaturas sobrenaturales, el proceso es completamente diferente. Sus sentidos, mucho más agudos y potentes que los de un humano común, les permiten captar incluso las esencias más sutiles, aquellas que los humanos ni siquiera notarían. A pesar de esto, los tres jóvenes se encontraban caminando en círculos, incapaces de localizar la escena del crimen que buscaban.

Jimin no pudo evitar sentirse frustrado. Había confiado ciegamente en la experiencia de Jungkook y Taehyung, esperando que sus habilidades vampíricas e hibridas los guiaran con facilidad. Pero ahora comenzaba a cuestionar si esa fe había sido un error. Él mismo todavía luchaba por controlar sus propios sentidos agudizados. La invasiva claridad de su visión, las voces amplificadas a su alrededor y la sobrecarga de olores que lo bombardeaban eran más un obstáculo que una ayuda.

—Oigan, si se dieron cuenta de que estamos dando vueltas en círculos, ¿no? —dijo finalmente, deteniéndose y cruzándose de brazos. Su tono era una mezcla de cansancio e irritación.

—Evidentemente estamos algo saturados —admitió Taehyung, llevándose una mano a la frente con dramatismo—. ¿Y si... y si perdí mi sentido del olfato? —exclamó, fingiendo llorar mientras secaba unas lágrimas imaginarias con los dedos.

—No hagas drama, Taehyung —resopló Jungkook, quien mantenía una expresión estoica mientras miraba a su alrededor—. El aroma a ozono sigue ahí, solo debemos concentrarnos.

—¿No me digas que también trabajaste en esto? —preguntó Jimin, con una sonrisa irónica y un tono deliberadamente incrédulo. Después de todo, a estas alturas no le sorprendería descubrir que Jungkook había tenido un historial de trabajos más extenso que cualquier ser humano podría imaginar.

—¿En serio lo preguntas? —respondió Jungkook, sin siquiera voltear a verlo—. Por supuesto. Las personas que eliminan restos de crímenes, homicidios y otras tragedias necesitan conocimientos bioquímicos sobre infecciones, descomposición de residuos orgánicos y evolución de fluidos. Sin mencionar una preparación psicológica para enfrentar lo que van a ver y ejecutar. —Mientras hablaba, su tono era frío, como si describiera un procedimiento mecánico y no una experiencia emocionalmente agotadora—. No es sencillo lidiar con escenas donde la vida de alguien fue arrebatada o tener que consolar a las familias, pero sí, "mi primo lejano" trabajó en eso. Y, ahora que lo menciono, el olor a ozono es la clave aquí. Una vez que limpian una escena con bactericidas y germicidas, el ozono se usa para eliminar los olores.

—¡¿No podrías haber dicho eso desde el principio?! —exclamó Taehyung, claramente molesto.

—Oh, pensé que era importante hablar de mi experiencia forense primero. —Jungkook esbozó una pequeña sonrisa, encantado de molestar a Taehyung.

—¡Idiota! He estado soportando ese maldito olor desde que llegamos. Está justo ahí. —Taehyung señaló hacia un punto específico con el ceño fruncido y caminó con decisión hacia el origen del aroma.

Al pasar junto a Jungkook, no perdió la oportunidad de empujarlo con el hombro, como si quisiera dejar clara su irritación. Jungkook, en lugar de molestarse, simplemente dejó escapar una risa contenida. Siempre encontraba divertido sacar a Taehyung de sus casillas. Jimin, por su parte, no pudo evitar sonreír ante la interacción entre ambos, aunque pronto recuperó la seriedad. Si estaban en el lugar correcto, significaba que el misterio estaba a punto de profundizarse aún más.

—Jungkook, espera. —Jimin detuvo al híbrido antes de que pudiera avanzar hacia donde estaba Taehyung. Su rostro, marcado por la confusión, reflejaba el torbellino de dudas que invadía su mente desde hacía días.

—¿Qué ocurre? —preguntó Jungkook, frunciendo el ceño, preocupado por la expresión de Jimin.

—Hace unos días dijiste que eres un híbrido... ¿pero cómo es posible que compartas lo que Jin hace? —preguntó Jimin con cautela, tratando de no sonar acusador, pero con una clara necesidad de entender.

