2: Shots Para La Tristeza
Al día siguiente, te costó mucho levantarte de la cama de tanto que habías llorando la noche anterior. Tu estómago se sentía revuelto, tu corazón te dolía como si cargaras con algo doloroso y tu piel te temblaba a pesar de no tener frío.
Tu esposo se había dormido en la habitación extra del apartamento y tu te quedaste sola en la habitación que compartían, pero eso no ayudó para nada a descansar a gusto.
Tuviste pesadillas con tu esposo volviéndote a engañar con esa mujer, y lo peor es que lo hicieron en la habitación lo cual aun podías escuchar los gemidos y la cama rechinar como ecos que atormentaban tus oídos y mente con imágenes sucias y dolorosas.
Te frotaste los ojos, te ardían de tanto llorar y hasta tenías muy claro que seguramente estaban rojos y cansados.
Al despertar tu esposo ya no estaba, se había ido a trabajar al hospital y solo te dejo una nota con un ramo de rosas en la mesa de la cocina.
Sentiste tanto enojo al ver la nota y las rosas. La leíste y luego la apretaste en tus puños con mucha fuerza, tomaste las rosas y las arrojaste al basurero con mucho odio.
"Idiota." Murmuraste, y saliste de la puerta del apartamento para dirigirte a la base de la Tercera Division.
Después de los deberes como soldados tú y Soshiro hablarían del tema y el intentaría consolarte los más posible, pero lo que no sabías es que aquel muchacho colmilludo tenía un plan en mente listo para dar marcha.
No tuvieron tanto trabajo hoy lo cual fue un gran alivio para ti, no soportabas el dolor y la angustia. Te sentías cansada y tu cuerpo estaba derrotado por no poder descansar bien anoche. Hasta varios compañeros tuyos preguntaron si estabas bien y tu siempre con una cálida sonrisa forzada les decías que estabas mejor que bien y solo no habías dormido bien por estar viendo tu celular hasta tarde.
Tu y el vice capitán se juntaron en un lugar secreto y ahí te quebraste en llantos. El lugar estaba solo y silencioso lo cual lo hacía perfecto para poder desahogarte. Soshiro sintió mucha lastima, el chico inmediatamente te tomo en brazos, te acercó a su abdomen trabajado y te acaricio el cabello al consolarte. Limpio las lágrimas de tus mejillas y dejo que lloraras en el todo lo que quisieras.
Platicaste con mucho detállate lo que viste y eso hizo enfurecer más a Soshiro y maldecir en su mente cosas terribles sobre tu terrible marido. No podía creer que una mujer tan bella y especial había sido engañada por su esposo y por una puta barata que no vale la pena.
Algo extraño que ambos sentían era una dulce sensación por venganza, solo que no trataban de mostrarlo. Te morías con muchas ganas de ver al bastardo arrepentirse de lo que había echo y Soshiro se moría de que engañaras a tu esposo como venganza con el mismo y frente a sus ojos.
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"¿El segundo capitán Hoshina te invito a un bar esta noche?" La chica de cabello amarillo te pregunto con mucha curiosidad y asombro. Estaba tan asombrada al escuchar todo el chisme que le habías pasado. No podía creer que tu esposo te había sido infiel y que el segundo capitán de la división te había invitado a uno de los bars más lujosos y costosos de todo Tokyo.
"Si, el dijo que merecía divertirme y olvidar lo que me hizo el bastardo." Dijiste mientras guardabas varios documentos en unos cajones de la oficina de la base. Solo eran tu y Kikoru en la habitación, haciendo deberes de papeleo y platicando chisme.
La chica guardó rápidamente unos papeles y cerró el cajón con mucha fuerza, llamándote la atención por completo. "AHHHH!!!! SI!!!! Mereces olvidarte de el! Vístete como toda una diosa y búscate a alguien con quien serle infiel!" Kikoru puso una sonrisa perversa y satisfecha y cruzó los brazos con mucho orgullo. Aquella chica era presumida, y llena de confianza pero la amabas con toda tu alma.
Tus ojos se abrieron aun más al procesar lo que dijo. "Espera quieres decir que le sea infiel también? Así de rápido? Solo ha pasado un día."
"Tranquila, su esposo es un inepto y un idiota. Usted vístase como una diosa y disfrute su noche con el vice capitán Hoshina. Se lo merece." La chica dijo con aun mas orgullo.
