𝟐𝟎. 𝐃𝐞𝐣𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐥𝐥𝐞𝐯𝐚𝐫.
❝Es el amanecer y esos ojos marrones, si. Tú eres el que deseo cuando nos despertamos, y luego hacemos el amor.
Me hace sentir tan bien.❞
━Best part - Daniel Cesar feat. H.E.R.
•••
Hemos despertado un poco tarde por obvias razones. Soah, Junho, Taehyung y Soojin están en camino, llegarán para la tarde. Así que, debemos encargarnos de ordenar todo para cuando ellos estén aquí. Soojin transita los siete meses de embarazo, necesita comodidad ante todo porque el pequeñito la tiene adolorida con tantas patadas que le da. Mi hermano está tan contento que no ve la hora de tenerlo en brazos. Y yo no veo la hora de abrazarlos a ellos.
Intento hacer el desayuno, se me complica ya que JungKook decide que colgarse de mi cintura y regar besitos por mi cuello es mejor. Me hace cosquillas, a lo cual me estoy riendo. Él hace lo mismo y puedo sentirlo como sonríe en mi cuello. Sus manos que se apoyan en mis caderas me voltean, vuelve a colgarse de mi cintura mientras olfatea mi hombro, sus manos traviesas van bajando hacia mi trasero que no tarda en apretar.
No puedo parar de reír, mis manos están colgando en sus hombros al estar sucias con un poco de harina, no quiero ensuciar su camiseta. Por más que le pido se detenga lo hace peor, no quiere soltarme.
—¡Yah! Tus padres, mis hermano y tu prima llegarán en cualquier momento y te verán toqueteándome.
—Fingiremos que no ha pasado nada.
Murmura, ahora se dedica a dejar besitos por todo mi rostro, ancla su mano en mi nuca imposibilitándome alejarme. Bam solo nos mira moviendo su cola, es obvio que no ayudará y se divierte viendo lo que hacemos.
Retrocedemos un poco, siento el filo de la mesada hincando mi espalda baja cuando su boca me reclama como si necesitara aire, nuestras lenguas se enredan, jadeó sintiendo sus manos calientes adentrarse por debajo de mi blusa. Acaricia mi cintura, mi abdomen, sube despacio con la intención de tocar mis senos y lo detengo.
—Lo siento.
Respira con dificultad igual que yo. Me muerdo el labio inferior sintiendo el revoltijo en el estómago. Estar con él de nuevo fue… avasallante, diría que hasta adictivo porque mi mente no deja de recordar la noche anterior en que hicimos el amor. Y no mentiré, me tienta dejarme llevar en estos momentos en que estamos solos, mi cuerpo lo pide.
Se aleja un poco, retomando la compostura, cuando se vuelve hacia mí me abraza y besa mis labios fugaz.
—Te ayudaré, ¿qué necesitas?
—Ahm, puedes preparar el café o té si quieres.
—Claro.
Se acomoda a mi lado colocando el agua en la jarra eléctrica, busca las tazas para preparar lo demás. No puedo dejar de mirarle, de repente hace calor y necesito aire. Carraspeo, colocando mi atención en la masa de pan que estoy intentando hacer. Colocó toda mi concentración en eso, hasta que lo vuelvo a sentir rodearme la cintura con su calor sobre mi espalda.
Su respiración cálida y tranquila golpea parte de mi mandíbula y cuello causando que cierre lo ojos, mordiéndome el labio inferior cuando sus manos se meten bajo mi blusa acariciando lento mi abdomen, una acción nada sexual que me hace suspirar. No sé si está recuperando la memoria y juega conmigo, pero sabe que acciones realizar para hacerme estremecer.
—¿Por qué tan tensa, señorita Kim?
No quiero que se de cuenta que su voz ronca zumbando mi oído me hizo ahogar un jadeo.
—No estoy tensa para nada, solo —tragó saliva colocando más harina a la masa que ya no necesita porque se me va secar— estoy queriendo terminar.
Puedo sentir como sonríe burlón, me imagino que pensando su siguiente movimiento, así que me preparo mentalmente, pero cuando muerde mi clavícula apretando mi cintura entre sus manos. Error, no me dio suficiente tiempo que termine soltando un bajo gemido. Lo odio, se ríe triunfante sin soltarme.