—Ser médium no es algo que se lleva en la sangre, Jimin. —La voz de Jungkook era firme pero calmada, con ese tono que siempre usaba cuando buscaba tranquilizar al azabache—. Es un don con el que algunos nacen, pero también se puede practicar y desarrollar con el tiempo. Incluso tú podrías convertirte en uno, si quisieras.

—¿Y qué es exactamente ser un médium? —La pregunta salió de los labios de Jimin con sinceridad. No pretendía ser molesto, pero estaba entrando en un mundo completamente desconocido para él. Si iba a enfrentarse a amenazas sobrenaturales, necesitaba conocer cada detalle, cada secreto.

Jungkook esbozó una pequeña sonrisa, comprendiendo la curiosidad del lobo.

—Los médiums tienen la capacidad de percibir el aura de las personas. Quizás hayas oído hablar de ello en películas de fantasía o en algún lado. El aura es como un resplandor que alguien emana y que puede revelar su verdadera naturaleza. Un médium puede discernir si una persona tiene bondad o maldad en su corazón, si está siendo honesta o si está mintiendo.

Jimin escuchaba con atención, asimilando cada palabra.

—¿Jin puede hacer eso?

—Sí, pero no es algo sencillo. —Jungkook suspiró, recordando las largas charlas con Jin sobre su don—. Descubrió que tenía esta habilidad hace relativamente poco, y se queja todo el tiempo porque no es algo fácil de manejar. Ver tantas auras puede ser... invasivo. A veces, interpretar si un aura es completamente honesta o no es un desafío.

—¿Por qué? —preguntó Jimin, inclinándose ligeramente hacia él, intrigado.

—Porque un pequeño número de personas sabe de los médiums. Son humanos con capacidades mágicas y perceptivas que rozan lo sobrenatural, pero no del todo. Por eso conocemos a Jin desde antes de que comenzara todo este desastre. Él quería aprender más sobre sus habilidades, y yo lo ayudé. —Jungkook hizo una pausa, evaluando cómo continuar—. Por ejemplo, ahora mismo, seguí las huellas de energía de Siwon para rastrear dónde ocurrió el crimen. No pudimos guiarnos por el aroma, así que me basé en eso y en el olor a ozono que mencioné antes. Eso sí es algo propio de mis dones híbridos.

Jimin asintió lentamente, su mente luchando por procesar la cantidad de información nueva que acababa de recibir.

—Hay tantas cosas que no comprendo del todo aún... siento ser tan invasivo con mis preguntas, Jungkook. —La frustración era evidente en su voz. Jungkook podía percibir la necesidad de Jimin de adaptarse rápidamente, de aprender lo que fuera necesario para no sentirse perdido en este nuevo mundo.

El híbrido dejó escapar una risa suave y amable.

—Deberías darte un paseo por la biblioteca de Taehyung, encanto. Colecciona demasiados libros, y estoy seguro de que podrías encontrar respuestas en ellos. Pero, por ahora, ¿vamos a ver si encontramos algo en esta escena a pesar de que la limpiaron? —Jungkook extendió su mano hacia Jimin, con una expresión que intentaba ser casual, pero que rogaba a gritos por un contacto.

Jimin dudó por un breve instante, no por desconfianza hacia Jungkook, sino por el torbellino de emociones que el híbrido despertaba en él. Esa atracción, esa conexión... eran cosas nuevas, desconocidas, y no sabía cómo manejarlo. Pero, por alguna razón, cada parte de su ser le decía que podía confiar en Jungkook.

Finalmente, estrechó su mano con la del híbrido, dejando que esa calidez lo tranquilizara.

—Vamos.

Ambos se acercaron hacia donde estaba Taehyung. Con guantes puestos, el vampiro parecía haber realizado un hallazgo importante, y su expresión lo decía todo.

—Creo que tenemos algo. —dijo Taehyung, sin levantar la vista de lo que sostenía.