Sonreíste levemente, agradeciendo que tenias amigos que estaba ahí para apoyarte en tus peores momentos pero aun no podías creer que esas palabras salían de la boquita de una joven de tan solo 16 años de edad. ¿Que tanto no sabía Kikoru de los hombres?
"Jajaja gracias Kikoru." Dijiste y la chica se sonrojó. "Seguiré tu consejo, me da igual si le soy infiel o no, solo será una noche, solo una vez..así que no le veo el problema." Cruzaste los brazos y le sonreíste a la chica quien aun sonrojaba.
"Señorita T/n no quiero hacerla sentir incómoda, y no es por juzgar pero...si usted no es feliz en esa relación porque sigue con el? Lo que quiero decir es que usted es una mujer muy hermosa y atractiva, merece algo mejor."
Te tensaste. Sabías la clara razón por la cual no lo dejabas, y obvio era miedo. Miedo a lo que el era capaz de hacer, pero no querías que la chica se enterara, por eso decidiste mentir. "Jejeje bueno si quería divorciarme pero jejejej.." reíste con nervios "Una pequeña venganza no haría nada mal eh?"
La sonrisa de Kikoru se hizo aun más perversa y llena de satisfacción. "Me alegra que tome ese camino, se que la venganza no es buena. Pero cuando a una mujer se le es infiel, ella merece mostrar que también puede encontrar su diversión. Solo prométame que cuando tenga su dulce venganza va a dejar a ese pedazo de mierda. No se quede en un lugar donde no la valoran."
"Si, tomaré tu consejo Kikoru, de nuevo muchas gracias. No se que haría sin ti." La abrazaste y ella te devolvió el abrazo. "No hay problema T/n, jejeje solo por favor no le diga a mi padre que dije esa palabra. Me mataría!" Dijo con sarcasmo y risa.
"Tranquila jajaja nadie se enterara." Soltaste varias risillas y por el resto de las horas tu y ella terminaron sus deberes de papeleo mientras platicaron sobre lo que deberías usar para la noche.
Soshiro se encontraba entrenando en la sala de entrenamiento. Ya era muy tarde, pero el quería perfeccionar sus habilidades con la espada y mejorar sus técnicas para poder asesinar al kaiju que no había logrado asesinar hace varios días.
Su cuerpo trabajado y marcado con músculos sudaba y sus ojos morados estaban muy bien enfocados en la hoja de su espada hasta que la alarma del temporizador de su celular lo interrumpió. Soshiro dio un pequeño salto al escuchar el sonido fuerte y se acercó para apagarla. "Ya llegó la hora. T/n juro que esta noche te divertirás conmigo~"
Murmuro en voz baja y con una mirada traviesa en su rostro. Agarro sus cosas y salió de la zona de entrenamiento para dirigirse a su hogar y prepararse para la noche. Solo tenia unas cuantas horas antes de que el reloj marcaran las once de la noche y tuviera que ir a recogerte.
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Mientras tanto tú estabas en tu apartamento, sintiendo un alivio porque tu esposo no estaba. No sabías si no había llegado aun debido al trabajo como doctor en el hospital o porque se había ido a coger con la misma tipa de aquella vez, o quizás otras. Te dolía pensar en que te estuviera siendo infiel de nuevo, pero decidiste no prestarle mucha importancia y te enfocaste en lo que de verdad debería importarte.
Te limpiaste las lágrimas que comenzaban a salir de tus ojos y preparaste tu outfit para ir al bar con Soshiro. Tenias que ir muy bien vestida, el lugar era elegante y lujoso así que escogiste un vestido corto y ajustado pero sexy.
Tu cintura hacia muy buena combinación con tus caderas, tus pechos resaltaban mucho de la parte del torso del vestido y tus piernas estaban muy bien expuestas. Estabas algo impresionada contigo misma, habían pasado años desde la última vez que te habías vestido sexy. Casi siempre te vestías sin enseñar el cuerpo, ni siquiera estando en la playa.
Esto te hacía sentir extraña pero a la vez te dio algo de confianza. Terminaste de maquillarte y escogiste un par de tacones de marca.
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Ya eran las once y media de la noche, casi las doce cuando tú y Soshiro llegaron al bar. El bar estaba ubicado en uno de los edificios más altos de la ciudad, estaba en el último piso y era realmente enorme. Parecía un buen lugar para mínimo tener unas doscientas personas ahí adentro.
