↬ harry
Forget about it, forget about him..
Yeah, I'ma call you over here to numb the pain (Are you done?)
Olvídate de eso, olvídate de él..
Sí, te llamaré aquí para adormecer el dolor (¿Has terminado?)
『 ... 』
Su corazón martillaba con fuerza en su pecho, sus manos sudaban y su ansiedad aumentaba, lo podía sentir en la presión en su pecho, estaba seguro que en cualquier momento tendría un ataque de pánico.
"Solo es tu mamá Louis, no seas patético", se dijo así mismo tratando de controlarse, respirando hondo antes de tocar la puerta con nerviosismo.
Louis no necesitó tocar varias veces ni esperar mucho tiempo para que la puerta de su casa se abriera y mostrará a una Jay seria.
- Adelante. - dijo seriamente, fingiendo una sonrisa hacia su hijo.
El castaño tragó en seco y asintió entrando en su casa, rogando que su visita no se extendiera más de un día.
- Un gusto verte madre, ¿Donde están mis hermanas? - habló Louis rápidamente sin mirar a la mujer, dirigiendo sus ojos a cualquier lugar en su hogar antes que a su madre.
- Ellas salieron. - respondio Jay sentandose en el gran sofá de la sala.
- Genial. - murmuró Louis con un suspiro, sintiéndose más incómodo que nunca antes en su vida. - Bueno, ¿Cuál es el motivo por el que me pediste venir? - preguntó angustiado.
La mujer soltó un suspiro pesado, haciendo una mueca con sus labios de obvia decepción y negaba lentamente con la cabeza, mientras tomaba un sobre que estaba en la mesa del centro, entregándoselo a él.
El castaño tragó en seco y aceptó el sobre.
- Lee. - pidió Johannah sin mirarlo.
Louis se sentó en el primer sillón cercano, no creyéndose capaz de poder sostenerse más tiempo sobre sus piernas, obedeciendo la orden de su madre.
Y es como un balde de agua helada cayéndole en cima en cuestión de segundos, los latidos de su corazón se aceleraron, al igual que la presión en su pecho, estando seguro esta vez sí que tendría un ataque de pánico en ese instante.
El sobre tenía una carta de parte de la "empresa/pagina" pornográfica que los contacto a ellos hace unas semanas; básicamente le estaban notificando a Jay lo que Harry y él había estado haciendo hace tiempo, lo de los vídeos, el pago, todo.
- No puede creer que hayas caído tan bajo. - la voz de Jay se hizo presente en el lugar, con un tono notorio de decepción.
- Mamá, yo... - comenzó hablar apenado, triste, molesto, angustiado...
- Es prostitución. - interrumpió ella.
- No, no lo es. - negó el castaño de inmediato.
- ¿No?, yo sabía que tener relaciones por dinero era prostitución. Dime Louis, si no es eso, ¿Qué es? - dijo su madre cruzándose de brazos.
- Yo... tan solo déjame explicarte. - suplicó el chico.
Jay negó con la cabeza poniéndose de pie.
- No quiero explicaciones, no quiero escuchar como mi hijo mayor se convirtió en eso. - dijo con enojo y decepción.
- Entonces, ¿A qué vine aquí? - preguntó Louis a la defensiva, poniéndose de pie igual. - ¿A qué me hiciste venir si no ibas a dejarme explicar? - cuestionó confrontando a su madre.
- Te hice venir, porque quiero darte otra oportunidad, una última, para borrar ese manchón que has hecho con tu amiguito.
- No te entiendo. - negó Louis despacio.
- Crei por mucho tiempo que Harry era un buen chico, pero ya vi no es así, de seguro esto fue idea suya. - afirmó volviendo hacer su mueca de asco con sus labios.
Louis quiso negar eso, defender al rizado pero su madre no se lo permitió.
- Quiero que termines esa amistad en este instante. - sentenció antes de que el castaño pudiera decir algo al respecto.
- ¿Qué? - preguntó el castaño de inmediato, tratando de analizar las palabras de su madre.
- No quiero más a Harry en tu vida, solo te llevó por el mal camino en cuanto tuvo la oportunidad.
- No, mamá. - negó Louis. - Conoces a Harry de toda la vida, igual que yo. Fuimos a la escuela juntos, a la universidad, nos graduados juntos y cuando nos mudamos, tú fuiste la primera en estar de acuerdo. - defendió el castaño.
- Si, pero cambie de opinión. No lo quiero más en nuestras vidas, no quiero nada que me recuerde que mi hijo se expuso en internet como una cualquiera. - habló molesta la mujer mirando a su hijo a los ojos.