Así que decido mi movimiento, que es ensuciar su rostro con harina. Soy yo quien se ríe, Bam ladra moviendo su cola, seguramente, riéndose por mi infantil acción. El rostro de JungKook esta serio, no le ha gustado lo que hice, me mira fulminante, estoy tentada de la risa por lo que mi percepción es un poco limitada, por eso no veo cuando él se acerca para vengarse haciéndome lo mismo.
No le gusta perder, para su mala suerte, se topó con una persona que tampoco le gusta, así que nos encontramos forcejeando mientras la harina vuela entre nosotros, solo constan de unos minutos cuando parte de la cocina está sucia, es un desastre, JungKook se carcajea con su típica risa psicópata, Bam nos mira desde la lejanía brillando de limpio avergonzado.
Ambos estamos llenos de harina. Me enoje. Y él lo nota.
—Ya, perdón, no fue mi intención.
—No importa, ayúdame a limpiar.
—Gruñona.
¿Qué?
Uh, te dio con la misma cuchara.
—¿Cómo me llamaste?
—Hermosa.
Golpeo su pecho, se queja aunque sé muy bien que no le dolió. Sigue sonriendo divertido mientras me dedico a limpiar el desastre, hay pedazos de masa incluso en la ventana, esto nos llevará tiempo. Aunque no mucho cuando nos ponemos a limpiar a fondo, nosotros seguimos de blanco cuando terminamos, sino nos bañamos todo será en vano.
Reviso mi celular manchándolo con harina, Soah me avisa en un mensaje que se encuentran a unas dos horas y esperan pronto llegar. De reojo veo a JungKook arrodillado en el piso terminando de limpiar parte del mueble de cocina, una sonrisa pintándose en mis labios.
No lo hagas, no lo hagas.
—¿Gukki-yah?
—Mmm.
—Te faltó una mancha.
—¿Cuál?
Juro que intente contenerme, pero había quedado un vestigio de masa encima de la mesada, fue demasiado tentador para mí mancharle el rostro con él. Me mira nada contento, aunque se ríe después cuando se lo quita para lanzarlo al balde con agua sucia. Estoy por disculparme, solo que es demasiado rápido y ahora estoy chillando con mi cabeza colgando y mi cuerpo sobre su hombro.
—Alguien se debe bañar.
—JungKook, no.
—¿No qué, gatita?
—¡Bájame!
Tararea una canción ignorándome, la visión de las escaleras me avisa que las subirá para llevarnos a un determinado lugar. Lo voy a matar si es lo que estoy pensando. Me sigo quejando mientras él me sigue ignorando elevando su voz melodiosa, en uno de los agudos asesta su enorme mano contra mi trasero logrando que jadee de la impresión. Así que hago lo mismo, solo que no se inmuta ni cuando le pellizco una nalga, solo se ríe.
—No, no, no. Ni se te ocurra.
Me sostiene fuerte cuando me baja sin permitirme escapar, me mareo un poco escuchando de fondo el ruido del agua de la ducha caer. Intento escapar otra vez, pero en minutos ya estamos bajo el potente chorro de agua. Ambos empapados, él carcajeándose y yo decidiendo callarlo con mi atrevimiento cuando comienzo a besar su cuello metiendo las manos debajo de su camiseta.
Remedio infalible.
—Gatita, no hagas eso.
—¿Por qué? —lo siento estremecerse.
—Porque estás jugando con fuego. —deja vu.
—Tal vez me guste jugar con él.
Lo siguiente, es que, en minutos nos encontramos sin ropa compartiendo besos subidos de tono.
JungKook está algo ansioso, hace unos veinte minutos atrás, recibimos un mensaje por parte de Soah avisándonos que ya están llegando. Está pendiente, sentado junto a Bam en el portal de la entrada, hay un sol radiante en el cielo y corre una brisa fresca. Estamos aseados y bien vestidos esperando. No hicimos nada en la ducha, luego de los besos apasionados nos dedicamos a bañarnos el uno al otro, ya habíamos compartido duchas juntos antes solo que este se sintió extrañamente íntimo y tranquilo.
Estoy terminando de preparar café y té, que se le gustará a Soojin. Tengo la facilidad de que las puertas corredizas de la cocina son de vidrio, por lo tanto, puedo ver todo desde aquí. Veo a JungKook levantarse con premura, me acerco a la ventana viendo que un auto conocido va acercándose a la casa, se estaciona al lado del Volvo y JungKook abre la puerta del copiloto de dónde baja Soah.
