
ˣˣᵛˡˡ
Pov Daniela
Mis manos sudaban, arreglaba con un poco de ansiedad y nerviosismo mi cabello frente a aquel espejo en la habitación donde la mayoría de streamers nos encontrábamos los cuales pasaríamos a la alfombra azul.
Poco a poco nombraban a cada uno, algunos pasaban en parejas, solos o pequeños grupos.
Yo pasaría con Roier, Aldo y Osvaldo.
Nunca había estado en un evento así, con tanta gente observando, porque hasta dentro de esta habitación algo alejada de la multitud de fans que estaban afuera viendo pasar por la alfombra azul, aún así se podían escuchar los gritos de euforia al vernos.
Mire la pantalla a travez del gran espejo por el cual me observaba.
– Roier, Aldo Geo, El Mariana y Dangar, prepárense.– Una de las personas que ayudaba a organizar nos llamó.
Miré de nuevo mi reflejo, en mi estomago comenzó a crecer poco a poco un sentimiento de inseguridad, recorriéndome por todo rincón de mi cuerpo, preguntando ¿si era lo suficiente?.
Mis ojos recorriendo con rapidez mi reflejo, observando todo rincón de mi cuerpo, carcomiéndome en críticas.
Poco a poco me hundía en comentarios que yo sola me hacía.
Desde muy pequeña sufrí de este tipo de ataques de crítica hacia mi persona. Sufrí lo suficiente con mi cuerpo y autoestima, ya que el mudarme de país no fue nada bueno, poco a poco los estándares de belleza eran diferente en cada uno, pero siempre exigían más y más.
Llegué a tener serios problemas alimenticios, esa fue otra razón que me orilló a dejar por un tiempo twitch, fue la mejor decisión para mi salud mental.
Había tocado fondo cuando tomé el tiempo de retirarme un tiempo, mis ojeras se hundían dejando un obscuro color bajo mis ojos.
Lo único que lo cubrían era 3 correctores, uno rosa, otro blanco y otro más acercado a mi tono.
– ¿Estas bien Nani?.– Colocó su mano sobre mi hombro, sacándome del mar de críticas en el cual me hundía cada vez más.
– Eh, si, estoy perfecta.– Titubee por un inicio mi respuesta.
Sus cejas se curvearon dándome un gesto de confusión, le regalé una sonrisa, o un intento de esta que terminó en una mueca, o eso podría apostar.
– Ven aquí.– Abrió sus brazos y me atrajo a él en un cálido abrazo.
Todo mi cuerpo al estar en contacto con el de él se relajó, sintió calidez. Me sentí en casa.
Todas aquellas críticas habían desaparecido como si fuera humo y él lo hubiera soplado.
Mis brazos rodearon su cintura y los de él rodearon mis hombros. Respiré profundamente su perfume, tenía un olor lo suficientemente fuerte para gustarte pero no al punto de marearte por ello.
Era el perfume perfecto por que olía justo a lo que imaginabas que olería él.
– Todo saldrá bien– susurró contra mi oído en un suave tono.–, estarán Aldo y Valdo ahí. Estaré yo ahí. No estarás sola.–
– ¿Me lo prometes?.– Yo susurré contra su cuello.
– Te lo prometo.– Besó mi frente.
[...]
Una de sus manos estaba en mi cintura, recorriendo mi espalda baja, sosteniéndome con delicadeza pero con la suficiente firmeza para no alejarme o caerme.
Aunque Aldo estaba a mi otro costado, pasando su mano un par de centímetros arriba casi de la misma forma, solo que mi mano estaba en mi espalda, no sentía la misma calidez que con Roier.
Era ese raro cosquilleo que tienen cuando eres una adolescente y veías al chico del siguiente grado pasar por unos metros frente a ti, riendo o platicando con sus amigos, o cuando sientes y tus amigos te dicen - él te estaba viendo - y tu no sabes cómo reaccionar, pero siempre están ahí ese cosquilleo que crees que solo son náuseas, crees estar confundida y te asusta el hecho de sentir algo por alguien que ni te dirige la palabra pero a ti te provoca ese algo.
Me sentía estúpida, pero era feliz, era feliz con aquel chico que me llamaba una vez al día preguntando un mini Story Time de mi día.
Amaba la forma en la que me hacía sentir, amaba el como me miraba, pero a la vez me daba miedo, porque nunca fui valiente ante lo que sentía, nunca logré poder encarar al amor y sostener la mirada sin desviarla, sin que me atemorizara ver y sentir el amor en los ojos.
Al único amor que lograba ser valiente era ante al de mi madre, pero de persona externa siempre desviaba mi mirada, porque me daba miedo sentirme débil ante alguien o algo.
Por que no me gustaba sentir como poco a poco me tenían, como podían destruirme con simples palabras u acciones.
Su mano me empujó suavemente a caminar a su lado, no había entendido desde cuando me había perdido entre mis pensamientos.
Nos acercamos a los que entrevistaban, era Ari y otro señor. Los saludamos y nos volvimos a posicionar en nuestros "lugares".
Roier y yo estábamos al costado de Ari, Aldo y Valdo al lado del hombre.
– Pero que guapos todos eh, venimos bañados.– Ari bromeó mientras se movía levemente para poder observarnos a todos.
– Claro, es una ocasión especial. España está en casa.– Hablé mientras ella acercaba el micrófono a mi.
– Vaya regreso Dani, unos años fuera de las cámaras y regresas arrasando la plataforma.– Habló el hombre.– Y ustedes chicos, no se quedan atrás, el trío está en el ranking de los más vistos eh.–
Y me volví a perder cuando su dedo pulgar comenzó a hacer pequeños y suaves círculos por mi cintura en la parte de atrás.
¿Qué debía hacer?
¿Qué debía sentir?
No sabía absolutamente nada, nada más me relajaba.
Él sabía lo estresada que estaba, lo nerviosa que me ponía estar frente a no solo una cámara, si no, que estar frente a miles, casi diría que millones de cámaras.
Escuchando algunos gritos proclamando mi nombre a lo lejos.
Siempre era yo tras una pantalla en mi casa, disfrutando de un rato relajado, solo yo y miles o hasta a veces millones de personas viendo y algunas interactuando conmigo.
Pero esto, esto era otro nivel.
Y una parte de mí le gustaba que mi primera vez frente a tanta gente, tantas cámaras, y en un evento como estos esté él a mi lado. Con sus discretas caricias, distrayéndome de los nervios para poder relajarme....
|| Twitts y memes ||
CONTINUARÁ...
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