—Sinceramente, no sé si la policía pasó esto por alto o qué demonios está ocurriendo aquí. —La voz de Taehyung estaba cargada de incredulidad mientras levantaba el objeto para que los demás lo vieran mejor—. Pero algo como esto, personas que tienen acceso a equipos de investigación adecuados no lo pasan por alto, ¿no es así? Y antes de que alguien lo mencione, ninguno de nosotros ha hipnotizado policías.

En sus manos, Taehyung sostenía un teléfono móvil. Parecía desgastado por el tiempo y la suciedad, pero estaba entero. Por su ubicación enterrada, todo apuntaba a que pertenecía a Siwon.

Jimin se inclinó para observarlo más de cerca.

—O la policía investiga de manera terriblemente negligente... —Jimin tomó el celular entre sus manos con cuidado, sus guantes chirriando suavemente contra la superficie del dispositivo—. O alguien más, además de nosotros, está un paso adelante, manipulando todo para su conveniencia. —Frunció el ceño al mirar el aparato, activándolo brevemente para comprobar si funcionaba—. ¿Y si alguien dentro de la policía trabaja para el asesino?

Las palabras de Jimin hicieron eco en el ambiente. Una sensación incómoda se extendió entre los tres, como una sombra invisible que los acechaba.

—Eso no es tan descabellado como podría parecer. —dijo Jungkook, observando de reojo el celular que Jimin sostenía. Al ver que la pantalla se iluminaba por unos segundos, añadió—. Tiene batería, pero parece que no lo suficiente para revisarlo ahora.

Jimin asintió, apretando los labios. Era una nueva pieza del rompecabezas, pero una que traía consigo más preguntas que respuestas.

—Llamaré a los demás y les diré que investigaremos este celular en el hotel. —Jungkook sacó su propio teléfono y comenzó a marcar rápidamente—. Tal vez tengamos algo de suerte hoy, pero no podemos bajar la guardia.

Taehyung observó los alrededores con una seriedad poco habitual en él, su mirada evaluaba cada sombra, cada rincón del lugar.

—Sea quien sea que esté detrás de esto, está jugando con fuego. Y nosotros somos las llamas con las que no querrá encontrarse.

Una nueva incógnita se sumaba al caso, una que hacía que Jimin sintiera el peso de la incertidumbre aún más profundo en su pecho. Ya no era solo el asesino quien representaba un peligro, sino también la posibilidad de que hubiera traidores en medio de los supuestos protectores.

La línea entre aliados y enemigos parecía hacerse cada vez más difusa.


Todo el trayecto de regreso al hotel se convirtió en un interminable debate interno para Jimin. Ni siquiera al llegar, mientras Yugyeom analizaba el celular encontrado, su mente encontraba descanso. Cada nueva revelación parecía desmoronar un poco más las bases de lo que él consideraba seguro.

¿Y si dentro de la policía hay un infiltrado? Esa sola idea hacía que la ya corta lista de personas en las que confiaba se redujera aún más. Incluso su fe en Jongsuk comenzaba a tambalearse.

¿Años juntos y nunca sospechó de mi licantropía? ¿O siempre lo supo y por eso decidió entrenarme?

No lograba llegar a una conclusión sólida. Y, como si eso no fuera suficiente, lo poco que sabía sobre su propio pasado no era más que un puñado de piezas dispersas de un rompecabezas imposible. Algo, sin embargo, estaba claro: en cuanto dejara Gyeonggi, tendría una larga conversación con él.

Mientras tanto, los demás observaban expectantes a Yugyeom. La sala permanecía en un tenso silencio roto solo por el leve sonido del teclado y los clics que Yugyeom hacía en el celular mientras trabajaba. Finalmente, tras unos minutos, el vampiro habló.

—Parece un celular común y corriente. —Su tono era neutral, pero todos podían notar que había algo más—. Fotos de familiares, de su pareja... aunque, esperen... —Frunció el ceño mientras sus dedos se movían rápidamente por la pantalla—. Hay una última persona a la que llamó antes de morir.

—¿De quién se trata? —preguntó Jungkook, su mirada fija en Yugyeom con evidente expectativa.

—Lee Hyukjae. Puedo investigar quién es y encontrar la manera de contactarlo... a menos que alguno de ustedes ya lo conozca.