La aferra entre sus brazos, besa su frente y ambos se mecen por unos instantes. Junho y Taehyung bajan del otro lado. Soojin lo hace, después, con ayuda de mi hermano porque su panza es enorme, es cuando ve a su primo, es una escena demasiado melancólica a mi parecer.
Ambos se quedan mirando fijamente, ella aún no puede creer que su primo gruñón este vivo, JungKook porque obviamente no la recuerda. Soojin llora cubriendo su rostro con ambas manos, JungKook se acerca y la aferra a su cuerpo en un reconfortante abrazo. Taehyung le sigue, mirándole también, apuesto a que tiene lágrimas en sus ojos por la forma en que lo hace, despeina los cabello azabaches de Gukk y se une al abrazo siendo ellos tres.
No me animo a salir porque estoy temblando con el llanto a punto de atacarme, ellos son los que avanzan hacia la casa, sonríen, traen sus bolsos y algunas otras cosas, Bam está correteando alrededor y me río cuando veo a Soah quejarse porque el can fue demasiado brusco con ella cuando le saltó encima. Todos parecen cómodos, JungKook inclusive cuando hay dos personas que siguen siendo desconocidos para él.
Tengo el profundo deseo de que pronto recupere la memoria. Quiero que recuerde, aunque no me molesta ya que está demasiado abierto a todo.
—¡Lala! —Soojin chilla cuando me ve, corre rodeándome con sus brazos, su panza entre medio obstaculizando que la pueda abrazar bien.
Soah me abraza también besando mi frente. Cuando nos separamos veo a Taehyung, el idiota me mira con un puchero en sus labios, está muy lindo con su cabello peinado hacia atrás. Ha pasado un año y meses desde la última vez que nos vimos. Mi oppa está precioso y se lo hago saber cuando nos abrazamos llorando. Esto se volvió demasiado sentimental en minutos.
—Bueno, la familia está junta —dice Junho haciéndonos reír a todos.
Nos acomodamos, mostrándole las instalaciones de la casa y dónde dormirá cada uno. Están fascinados por lo enorme que es, coincidiendo con nosotros al decir que tuvimos suerte de encontrarnos este lugar mágico lleno de verde y paz. Pasamos al comedor donde ayudamos a Soah con algunos bocadillos que nos ha traído. Con el tiempo, aprendió a cocinar tan bien que ahora es fácil para ella hacerlo.
Estamos sentados degustando de todo, veo a JungKook tranquilo escuchando a Taehyung comentarnos sobre los últimos detalles que le han hecho a la habitación del bebé. Soojin no deja de mirarle, JungKook se da cuenta de ello colocándolo un poco incómodo, sin embargo le sonríe.
—Lo siento, es que —su voz está rota, él se acerca a ella ya que están sentados uno al lado del otro.
—Tranquila, no te preocupes, tengo que acostumbrarme a ser el alboroto de la familia mientras ellos se acostumbran a que estoy vivo.
—Todos están muy contentos. Los chicos quieren verte, quieren llevarte al karaoke y hacer pijamada como antes lo hacían dónde se emborrachaban.
—Estoy seguro que la pasaré muy bien. —asiente, tomando la mano de su prima para darle un apretón cariñoso.
Ella le sonríe y al segundo su rostro cambia por uno de dolor cuando se queja. Automáticamente, lleva la mano de JungKook a su enorme barriga y los ojos de Kook se abren en demasía mientras todos los vemos expectantes. Al parecer mi sobrino le pateó.
—Lo siento en mi mano, se mueve —parece que le agradó, a Soo no tanto porque ella es la que soporta los dolores— oh, pateó otra vez. ¿Cómo lo llamarán?
Soojin y mi hermano comparten una mirada, ambos sonríen de forma dulce mirando al pelinegro a mi lado. Yo tampoco lo sé. TaeHyung le rodea la espalda a su esposa.
—Se llamará Janggu. —silencio— queríamos ponerle JungKook, pero creímos que sería demasiado invasivo, así que pensamos en algún nombre que sonara como el tuyo, que nos recordara a ti.
Es lo más conmovedor que he escuchado en mi vida. Apuesto a que Kook, también está conmovido. Todos lo estamos.
Hemos pasado la tarde comiendo, con Soah y Soojin vimos el atardecer, Taehyung trajo su cámara profesional y ha sacado fotos de todo y todos. Bam ha estado inquieto correteando por ahí, incluso se nos ha perdido llegando la noche. A pesar de que hay iluminación afuera, no es la suficiente como para alumbrar todo, logrando que se nos hiciera más difícil la búsqueda.
