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Parte única.

|Lo desconocido puede ser atractivo|

Suspiros y jadeos, eso se podía oír en aquella habitación gracias a dos jóvenes que estaban de lo más entretenidos besándose.
No se les podía culpar, después de todo, estos llevaban un par de semanas sin verse y sus cuerpos exigían la presencia del otro, por lo que, en un pretexto de despejarse un rato de la universidad y salir, habían quedado para tener una cita. Todo había transcurrido normal: pláticas, bromas y demás, pero, al final, habían terminado allí; en la cama de la chica, más específicamente.

Ella estaba encima de él, ensimismada en la tarea de besarlo con fervor, y Gohan solo estaba acariciando su cintura con la mano derecha ya que la izquierda estaba sumergida en la cabellera de su contraria, sosteniéndola y pegándola lo más posible a su cuerpo, deseoso de poder sentirla; vaya que la había extrañado.
Bajó su diestra a la cadera de la chica, (la cual estaba envuelta en un short de mezclilla), perdiéndose allí y acariciándola a su gusto, sacándole pequeños jadeos. Unos segundos después, ambos se separaron.

-Quiero intentar algo... -comentó ella al tanto que se sentaba en el regazo de él, pudiendo percibir la erección del Son punzando debajo de su cuerpo, haciéndole saber lo necesitado que estaba de su persona.

-Mm, claro -accedió Gohan no muy centrado en lo que su compañera le decía; estaba tratando de desabrochar lo más rápido posible la camisa de la fémina.

Con el permiso concedido, y con el entusiasmo latente, la de cabellos más largos se aventuró a volverse a agachar para poder atrapar los labios de él contra los propios, dejando a Gohan a la mitad de su trabajo. Sin más, introdujo su lengua a la boca del pelinegro, quien no se quedó atrás y le siguió aquel juego seductor y excitante, iniciando una batalla que no importaba quién perdiera o ganara. Enredaban aquel músculo de forma necesitada y deliciosa para ellos, perdiéndose en las sensaciones que le provocaban aquel gesto, buscando más.

-Sí sabes de qué va el béisbol, ¿verdad? -Preguntó cuando se vio en la necesidad de tomar aire, alejándise muy levemente de Gohan, jadeando.

-Sí, algo sé -contestó el varón cuando recuperó el aliento, viéndola con los ojos dilatados, fascinando a la contraria ya que esta tenía presente que aquella reacción era causada por su persona-. ¿Por qué?

-Porque acabamos de hacer la primera base -respondió juguetona, ganándose una mirada extrañada por parte del de ojos ónix.

-¿Eh? ¿Cómo...? -Murmuró confuso el varón, callándose a sí mismo con un suspiro cuando sintió que ella comenzaba a repartir pequeños besos en su cuello. Percibió cómo su miembro punzaba debajo de su bóxer, lo que le hizo olvidarse completamente de su cuestionamiento.

Sintiéndose bien a causa de aquellos besos, descendió sus manos a la cintura de ella, después metió la derecha entre sus abdómenes -los cuales se hallaban juntos gracias a la posición en la que se encontraban-, terminando de desabrochar a tientas los últimos dos botones que quedaban. Cuando vio libre el camino, quitó la camisa blanca del cuerpo de ella, dejándola con un sostén deportivo del mismo color. Gohan se deleitó cuando notó que los pezones contrarios estaban erectos y, además, se traslucían levemente por la prenda.

Cansado de que solo él recibiera atención, consiguió colocar a la chica debajo de sí, no pudiendo evitar sonreír divertido al notar cómo su contraria no perdía el tiempo; ella deslizó sus manos por la playera negra que el universitario traía, palpando sus pectorales por encima.
Gohan soltó un suspiro cuando sintió su toque, ansiando instantáneamente por más, pero se limitó a acomodarse mejor encima de ella para tener mayor acceso. Sin mas dilación, inició su labor de dar pequeños besos en el cuello, mordiendo sutilmente cada tanto.