El silencio que siguió fue roto por el sonido sutil de Namjoon poniéndose de pie. Todos giraron rápidamente hacia él.

—Yo sé quién es. —Su tono, aunque controlado, estaba cargado de una emoción que nadie pudo descifrar de inmediato—. Hace mucho tiempo fue amigo de mi hermano en la escuela. No he oído ese nombre en años.

Jimin alzó una ceja, sorprendido. Era la primera vez que escuchaba a Namjoon hablar de familia. Siempre había asumido que, al ser vampiros, sus parientes humanos habían muerto hacía siglos. Esto lo hizo replantearse cuán poco sabía realmente sobre los demás.

—¿Crees que sería correcto encontrarnos "casualmente" con él? —propuso Yugyeom, rompiendo la tensión en la sala.

—Es complicado. —Namjoon cruzó los brazos y miró hacia el suelo, pensativo—. No podemos usar hipnosis con lobos puros, pero si voy yo... tal vez logre hablar con él y descubrir algo.

—Perfecto. Entonces, en marcha.

—¿Qué dices? —interrumpió Jimin, frunciendo el ceño al escuchar la prisa con la que Yugyeom daba instrucciones.

—Oigan, ¿planean quedarse aquí sin hacer nada? —dijo Yugyeom con un tono que sonaba más a un desafío que a una pregunta—. Primero fueron vampiros, ahora lobos puros y transformados... no sabemos qué demonios está pasando. Y si realmente hay un infiltrado en la policía, no podemos quedarnos de brazos cruzados. Tenemos que buscar pistas, incluso donde no parezca que las haya.

Hubo un momento de silencio antes de que Jungkook asintiera con decisión.

—Tienes razón. Vamos.

Jimin respiró hondo. Sentía cómo la incertidumbre crecía dentro de él, pero algo en la determinación de los demás logró apaciguar sus dudas, aunque fuera un poco. Había mucho en juego y más preguntas que respuestas, pero quedarse quieto no era una opción.

El aire se tornó más denso mientras Namjoon los guiaba hacia la casa de Hyukjae. Cada paso que daban parecía aumentar la tensión entre ellos. Jimin observaba los alrededores con atención, intentando familiarizarse con los olores y sonidos, aún en proceso de entender cómo manejar sus sentidos mejorados. Al llegar a la puerta, Namjoon se detuvo. Parecía perdido en sus pensamientos, como si los recuerdos de años atrás lo hubieran atrapado de golpe.

Cuando lo tocó, los segundos parecieron arrastrarse hasta que la puerta finalmente se abrió. Hyukjae apareció, sus ojos azules brillaban con intensidad, una característica que de inmediato llamó la atención de Jimin. Por un momento pensó que eran lentes de contacto, pero algo en la profundidad de su mirada sugería lo contrario.

—¿Namjoon? —dijo Hyukjae, sorprendido—. Vaya, tantos años... No creí que te volvería a ver por aquí. No has cambiado nada... bueno, puedo imaginar el motivo.

Namjoon ofreció una leve sonrisa, aunque sus ojos revelaban una mezcla de nostalgia y pena.

—Tienes razón, Hyuk. Ha pasado demasiado tiempo. Pero no podía evitar venir a verte... Necesitaba saber cómo estás. Tú y Soohyun eran muy cercanos a Siwon.

Hyukjae inclinó la cabeza ligeramente, su expresión se tornó sombría al escuchar el nombre de Siwon. Sin decir nada, abrió la puerta por completo y les indicó que pasaran.

—Adelante... Será mejor que hablemos adentro.

Ya dentro, la atmósfera se tornó más íntima, aunque no menos tensa. La sala era pequeña y acogedora, con muebles modestos y decoraciones que sugerían una vida tranquila y familiar. Hyukjae los invitó a sentarse, pero él permaneció de pie, cruzando los brazos mientras trataba de encontrar las palabras correctas.

—Siwon y yo... éramos como hermanos, ¿sabes? —comenzó Hyukjae, su voz era apenas un susurro—. Él siempre fue una persona noble, tranquila. Nunca se metía en problemas.