Junho lo encontró tiempo después, durmiendo en la casa flotante, según él, Bam estaba un poco abrumado por la cantidad de gente o celoso por no tener la total atención de su dueño. JungKook le ha pedido disculpas, el can solo lo mira con desinterés, se ven muy graciosos, decidió que está noche se quedará a dormir en nuestra habitación para que no se quede solito.
—Saldremos un rato a caminar.
—Esta bien.
Se acerca a mí para picotear mis labios, hace una mueca de dolor cerrando sus ojos.
—¿Estás bien?
—Si, solo fue una punzada —besa mi mejilla gracias a la escasa cercanía entre ambos— no es nada, no pasa nada.
—Los acompañaré.
—¡No!
Se me hace extraño que se niegue, pero le resto importancia porque dice no ser nada y es la primer queja que tiene desde hace días. Vuelve a besar mis labios, luego mi cuello y los veo salir en silencio, es tarde, por lo cual los demás se encuentran durmiendo, pues el viaje los ha dejado exhaustos siendo nosotros lo únicos despiertos por ahora. Ya hice mi rutina de noche, tengo la pijama puesta a punto de acostarme, solo quiero esperar a que JungKook vuelva para dormir juntos.
•••
Me quedé dormida. Todo está en completo silencio y oscuridad, no recuerdo haber apagado la lámpara de la mesa de luz, mi mano encuentra el lado izquierdo de la cama vacía. JungKook no está a mi lado, Bam duerme plácido en su almohadón. Todo me resulta bastante extraño, mi pecho siente pesadez como si algo malo estuviera pasando. Trago saliva desviando la mirada hacia mi celular sobre el mueble.
La pantalla está encendida con una mensaje. Es de JungKook avisándome que no se siente bien, que está afuera y me necesita. Salgo de la cama de un salto, agarro un cárdigan colocándomelo, afuera hace frío cuando salgo en completo silencio porque no quiero despertar a nadie, cuando en realidad debería hacerlo. Está oscuro, hay pequeños animales haciéndose escuchar, lo primero que miró es la casa flotante donde se mantiene en extrema quietud y mi corazón bombea todavía más.
Doy un respingo del susto cuando mi celular vibra en mis manos. Es él, atiendo sin dejarle hablar, solo escuchando su respiración.
—¿Dónde estas?
—Casa flotante.
Corto, corro hasta allá, aminorando mis pasos cuando piso la madera de la pasarela. Abro la puerta de la habitación izquierda encontrándome con él sentado a orillas del colchón. Sonríe inocente, no tiene nada.
Me engaño.
—Hey, no, no, no. No llores, bonita.
Lo golpe cuando quiere abrazarme.
—¡Eres un idiota! ¡Me asustaste cuando me enviaste ese estúpido mensaje! —veo el arrepentimiento en sus ojos, estoy llorando a moco tendido— sabes todo lo que he tenido que pasar, no tienes idea de lo difícil que fue para mí perderte —me he callado mucho, él se acerca y me aferra a su cuerpo mientras sigo llorando— casi me muero, JungKook, sentí que mi mundo se derrumbaba, creí que iba a morir cuando te fuiste.
—Pero no me fui, estoy aquí ahora contigo —susurra, acaricia mi espalda y besa mi cuello.
—No debiste hacerlo —me aferro a su cintura escondiendo mi rostro en su pecho— sentí miedo de perderte.
—No me perderás, no de nuevo.
Me separa para sujetar mi rostro entre sus manos, seca mis mejillas y las besa, mueve el flequillo sobre mi frente sin dejar de escudriñarme. Me pone nerviosa, ya estoy nerviosa por lo anterior, así que giro mi cabeza admirando mejor alrededor como una forma de distracción.
Hay velas encendidas colocadas estratégicamente en algunos lugares, un colchón con sábanas perfectamente echa, puedo ver también pequeños tazones con comida y algo de jugo. Lo observo en busca de una respuesta, pero la única que me da es besar dulcemente mis labios.
—Realmente quiero recuperar mi vida, Ayla. Quiero volver a ser JungKook, quiero volver a casa y casarme contigo como se supone habíamos quedado —suena sincero— siento haberte asustado, solo quería estar un rato a solas, quería que hiciéramos algo romántico.
—Esta bien. Te perdono, porque esto es bonito.