- ¿Y si yo no quiero eso? - enfrentó el castaño firme, sin doblegarse por la mirada de la mujer.
La mirada molesta de Jay se intensificó.
- Ya lo sabes Louis, si quieres volver a tener una familia, debes alejarte de Harry y olvídate de todo este asunto de los vídeos en internet. Y obviamente debes regresar a la casa, no debes seguir compartiendo el departamento con alguien como él, además es un mantenido. - dijo firmemente.
Louis frunció el ceño, sintiéndose más molesto que antes al escuchar eso, él definitivamente no quiero eso, no quiero alejarse de Harry y mucho menos "borrarlo" de su vida, no ahora que ambos habían confesado que sentían algo por el otro.
- ¿Qué pasa si no lo hago? - preguntó Louis con el mentón el alto, sabía que con su madre no debía mostrarse débil nunca.
- Te olvidas que tienes una madre y una familia. Tendrás prohibido acercarte a tus hermanas, lo que menos quiero es que a ellas las conviertas en lo mismo que eres tú.
- Es mi familia, mi sangre. No puedes prohibirme tal cosa. Lottie y Felicite son mayores de edad, al igual que yo, no puedes seguir manejandonos a tu voluntad.
- Si, tal vez a ellas no, pero tus demás hermanos si. Son menores de edad, deben obedecer a su madre.
El castaño respiró profundo, tratando de controlarse para no decir algo de lo que se arrepentiría en el futuro; después de todo era su madre, la mujer que lo crió y que le dio la vida.
- Madre, yo te ayudo apagar las colegiaturas y el mantenimiento de esta casa, ¿Cómo planeas remplazar mi apoyo si me exilias de la familia?
- No eres indispensable Louis, nos las arreglaremos.
- Yo hice los vídeos por ti, por mi familia, para mantenerlos. - habló el castaño decidido.
- Mentira, no trates de justificar tus actos impuros con la familia. - negó Johannah.
- No, es verdad. - respondio Louis firme. - Lottie me llamo, me dijo que estabas grave de salud y necesitaban el dinero para ti y las colegiaturas. - explicó despertado. - Tienes que creerme, todo fue por ustedes.
- No te creo en absoluto. - habló la mujer. - Ya te dije lo que tienes que hacer si quieres una segunda oportunidad, si quieres seguir siendo parte de esta familia.
- No puedo hacerlo. - negó Louis retorciendo. - No puedo hacer lo que me pides.
- ¿Por qué no?, no es como si fuera el primer amigo que pierdes, ni será el último - dijo la mujer friamente.
Louis miró los ojos furiosos de su madre, tomando el valor antes de responder a su pregunta sin dudar de su respuesta.
- Porque lo amo. - respondió con la voz firme. - Estoy enamorado de él y no puedo dejarlo. - agregó negándose a la propuesta de su madre.
- ¿Dejarás perder a tu familia por un "amor" pasajero? - pregunto su madre indignada.
- Si algo he aprendido en todos estos años de amistad con Harry, es que definitivamente este amor no es pasajero, como tú dices. - dijo seguro.
- Piénsalo bien hijo. - suspiró Jay.
- Mamá, te amo. Amo a mi familia, no tienes una idea, pero también amo a Harry y estoy seguro de mis sentimientos hacia él, así que cualquier propuesta similar a la que estás haciendo la voy a rechazar. - respondió de inmediato.
- ¿Estás seguro de eso? - preguntó la mujer alzando una de sus cejas, tratando de intimidar al castaño con su mirada, pero Louis no se lo permitió, no se permitio doblegar por su madre.
- Lo estoy absolutamente. - dijo seguro de si mismo y de sus palabras.
- Bien, has tomado tu elección. No hay nada que discutir, te quiero fuera de nuestras vidas, no llames de nuevo, no escribas ni envíes dinero. A partir de este momento, yo no tengo un hijo mayor. - sentenció Jay sin cambiar de opinión. - Fuera de esta casa Louis. - ordeno con la mirada fría.