—Lo sé —respondió Namjoon, asintiendo lentamente—. Siempre se mantuvo alejado de los conflictos, incluso cuando... —Hizo una pausa, como si las palabras fueran demasiado difíciles de pronunciar—. Incluso cuando las cosas se complicaron entre las razas.

—Sí... —Hyukjae desvió la mirada hacia el suelo, apretando los labios antes de continuar—. Hace unos días me llamó, estaba aterrorizado. Decía que alguien lo estaba persiguiendo, que lo habían amenazado. Intenté calmarlo, pero... lo último que escuché fueron sus gritos.

Su voz se quebró ligeramente al pronunciar la última palabra. Namjoon se inclinó hacia adelante, su mirada fija en la de Hyukjae.

—Hyuk, ¿por qué no me llamaste?

—¿Qué habría hecho, Namjoon? ¿Qué podría haber hecho yo? —respondió Hyukjae con amargura—. Apenas entiendo lo que está pasando. No tengo las respuestas que tú esperas.

El silencio se instaló por unos segundos, pero luego Hyukjae suspiró y decidió continuar.

—Sabes... aunque ahora estoy casado y tengo una familia hermosa, siempre viviré con el arrepentimiento de no haberle dicho a Siwon lo que realmente sentía.

Namjoon levantó la mirada, sorprendido.

—¿Te refieres a...?

—Sí, él fue mi primer crush. —Hyukjae dejó escapar una sonrisa triste—. Siempre pensé que lo sabía. A veces era tan obvio... Pero nunca tuve el valor de decírselo directamente.

Namjoon apoyó una mano en el hombro de Hyukjae, su toque era cálido y reconfortante.

—Estoy seguro de que él lo sabía, Hyuk. Siwon era más perceptivo de lo que dejaba ver.

Ambos compartieron una sonrisa melancólica, un momento de conexión en medio de la tragedia. Pero la atmósfera cambió bruscamente cuando Jungkook, que había permanecido en alerta, giró hacia la entrada trasera de la casa.

—¡Hay alguien espiándonos! —exclamó, su voz cortante como una daga.

Hyukjae se tensó de inmediato, mirando hacia el jardín. Namjoon y Taehyung se levantaron al unísono mientras Jungkook corría hacia la puerta trasera. Sin embargo, antes de que pudieran alcanzarlo, un fuerte olor inundó el aire.

—¡Ajo! —gritó Taehyung, llevándose una mano a la nariz mientras comenzaba a toser. Jungkook retrocedió, visiblemente afectado por el fuerte olor.

Hyukjae y Jimin reaccionaron al instante. Ambos corrieron hacia el collar de ajos que había sido arrojado al suelo y lo apartaron con rapidez, lanzándolo lejos del alcance de los vampiros.

—¿Están bien? —preguntó Jimin, mirando con preocupación a Jungkook y Taehyung mientras estos intentaban recuperar el aliento.

—Ese hombre... —murmuró Jungkook entre jadeos—. Está jugando con nosotros.

Namjoon apretó los puños, su mirada era pura determinación.

—Yugyeom, este hombre debe ser vigilado a toda hora. Si se aparece de nuevo, no podemos perderlo de vista.

—Entendido —respondió Yugyeom con firmeza, sus ojos brillaban con la misma resolución.

Jimin, aún con el corazón acelerado, no pudo evitar notar que, pese a la tensión del momento, Hyukjae mantenía la mirada fija en Namjoon, como si buscara consuelo en él. Un detalle que, de alguna manera, le hizo darse cuenta de que las conexiones del pasado siempre encuentran una forma de manifestarse en el presente.






🌟










Este espacio se los brindo para la cancelación de mi existencia por no actualizar hace un montón este fic 😫

El bloqueo que pase durante meses con esta historia definitivamente no tiene nombre, montones de veces me senté e intenté continuarla pero no había caso, fue por eso que decidí tomarme con calma y corregir capítulos, fijarme la ortografía, leer la historia para conectar mejor, cosas así y fue de esa forma que hoy logre escribir este capítulo que también es muy probable que sea corregido para una mejor lectura :D

Espero no demorar mucho, voy a hacer todo lo posible para que un bloqueo como el que pase no se repita de nuevo <3

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