Cuando la chica soltó un pequeño gemido cerca de su oído y aferró su mano izquierda en su cabello azabache, su miembro dio otra punzada dolorosamente deliciosa; cuánto amaba que hiciera eso.
Deseando seguir avanzando, dio una primera y última succión en el cuello, notando cómo ese lugar se iba tornando cada vez más rojizo, avisándole que quedaría un par de días su marca. Sonrió para sus adentros.
No queriendo perder más el tiempo, descendió hasta llegar al inicio de los pechos, dando leves caricias con sus labios ya que no tenía libre acceso por culpa de la tela, y después dio un pequeño mordisco al pezón derecho sobre el sostén, logrando escuchar un jadeo de parte de su compañera.

La fémina le dio un tironcito al cabello del chico, dándole a entender que se alzara, y este obedeció rápidamente; llevaban el suficiente tiempo teniendo encuentros de esa índole, por lo que aprendieron a comunicarse por gestos y miradas.
Ella lo tomó del cuello y lo jaló para darle un casto beso.

-Esta es la segunda base -aclaró la fémina bajando su diestra al pectoral de él, encontrando la tetilla y delineando esa área, robándole un suspiro a su compañero.

-Creo que ya me imagino cómo será la tercera... -susurró Gohan con una sonrisita traviesa en su rostro.

Volvieron a sumergirse en un beso apasionado; les gustaba hacer aquello, sentirse de esa manera, percibir los labios del contrario amoldándose contra los propios.
La de cabellos más largos tomó el borde de la playera del chico, dándole a entender que quería que se la quitara; él acató rápidamente al tanto que se hincaba, aún estando encima de su compañera, dejando contemplar su trabajado torso que casi hace chillar a la chica como la primera vez que lo vio de aquella forma.
Definitivamente, ella se sentía muy afortunada de poder estar con un hombre como él; ¿quién iba a decir que el universitario de apariencia recatada iba a estar así de bueno?

Gohan se sentó en la cama y la fémina enseguida entendió la indirecta, por lo que se apresuró a colocar sus piernas al lado de las de él, manteniéndose arrodillada, y lo besó mientras se apoyaba en los hombros de él para mantener el equilibrio. Percibió cómo el estudiante colocaba sus manos en su espalda y las iba bajando lentamente hasta sus glúteos, apretando esa área con tan solo llegar, arrebatándole un gemidito por lo bajo entre el beso. Lo sintió sonreír.
Queriendo vengarse, puso la mano izquierda en el pectoral de Gohan, descendiéndola hasta la bragueta de su pantalón. No tardó en hallar la erección que estaba aprisionada allí, pidiendo salir, por lo que lo desabrochó y bajó el cierre, dejando ver el inicio del bóxer grisáceo que poseía.

Rompió el beso para mirar dicho lugar, encontrándose con el miembro cubierto que se encontraba ahí, y arrimó su mano para comenzar a acariciar la punta por sobre la ropa interior, robándole un jadeo varonil que la erizó.
Gohan, no queriendo quedarse atrás, elevó sus manos para aprisionar los pechos de ella, estremeciéndola nuevamente, y rápidamente buscó los pezones encima del sostén, comenzando a pellizcar y tironearlos, sabiendo que de esa forma lo prefería ella. Después descendió su diestra hasta el short de su compañera y se aventuró a desabrocharlo y bajarlo hasta donde pudo, dejándola en unas bragas negras de encaje que ya estaban humedecidas. Coló su mano allí, sin adentrarse y sin dejar de darle placer a su pecho izquierdo, y empezó a estimular sus labios externos que ya estaban hinchados de la excitación, haciéndolo gruñir al tanto que ella gemía.

Le fascinaba saber que él le causaba esas reacciones.

-Y... esta es la tercera base -anunció en un suspiro al sentir las caricias del chico en su entrepierna, moviendo su cadera contra la mano, en un intento de profundizar más los movimientos.