- Madre, esto es absurdo. ¿No te das cuenta de lo que está pasando? - hablo el chico desesperado. - Esta gente te dijo sobre esto como último recurso para presionarme a Harry y a mí. - explicó lo más tranquilo posible. - Ellos quieren exactamente esto, quieren debiltarnos, para que corramos a su estúpido contrato y firmarlo, atarnos de por vida a su empresa. Y tú lo estás haciendo, le estás dando la espalda a tu hijo cuando más te necesita, pero no te preocupes madre, no lo van a conseguir, primero muerto a firmar con ellos. - dijo tratando de controlar sus emociones que estaban a flor de piel. - Entre a los vídeos por ustedes y solo para que no te quedes con la duda, Harry y yo dejamos de hacer eso hace tiempo, pero claro, eso no te importa, no te importa lo que yo tenga por decir, te importa más lo que digan los demás o un estúpido sobre con una carta que no sabes quien escribió.
Jay desvió la mirada, pero dijo nada sobre lo que dijo el castaño.
- Es una lástima no contar con la persona que más te ama en momentos así. - murmuró Louis dirigiéndose a la puerta, resignado a que su madre no cambiara de opinión. - A diferencia de ti, mi casa y mi teléfono siempre estarán disponibles para ustedes, tal vez para ti ya no soy parte de la familia, pero ustedes siempre serán parte de mi. - agregó mirando a su madre antes de abrir la puerta e irse de ahí, sin esperar una respuesta, que él sabía perfectamente que nunca iba llegar o por lo menos no una respuesta que el quisiera escuchar.
Louis llamó a Harry en cuanto comenzó a caminar lejos de su casa.
『 ... 』
Cuando el castaño llegó al departamento algo tarde, Harry ya estaba ahí y lo recibió con un abrazo sin dudarlo, algo que Louis agradeció mucho, porqué realmente había necesitado tanto esa sensación de calor, protección y amor desde que había tenido esa discusión con su madre.
- Estoy aquí, Lou. Te tengo. - murmuró el rizado acariciando su espalda dulcemente.
- Lo sé, lo sé. - respondió el castaño abrazándose al cuerpo contrario, permitiéndose llorar, porque aunque su madre no se portó de la mejor manera con él, eso no quitaba que le dolía hasta lo más profundo de su corazón su actitud.
- Ven. - dijo Harry guiandolo al sillón más cercano, sentando al más bajo en su regazo sin esperar palabra alguna al respecto.
- Ellos lo hicieron. - murmuró Louis escondiendo su rostro en el cuello del más alto.
- Esto es mi culpa... si yo no hubiera tenido esa estúpida idea de los vídeos, esto no hubiera pasado. - se recriminó el ojiverde, sintiéndose demasiado culpable por la situación.
- Los dos aceptados Hazz, no es culpa tuya. - respondió Louis abrazandolo, respirando el aroma varonil y limpio del chico, no queriendo salir de sus brazos nunca.
- Siento mucho lo de tu madre Lou, de verdad, nunca pensé que esto iba a pasar. - susurró el rizado arrepentido.
- Estaré bien. - habló el castaño besando una de las mejillas de su amigo. - Estaremos bien, juntos. - agregó un poco más seguro.
- Deberíamos mudarnos. - comentó Harry unos segundos después.
Louis negó con la cabeza de inmediato.
- Si ellos averiguaron dónde vivía mi familia, lo harán con nosotros igual. Además, no quiero huir de estos idiotas toda mi vida. - respondió el castaño, alzando su rostro para mirar al ojiverde. - Ellos podrían tirarnos muchas veces Harry, pero no vamos a permitir que nos derrumben, nos vamos a levantar en cada ocasión, no les vamos a dar lo que buscan. Que se jodan.
Harry sonrió con orgullo por las palabras de Louis, acercandolo un poco más a él.
- Tu valentía es una de las miles de cosas que me enamoraron de ti. - confensó el rizado aún con su sonrisa de hoyuelos en su rostro.
Louis sonrió igual, con las arrugas alrededor de sus ojos azules haciéndose presentes.
- ¿Aún quieres que nos tomemos ese tiempo? - preguntó Harry acariciando la cintura del castaño.
El castaño lo miró por unos segundos antes de negar con la cabeza, sonriendo de nuevo, tocando los hoyuelos del rizado con encanto, como un niño pequeño.
- Ya no lo creo tan necesario. - susurró acercándose al rostro del otro. - ¿Y tú?, ¿Aún lo quieres? - preguntó.
- Creo que ya esperé mucho tiempo por ti. - dijo Harry soltando una pequeña risa.
- Si, yo igual. - asintió Louis antes de unir sus labios, con sus pequeños dedos enredandose en los rizos de su pareja.
Con ese beso dulce y apasionado que se dieron, seguido de otros, Louis pudo confirmar que no se arrepentía en absoluto en haber elegido a Harry.
『 ... 』
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