Había decoraciones elegantes y lujosas. Las ventanas eran enormes y la vista de la ciudad era una maravilla de ver estando en un ambiente tan sensual.
La gente bebía alcohol, otros fumaban substancias ilegales mientras otros disfrutaban de la música y bailaban moviendo sus cuerpos pegados a sus parejas. Muchas de las mujeres ahí eran extremadamente atractivas. Seducían con sus looks y movimientos a hombres ricos que bebían bebidas carísimas y usaban trajes elegantes que costaban una fortuna.
Parejas se besaban como si se estuvieran comiendo y se tocaban con pasión estando sentados en los sillones cerca de las ventanas, otras personas se tomaban shots en meses diferentes y a lo más profundo del bar había un enorme pasillo que dirigía a habitaciones privadas para tener relaciones.
Todo esto era un ambiente que jamas habías visto en tu vida. Se sentía extraño estar ahí, y aun más extraño con tu mejor amigo quien solo tenia su típica sonrisa juguetona en el rostro y tenía sus ojos de zorro cerrados.
"Nerviosa T/n? Tranquila también es mi primera vez en un bar. Jamas había estado expuesto a ambientes tan...pues ehhhh sexuales..jeje." Dijo el chico con nervios, se rascaba la nuca y atrás de él había una muchacha siendo besada por dos hombres al mismo tiempo.
"Soshiro es enserio? Jamas habías venido a un bar? Pensé que tenías experiencia! Entonces porque decidiste invitarme?" Preguntaste, tus brazos cruzados encima de tu pecho para cubrirlo porque te había dado vergüenza tenerlos tan expuestos y ahora te arrepentías en haber escogido un vestido tan escotado.
"Tranquila T/n te invite porque no quería que estuvieras triste. Esto lo hice para que olvidaras la tristeza. ¿Quieres ir a beber unos shots? Yo invito." Tenía la misma sonrisa alegre pero no pudiste evitar sentir que el tenia otra clase de intenciones. En su mirada se le podía notar algo sospechoso, pero lo dejaste pasar porque pensaste que estabas siendo paranoica.
"Bueno solo una vez. Jamas he bebido esa clase de bebidas en mi vida y la verdad me da algo de miedo." Aun tenías los brazos cruzados encima de tus pechos, mirando a los lados y observando el ambiente.
"Todo irá bien T/n, no es ilegal. Tenemos edad para beber alcohol." Soshiro te sujeto del brazo con mucha delicadeza y te guío a donde daban las bebidas alcohólicas.
"La verdad me sorprende que hayas querido venir a un bar, pensé que te gustaban los ambientes calmados, Soshiro."
El chico volteó a verte, una sonrisa traviesa apareció en el rincón de sus labios y te miro con unos ojos llenos de deseo. "Esto es por diversión. Mereces divertirte T/n ah y por cierto....te ves encantadora con ese vestido que llevas puesto. Deberías vestirte así más seguido~ con esa figurita~ cualquiera caería y estaría de rodillas rogándote."
Aquel comentario te hizo sonrojar. No sabías si lo decía en serio o solo lo decía por jugar ya que Soshiro tenía una costumbre de bromear mucho. No sabías que pensar, pero igual Soshiro se veía muy elegante y atractivo también.
A pesar de estar usando un atuendo elegante, podías ver su cuerpo muy bien trabajado por ese abrigo oscuro que llevaba puesto, y con esos lindos ojos morados...hacía sentirte diferente al verlo.
Por un buen rato se estuvieron bebiendo solo una bebida alcohólica mientras estaban sentados cerca de las ventas. Se decían chistes y platicaban sobre cosas de la vida, no dándose cuenta que pedían más alcohol cada que se les acababa.
Ya comenzaban a ponerse totalmente ebrios y hablar sobre cualquier tontería que se les venía a la mente. Sin darse cuenta, tu y el se acercaron mucho al estar sentados, pero estaban realmente pegados uno al otro.
Estabas sentada encima de sus piernas, mirándolo a la cara mientras se reían de babosadas. El alcohol había dado su efecto en sus cuerpos. El ambiente comenzaba a ponerse algo caliente y te olvidaste completamente de la situación con tu esposo, quien diría que estos shots que te habías bebido...habían sido para calmar tu tristeza.
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