-¿Ahora qué sigue? -Indagó el Son con voz más ronca gracias a la excitación, alzando la vista para verla ya que en esa posición la fémina era más alta.

-Creo que sabes bastante bien qué sigue... -respondió e hizo que Gohan riera por lo bajo, pero calló de golpe cuando percibió cómo ella se sentaba en su regazo, notando cómo sus intimidades se rozaban de manera muy tentadoramente.

Ya ansiaba estar dentro de la chica.

Sin más pérdida de tiempo, la estudiante se alzó para quitarse las últimas prendas que quedaban en su cuerpo al tanto que él lo hacía con el propio. Tras desvestirse, Gohan sacó un condón del bolsillo de su pantalón, rompiendo el empaque de inmediato para colocárselo. En ese momento recordó la primera vez que lo hicieron, rememorando el gran nerviosismo que sintió en ese entonces; tenía miedo de romper el condón, ponérselo mal o simplemente no lograr complacer a su pareja porque no poesía nada de experiencia. Rió mentalmente; había transcurrido meses de aquello, y vaya que sus pensamientos cambiaron.

La fémina, intuyendo la forma en que Gohan quería hacerlo esa vez, se acostó y acomodó una almohada en su cabeza para no lastimarse y amanecer con tortícolis al día siguiente.
El ojinegro no tardó en posicionarse encima de ella mientras abría sus piernas, apreciando el sexo húmedo e hinchado de su contraria, haciéndole relamerse los labios con ansiedad. Sin más dilación, le dio un casto beso antes de penetrarla; lo habían hecho las suficientes veces que ya no se tardaba en hallar dónde introducirse como al inicio. Porque sí, las primeras veces fueron bastantes vergonzosas para el Son ya que poco sabía del cuerpo femenino y del sexo, en general.
Dio cortas embestidas para calar que no le hiciera daño, pero, al ver que ella la daba la señal de que empezara realmente, comenzó su vaivén con ganas.

Habían pasado dos semanas sin intimar y ya no podía contenerse.

-Y... e-este es el home -jadeó de forma entrecortada la gracias al placer que le estaba brindando el chico.

-Vaya forma de llamarlo... -murmuró Gohan riendo quedamente, sin dejar su labor de penetrarla de forma reacia, tal y como le gustaba a la chica.

-Mejoraste bastante en estos meses -habló por lo bajo entre suspiros, aferrándose a él para sentirlo más. Soltó un gemido cuando el chico alcanzó el límite de ella, introduciéndose hasta el fondo por fin; le encantaba cuando llegaba hasta esa área-. ¿En serio no estuviste con nadie más... antes que yo? -Preguntó ya sabiendo la respuesta.

-Sabes que fuiste mi primera vez -inquirió el chico de forma ahogada.

-Lo sé, imposible olvidarlo -comentó ella sonriéndole y delineando sutilmente la mejilla y mandíbula de él, la cual se encontraba tensa por el esfuerzo que estaba empleando-. Eras bastante torpe y recatado en ese entonces..., ¿dónde quedó ese Gohan? -Cuestionó y apretó sus interiores, oyendo cómo él gemía ante eso y perdía levemente su ritmo.

Le encantaba jugar y tentarlo de esa forma.

-Tú... conseguiste esto -gruñó el ojinegro en cambio, tomándola de la cadera y alzándola un poco para tener más acceso.

-Lo sé.

Gohan siguió con sus embestidas fuertes y precisas, disminuyendo o aumentando cada tanto para aplazar lo más posible el orgasmo. Ansiaba alcanzarlo de una vez por todas, pero no quería que terminara tan rápido, y menos si no lograba satisfacer correctamente a su contraria. No era tan egoísta como para solo buscar su placer propio, nunca lo había sido, en realidad; de hecho, eso era una de la cosas que más le encantaban a él: apreciar cómo la chica se venía. No tenía precio poder contemplar sus facciones de mero deleite.