Nos reímos mientras compartimos picoteos, me abraza y lo abrazo. El beso pasa de ser dulce a un poco más intenso. Mis manos recorren de sus hombros a su espalda hasta meterse debajo del hoodie, no lleva nada más. Él hace lo mismo acariciando mi cintura, bajando a mis caderas para luego apretar mi trasero y en un ágil impulso levantarme logrando que mis piernas rodeen su cintura.
Nos lleva a la improvisada cama donde terminamos acostados siguiendo el beso, dejándonos llevar porque nos hemos extrañado y la verdad, nos necesitamos.
+21
Siento la luz diurna en el rostro cuando comienzo a despertar, el calor del sol que entra por la ventana, pero sobre todo el roce de una suave caricia en mi hombro y parte de mi brazo derecho. Entreabro los ojos apenas ladeando la cabeza para encontrar su fija mirada sobre mí, su índice no se detiene en su trabajo por trazar líneas imaginarias sobre mi piel.
Esta de costado, sostiene su cabeza de su mano, ambos nos encontramos desnudos bajo las sábanas, sonrió tenue queriendo despedezarme, su índice comienza un recorrido lento por mis clavículas, por el valle de mis senos que los deja expuestos al bajar las sábanas, con la yema del índice redondea el contorno de mis sensibles pezones que se endurecen ante su mínimo tacto. Me estremece.
Su pulgar se detiene por un momento a acariciar el tatuaje del sol y la luna, luego sigue su lento recorrido por mis costillas, hacia mi estómago, se detiene por un momento sobre mi ombligo para mirarme a los ojos y evaluar mi reacción. Mi pecho sube y baja ante mi agitada respiración dejándome hacer, es demasiado atractivo cuando está serio y concentrado en su trabajo. Usa todos sus dedos para seguir bajando hacia el sur, apenas roza el monte de Venus suspiro tan bajito que creo no escucharme, cierro los ojos ante el primer contacto con mi zona íntima. Las sábanas se encuentran a un costado cubriéndolo solo a él hasta la cintura, dejándome totalmente expuesta ante sus ojos.
Roza con tortuosa lentitud, acaricia la superficie tanteando y yo me estoy deshaciendo en suspiros. El dedo medio es el primero en inmiscuirse entre mis labios vaginales, el segundo hace que jadee y una de mis manos acaricien sus pectorales en busca de sostén. Puedo sentir bajo mi palma los latidos desbocados de su corazón. Abro los ojos queriendo ver su rostro, pero su expresión es neutra mientras sus oscuros ojos tienen un destello de lujuria que hace que me hipnoticen. Lo disfruta, disfruta que me esté retorciendo bajo su acción.
Quiero besarlo, tengo la necesidad de tocarle, sin embargo, la siguiente acción me deja fuera de batalla. Se inclina sobre mi cuerpo capturando con su boca uno de mis pezones mientras su mano libre sostiene mis muñecas por encima de mi cabeza. Los lame, los chupa y besa, se toma el tiempo con cada seno incluso cuando sus dedos en mi intimidad me están embistiendo despacio adentrándose cada vez más.
Intento no gritar, me muerdo los labios evitando gemir fuerte, no puedo, me estoy retorciendo del más angustioso placer que hace que mi cuerpo levite, mis piernas tiemblan, su agarre en mis muñecas duelen un poco, nada comparado a la fuerte presión en mi vientre bajo. Un tercer dedo embiste con más velocidad, su avida boca sobre mis senos, su cuerpo restregandose por el mío y me dejó venir. O mejor dicho, me voy de este mundo por unos instantes cuando llegó al orgasmo.
Me cuesta respirar, volver a la normalidad porque aún estoy nublada en medio del frenesí, aún así no se me pasa desapercibido la sonrisita ladina que tiene en sus finos labios y menos la erótica acción que hace de lubricar su miembro erecto con mi esencia embadurnada en su mano. Aun temblando por lo anterior sin importarme nada mas, me subo encima de él y atacó su boca en un beso tan necesitado que tarda en corresponderme, incluso cuando me acomodo sobre su entrepierna para empalarme a mi misma.
Sus manos me acomodan a su antojo mientras muevo mis cadera con algo de desesperación, el beso pasó a ser liderado por él y sé que la mañana podría alargarse un poco más en esta improvisada cama.
Ok 👁️👄👁️ ehm, creo que me fui un poquito de tema. 🤭
Me voy a tomar agüita pa que baje el calor de mi cara. 🤭 Ustedes recen un padre nuestro y cinco ave marías.
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