Eso lo excitaba de sobremanera.

No tardó mucho en sentir que su cuerpo le avisaba que ya no aguantaba más, por lo que, sosteniéndose con una mano, bajó la otra a la entrepierna de ella para poder acariciar su clítoris y conseguir que ambos acabasen a la par. Percibió cómo su pareja se estremecía y lo apretaba más al tanto que soltaba un gemido, logrando que lo inevitable llegara.
El Son sintió su miembro venirse, aumentando sus penetraciones para más placer propio y el de la fémina, dándose cuenta que su contraria lo imitaba unos segundos después, haciendo que una sensación de orgullo se apoderara de él.
Sintiéndose débil gracias al orgasmo, salió de la chica y se quitó el condón, amarrándolo y dejándolo en la cesta de basura que estaba allí, después se acostó de forma ladeada para poder verla.

Estaba feliz, feliz y cansado.

La fémina no tardó en salir de su burbuja de placer, por lo que se volteó hacia Gohan. Ambos se quedaron absortos en la mirada del otro, queriendo descifrar qué pensaba el contrario.
Fue el Son quien irrumpió el momento primero, desviando su vista, recordando cómo es que había terminando de esa manera: ambos asistieron a una fiesta de la universidad y, gracias a la bebida, terminaron intimando sin sentimientos de por medio. Había sido todo un desastre a la mañana siguiente ya que, aunque conocía a la chica de antes, no tenían una amistad; solo eran conocidos porque iban al mismo plantel educativo, empero, en diferentes facultades.

El hijo mayor de Goku no supo ni cómo sentirse en ese entonces; por muy absurdo y loco que sonara, él quería que su primera vez fuera con alguien a quien quisiera, no con una chica que ni conocía realmente, pero su plan se fue a la borda -aparentemente- al encontrarse a sí mismo en una habitación que no era la de él, con resaca y con un cuerpo femenino desnudo a su lado.
Y así, de poco en poco, fueron conviviendo y acercándose; aunque las primeras veces vaya que habían sido incómodas cuando se topaban de frente, o, al menos, así era para Gohan ya que la universitaria se mostraba de lo más tranquila.

Sin siquiera terminar de entender cómo, siguieron frecuentándose después de que las tensiones comenzaron a bajar, teniendo mero sexo y saliendo, conociéndose como cualquier otros amigos, dándose cuenta que sí congeniaban y compartían ciertos gustos. Así fue como Gohan descubrió un mundo que era inexplorado.

Y, al final, se terminó enamorando de ella.

-¿Quisieras ser mi novia? -Con claros nervios, se atrevió a preguntar el hijo mayor de Goku, temeroso de lo que ella le contestara.

Sabía que estaban saliendo... o algo así, pero quería dar el paso de una vez por todas.

-¿No éramos pareja ya? -Exclamó con fingida indignación la chica, sacándole una carcajada de alegría a Gohan, eliminando la tensión de inmediato. Y la abrazó con alegría.

-Te amo -confesó por primera vez entre su cuello, dando un pequeño beso en esa área.

-Mm, yo también -susurró la contraria por lo bajo. Se quedaron un par de minutos así, ella acariciando la mejilla de él y Gohan dejándose mimar, regularizando sus respiraciones y enfriando sus cuerpos; simplemente disfrutando de la compañía y calidez del otro-. Por cierto, la siguiente vez haremos el "fuera de campo" -agregó con una sonrisa traviesa.

-No sé a qué te refieres, pero está bien -accedió el Son levantándose con dificultad de la cama para buscar su bóxer e ir al baño.

-Créeme, te va a gustar más a ti que a mí -confirmó la chica juguetona, guiñándole su ojo derecho.

Y vaya que era verdad, pero en esos momentos Gohan no sabía el significado de esas palabras.

-Lindassj1

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